Comentario de 2 Corintios 2:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Si alguno ha causado tristeza, no me ha entristecido sólo a mí, sino en cierta medida (para no exagerar) a todos vosotros.
2:5 — «Pero si alguno… a todos vosotros». Notemos cómo las versiones siguientes lo expresan: «Pero si alguno ha causado pesar, no me lo ha causado a mí, sino hasta cierto puntoFuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
que si alguno me contristó. Pro 17:25; 1Co 5:1-5, 1Co 5:12, 1Co 5:13; Gál 5:10.
no me contristó a mí. Gál 4:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo escribió de alguien que le había causado tristeza. La interpretación tradicional es que el ofensor era el incestuoso de (1Co 5:1-13). Últimamente, algunos comentaristas indicaron que el ofensor puede ser otra persona que injurió a Pablo durante la «visita dolorosa» que hizo entre 1 y 2 Corintios (vv. 2Co 2:3, 2Co 2:4).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
si alguno me ha causado tristeza. La construcción griega de esta cláusula supone que la condición es verdadera: Pablo reconoce la realidad de la ofensa y su efecto continuo en la iglesia, no en él. Con su renuncia a cualquier tipo de venganza personal, él procuró suavizar la acusación contra el ofensor penitente y permitir que la iglesia lidiara de manera objetiva con él y con los que se habían puesto de acuerdo con él, sin tener en cuenta el agravio o la ofensa personal de Pablo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Este pasaje es uno de los mejores textos en todas las Escrituras sobre la motivación piadosa y la racionalidad del perdón.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:5 — «Pero si alguno… a todos vosotros». Notemos cómo las versiones siguientes lo expresan:
«Pero si alguno ha causado pesar, no me lo ha causado a mí, sino hasta cierto punto–por no decir que demasiado–a todos vosotros» (Ver. Biblia de las Américas).
«Pero si alguien ha causado tristeza, no me la ha causado a mí, sino hasta cierto punto (por no exagerar) a todos vosotros» (Ver. Hispano-americana).
«Pero si alguno ha causado pesar, no me lo ha causado a mí solo, sino en parte (por no cargar la mano) a todos vosotros» (Versión Moderna).
Parece que la referencia de Pablo en este pasaje es al hermano culpable de fornicación (1Co 5:1-13). Desde luego causó pesar, o tristeza, a Pablo, pero no solamente a él. Habría sido demasiado y exageración decir que no causó ningún pesar a los corintios; por eso dice Pablo que no solamente a él se causó tristeza, sino también en parte a los corintios.
La palabra «solo» no aparece en el texto griego; algunas versiones la interpolan. Pero cabe bien en el modo de expresarse de Pablo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
INTERCEDIENDO POR UN PECADOR
2 Corintios 2:5-11
Si alguien ha causado pesar, no ha sido a mí a quien se lo ha causado sino, y no quiero exagerar, a todos vosotros. Para tal persona, el castigo que le ha impuesto la mayoría es suficiente; de modo que, lejos de imponerle una corrección más severa, lo que debéis hacer es perdonarle y confortarle para que no se hunda en una excesiva depresión. Así que, insisto: Que lo que decidáis con respecto a él sea inspirado por el amor. Porque, cuando os escribí, lo que me proponía era poneros a prueba para comprobar vuestra obediencia en todo. Lo que le hayáis perdonado a una persona, si yo tenía algo que perdonar, también lo he perdonado. Porque lo que he perdonado, si es que tenía algo, que perdonar, lo he perdonado por amor a vosotros en presencia de Cristo, para que no se salga Satanás coro la suya, porque sabemos muy bien lo que pretende.
De nuevo nos encontramos ante un pasaje que es un eco de problemas y disgustos. Cuando Pablo visitó Corinto, había habido un cabecilla de la oposición que había insultado abiertamente a Pablo, y Pablo había insistido en que se le impusiera una disciplina. La mayoría de los miembros se habían dado cuenta de que la conducta de esa persona no había ofendido solamente a Pablo, sino también el buen nombre de la iglesia de Corinto. Se le había impuesto una disciplina; pero todavía había algunos que creían que no había sido lo suficientemente severa, y que querían imponerle un mayor castigo.
Y ahí es donde se muestra la suprema grandeza de Pablo. Dice que ya se ha hecho bastante. La persona se ha arrepentido; y el ejercer todavía más disciplina haría más daño que bien. Podría llevar a la desesperación a aquella persona, lo que le ofrecería a Satanás una oportunidad de apoderarse de ella. Si Pablo hubiera obrado movido por motivos meramente humanos, se podría haber complacido de la suerte que le había caído a su anterior enemigo; aquí aparece en toda su grandeza la nobleza de su carácter cuando, por la generosidad de su corazón, intercede para que se tenga piedad del que tanto le había ofendido. Aquí tenemos un ejemplo excelente de cómo se enfrenta la conducta cristiana con la ofensa y el insulto.
