Comentario de 2 Corintios 10:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

10:4 — «porque las armas… carnales». Pablo dice que no militaba según la carne porque sus armas de milicia no eran carnales. No tenía metas carnales, y por eso no tenía que emplear armas carnales. Los que emplean armas (tácticas) carnales lo hacen para alcanzar fines carnales. Pablo no era guiado por la vanidad, la ambición mundana, o el sentimiento humano. No se encontraba bajo dirección humana, y por eso no se encontraba en una lucha puramente humana. ¿Para qué, pues, usar armas carnales? No tenía por qué usarlas, pero sus enemigos, sí. Véanse 1Co 4:18; 2Co 11:15; 2Co 11:18).

— «sino poderosas… de fortalezas». Que no fueran carnales sus armas, no significaba que fueran débiles. Todo lo contrario; eran poderosas para la tarea en la cual Pablo las empleaba. Véase Efe 6:10-17. Como las máquinas de guerra de esos tiempos eran poderosas para tumbar paredes de fortalezas, así también las armas de Pablo, que eran la verdad de Dios (1Co 2:1-16), podían derribar la fortaleza del pecado. La verdad es suficiente para exponer la falsedad del error, y lo hueco de la sofistería, las deducciones y los razonamientos del hombre.

Posiblemente Pablo alude a sus poderes milagrosos como parte de sus armas poderosas espirituales (1Co 4:19-20; 2Co 12:12).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

porque las armas. 2Co 6:7; Rom 6:13; Rom 13:12; Efe 6:13-18; 1Ts 5:8.

de nuestra milicia. 1Ti 1:18; 2Ti 2:3.

sino poderosas en Dios. 2Co 3:5; 2Co 4:7; 2Co 13:3, 2Co 13:4; Jue 7:13-23; Jue 15:14-16; 1Sa 17:45-50; Sal 110:2; Isa 41:14-16; Zac 4:6, Zac 4:7; Hch 7:22; 1Co 1:18-24; 1Co 2:5; 2Co 13:3; Heb 11:32, Heb 11:33.

para la destrucción de fortalezas. Jos 6:20; Isa 30:25; Jer 1:10; Heb 11:30.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

fortalezas … altivez: El Corinto antiguo, mirado desde lo alto, era un cerro de 619 metros de altura. En la cumbre era una fortaleza. Pablo usó aquella imagen como una ilustración de la lucha que libró. Destruyó fortalezas, derribó torres, y tomó cautivos. La fortaleza, las torres y los cautivos representan los argumentos, pensamientos y planes que se oponían a Pablo. Pablo derriba todas las racionalizaciones. Tomó cautiva a la obediencia a Cristo cada percepción e intención del corazón que era contra Dios. Nuestros hechos revelan nuestros pensamientos. No debiéramos asirnos a pensamientos que no se conformen a la vida y las enseñanzas de Cristo. Pablo no andaba conforme a la carne o sus deseos mundanos; al contrario, él venció la carne. Explicó su estrategia en (1Co 9:24-27). «golpeó mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA. La lucha del creyente es contra huestes espirituales de maldad (Efe 6:12). Por tanto, las armas del mundo como el ingenio, el talento, la riqueza, la capacidad de organización, la elocuencia, la propaganda, el carisma y la personalidad son en sí insuficientes para derribar las fortalezas de Satanás. Las únicas armas adecuadas para destruir los baluartes de Satanás, la injusticia y las falsas enseñanzas son las que Dios da.

(1) Estas armas son poderosas porque son espirituales y provienen de Dios. En otra parte Pablo enumera entre otras la dedicación a la verdad, la vida justa, la proclamación del evangelio, la fe, el amor, la esperanza de salvación, la Palabra de Dios y la oración constante (Efe 6:11-19; 1Ts 5:8). Al emplear esas armas contra el enemigo, saldrá victoriosa la iglesia. La presencia y el reino de Dios se manifestarán con poder para salvar a los pecadores, expulsar a los demonios, santificar a los creyentes, bautizar en el Espíritu Santo y sanar a los enfermos (véase el ARTÍCULO SEÑALES DE LOS CREYENTES, P. 1380. [Mar 16:17-18]).

