Comentario de 2 Crónicas 13:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En el año 18 del rey Jeroboam comenzó a reinar Abías sobre Judá,
Año 958955 a.C.
A los dieciocho. 2Cr 12:16; 1Re 15:1-8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Abías es hecho rey y pelea contra Jeroboam, 2Cr 13:1-3.
Declara el derecho de su causa, 2Cr 13:4-12.
Confiando en Dios, vence a Jeroboam, 2Cr 13:13-20.
Las esposas y los hijos de Abías, 2Cr 13:21-22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El monte Zemaraim se encontraba a unas cuantos kilómetros al Suroeste de Bet-el (Jos 18:22).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
REINÓ ABÍAS SOBRE JUDÁ. Crónicas relata la victoria de Abías como que ocurre porque él y Judá se apoyaron en Dios (véase v. 2Cr 13:18). Sin embargo, el autor de Reyes no registra el incidente y afirma que Abiam (traducido «Abías» en algunos mss. hebreos y en la Septuaginta, lo cual da a entender que es el mismo) «anduvo en todos los pecados [de] su padre» (1Re 15:3). La diferencia en cuanto al énfasis entre Crónicas y Reyes se debe al propósito de cada autor al escribir. El escritor de Reyes estaba interesado en evaluar la panorámica total del reinado de cada rey. El cronista quería recalcar los momentos excepcionales de fe y obediencia a fin de mostrarles a los israelitas que Dios los ayudaría y libraría si ellos confiaban en Dios y le obedecían.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Reinado de Abías (13:1-23).
1 A los dieciocho años del reinado de Jeroboam comenzó a reinar en Judá Abías, 2 y reinó tres años en Jerusalén. Su madre se llamaba Maacá, hija de Absalón. Hubo guerra entre Abías y Jeroboam. 3 Reunió Abías un ejército de hombres de guerra escogidos y valientes, de cuatrocientos mil hombres, y Jeroboam se ordenó en batalla contra él con ochocientos mil hombres de guerra escogidos y valerosos. 4 Alzóse Abías en el monte de Semarom, de las montañas de Efraím, y gritó: “Oídme, Jeroboam y todo Israel: 5 ¿No sabéis vosotros que Yahvé, Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre a él y a sus hijos en pacto de sal? 6 Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se levantó y se rebeló contra su señor, 7 y allegándose a él hombres vanos y perversos, se sobrepusieron a Roboam, hijo de Salomón, porque Roboárn mozo e inexperto, no se defendió contra ellos. 8 Ahora tratáis vosotros de triunfar contra el reino de Yahvé, que está en manos de los hijos de David, porque sois muchos. Pero tenéis con vosotros a los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses. 9 ¿No habéis arrojado de entre vosotros a los sacerdotes de Yahvé, a los hijos de Aarón y a los levitas, y os habéis hecho sacerdotes a la manera de las gentes de la tierra, para que cualquiera pueda consagrarse con un becerro y siete carneros, y ser así sacerdote de los que no son dioses? 10 Para nosotros Yahvé es nuestro Dios; no le hemos dejado, y los sacerdotes ministros de Yahvé son los hijos de Aarón, y los levitas cumplen sus funciones. 11 Queman a Yahvé los holocaustos cada mañana y cada tarde y los perfumes aromáticos; ponen los panes sobre la mesa limpia y el candelero de oro con sus lámparas cada tarde, para que ardan, porque nosotros guardamos los mandatos de Yahvé, nuestro Dios, mientras que vosotros los habéis dejado. 12 Y Dios está, pues, con nosotros a nuestra cabeza, y están con nosotros los sacerdotes con sus trompetas, para hacerlas resonar contra vosotros. Hijos de Israel, no hagáis la guerra a Yahvé, el Dios de vuestros padres, porque no os irá bien.” 13 Jeroboam hizo que rodeara una emboscada para acometer a los de Judá por la espalda, atacándoles así de frente y por la espalda; 14 y cuando Judá se percató, tenía a Israel de frente y a las espaldas. 