Comentario de 2 Juan 1:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Me alegré mucho al hallar de entre tus hijos quienes andan en la verdad, conforme al mandamiento que hemos recibido del Padre.

1:4 — “Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad,” Al decir algunos Juan se refiere a los hijos de la hermana con quienes había tenido contacto, o por visita o por reporte. No se implica necesariamente que “otros hijos” no andaban bien. Saber que estos andaban como es digno del evangelio (Efe 4:1) era motivo de regocijo para Juan. Compárese el gozo de Pablo en esto: Flp 4:1.

“Andar en verdad” = andar en la esfera de la verdad. Véase 1:1, la misma frase en griego. Compárese 3Jn 1:3-4; 1Jn 1:6-7; 1Jn 2:6; Jua 8:12. “Andar” indica acción habitual o manera de vida caracterizada por la verdad. No era cosa espasmódica con ellos.

— “conforme al mandamiento” La regla del andar verdadero es el mandamiento de Dios. Andar en verdad era según el mandamiento que habían recibido. Compárese 1Jn 2:4; 1Jn 2:7-8; 1Jn 3:23. La verdad, el amor, y la obediencia al mandamiento del Padre van juntos e inseparables. Amar sin obedecer es mero sentimentalismo, falsa pretensión, e hipocresía.

— “que recibimos del Padre.” El mandamiento (de andar en la verdad y así mostrar el amor) fue dado (para la obediencia del hombre) por el Padre, y el Hijo es quien ha declarado la voluntad del Padre (Jua 15:15). Dios es la fuente de toda ley.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Mucho me regocijé, o me alegré. Flp 4:10; 1Ts 2:19, 1Ts 2:20; 1Ts 3:6-10; 3Jn 1:3, 3Jn 1:4.

andando en la verdad. Ose 14:9; Mal 2:6; Gál 2:14; Efe 5:2, Efe 5:8; 1Jn 1:6, 1Jn 1:7; 1Jn 2:6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

andando en la verdad significa tener una auténtica relación con Dios. Nuestro andar con el Señor, si es genuino, debe basarse en su Palabra.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos. La conducta hospitalaria implica obediencia a la verdad (vea los vv. 2Jn 1:5-6). La palabra «andando» se refiere a actitudes y acciones continuas en la verdad, como resultado de hacer de la obediencia a la verdad un hábito en la vida personal.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:4 — “Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad,” Al decir algunos Juan se refiere a los hijos de la hermana con quienes había tenido contacto, o por visita o por reporte. No se implica necesariamente que “otros hijos” no andaban bien. Saber que estos andaban como es digno del evangelio (Efe 4:1) era motivo de regocijo para Juan. Compárese el gozo de Pablo en esto: Flp 4:1.
“Andar en verdad” = andar en la esfera de la verdad. Véase 1:1, la misma frase en griego. Compárese 3Jn 1:3-4; 1Jn 1:6-7; 1Jn 2:6; Jua 8:12. “Andar” indica acción habitual o manera de vida caracterizada por la verdad. No era cosa espasmódica con ellos.
— “conforme al mandamiento” La regla del andar verdadero es el mandamiento de Dios. Andar en verdad era según el mandamiento que habían recibido. Compárese 1Jn 2:4; 1Jn 2:7-8; 1Jn 3:23. La verdad, el amor, y la obediencia al mandamiento del Padre van juntos e inseparables. Amar sin obedecer es mero sentimentalismo, falsa pretensión, e hipocresía.
— “que recibimos del Padre.” El mandamiento (de andar en la verdad y así mostrar el amor) fue dado (para la obediencia del hombre) por el Padre, y el Hijo es quien ha declarado la voluntad del Padre (Jua 15:15). Dios es la fuente de toda ley.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL PROBLEMA Y EL REMEDIO

2 Juan 1:4-6

Me dio una gran alegría descubrir que algunos de tus hijos se conducen en la verdad según el mandamiento que hemos recibido del Padre. Y ahora, Señora, no como si te estuviera escribiendo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento que hemos tenido desde el principio, te ruego que nos amemos unos a otros. Y esto es el amor: que nos conduzcamos según Sus mandamientos; y este es el mandamiento, como lo habéis oído desde el principio: que nos conduzcamos de acuerdo con él.

En la iglesia a la que está escribiendo Juan hay cosas que le alegran el corazón y cosas que se lo entristecen. Le produce alegría saber que algunos de sus miembros viven de acuerdo con la verdad; pero esa misma afirmación supone que algunos no. Es decir, que en la iglesia hay división, porque se han escogido caminos diferentes. Juan tiene el remedio para todas las cosas, que es el amor. No es ningún remedio nuevo, ni un mandamiento nuevo; es la palabra del mismo Jesús: » Os doy un nuevo mandamiento: Que os améis unos a otros; que también vosotros os améis entre vosotros como Yo os he amado; en esto es en lo que todos reconocerán que sois discípulos Míos: Si existe ese amor entre vosotros» (Jn 13:34 s). Solo el amor puede remediar una situación en la que se han roto las relaciones personales. La reprensión y la crítica es probable que ,no despierten más que el resentimiento y la hostilidad; la discusión y la controversia puede que no hagan más que ensanchar la división; el amor es lo único para restañar la brecha y restaurar la relación perdida.

