Comentario de 2 Crónicas 18:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Josafat tenía riquezas y gloria en abundancia, y emparentó con Acab.

riquezas y gloria en abundancia. 2Cr 1:11-15; 2Cr 17:5, 2Cr 17:12; Mat 6:33.

contrajo parentesco. 2Cr 18:31; 2Cr 19:1-3; 2Cr 21:6; 2Cr 22:2, 2Cr 22:3; 1Re 16:31-33; 1Re 21:25; 2Re 8:18, 2Re 8:26, 2Re 8:27; 2Re 11:1; 2Co 6:14.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Josafat contrae parentesco con Acab, es persuadido de hacer la guerra contra Ramot, 2Cr 18:1-3.

Acab, seducido por los falsos profetas, de acuerdo con la palabra de Micaías, es allí asesinado, 2Cr 18:4-34.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Josafat contrajo parentesco con Acab al arreglar la boda entre su hijo Joram y la hija de Acab, Atalía (2Cr 21:52Cr 21:62Cr 22:2).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Josafat y Ajab contra los sirios (18:1-34 = 1Re 22:1-40)
1 Tuvo Josafat mucha riqueza y poder y emparentó con Ajab, 2 y al cabo de algunos años bajó a ver a Ajab a Samaría. Ajab mató para él y para su séquito gran número de ovejas y bueyes, y le persuadió que subiese con él contra Ramot Galaad. 3 Dijo Ajab, rey de Israel, a Josafat, rey de Judá: “¿Quieres marchar conmigo a Ramot Galaad?” Y éste respondió: “Yo como tú, y mi pueblo como tu pueblo; iremos contigo.” 4 Y dijo Josafat al rey de Israel: “Pero consulta, te ruego, la palabra de Yahvé.” 5 Juntó entonces el rey de Israel cuatrocientos profetas y les preguntó: “¿Iremos contra Ramot Galaad o me estaré quieto?” Ellos le dijeron: “Sube, que Dios la entregará en manos del rey.” 6 Pero Josafat dijo: “¿Queda todavía aquí algún profeta de Yahvé por quien podamos preguntarle?” 7 El rey de Israel respondió a Josafat: “Aún hay aquí un hombre por quien podemos preguntar a Yahvé; pero yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre malas. Es Miqueas, hijo de Jimia.” Y respondió Josafat: “No diga eso el rey.” 8 Llamó entonces el rey de Israel a un eunuco, y le dijo: “Haz que venga luego Miqueas, hijo de Jimia.” 9 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono y vestidos de sus vestiduras reales, en la plaza que hay a la entrada de la puerta de Samaría, y estaban delante de ellos todos los profetas. 10 Sedecías, hijo de Quenana, se había hecho unos cuernos de hierro, y decía: “Así dice Yahvé: Con éstos acornarás a los sirios hasta destruirlos del todo.” ll Lo mismo profetizaban también todos los profetas, diciendo: “Sube a Ramot Galaad y triunfarás, porque Yahvé la entregará en manos del rey.” 12 El mensajero que había ido a buscar a Miqueas le habló, diciendo: “Mira que todos los profetas a una profetizan bienes al rey; habla, pues, como ellos y anuncia bienes.” 13 Miqueas respondió: “Vive Yahvé que yo anunciaré lo que mi Dios me diga.” Llegó, pues, a la presencia del rey, 14 que le preguntó: “Miqueas, ¿iremos a combatir a Ramot Galaad o he de estarme quieto?” Y él respondió: “Subid, que lo lograréis y será entregada en vuestras manos.” 15 Entonces le dijo el rey: “¿Hasta cuántas veces tendré que conjurarte, por el nombre de Yahvé, que no me digas sino la verdad?” 16 Y él le contestó: “He visto a todo Israel disperso por los montes, como ovejas sin pastor”; y dijo Yahvé: “Es que no tienen señor; que se vuelva cada uno en paz a su casa.” 17 Y el rey de Israel dijo a Josafat: “¿No te decía yo que no me profetiza bien, sino mal?” 18 Y dijo entonces él: “Oíd, pues, la palabra de Yahvé: Yo he visto a Yahvé sentado en su trono, y a su derecha y a su izquierda estaba todo el ejército de los cielos; 19 y Yahvé dijo: ¿Quién inducirá a Ajab, rey de Israel, a que suba para caer en Ramot Galaad? Y uno decía una cosa y otro decía otra; 20 pero salió un espíritu que se puso delante de Yahvé y dijo: Yo le induciré. Y Yahvé le preguntó: ¿Cómo? Y él dijo: 21 Saldré y me haré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Yahvé le dijo: Tú le inducirás; tú saldrás con la tuya; ve y haz así. 22 Y ahora ha puesto Yahvé el espíritu de mentira en la boca de todos estos tus profetas, pues ha decretado Yahvé el mal contra ti.” 23 Entonces Sedecías, hijo de Quenana, se llegó a Miqueas y le dio una bofetada en la mejilla, diciendo: “¿Por qué camino se ha ido de mí el espíritu de Yahvé para hablarte a ti?” 24 Y Miqueas le respondió: “Ya lo verás un día, cuando andes de cámara en cámara para esconderte.” 25 Entonces el rey de Israel dijo: “Coged a Miqueas y llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, 26 y decid: Esto dice el rey: Meted a éste en la carcel y mantenedle con pan de aflicción y agua de angustia hasta que yo vuelva en paz.” 27 Miqueas le dijo: “Si vuelves tú en paz no ha hablado Yahvé por mí.” 28 Subió, pues, el rey de Israel’ y con él Josafat, rey de Judá, a Ramot Galaad; 29 y dijo el rey de Israel a Josafat: “Yo me disfrazaré para entrar en la batalla· tú vístete tus vestiduras.” Disfrazóse el rey de Israel y entró así en la batalla. 30 El rey de Siria había mandado a los jefes de los carros que con él tenía, diciendo: “No ataquéis a ninguno, ni chico ni grande, sino sólo al rey de Israel.” 31 Y cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: “Este es el rey de Israel,” y le cercaron para combatirle. Entonces clamó Josafat, y Yahvé le socorrió, apartándolos Dios de él. 32 Los jefes de los carros se percataron de que no era el rey de Israel y se alejaron de él. 33 Entonces disparó un hombre su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura. El rey dijo entonces a su auriga: “Da la vuelta y sácame del campo, que estoy herido.” 34 El combate fue encarnizado aquel día, y el rey de Israel estuvo en su carro hasta la tarde frente a los sirios, muriendo a la puesta del sol.

