Comentario de 1 Timoteo 1:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero el propósito del mandamiento es el amor que procede de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida.
1:5 — Pues el propósito de este mandamiento es — El mandamiento referido es el del ver. 3, «que mandases», y del ver. 18. El mandamiento que Timoteo había de dar a «algunos» tenía cierto propósito, fin (Mod.), meta (B.A., margen), u objetivo (1977). ¿Cuál era? Pablo responde con la tríada, o conjunto de tres unidades, de este versículo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el propósito del mandamiento. Rom 10:4; Rom 13:8-10; Gál 5:13, Gál 5:14, Gál 5:22; 1Jn 4:7-14.
es el amor. Mar 12:28-34; Rom 14:15; 1Co 8:1-3; 1Co 13:1-13; 1Co 14:1; 1Pe 4:8; 2Pe 1:7.
nacido de corazón limpio. Sal 24:4; Sal 51:10; Jer 4:14; Mat 5:8; Mat 12:35; Hch 15:9; 2Ti 2:22; Stg 4:8; 1Pe 1:22; 1Jn 3:3.
y de buena conciencia. 1Ti 1:19; 1Ti 3:9; Hch 23:1; Hch 24:16; Rom 9:1; 2Co 1:12; 2Ti 1:3; Tit 1:15; Heb 9:14; Heb 10:22; Heb 13:18; 1Pe 3:16, 1Pe 3:21.
y de fe no fingida. Gál 5:6; 2Ti 1:5; Heb 11:5, Heb 11:6; 1Jn 3:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El propósito de la orden de Pablo a Timoteo es la promoción del amor de Dios en la iglesia (Jua 13:34, Jua 13:35).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EL PROPÓSITO DE ESTE MANDAMIENTO. La meta suprema de toda instrucción de la Palabra de Dios no es el conocimiento bíblico en sí, sino una transformación moral interior que se expresa con amor, pureza de corazón, limpia conciencia y fe no fingida, es decir, sin hipocresía (véanse Hch 24:16, nota sobre una buena conciencia, y el ARTÍCULO INSTRUCCIÓN BÍBLICA PARA LOS CREYENTES, P. 1752. [2Ti 2:2]). Con respecto a esa verdad debe tenerse en cuenta estos dos aspectos importantes:
(1) El concepto bíblico de enseñanza y aprendizaje no tiene como fin primordial impartir conocimiento ni preparar en lo académico, sino producir santidad y una vida piadosa que se conforme a los caminos de Dios (cf. 2Ti 1:13).
(2) El maestro de la Palabra de Dios debe ser alguien cuya vida sea ejemplo de perseverancia en la verdad, la fe y la santidad (1Ti 3:1-13).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
este mandamiento. Vea la nota sobre el v.1Ti 1:3, donde se emplea el verbo que se traduce «mandases» (también en el v. 1Ti 1:8). El propósito del mandato o encargo en los vv. 1Ti 1:3-4 es emular la virtud espiritual que se define en el v. 1Ti 1:5. Timoteo debía comunicar este encargo a la iglesia. La meta de predicar la verdad y advertir contra el error es llamar los seres humanos a la salvación verdadera en Cristo, lo cual produce amor a Dios que brota de un corazón purificado (2Ti 2:22; 1Pe 1:22), una conciencia limpia (Heb 9:22; Heb 10:14) y una fe genuina (Heb 10:22). amor. Este es el amor de la voluntad y la decisión que se caracteriza por la abnegación y el sacrificio propio para beneficio de otros, y es la marca de un cristiano verdadero (Jua 13:35; Rom 13:10; 1Jn 4:7-8; vea las notas sobre 1Co 13:1-7). En cambio, las doctrinas falsas solo producen conflicto y las «disputas» que vienen como resultado (v. 1Ti 1:4; 1Ti 6:3-5). buena conciencia. Cp. el v. 1Ti 1:19; 1Ti 3:9; 1Ti 4:2; vea la nota sobre 2Co 1:12. La palabra griega que se traduce «buena» se refiere a aquello que es perfecto y por ende produce placer y satisfacción. Dios creó al ser humano con una «conciencia» que es la facultad que le permite juzgarse a sí mismo. Debido a que Dios ha escrito su ley en el corazón del hombre (vea la nota sobre Rom 2:15), el hombre conoce el parámetro básico de distinción entre el bien y el mal. Tan pronto viola ese parámetro su conciencia produce culpa y la misma actúa como el sistema de alarma de la mente porque produce temor, culpabilidad, vergüenza y duda como advertencias sobre un peligro que amenaza el bienestar del alma (cp. Jua 8:9; 1Co 8:7; 1Co 8:10; 1Co 8:12; Tit 1:15; Heb 10:22). Por otro lado, si un creyente hace la voluntad de Dios goza de la afirmación, la seguridad, la paz y el gozo de una conciencia buena (cp. Hch 23:1; Hch 24:16; 2Ti 1:3; Heb 13:18; 1Pe 3:16; 1Pe 3:21).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:5 — Pues el propósito de este mandamiento es — El mandamiento referido es el del ver. 3, «que mandases», y del ver. 18. El mandamiento que Timoteo había de dar a «algunos» tenía cierto propósito, fin (Mod.), meta (B.A., margen), u objetivo (1977). ¿Cuál era? Pablo responde con la tríada, o conjunto de tres unidades, de este versículo.
Por contraste vemos que las «cuestiones necias o insensatas» engendraban contiendas (2Ti 2:23) y no las tres cosas ahora mencionadas, las que resultan de andar fielmente en la doctrina de Cristo. El avanzar la economía de Dios (ver. 4, véanse comentarios arriba) produce el amor que procede del corazón puro, la conciencia buena, y la fe no hipócrita. El fin, pues, de lo que Timoteo había de mandar, era noble y deseable. No era cuestión de meramente contradecir a falsos maestros.
— el amor — La palabra griega para decir «amor» en este caso es agape, el amor no de sentimiento sino del mandamiento de Dios. Tenemos que escoger amar, considerando los hechos del caso, exactamente como Dios nos ha amado, no sentimentalmente, sino porque considera que hemos sido hechos a su imagen y desea nuestra salvación. Es «fruto del Espíritu», Gál 5:22. El propagar diferente doctrina era del amor egoísta; el propagar la economía de Dios sería del amor de la persona hacia Dios y el hombre. Este amor que Dios nos manda nos conduce a cumplir toda la ley (Rom 13:10).
— nacido de corazón limpio — Véanse 2Ti 2:22 y 1Pe 1:22 (algunas versiones). Es indispensable el corazón limpio, o puro (como dicen algunas versiones) para servicio aceptable a Dios. ¡Cuántos hermanos en la fe no profesan rendir servicio a Dios pero con corazones impuros!
— y de buena conciencia — Véanse 2Ti 1:3, «limpia conciencia», y 1Pe 3:16, «buena conciencia». No es buena ni limpia la conciencia del que, conociendo la doctrina de Cristo, la pone atrás y adelanta sus propias ideas predilectas. Pero cuando santificamos a Dios el Señor en nuestros corazones (1Pe 3:15), entonces sí es buena y limpia. Por eso Jesús, al enseñarnos a orar, dijo: «Santificado (apartado) sea tu nombre» en nuestras vidas diarias.
— y de fe no fingida — Literalmente, «no hipócrita» (Ver. P.B.), sino «sincera» (Ver. B.A.). Se implica que los falsos maestros en Efeso no tenían esta clase de fe, sino que se habían desviado de ella. ¿Cómo puede ser fe sincera y genuina la que lleva a la persona a enseñar diferente doctrina de la que es de Cristo? Ocuparse en enseñar diferentes doctrinas es exhibir la fe hipócrita. Para tener la fe no fingida hay que abandonar tales actividades egoístas y destructoras.
Fuente: Notas Reeves-Partain
NOTAS
(1) Lit.: “fin”. Gr.: té·los.
REFERENCIAS CRUZADAS
m 12 Rom 13:8; Gál 5:6
n 13 Mat 5:8; 2Ti 2:22
ñ 14 Hch 23:1; Hch 24:16; 1Ti 3:9; 1Pe 3:16
o 15 Rom 12:9; 2Co 6:6; Stg 3:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
5 (1) Se refiere al mandato del v.3.
5 (2) Las enseñanzas diferentes de los disidentes, mencionadas en el v.3, causaron envidia y discordia entre los creyentes, lo cual era contrario al amor, el propósito del mandato del apóstol. Para llevar a cabo el mandato del apóstol, se necesita el amor, el cual proviene de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida.
5 (3) Un corazón puro es un corazón sencillo sin mezcla, un corazón que sólo busca al Señor y toma al Señor como la única meta. Una buena conciencia es una conciencia sin ofensa ( Hch_24:16). Una fe no fingida, que está relacionada con la fe mencionada en el v.4, es una fe sin presunción ni hipocresía, una fe que purifica el corazón ( Hch_15:9) y opera por medio del amor ( Gál_5:6). En la decadencia de la iglesia, al confrontar las enseñanzas diferentes, se requieren todos estos atributos para tener un amor puro, verdadero y genuino.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
mandato… Esto es, atenerse a la sana doctrina.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, la meta
Lit., nuestro mandamiento
Lit., no fingida
Fuente: La Biblia de las Américas
Esto es, atenerse a la sana doctrina.