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Comentario de 2 Corintios 4:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Corintios 4:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque el Dios que dijo: “La luz resplandecerá de las tinieblas” es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.

4:6 — «Porque Dios». La razón de por qué predicaba Pablo a Jesús, y no a sí mismo (como lo hacían los falsos en Corinto), era Dios, y lo que había hecho Dios.

— «que mandó… la luz». El dios de este mundo ciega con tinieblas para que el incrédulo se pierda; el verdadero Dios, quien en la creación del mundo trajo luz de las tinieblas (Gén 1:2-3), es quien resplandece en el corazón del creyente.

— «es el que… Jesucristo». Por medio de la predicación del evangelio (1Co 1:21) Dios quita del corazón las tinieblas y lo ilumina con el conocimiento de la verdad del evangelio de Cristo. Para esto Pablo había sido llamado y comisionado (Gál 1:15-16; Hch 26:12-18 — «para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz»). Véase también 1Pe 2:9.

Pablo ya se había referido a la gloria del rostro de Moisés (3:7,13); ahora es la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo. La gloria de Dios es vista en la persona de Jesucristo. Pablo había visto esa gloriosa luz, que resplandecía más fuerte que el sol del mediodía, cuando Cristo se le apareció en el camino a Damasco (Hch 26:13)

Cristo es la luz del mundo (Jua 8:12; Jua 1:4). El mundo de tinieblas no puede prevalecer en contra de El que es la luz del mundo (Jua 1:5). El que cree en Cristo es librado de las tinieblas para andar en la luz. De esto habla Pablo aquí en 4:6 de esta carta.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Dios, que mandó que de las tinieblas. Gén 1:3, Gén 1:14, Gén 1:15; Sal 74:16; Sal 136:7-9; Isa 45:7.

es el que resplandeció. Efe 1:17; Efe 5:8; 2Pe 1:19.

para iluminación del conocimiento. 2Co 4:4; 2Co 3:18; Éxo 33:18-23; Éxo 34:5-7; Sal 63:2; Sal 90:16; Isa 6:1-3; Isa 35:2; Isa 40:5; Isa 60:2; Jua 11:40; Hch 7:55, Hch 7:56; 1Pe 2:9.

en la faz de Jesucristo. Luc 10:22; Jua 1:14; Jua 12:41; Jua 14:9, Jua 14:10; Flp 2:6; Col 1:15; Heb 1:3; 1Pe 1:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Como Dios mandó a la luz a resplandecer en las tinieblas de la creación (Gén 1:3), así enciende la luz en los corazones de los hombres para que vean quien es Jesucristo. Los hombres que no creen están cegados por Satanás (v. 2Co 4:4). Pero los creyentes ven la luz.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz. Una referencia directa a Dios como Creador que ordenó a la luz física que existiera (Gén 1:3). iluminación del conocimiento de la gloria de Dios. El mismo Dios que creó luz física en el universo es quien debe crear luz sobrenatural en el alma y trasladar a los creyentes del reino de las tinieblas a su reino de luz (Col 1:13). La luz se expresa como «conocimiento de la gloria de Dios». Esto significa conocer que Cristo es Dios encarnado. Para que uno se salve, debe entender que la gloria de Dios resplandeció en Cristo. Este es el tema del Evangelio de Juan (vea la nota sobre Jua 1:4-5).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:6 — «Porque Dios». La razón de por qué predicaba Pablo a Jesús, y no a sí mismo (como lo hacían los falsos en Corinto), era Dios, y lo que había hecho Dios.
–«que mandó… la luz». El dios de este mundo ciega con tinieblas para que el incrédulo se pierda; el verdadero Dios, quien en la creación del mundo trajo luz de las tinieblas (Gén 1:2-3), es quien resplandece en el corazón del creyente.
–«es el que… Jesucristo». Por medio de la predicación del evangelio (1Co 1:21) Dios quita del corazón las tinieblas y lo ilumina con el conocimiento de la verdad del evangelio de Cristo. Para esto Pablo había sido llamado y comisionado (Gál 1:15-16; Hch 26:12-18 –«para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz»). Véase también 1Pe 2:9.
Pablo ya se había referido a la gloria del rostro de Moisés (3:7,13); ahora es la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo. La gloria de Dios es vista en la persona de Jesucristo. Pablo había visto esa gloriosa luz, que resplandecía más fuerte que el sol del mediodía, cuando Cristo se le apareció en el camino a Damasco (Hch 26:13)
Cristo es la luz del mundo (Jua 8:12; Jua 1:4). El mundo de tinieblas no puede prevalecer en contra de El que es la luz del mundo (Jua 1:5). El que cree en Cristo es librado de las tinieblas para andar en la luz. De esto habla Pablo aquí en 4:6 de esta carta.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— de las tinieblas: No es una cita textual de Gén 1:3, sino una acomodación rabínica de dicho pasaje.

— en nuestros corazones: Pablo compara la obra creadora de Dios al comienzo de los tiempos (ver Gén 1:3 ss) con su propio llamamiento a la fe (ver Hch 9:1-19; Isa 9:2).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “resplandecerá la luz”.

(2) O: “el conocimiento de la gloria”.

(3) O: “en”.

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 147 Gén 1:3

o 148 1Pe 2:9

p 149 Jua 17:3

q 150 2Pe 1:3

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

6 (1) Esto explica lo mencionado en el versículo anterior. Los apóstoles predicaban a Cristo como Señor y a sí mismos como esclavos de los creyentes porque el propio Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, fue el que resplandeció en sus corazones. Cuando El resplandeció en el universo, fue producida la antigua creación. Ahora Su resplandor en los corazones de ellos los hizo una nueva creación. Por lo tanto, en su predicación podían exaltar a Cristo como Señor y en su ministerio podían conducirse como esclavos de los creyentes. Lo que hacían para Cristo y lo que eran para los creyentes era el resultado del resplandor de Dios. El resplandor de Dios produce los ministros del nuevo pacto y su ministerio.

6 (2) En nuestros corazones es mucho más profundo que en la piel del rostro de Moisés (3:7; Éxo_34:29-30). Esto presenta una comparación entre la gloria del ministerio apostólico del evangelio y la gloria del ministerio mosaico de la ley. En el corazón tiene que ver con la vida interior, mientras que en la piel del rostro no tiene nada que ver con la vida interior. La gloria del antiguo, pacto está en la superficie, pero la gloria del nuevo pacto tiene gran profundidad.

6 (3) Los corazones de los apóstoles. Los apóstoles representan a todos los creyentes del nuevo pacto.

6 (4) Aquí la palabra iluminación, la cual se refiere al resplandor de la luz de Dios sobre otros por medio de aquellos cuyos corazones han sido iluminados por Dios, corresponde a la palabra manifestación del v.2 y las palabras alumbrar en Mat_5:16 y resplandecer en Flp_2:15. Dios resplandece en nuestros corazones para que nosotros alumbremos a otros a fin de que ellos tengan el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo, es decir, el conocimiento de Cristo, quien expresa y declara a Dios ( Jua_1:18).

6 (5) La faz de Jesucristo está en comparación con el rostro de Moisés (3:7). La gloria del evangelio en la faz de Jesucristo es muy superior a la gloria de la ley en el rostro de Moisés. La gloria del evangelio resplandece en la faz de Aquel por quien vinieron la gracia y la realidad, y la venida de éstas dio por resultado la justicia y el Espíritu: la vida (3:8-9); la gloria de la ley resplandeció en el rostro de aquel por quien la ley fue dada ( Jua_1:17), la cual produjo condenación y muerte (3:7,9). Dios resplandece en nuestros corazones para iluminarnos, no para que conozcamos la gloria en el rostro de Moisés, sino la gloria que está en la faz de Cristo; este resplandor tiene como fin iluminarnos, no para que conozcamos la ley de Moisés del antiguo pacto, sino el evangelio de Cristo del nuevo pacto. La gloria de Dios manifestada en la faz de Jesucristo es el Dios de gloria expresado por medio de Jesucristo y es Jesucristo, quien es el resplandor de la gloria de Dios ( Heb_1:3); conocerlo a El es conocer al Dios de gloria.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

el DIOS que dijo…Gén 1:3.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R962 Ὅτι se usa para introducir una oración coordinada causal (comp. 1Co 1:25).

M184 Ἐν προσώπῳ puede significar: en la presencia (semblante) o en la persona. [Editor. La primera sugerencia presenta el sentido más literal de προσώπον y tiene aquí un sentido legítimo.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Gén_1:3.

4.6 Es decir, hizo brillar.

Fuente: La Biblia Textual III Edición