(i) Pablo no considera aquello como un asunto meramente personal. No era porque se hubieran herido sus sentimientos por lo que aquello era importante. Lo que más le preocupaba era el buen orden y la paz de la iglesia. Hay algunos que lo toman todo por lo personal. Toman la crítica, hasta cuando es constructiva y amable, como un insulto personal. Tales personas contribuyen más que nadie a desterrar la paz de la comunidad. A todos nos sería bueno pensar que la crítica y el consejo se nos ofrecen, no para herirnos sino para ayudarnos, no para hundirnos sino para levantarnos.
(ii) La motivación de Pablo en el ejercicio de la disciplina no era venganza sino corrección; no quería hundir a la persona, sino ayudarla a levantarse. Se proponía juzgar a la persona, no con el baremo de una justicia abstracta, sino con amor cristiano. El hecho es que muchas veces los pecados son buenas cualidades que se han sacado de quicio. La persona que puede planificar el robo perfecto tiene iniciativa y sabe organizar los medios y el poder; el orgullo es muchas veces un exceso del espíritu de independencia; la mezquindad es la economía cuando se espiga. La finalidad de la disciplina para Pablo era, no erradicar las cualidades que pudiera tener una persona, sino uncirlas a propósitos más elevados. El propósito cristiano no es convertir al pecador en un inútil a fuerza de someterle, sino inspirarle y capacitarle para empresas dignas.
(iii) Pablo insistía en que el castigo no debe nunca sumir en la desesperación ni desanimar a la persona. Un trato equivocado puede suponer un empujón que arroja a una persona a los brazos de Satanás. La severidad excesiva puede que le aparte a uno de la iglesia y su comunión, mientras que una corrección amable es más posible que le mantenga en ella. A Mary Lamb, que sufría períodos terribles de inestabilidad mental, la trataba su madre con mucha dureza. Solía suspirar: «¿Por qué parece que nunca soy capaz de hacer nada como quisiera mi madre?» Lutero casi no podía decir el padrenuestro porque su padre había sido tan duro con él que la palabra padre le sugería toda clase de crueldad. Solía decir, citando Pr 13:24 : «»No uses la vara, y echas a perder a tu hijo;» sí, pero pon al lado de la vara una manzana para dársela cuando se porte bien.» La disciplina debe animar, no desaniMarcos En último análisis, esto sólo puede suceder cuando dejamos bien claro que, aun cuando estemos castigando a una persona, todavía creemos en ella.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Perdón para el ofensor
5 Antes de pedir a los corintios que restauren a la persona que se había opuesto a él, Pablo les recuerda que la ofensa no sólo lo había entristecido a él, sino a toda la iglesia de Corinto. 6 No obstante, basta ya para dicha persona la reprensión de la mayoría. Aquí nos enteramos de que finalmente la iglesia llevó a cabo las instrucciones de Pablo y disciplinó al ofensor (cf. 7:11, 12). 7, 8 Pablo estaba preocupado por el ofensor mismo, para que no sea consumido por demasiada tristeza. Por ello instó a los corintios a reafirmar su amor para con el ofensor arrepentido. 9, 10 Pablo destaca que escribió no sólo para demandar una acción disciplinaria sino para probar la obediencia de ellos. Habían demostrado ser obedientes a sus instrucciones, y ahora él los insta a perdonar al ofensor, asegurándoles que él también lo perdona. 11 El perdón y restauración del ofensor es esencial para que no seamos engañados por Satanás, es decir, para que éste no saque ventaja de la iglesia privándola en forma permanente de uno de sus miembros, y ex plotando el fracaso moral para hacer que la persona culpable se aparte. La actitud general de Pablo para con el ofensor es un recordatorio para nosotros de que no se debe ignorar ni condonar el pecado mani fiesto y notorio en los miembros de la iglesia. Por el bien de la iglesia misma, y por el honor del nombre de Dios, deben tomarse medidas disciplinarias. La actitud de Pablo al respecto también nos recuerda que el propósito de tales medidas disciplinarias es la restauración final de la persona culpable. Aquellos que predican la reconciliación también deben practicarla. No deben contentarse con disciplinar a los que pecan, sino estar dispuestos a reafirmar su amor para con ellos una vez que se hayan arrepentido.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
h 61 1Co 5:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
5 super (1) Lit., aplicar demasiada presión; es decir, cargar pesadamente, decir demasiado. Aquí el apóstol dijo que el culpable había causado tristeza en cierto modo a toda la iglesia. Dijo «en cierto modo» para, no agraviarlos con mucha presión, no fuera que exagerara. Esto indica que él era una persona tierna, prudente y considerada.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
B240 La aparición de un pronombre indefinido en la prótasis de una cláusula condicional no hace necesariamente que la suposición sea general. En el v. 5: pero si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado a mí, sino … a todos ustedes, la suposición se refiere a un caso específico y particular.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., para no ser gravoso