El rey de Judá, Josafat, alióse con el de Israel, Ajab, para atacar a los sirios en Ramot Galaad. Casó a su hijo Joram con Atalía, hija de Ajab y de Jezabel (21:6); estas relaciones fueron condenadas por los profetas Miqueas y Jehú. En el v.2 se trata de un sacrificio contrario a Lev c.11, por estar hecho fuera del santuario legítimo. A excepción de los dos primeros versos, los restantes coinciden con el lugar paralelo de Reyes.

Fuente: Biblia Comentada

Esta sección registra los veinte gobernantes de Judea en el reino dividido a partir de Roboam, el hijo de Salomón (ca. 931 a.C.), hasta Sedequías (ca. 586 a.C.), cuando el pueblo fue llevado a la cautividad en Babilonia. Se presentan los reyes justos y los avivamientos bajo ellos, así como los reyes malvados y su desastrosa influencia. El reino del norte no está presente, porque Crónicas se centra en la línea davídica.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El reinado de Josafat (ca. 873-848 a.C.). Cp. 1Re 15:24; 1Re 22:1-50.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Vea las notas sobre 1Re 22:1-37. Acab era rey de Israel, y Josafat dispuso que su hijo (cp. 2Cr 21:6) se casara con Atalía, hija del malvado Acab, y luego hizo alianza militar con él. Esta insensatez tuvo trágicos resultados: 1) salió ira de Dios contra Josafat por ello (2Cr 19:2), 2) después de la muerte de Josafat y que Atalía fuera reina, tomó el poder y casi exterminó totalmente a los descendientes de David (2Cr 22:10 ss.), y 3) introdujo los abominables ídolos de Israel en Judá, lo que finalmente llevó a la destrucción de la nación y a la cautividad en Babilonia. Josafat tenía la tendencia a apoyarse en otros reyes, como se hace evidente en este singular testimonio de una alianza matrimonial con Acab (v. 2Cr 18:1). Vea también 2Cr 20:35-37 acerca de una alianza con Ocozías (ca. 853-852 a.C.).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2Cr 18:1-34; 2Cr 19:1-3 : Excepcionalmente, el Cronista introduce un episodio de la historia del Reino del Norte, relacionado con el reinado de Josafat. Aunque sigue casi literalmente el modelo de 1Re 22:1-53, modifica el principio y el final e introduce leves retoques.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— Josafat: La primera escena del relato (2Cr 18:1-3) introduce la alianza entre los reyes de Judá e Israel y es recreación del Cronista, a partir de datos deuteronomistas. Esta alianza será posteriormente denunciada (ver 2Cr 19:2).

— emparentó: Jorán, hijo de Josafat, se casó con Atalía, hija de Ajab.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

18.1ss A pesar de que Josafat estaba profundamente comprometido con Dios, arregló el matrimonio de su hijo con Atalía, la hija del malvado rey Acab de Israel, y luego hizo una alianza militar con él. La popularidad y el poder de Josafat lo hicieron atractivo para el astuto y oportunista Acab. Esta alianza tuvo tres consecuencias devastadoras: (1) Josafat provocó la ira de Dios (19.2). (2) Cuando Josafat murió y Atalía llegó a ser reina, se apoderó del trono y casi destruyó a todos los descendientes de David (22.10-12). (3) Atalía llevó las prácticas malvadas de Israel a Judá, lo que a la larga originó la caída de la nación.Cuando los creyentes que están en una posición de liderazgo se asocian con icrédulos, se pueden ver comprometidos los valores y entorpecida la conciencia espiritual. La Biblia a menudo nos advierte en contra de las asociaciones con no creyentes (2Co 6:14). (Véase la nota a 20.37 para más información acerca de las alianzas.)18.3-8 Los reyes malvados no querían a los profetas de Dios que traían mensajes de fatalidad (18.17; Jer 5:13). Por lo mismo, muchos de ellos contrataron profetas que les dijeran sólo lo que querían escuchar (Isa 30:10-11; Jer 14:13-16; Jer 23:16, Jer 23:21, Jer 23:30-36). Estos hombres fueron falsos profetas porque ensalzaban la grandeza del rey y predecían la victoria a pesar de la situación real.BATALLA CONTRA SIRIA : El rey Josafat hizo una alianza con el malvado rey Acab de srael. Juntos decidieron atacar Ramot de Galaad y acabar con los sirios que habían ocupado la ciudad. Pero Josafat quiso primero buscar el consejo de un profeta. Los profetas de Acab predijeron la victoria, pero Micaías predijo la derrota. Ambos reyes fueron derrotados y Acab fue muerto.18.3-8 El malvado Acab pidió a Josafat que uniera fuerzas con él en batalla (18.2, 3). Antes de hacer ese compromiso, Josafat buscó correctamente el consejo de Dios. Sin embargo, cuando Dios dio su respuesta por medio del profeta Micaías (18.16), Josafat lo ignoró (18.28). No nos hace ningún bien buscar el consejo de Dios si lo ignoramos cuando se nos da. El verdadero amor a Dios se muestra no solo al pedir su guía, sino al seguir la instrucción una vez que se nos da.18.5-16 Cuando usted quiere complacer o impresionar a alguien, es muy tentador mentir para parecer bueno. Los cuatrocientos profetas de Acab hicieron justamente eso, al decir a Acab solo lo que él quería escuchar. Entonces fueron recompensados por hacer feliz a Acab. Micaías, sin embargo, dijo la verdad y fue arrestado (18.25, 26). El obedecer a Dios no siempre nos protege de las consecuencias malvadas. Es más, la obediencia puede provocarlas. Pero es mejor sufrir por el descontento humano que por la ira de Dios (Mat 10:28). Si usted se ve ridiculizado por ser honesto, recuerde que esta puede ser una señal de que está haciendo lo que es correcto a los ojos de Dios (Mat 5:10-12; Rom 8:17, Rom 8:35-39).18.22 Dios utilizó la influencia seductora de aquellos falsos profetas para juzgar a Acab. Ellos dijeron a Acab lo que él quería oír. Dios los dejó seguir adelante con sus planes de mentir como una manera de quitar a Acab del trono. Estos profetas, apoyados por Acab, lo hicieron caer en la trampa de su pecado. Debido a que los escuchó a ellos y no a Dios, murió en batalla. El espíritu de mentira es una ilustración de todo el estilo de vida de esos profetas: decirle al rey solo aquello que quería escuchar, y no lo que necesitaba oír. Los líderes solo encontrarán problemas si se rodean de consejeros que solo piensan en agradarlos.18.31 Los problemas de Josafat comenzaron cuando unió fuerzas con el malvado rey Acab. Casi al instante fue el blanco de los soldados que por error lo habían identificado como Acab. Pudo haber aceptado su destino, porque se lo merecía en gran manera, pero clamó a Dios, quien milagrosamente lo salvó. Cuando pecamos y surgen las consecuencias inevitables, nos vemos tentados a rendirnos. “Decidí pecar”, podemos pensar, “es mi falta y debo aceptar las consecuencias”. Si bien podemos merecernos lo que venga como consecuencia, no hay razón por la que no podamos pedir la pronta ayuda de Dios. Si Josafat se hubiera rendido, probablemente hubiera muerto. No importa cuán grande haya sido su pecado, usted todavía puede clamar a Dios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 982 1Sa 2:7; 2Cr 17:5; Pro 10:22

b 983 2Co 6:14

c 984 1Re 16:28; 1Re 16:33; 1Re 21:25; 2Re 8:18

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

se emparentó con Acab. El autor de Crónicas siempre considera tales alianzas como falta de confianza en Dios. En este caso la alianza incluyó el matrimonio de Joram, hijo de Josafat, con la hija de Acab y Jezabel (v. 21:6), trayendo así la religión pagana de Tiro a Judá, tal como Jezabel la había llevado al reino del norte.

Fuente: La Biblia de las Américas

El buen rey Josafat concertó tres alianzas desastrosas con el Israel apóstata: el matrimonio de su hijo Joram con la hija de Acab (2Cr 21:6), una alianza comercial (2Cr 20:35-37) y esta alianza militar (véase nota en 1Re 22:3-4).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[1] 2 Re 8, 18; 2 Cro 21, 6.

Fuente: Notas Torres Amat