Porque si alguien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?
3:5 — (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) — Aquí la lógica se aplica, argumentando a fortiori, desde lo menor hasta lo mayor. Cuidar de la iglesia local requiere ciertas cualidades en los obispos, y si no han sabido gobernar bien a sus propias casas (familias), obviamente no sabrán cuidar de la familia de Dios representada en la iglesia local. La palabra griega para decir «cuidará» se encuentra solamente aquí y en Luc 10:34.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
su propia casa. 1Sa 2:29, 1Sa 2:30; 1Sa 3:13.
la iglesia de Dios. 1Ti 3:15; Hch 20:28; Efe 1:22; Efe 5:24, Efe 5:32.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Si un hombre es incapaz de guiar a su familia, no será capaz de cuidar de la iglesia. El traslado desde el gobernar hacia el cuidar enfatiza la ternura de la función pastoral de un anciano en la iglesia.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
cuidará de la iglesia de Dios. Un anciano debe probar primero en la intimidad y vulnerabilidad de su propio hogar su capacidad para guiar otros a la salvación y la santificación. Allí prueba que Dios le ha dado la capacidad espiritual única para establecer un ejemplo excelente de virtud así como para servir a demás, resolver conflictos, construir la unidad y mantener el amor. Si no puede hacer estas cosas esenciales, ¿por qué tendría alguien que suponer que sería capaz de hacerlas en la iglesia?
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:5 — (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) — Aquí la lógica se aplica, argumentando a fortiori, desde lo menor hasta lo mayor. Cuidar de la iglesia local requiere ciertas cualidades en los obispos, y si no han sabido gobernar bien a sus propias casas (familias), obviamente no sabrán cuidar de la familia de Dios representada en la iglesia local.
La palabra griega para decir «cuidará» se encuentra solamente aquí y en Luc 10:34.
El padre que no ha usado bien de la disciplina en la crianza de sus hijos, no va a ser buen obispo en la iglesia local. Como consentía a sus hijos, consentirá en los asuntos de la iglesia, y ella apostatará, siendo rebelde (igual que lo llegaron a ser los hijos). La deficiencia en la dirección del hogar se traduce en deficiencia en la iglesia local, y las dos instituciones sufren las consecuencias. La iglesia local que elige para obispo al que no se ha probado en este particular, es culpable de desobedecer a las Sagradas Escrituras, e invita el fracaso.
El obispo «cuida», presidiendo, pero no es dictador con poderío.
Fuente: Notas Reeves-Partain
cuidado… → §161; §160.