(2) Hoy la iglesia con frecuencia se ve tentada a enfrentarse al mundo con las mismas armas del mundo, es decir, mediante la sabiduría humanista, la filosofía, la psicología, las atracciones emocionantes, los espectáculos que se montan en las iglesias, y otras «armas». A menudo todo eso tiende a tomar el lugar de las costumbres fundamentales del NT de la oración ferviente, la dedicación incondicional a la Palabra de Dios y la proclamación del evangelio con poder. Las armas mundanas no pueden producir el avivamiento del Espíritu Santo, porque no pueden destruir las fortalezas del pecado, ni liberar del poder de Satanás ni vencer las malas pasiones que corren desenfrenadas en el mundo en la actualidad. Si se emplean las armas del mundo, sólo se logrará secularizar a la iglesia y separarla de las armas de la fe, la justicia y el poder del Espíritu. Lo trágico es que a la iglesia la opacará el poder de las tinieblas y las fuerzas del mundo abatirán a sus familias y las llevarán cautivas.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

nuestra milicia. La definición de la vida cristiana como una guerra es común en el NT (cp. 2Co 6:7; Efe 6:10-18; 1Ti 1:18; 2Ti 2:3-4; 2Ti 4:7). carnales. Humanas. Vea la nota sobre el v. 2Co 10:3. fortalezas. La metáfora habría sido entendida de inmediato por sus destinatarios ya que en Corinto, como en la mayoría de ciudades de la antigüedad, tenía una fortaleza, ubicada en este caso sobre una colina al S de la ciudad, en la cual sus residentes podían refugiarse. Las fortalezas espirituales formidables que controlan las fuerzas del infierno solo pueden ser demolidas con armas espirituales empuñadas por creyentes piadosos, en particular «la espada del Espíritu» (Efe 6:17), porque nada más que la Palabra de Dios puede derrotar las falsedades satánicas. Esta es la verdadera guerra espiritual. En el NT no se instruye a los creyentes que ataquen a demonios o a Satanás (vea la nota sobre Jud 1:9), sino que confronten el error con la verdad. Esa es nuestra batalla (cp. Jua 17:17; Heb 4:12).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

10:4 — «porque las armas… carnales». Pablo dice que no militaba según la carne porque sus armas de milicia no eran carnales. No tenía metas carnales, y por eso no tenía que emplear armas carnales. Los que emplean armas (tácticas) carnales lo hacen para alcanzar fines carnales. Pablo no era guiado por la vanidad, la ambición mundana, o el sentimiento humano. No se encontraba bajo dirección humana, y por eso no se encontraba en una lucha puramente humana. ¿Para qué, pues, usar armas carnales? No tenía por qué usarlas, pero sus enemigos, sí. Véanse 1Co 4:18; 2Co 11:15; 2Co 11:18).
–«sino poderosas… de fortalezas». Que no fueran carnales sus armas, no significaba que fueran débiles. Todo lo contrario; eran poderosas para la tarea en la cual Pablo las empleaba. Véase Efe 6:10-17. Como las máquinas de guerra de esos tiempos eran poderosas para tumbar paredes de fortalezas, así también las armas de Pablo, que eran la verdad de Dios (1Co 2:1-16), podían derribar la fortaleza del pecado. La verdad es suficiente para exponer la falsedad del error, y lo hueco de la sofistería, las deducciones y los razonamientos del hombre.
Posiblemente Pablo alude a sus poderes milagrosos como parte de sus armas poderosas espirituales (1Co 4:19-20; 2Co 12:12).

Fuente: Notas Reeves-Partain

2Co 6:7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— cualquier fortaleza: Es una imagen inspirada en Isa 2:11-17; con ella se describe la actitud orgullosa del ser humano que se siente seguro de sí mismo y se cierra a Dios.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

h 353 Mat 26:52; Rom 13:12; Efe 6:13; 1Ts 5:8; 1Ti 1:18; 2Ti 2:24

i 354 Rom 8:14; 2Co 6:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

las armas…poderosas en Dios. El conflicto espiritual de Pablo con los corintios encuentra su solución al usar el poder de Dios contra las especulaciones y razonamientos mundanos (vers. 5; cp. Ef 6:10– 18).

Fuente: La Biblia de las Américas

4 (1) Puesto que la guerra espiritual no se pelea contra carne, o sea, hombres, sino contra fuerzas espirituales ( Efe_6:12), las armas no deben ser carnales sino espirituales. Tales armas son poderosas para derribar las fortalezas del enemigo.

4 (2) Es decir, poderosas a los ojos de Dios, o sea, divinamente poderosas; por lo tanto, sumamente poderosas.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

R626 Πρός aparece aquí con el sentido general de idoneidad en conexión con el adjetivo δυνατά (comp. 2Co 2:16; tiene la idea de propósito, comp. Efe 4:29 -T247). [Editor. El adjetivo parece que tiene una idea de idoneidad; pero la preposición con el acusativo tiene la idea de propósito; comp. Hch 27:12; 2Co 1:20; 1Ti 4:8; 2Ti 3:16 y Tit 1:16.]

M184 Aquí τῷ θεῷ después de δυνατά puede usarse con un sentido intensivo (es semítico: gran poder, o poder divino en honor de o en favor de Dios -H443).

T343 parece que el participio καθαιροῦντες concuerda con un verbo conjugado en modo personal: destruimos argumentos.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego