Biblia

Comentario de 2 Crónicas 36:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Crónicas 36:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y hacían escarnio de sus profetas, hasta que la ira de Jehovah estalló contra su pueblo, y ya no hubo remedio.

Mas ellos hacían escarnio. 2Cr 30:10; Sal 35:16; Isa 28:22; Jer 5:12, Jer 5:13; Jer 20:7; Luc 18:32; Luc 22:63, Luc 22:64; Luc 23:11, Luc 23:36; Hch 2:13; Hch 17:32; Heb 11:36.

menospreciaban sus palabras. Pro 1:24-30; Luc 16:14; Hch 13:41; 1Ts 4:8.

burlándose de sus profetas. Jer 32:3; Jer 38:6; Mat 5:12; Mat 21:33-41; Hch 7:52.

la ira de Jehová. Sal 74:1; Sal 79:1-5.

y no hubo ya remedio. Pro 6:15; Pro 29:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

no hubo ya remedio: Esto no significa que a Dios se le acabaran las opciones y que ya no tuviera la capacidad de salvar. En vez de ello, sugiere que Él opera con ciertos parámetros predeterminados de respuesta. Dentro de esa estructura, perdonó y restauró a su pueblo una y otra vez. Finalmente, ellos sobrepasaron los límites de su gracia y se descalificaron de cualquier otra consideración. Se llegó a un punto sin retorno. Sin embargo, lo que sí permaneció fue una expresión final de iniciativa divina en los días aún por venir, que se insinuó en el decreto de Ciro (v. 2Cr 36:23) y se anunció más en detalle a través de los profetas (Lev 26:40-45; Isa 40:1, Isa 40:2; Isa 49:14-23; Jer 31:1-40; Eze 36:16-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Zac 14:1-21).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

HACÍAN ESCARNIO DE LOS MENSAJEROS DE DIOS. Entre los mensajeros enviados a llamar al pueblo de Dios al arrepentimiento estuvieron Isaías, Jeremías y Ezequiel (cf. Jer 25:3-7; Jer 35:12-15). Burlarse de los mensajeros de Dios es lo mismo que menospreciar las palabras de Dios (v. 2Cr 36:16). Cualquiera que se burla de los profetas que revelan el pecado, la culpa y la apostasía está rechazando a Dios mismo (véase Hch 9:4). El constante rechazo de los profetas de Dios dio por resultado que los israelitas endurecieran el corazón hasta que no hubo ya remedio alguno (véase el ARTÍCULO EL PROFETA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO, P. 916. [Isa 6:8-9]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

REFERENCIAS CRUZADAS

t 2427 2Cr 30:10; Sal 35:16

u 2428 Pro 1:24; Jer 5:12

v 2429 Jer 20:7

w 2430 Deu 29:28; 2Cr 34:21; Sal 74:1

x 2431 Pro 6:15; Pro 29:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo