No apaguéis el Espíritu.
5:19 No apaguéis al Espíritu. — Desde luego es imposible literalmente apagar al Espíritu Santo. Más bien Pablo se refiere a los efectos (la obra) del Espíritu Santo. En este contexto es probable que se refiera al uso correcto de los dones del Espíritu Santo (1Co 12:1-31; 1Co 14:1-40); es decir, que todo se hiciera decentemente y con orden (1Co 14:40), y siempre para la edificación (1Co 14:26), pero que su uso no se menospreciara. “No arrojéis agua fría sobre aquellos que, bajo la inspiración del Espíritu, se levantan para hablar en lenguas, para revelar misterios, o para orar en la congregación” (JFB). El vocablo apagar se usa de extinguir el fuego (Mat 12:20; Mat 25:8; Mar 9:48); por eso, concluimos que el Espíritu Santo se compara aquí al fuego que se puede apagar, porque alumbra y purifica el alma. Dice Hch 2:1-3 que cuando vino el Espíritu Santo el día de Pentecostés, “se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos” (es decir, sobre los apóstoles, 1:26). “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2Ti 1:6). En estos textos vemos la asociación entre el Espíritu Santo y el fuego.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
no apaguéis. Cnt 8:7; Efe 4:30; Efe 6:16.
el Espíritu. Gén 6:3; 1Sa 16:4; Neh 9:30; Sal 51:11; Isa 63:10; Hch 7:51; 1Co 14:30; Efe 4:30; 1Ti 4:14; 2Ti 1:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Apagar al Espíritu significa resistir su influencia, como tratar de apagar un incendio. Una de las reglas fundamentales del andar con Dios es que no deberíamos decir que no al Espíritu de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
NO APAGUÉIS AL ESPÍRITU.
(1) Pablo compara el apagar al Espíritu con el desprecio y el rechazo de las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo tales como la profecía. Reprimir y rechazar el uso correcto y ordenado de la profecía u otros dones espirituales dará como resultado la pérdida de toda manifestación del Espíritu entre los creyentes (1Co 12:7-10; 1Co 12:28-30). Se describe el ministerio del Espíritu en Jua 14:26; Jua 15:26-27; Jua 16:13-14; Hch 1:8; Hch 13:2; Rom 8:4; Rom 8:11; Rom 8:16; Rom 8:26; 1Co 2:9-14; 1Co 12:1-11; Gál 5:22-25.
(2) Esos dos versículos indican con claridad que había otras iglesias que manifestaban los dones espirituales en los cultos de adoración. Obsérvese bien que, aunque no se debían tratar con desprecio, las declaraciones proféticas no habían de aceptarse sino hasta que se hubieran examinado con cuidado (v. 1Ts 5:21; véase 1Co 14:29, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
apaguéis. El fuego del Espíritu de Dios no debe ser sofocado con pecado. Los creyentes también son instruidos a no contristar al Espíritu Santo (Efe 4:30), sino más bien a ser controlados por Él (Efe 5:18) así como a andar en el Espíritu Santo (Gál 5:16).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:19 No apaguéis al Espíritu. – Desde luego es imposible literalmente apagar al Espíritu Santo. Más bien Pablo se refiere a los efectos (la obra) del Espíritu Santo. En este contexto es probable que se refiera al uso correcto de los dones del Espíritu Santo (1Co 12:1-31; 1Co 14:1-40); es decir, que todo se hiciera decentemente y con orden (1Co 14:40), y siempre para la edificación (1Co 14:26), pero que su uso no se menospreciara. “No arrojéis agua fría sobre aquellos que, bajo la inspiración del Espíritu, se levantan para hablar en lenguas, para revelar misterios, o para orar en la congregación” (JFB).
El vocablo apagar se usa de extinguir el fuego (Mat 12:20; Mat 25:8; Mar 9:48); por eso, concluimos que el Espíritu Santo se compara aquí al fuego que se puede apagar, porque alumbra y purifica el alma. Dice Hch 2:1-3 que cuando vino el Espíritu Santo el día de Pentecostés, “se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos” (es decir, sobre los apóstoles, 1:26). “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2Ti 1:6). En estos textos vemos la asociación entre el Espíritu Santo y el fuego.
También se puede agregar que la influencia del Espíritu en nuestra vida, puede ser apagada por muchas cosas: el pecado, la dureza del corazón, la indiferencia, la ingratitud, la negligencia, y el corazón cargado con los cuidados de esta vida (Mat 13:22; Luc 21:34). Si estamos “fervientes en espíritu” (Rom 12:11), no apagaremos al Espíritu Santo.
Ejemplos de apagar al Espíritu Santo se ven en 1Co 11:30; 1Ti 5:6; Heb 6:4-6; 2Pe 2:20-21; 1Jn 5:16.
En Efe 4:30 Pablo dice, “no contristéis al Espíritu Santo de Dios”. Ejemplos de contristar al Espíritu son: mentir al Espíritu Santo, Hch 5:3; tentar al Espíritu Santo, Hch 5:9; resistir al Espíritu Santo, Hch 7:51; hacer afrenta al Espíritu Santo, Heb 10:29; y blasfemar contra el Espíritu Santo, Mar 3:29, Mar 3:39.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
ñ 175 Efe 4:30
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
no apaguéis el Espíritu. La frase describe la resistencia a la actividad del Espíritu Santo por los creyentes. En otras ocasiones los creyentes son instruidos a no entristecer al Espíritu Santo (Ef 4:30), a ser guiados por el Espíritu (Gá 5:18) y a andar por el Espíritu (Gá 5:16).
Fuente: La Biblia de las Américas
19 (1) El Espíritu hace que nuestro espíritu sea ferviente ( Rom_12:11) y que el fuego de nuestros dones sea avivado ( 2Ti_1:6). Por lo tanto, no debemos apagar al Espíritu.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
apaguéis. El Espíritu es asemejado con frecuencia al fuego (Mat 3:11; Luc 3:16; Hch 2:3). El Espíritu es apagado cuando quiera que Su ministerio es sofocado en un individuo o en la iglesia.