Comentario de 2 Corintios 3:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres.
3:2 — «Nuestras cartas sois vosotros». (Otras versiones bien dicen: «nuestra carta» — singular). En la iglesia de Dios en Corinto, con sus dones milagrosos recibidos por la imposición de las manos de Pablo, él tenía su carta de recomendación de Dios. Seguramente no necesitaría una carta de recomendación para Corinto mientras existiera dicha iglesia.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
nuestras cartas sois vosotros. 1Co 3:10; 1Co 9:1, 1Co 9:2.
escritas en nuestros corazones. 2Co 7:3; 2Co 11:11; 2Co 12:15; Flp 1:7.
conocidas y leídas por todos. Rom 1:8; 1Co 9:2; 1Ts 1:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
sois vosotros, escritas en nuestros corazones: Los creyentes corintios eran la carta de recomendación de Pablo. Estos versículos no significan que no debieran usarse cartas de recomendación. El mismo Pablo las usó antes de su conversión (Hch 9:1, Hch 9:2) y después (2Co 8:22; Rom 16:1; 1Co 16:10; Col 4:10). En este caso Pablo no necesitaba una porque él ya tenía una: los creyentes de Corinto y su ministerio entre ellos. El amor de Pablo por los corintios era conocido por todos los que conocían su ministerio. Una de los requisitos para el ministerio es el amor a las personas, tanto hacia el pueblo de Dios como hacia los perdidos.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
escritas en nuestros corazones. Una afirmación del afecto de Pablo por los creyentes en Corinto, a quienes llevaba en el corazón (cp. 2Co 12:15). conocidas y leídas por todos los hombres. La vida transformada de cada uno de los corintios era el testimonio más elocuente de Pablo, mejor que cualquier carta de segunda mano. Las vidas transformadas eran como una carta abierta que podía ser vista y leída por todos los hombres como un testimonio de la fidelidad de Pablo y la veracidad de su mensaje.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:2 — «Nuestras cartas sois vosotros». (Otras versiones bien dicen: «nuestra carta»–singular). En la iglesia de Dios en Corinto, con sus dones milagrosos recibidos por la imposición de las manos de Pablo, él tenía su carta de recomendación de Dios. Seguramente no necesitaría una carta de recomendación para Corinto mientras existiera dicha iglesia.
–«escritas en nuestros corazones». Esta «carta», o iglesia, fue escrita por medio de las labores de Pablo, labores de corazón. El llevaba en su corazón las tribulaciones y demás sentimientos, inclusive el amor, conectados con el establecimiento de la iglesia allí. Los hermanos corintios sabían que Pablo les amaba como un padre ama a sus hijos. Ellos siempre estaban en su corazón.
–«conocidas y leídas por todos los hombres». Corinto era ciudad principal en el mundo de aquel entonces, como una ciudad sentada sobre un monte, y por eso el gran cambio de vida, obrada por el evangelio en los corintios de la iglesia de Dios, daba gran testimonio al llamamiento de Pablo por Dios de ser apóstol a los gentiles. Además de vidas cambiadas (1Co 6:9-11), los hermanos en Corinto tenían dones milagrosos; no les faltaba nada de beneficio apostólico (1Co 1:5-8; 2Co 12:12). Todo esto daba testimonio a la obra de Pablo como uno aprobado por Dios. El mundo en general observaba la existencia y actividad de la iglesia en Corinto, y así se le aseguraba a Pablo su «carta de recomendación».
Fuente: Notas Reeves-Partain
NOTAS
(1) “Nuestros”, P46ABCDVgSyh,p; א: “sus”.
REFERENCIAS CRUZADAS
c 86 1Co 9:2
d 87 Jua 5:36; Jua 10:38
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
2 super (1) Los creyentes eran el fruto de la labor de los apóstoles, lo cual recomendaba a los apóstoles y su ministerio a otros. De esta manera, vinieron a ser la carta viva de recomendación de los apóstoles, escrita por los apóstoles con el Cristo que moraba en ellos como el contenido de cada parte del ser interior de los creyentes.
2 super (2) Los creyentes corintios, como carta viva de recomendación de los apóstoles, estaban escritos en los corazones de los apóstoles; por tanto, eran llevados por los apóstoles y no podían en absoluto ser separados de ellos. Estaban en los corazones de los apóstoles (7:3), y eran llevados por ellos por todas partes como su recomendación viva.