Pero es posible que digan los que han escogido el camino equivocado para Juan: «Nosotros por supuesto que amamos a Dios.» Los pensamientos de Juan se retrotraen inmediatamente a otro dicho de Jesús: «Si Me amáis, guardaréis Mis mandamientos» (Jn 14:1 S). El mandamiento concreto de Jesús era el del amor mutuo; y, por tanto, cualquiera que no guarde este mandamiento no ama realmente a Dios, por mucho que lo pretenda. La única prueba de nuestro amor a Dios es nuestro amor a los hermanos. Este es el mandamiento, dice Juan, que hemos oído desde el principio, y en el que debemos andar.

Conforme vayamos adelante veremos que esto tiene otra cara, y que no hay ninguna sensiblería blandengue en la actitud de Juan hacia los que están seduciendo a otros para apartarlos de la verdad; pero es significativo que su primera cura para todos los problemas de la iglesia es el amor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

3Jn 1:3-4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Mandamiento de Amar

4 El escritor afirma me alegré mucho al comprobar que algunos de los hijos de la señora elegida andaban en la verdad, una expresión que es casi equiva lente a “vivir la vida cristiana”. El hecho de expresarlo de esta manera indica el énfasis que el escritor pone en la verdad. El andar en la verdad no es una alternativa opcional seleccionada por algunos como deseable, sino que es una respuesta conforme al mandamiento que hemos recibido del Padre. Seguir la verdad es ciertamente atractivo, pero Juan no llama la atención a lo que sea atractivo. En estos tres versículos la palabra mandamiento figura en el gr. cuatro veces como verbo o como sustantivo. Es la clásica repetición, para indicar un énfasis, que ya vimos en 1 Jn. y en esta carta. 5 El Anciano no ordena, sino que dice te ruego, que es el lenguaje con que se pide cortésmente algo. No escribe un nuevo mandamiento, sino el mismo que teníamos desde el principio (cf. 1 Jn. 2:7). La orden de amar, que nuestro escritor explica de inmediato, es un mandamiento antiguo. Desde el comienzo mismo del camino cristiano sus seguidores estaban unidos por el lazo del amor. No habla de él como que también es nuevo, tal como lo hizo en 1 Jn. Se contenta con hacer hincapié en la obligación que les cabe a los cristianos, es decir, que nos amemos unos a otros. Esto es lo central, y se subraya en todos los escritos juaninos. Tendemos a usar “amor” para una emoción y eso no se puede mandar. Pero para Juan, aunque el amor es ciertamente una cálida emoción, es básicamente una respuesta al gran amor de Dios para con nosotros. El amor se manifiesta en acción, en interés y en servicio desinteresado. 6 Este es el amor introduce algo que es como una definición: que andemos según sus mandamientos. En los tiempos modernos más bien se establece un contraste entre el amor y la obediencia, porque a la obediencia se la relaciona con un espíritu legalista, lo opuesto a lo que vemos como amor. Pero tal contraste es falso. El verdadero amor se complace en obedecer (cf. Juan 15:10; 1 Jn. 5:3). Los que saben qué significa realmente el amor, en el sentido cristiano, están siempre ansiosos de obedecer los mandamientos de Dios. Juan repite que no enuncia una novedad, sino un mandamiento que ha sido oído desde el principio. No debemos pasar por alto la idea de progresión continua que se implica en este doble aspecto del andar.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “Me regocijé muchísimo de realmente hallar”.

REFERENCIAS CRUZADAS

j 9 1Jn 2:13

k 10 2Co 4:2; 3Jn 1:3

l 11 Efe 6:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

4 (1) La verdad tocante a la persona de Cristo es el elemento básico y central del ministerio restaurador de Juan. Cuando él se enteró de que los hijos de la creyente fiel andaban en la verdad, se regocijó grandemente ( 3Jn_1:3-4).

4 (2) La realidad divina, especialmente tocante a la persona de Cristo, como se definió en la nota 1 (5) . El Padre nos manda andar en esta realidad, es decir, en la verdad divina hecha real para nosotros de que Jesucristo es el Hijo de Dios (cfr. Mat_17:5), a fin de que honremos al Hijo como el Padre desea ( Jua_5:23).

4 (3) Véase la nota 34 (1) de Jn 13. Así también en los siguientes versículos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

andando en la verdad. I.e., organizando su vida de acuerdo con la Palabra de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Se inserta algunos para suplir elipsis del original.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

TGr10 Juan se regocijó cuando encontró cristianos que se conducían sinceramente (es decir, en verdad, conduciéndose con sinceridad -T178).

T209 La frase prepositiva con ἐκ se usa como un genitivo distributivo: algunos de tus hijos.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

rtf1fbidisansiansicpg1252deff0fonttblf0fromanfprq2fcharset2 Wingdings 3; . algunos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición