Biblia

Comentario de 2 Corintios 8:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Corintios 8:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por tanto, así como ya abundáis en todo—en fe, en palabra, en conocimiento, en toda diligencia y en vuestro amor para con nosotros—, abundad también en esta gracia.

8:7 — «Por tanto,… en esta gracia». La gracia aquí referida es la de ofrendar para los santos necesitados en Jerusalén. (Véanse ver. 1 y 6, comentarios).

Habiéndose referido a la generosidad de los hermanos macedonios en ofrendar para los santos necesitados, ahora insta a los corintios a abundar en este privilegio que Dios les había dado, igual que su abundancia en la gracia de Dios manifestada hacia ellos en diferentes dones. Véanse 1Co 1:5; cap. 12, 13 y 14. La gracia de dar debía ser tan perfecta, o acabada, entre ellos como los demás dones que habían recibido de Dios.

Abundaban los corintios en dones milagrosos (fe, para hacer milagros; palabra, o habilidad de hablar en lenguas — o tal vez, la palabra de sabiduría; y ciencia, o la habilidad de comprender el mensaje divinamente revelado), como también en solicitud («diligencia», Ver. Biblia de las Américas) y en su amor para con Pablo; ahora les tocaba abundar en esta otra gracia, o favor, de Dios: la gracia de dar.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

como en todo abundáis. Rom 15:14; 1Co 1:5; 1Co 4:7; 1Co 12:13; 1Co 14:12; Apo 3:17.

en fe. 1Co 13:2.

en ciencia. 1Co 8:1, 1Co 8:2; 1Co 13:8.

y en vuestro amor. 2Co 7:7.

que también abundéis. 2Co 9:8; Flp 1:9, Flp 1:11; 1Ts 4:9, 1Ts 4:10; 2Ts 1:3; 1Pe 1:22; 2Pe 1:5-8.

en esta gracia. 2Co 8:6; 2Co 9:14; Efe 4:29; 2Ti 2:1; Heb 12:28; 2Pe 3:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los corintios tenían una abundancia de dones espirituales y gracias (1Co 1:4-7). Tenían el don de la fe (1Co 12:9; 1Co 13:2), dones de palabra, tal como profecía (1Co 1:5; 1Co 12:10), y el don de ciencia (1Co 1:5; 1Co 12:8). Ellos también fueron bendecidos con solicitud (2Co 7:11) y amor para Pablo (2Co 7:7).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

en todo abundáis. La ofrenda de los corintios debía mantenerse en armonía con otras virtudes cristianas que Pablo ya había reconocido en ellos: «fe» (una confianza santificadora en el Señor), «palabra» (sana doctrina), «ciencia» (la aplicación de la doctrina), «solicitud» (interés y pasión espiritual), así como «amor» (el amor de la voluntad, inspirado por sus líderes).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

8:7 — «Por tanto,… en esta gracia». La gracia aquí referida es la de ofrendar para los santos necesitados en Jerusalén. (Véanse ver. 1 y 6, comentarios).
Habiéndose referido a la generosidad de los hermanos macedonios en ofrendar para los santos necesitados, ahora insta a los corintios a abundar en este privilegio que Dios les había dado, igual que su abundancia en la gracia de Dios manifestada hacia ellos en diferentes dones. Véanse 1Co 1:5; cap. 12, 13 y 14. La gracia de dar debía ser tan perfecta, o acabada, entre ellos como los demás dones que habían recibido de Dios.
Abundaban los corintios en dones milagrosos (fe, para hacer milagros; palabra, o habilidad de hablar en lenguas–o tal vez, la palabra de sabiduría; y ciencia, o la habilidad de comprender el mensaje divinamente revelado), como también en solicitud («diligencia», Ver. Biblia de las Américas) y en su amor para con Pablo; ahora les tocaba abundar en esta otra gracia, o favor, de Dios: la gracia de dar.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— nos profesan: Según variante avalada por numerosos mss., entre ellos alguno de los más antiguos y mejores, habría que traducir: el cariño que les profesamos.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

ón a los corintios a abundar

7, 8 Reconociendo que los corintios abundaban en otras gracias, Pablo los urge a la abundancia también en esta gracia, la de dar. Sin embargo, este pedido no es una orden que deben obedecer -la generosidad no puede lograrse por mandato- más bien está usando la oportunidad que le ofrece la apelación a la ofrenda, para poner a prueba la sinceridad del amor de ellos.

9 Para apoyar este pedido de amor en acción, Pablo cita el ejemplo del Señor Jesucristo, quien siendo rico, por amor de vosotros se hizo pobre, pa ra que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. No es pobreza económica lo que Pablo tiene en mente aquí (el grado de pobreza del Jesús encarnado podría ser exagerado), sino el costo para nuestro Señor en cumplir su papel en la totalidad del drama de la redención. Esto incluía las circunstancias económicas relativamente pobres de su vida en la tierra, pero eso sólo era el comienzo. También sufrió rechazo, escarnio, persecución, traición y sufrimiento, todo lo cual culminó en la agonía de Getsemaní y la cruz. Todas estas cosas conforman el precio total de nuestra salvación. Así como la pobreza de Jesús aquí no debe entenderse en términos económicos, la riqueza que él pone a disposición de los creyentes no debe ser entendida como prosperidad material en el aquí y ahora. Es la salvación del pecado y las bendiciones de la nueva era lo que constituyen la riqueza que Cristo, a través de su pobreza, permite disfrutar a los creyentes. 10-12 Pablo advierte a sus lectores, en cuanto a la ofrenda, que completen ahora lo que no sólo comenzaron a hacer hace un año, sino que en ese momento deseaban ardientemente hacer. El explica que si primero se tiene dispuesta la voluntad, y dan de acuerdo con lo que tienen, esto será aceptable ante Dios; no tienen que dar más allá de los medios con que cuentan. 13-15 Pablo desea evitar cualquier malentendido con respecto a la ofrenda. Los co rintios no deben ser cargados para que otros vivan tranquilamente a expensas de ellos. La relativa buena posición de los corintios en este momento debería proveer para las necesidades de los creyentes judíos pobres. Y si en algún momento en el futuro se revirtieran las situaciones, entonces, la abundancia de ellos supla lo que a vosotros os falte. Pablo introduce una ilustración de la clase de igualdad que tiene en mente, con la experiencia de los que vivieron el éxodo. Cuando Dios proveía maná del cielo, “al que recogió mucho no le sobró, y al que recogió poco no le faltó” (Exo. 16:18). Las necesidades de todos fueron satisfechas, nadie sufrió falta, nadie tuvo demasiada provisión. El hecho de que Pablo esperara que los relativamente ricos corintios proveyeran para las necesidades de los relativamente pobres creyentes de Jerusalén, debería ser una palabra de advertencia para nosotros en cuanto a cómo aplicamos en la actualidad sus enseñanzas sobre el dar. No debemos aplicar este pasaje de la misma manera a quienes tienen una buena posición económica y a quienes no la tienen.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

g 305 2Co 9:8

h 306 1Co 1:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

7 (1) O expresión.

7 (2) Véase la nota 11 (1) del cap.7.

7 (3) Algunos mss. dicen: el amor de vosotros en nosotros.

7 (4) El amor que estaba en los creyentes les había sido infundido por los apóstoles.

7 (5) El amor mostrado al dar ellos bienes materiales a los santos necesitados. La gracia de los creyentes fue el resultado de la gracia de Dios, la cual los motivaba. En la comunión acerca de la ministración a los santos, el apóstol se refirió a la gracia de cuatro entidades: (1) la gracia de Dios, la cual fue dada a los creyentes macedonios con la intención de motivarlos y capacitarlos a dar con liberalidad (vs.1-2); (2) la gracia de los apóstoles, la cual permitió que los creyentes participaran en la ministración a los santos necesitados (v.4); (3) la gracia de los creyentes, la cual era su ministración de las cosas materiales a los necesitados (vs.6-7); y (4) la gracia de Cristo, que consiste en que El se hizo pobre para que nosotros fuésemos enriquecidos (v.9). Esto indica que cuando los creyentes ofrecen al Señor las posesiones materiales con cualquier propósito, el asunto debe estar absolutamente relacionado con la gracia, no con la maniobra humana.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Algunos objetivos del ofrendar son:

(1) abundar en todos los aspectos de la experiencia cristiana (v. 2Co 8:7);

(2) demostrar la realidad del amor de uno (v. 2Co 8:8);

(3) imitar a Cristo (v. 2Co 8:9); y

(4) ayudar a satisfacer las necesidades ajenas (v. 2Co 8:14).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

TGr147 En sus palabras a los cristianos corintios, Pablo les solicita su comprensión afectuosa: miren que (ἵνα) abunden también en esta gracia. El hecho de que se le haya añadido miren que, implica que se tenía en mente algo más que una simple fuerza imperativa (un sentido imperativo -M144).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., nuestro amor por vosotros; algunos mss. antiguos dicen: vuestro amor por nosotros

Fuente: La Biblia de las Américas