15 Clamaron los de Judá a Yahvé, y los sacerdotes tocaron las trompetas, dieron sus gritos, y así como alzaron sus gritos, Dios desbarató a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá. 16 Huyeron los hijos de Israel ante Judá, y Dios los entregó en sus manos, 17 y Abías y sus gentes hicieron en ellos gran mortandad, cayendo de Israel quinientos mil hombres escogidos. 18 Así fueron humillados entonces los hijos de Israel, mientras que los de Judá se fortalecieron, porque se apoyaron en Yahvé, el Dios de sus padres. 19 Persiguió Abías a Jeroboam y le tomó ciudades: Betel, con las ciudades de su dependencia; Jesana, con sus dependencias, y Efrón, con sus dependencias. 20 No tuvo ya Jeroboam fuerza en tiempo de Abías; le hirió Yahvé y murió. 21 Abías fue poderoso, tuvo catorce mujeres y engendró veintidós hijos y dieciséis hijas. 22 El resto de los hechos de Abías, sus hechos y sus cosas, está escrupulosamente escrito en el libro de Ido, profeta. 23 Durmióse Abías con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David. Le sucedió Asa, su hijo, en cuyo tiempo tuvo paz la tierra durante diez años.
De Abías habla brevemente 1Re 15:1-16; nuestro autor completa la información de su reinado mencionando la guerra que sostuvo contra Jeroboam, rey de Israel. El número de combatientes es muy alto, tanto que puede pensarse en una hipérbole; dígase lo mismo del número de los que cayeron muertos (v.17). En su discurso hace saber el rey que Yahvé prometió el reino a David para siempre; Jeroboam es un usurpador y un rebelde. Además cuenta Judá para el culto con sacerdotes, hijos de Aarón y levitas; los de Israel han improvisado los ministros de culto “a la manera de las gentes de la tierra.” Por todo esto, Israel no puede vencer a Judá a pesar de ser superior en número de combatientes.
Fuente: Biblia Comentada
Esta sección registra los veinte gobernantes de Judea en el reino dividido a partir de Roboam, el hijo de Salomón (ca. 931 a.C.), hasta Sedequías (ca. 586 a.C.), cuando el pueblo fue llevado a la cautividad en Babilonia. Se presentan los reyes justos y los avivamientos bajo ellos, así como los reyes malvados y su desastrosa influencia. El reino del norte no está presente, porque Crónicas se centra en la línea davídica.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En la sucesión de los reyes de Judá, viene a continuación el reinado de Abías / Abiam (ca. 913-911 a.C.; cp. 1Re 15:1-8). La naturaleza desobediente del reinado de Abías se menciona en 1Re 15:3, lo mismo que su infiel tratado con Siria (2Cr 16:3).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Abías
Crón. le dedica a Abías tres veces más espacio que Rey.; Rey. lo desecha rápidamente como uno de los reyes malos (1 Rey. 15:1-8). Verdaderamente la influencia de la madre del rey no puede haber sido buena (15:16). Si no fuera por el incidente que cuenta Crón., Abías hubiera pasado a la historia como un rey mediocre.
La guerra entre el norte y el sur no era como para decidir el asunto de quién debía gobernar toda la nación sino que consistía más en apoderarse de tierras en pequeña escala, y en esos tiempos parece que Judá lo hacía mejor (4a, 19). Pero parecía que Abías estaba perdiendo la batalla que se describe aquí; la intención de las cifras en el v. 3 es mostrar su desventaja (ver la Introducción). Aprovechó la oportunidad para dar un discurso extraordinario que expone algunos de los principios básicos de la teología del cronista.
En primer lugar, apela a todo Israel (4); aunque al principio se dirige a Jeroboam, muy pronto lo desciende de categoría bruscamente al referirse a él en tercera persona, como si ni siquiera estuviese allí (6, 8). Lo más importante es la lealtad del pueblo y, si su lealtad es a Jehovah, deben reconocer que Dios ha delegado su soberanía a la familia de David con un pacto de sal (5; siendo el probable significado “eterno”; ver Núm. 18:19). En el reinado previo esto marchó mal, por un lado por culpa de la rebelión y por el otro por la necedad. (No importa realmente si fue el caso de que los hombres ociosos y perversos del v. 7 se reunieron alrededor de Roboam y lo persuadieron [o “pudieron más” que él], o si se reunieron alrededor de Jeroboam y “se opusieron” a Roboam, el punto de Abías es el mismo.) En estas circunstancias la rebelión fue parte del plan de Dios. Pero ahora las cosas han vuelto a la normalidad: hay un rey verdadero en el trono de David, un culto verdadero en el templo de Salomón, y no hay excusas para tener un sustituto (8-12).
En esta ocasión Judá tiene no sólo la teología correcta sino también la actitud correcta (14b, 18), así que el cronista omite la conclusión de Rey. (1 Rey. 15:3) y termina con detalles positivos que indican la bendición de Dios (19-21).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
13.1ss En 1Ki 15:3, se menciona que Abiam era un gran pecador, pero en Crónicas sólo se registran comentarios positivos acerca de él. Durante la mayor parte del tiempo, Abías fue sin duda un rey malvado. El escritor de Crónicas decidió subrayar las pocas cosas buenas que hizo para poder mostrar que todavía seguía bajo la promesa del pacto que Dios hizo con David. Debido al violento discurso que Abías dijo a Jeroboam (13.5-12) le fueron perdonadas las consecuencias inmediatas de su pecado.13.8 El ejército de Jeroboam fue maldecido por los becerros de oro que llevaba consigo. Era como si hubiera colocado el pecado en una forma física para así poder acarrearlo por todas partes. Considere con cuidado las cosas que aprecia. Si valora algo más que a Dios, se convierte en su becerro de oro y algún día lo hundirá. Deshágase de cualquier cosa que interfiera en su relación con Dios.13.9 Abías criticó los bajos estándares de Jeroboam al designar a los sacerdotes. Cualquier persona se encuentra calificada para representar un dios que no vale nada. Sin embargo, para poder representar al Dios todopoderoso, una persona debe vivir bajo sus estándares, y no bajo los del hombre. Aquellos designados en puestos de responsabilidad en su iglesia no deben ser seleccionados por el hecho de que se ofrecieron como voluntarios, tienen influencia o tienen un nivel alto de educación. Sino que deben demostrar una doctrina sana, dedicación a Dios y madurez espiritual (véase 2 Timoteo 3).13.18, 19 A pesar que eran superados en número por Israel, Judá ganó este conflicto al depender de la ayuda de Dios. Algunos reyes en la historia de Judá pusieron a Dios en primer lugar, pero ningún rey israelita siguió con firmeza a Dios. Todos siguieron la idolatría de Jeroboam o sirvieron a Baal. Como resultado de ello, Israel experimentó el juicio de Dios años antes de que lo hiciera Judá.Judá tenía una ventaja: el templo, con sus sacerdotes y profetas leales y los sacrificios, permanecía en el reino del sur. Muchos de los reyes de Judá fueron buenos, al menos en alguna parte de su reinado. Cada vez que reinaba un rey idólatra, su gobierno era seguido por el de un rey que honraba a Dios, el cual reformaba la vida religiosa. Además, los reyes idólatras, por lo general, se mantuvieron en el poder por menos tiempo que los buenos. La consecuencia fue que la verdadera fe en Dios se hizo más fuerte y más profunda en Judá que en Israel, pero aun así no cumplía con las reglas de Dios.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 756 1Re 15:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Abías comenzó a reinar. Abías reinó en Judá del 913– 910 a.C. Aunque en 1 R 15:1– 8 se describe a Abías como un rey pecador que no estaba decidido enteramente por Dios, en Crónicas se enfoca en los datos positivos de su reinado y se le destaca como un líder victorioso que denunció la adoración a los becerros de oro en el reino del norte.
Fuente: La Biblia de las Américas
Abías = Abiam de 1Re 15:1-8 (véanse notas allí).