Porque si Dios no dejó sin castigo a los ángeles que pecaron, sino que, habiéndolos arrojado al infierno en prisiones de oscuridad, los entregó a ser reservados para el juicio;
2:4 — «Porque si… pecaron». Véase NOTAS SOBRE Jud 1:6, comentarios. La palabra «porque» introduce una razón de lo dicho en el versículo anterior. En lugar de «no perdonó», la Ver. P.B. dice «no preservó». El texto griego usa la palabra pheidomai, que significa literalmente pasar por alto la aflicción anticipada, conceder gracia, o ser indulgente. Esta palabra se emplea en Hch 20:29 («no perdonarán»), Rom 8:32 («no escatimó»), 2Co 13:2 («no seré indulgente»), y en 12:6 («lo dejo»). El punto de Pedro es que Dios no es indulgente con pecadores no arrepentidos; no les concede gracia; no los deja sin el castigo merecido. No es que Dios no perdona a los hombres; quiere perdonar a todo pecador. Es que no perdona al no arrepentido.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Porque si Dios no perdonó. 2Pe 2:5; Deu 29:20; Sal 78:50; Eze 5:11; Eze 7:4, Eze 7:9; Rom 8:32; Rom 11:21.
a los ángeles. Job 4:18; Luc 10:18; Jua 8:44; 1Jn 3:8; Jud 1:6.
que arrojándolos al infierno. Isa 14:12; Mat 8:29; Mat 25:41; Mar 5:7; Luc 8:31; Apo 12:7-9; Apo 20:2, Apo 20:3, Apo 20:10.
a prisiones de oscuridad. 2Pe 2:11; Jud 1:6.
para ser reservados al juicio. 2Pe 2:9; Job 21:30; Jud 1:13.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pedro usa tres ilustraciones del juicio de Dios contra el pecado para demostrar que Él castigará a esos falsos maestros: ángeles que pecaron (v. 2Pe 2:4), el mundo antiguo de los días de Noé (v. 2Pe 2:5; Gén 6:5-22; Gén 7:1-24; Gén 8:1-22), y Sodoma y Gomorra (v. 2Pe 2:6; Gén 19:1-26). A continuación, Pedro presenta dos ilustraciones para mostrar que Dios librará a los suyos en tanto se mantengan fieles en las pruebas (v. 2Pe 2:9): Noé (v. 2Pe 2:5) y el justo Lot.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
los ángeles que pecaron: Son dos las principales interpretaciones de este pasaje, que dependen de la forma en que se entienda (Gén 6:1-6). Algunos piensan que Pedro se refiere a «los hijos de Dios» en (Gén 6:2). Según esta interpretación, los «hijos de Dios» eran ángeles que se rebelaron contra Dios y contra el rol que se les asignó en la creación. Comenzaron a involucrarse en prácticas prohibidas con las hijas de los hombres. Su ultrajante conducta trajo juicio inmediato: los ángeles fueron arrojados al infierno o Tártaro, un lugar de castigo final. Este lugar involucra una severa limitación de acción, simbolizada por las cadenas, y una casi total falta de comprensión, simbolizada por la oscuridad. Un segundo grupo de comentaristas rechaza la sugerencia de relaciones sexuales entre ángeles y mujeres. Ellos consideran que este versículo es simplemente una referencia a esos ángeles que cayeron junto con Satanás.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ÁNGELES… ARROJÁNDOLOS AL INFIERNO. Es probable que esto se refiera a los ángeles que se rebelaron con Satanás contra Dios (véase Eze 28:15, nota), convirtiéndose en los espíritus malos de los que se habla en el NT. En la Biblia no se explica por qué algunos de los espíritus malos están en calabozos y otros libres (cf. Jud 1:6; véase el ARTÍCULO PODER SOBRE SATANÁS Y LOS DEMONIOS, P. 1354. [Mar 3:27]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
si. Se prefiere «puesto que» debido a que no existe duda acerca de la historia de juicios divinos que Pedro se dispone a relatar. Los versículos 2Pe 2:4 al 2Pe 2:10 son una frase prolongada donde la conclusión de la cláusula «puesto que» comienza a partir del v. 2Pe 2:9. Para evitar que alguien creyera que Dios es demasiado amoroso y misericordioso como para juzgar a los falsos maestros perversos y sus seguidores engañados, Pedro ofrece tres ilustraciones poderosas de juicio divino sobre los malos en el pasado. Estas ilustraciones sientan el precedente para el juicio futuro y final sobre los mentirosos y engañadores. Aunque Dios no se complace en la muerte de los malvados (Eze 33:11), Él debe juzgar la maldad porque su santidad así lo requiere (2Ts 1:7-9). los ángeles que pecaron. Estos ángeles, según Jud 1:6, «no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada», lo cual significa que tomaron posesión de hombres que cohabitaron de forma promiscua con mujeres. Esta parece ser una referencia a los ángeles caídos de Gén 6:1-22 («los hijos de Dios»): 1) antes del diluvio (v. 2Pe 2:5; Gén 6:1-3) al dejar su estado normal para desear a mujeres y 2) antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra (v. 2Pe 2:6; Gén 19:1-38). Vea las notas sobre Gén 6:1-2; Jud 1:6. arrojándolos al infierno. Pedro presta una palabra de la mitología griega para aludir al infierno (tartarus). Los griegos enseñaban que el tartarus era un lugar más bajo que el Hades reservado para los seres más perversos de todos, entre humanos, dioses y demonios. Los judíos llegaron a utilizar el término para describir el lugar a donde eran enviados los ángeles caídos. Para ellos definía las profundidades del abismo infernal y el lugar más terrible de tortura y sufrimiento eterno. Jesús entró a ese lugar en espíritu mientras su cuerpo estuvo en la tumba, y proclamó su triunfo sobre los demonios durante el tiempo entre su muerte y resurrección (vea las notas sobre Col 2:14; 1Pe 3:18-19). prisiones de oscuridad. Los demonios sienten terror de ese lugar, por eso rogaron a Jesús durante su vida en la tierra que no los enviara allí antes del juicio final (cp. Mat 8:29; Luc 8:31). No todos los demonios están atados, muchos deambulan por cielo y tierra (cp. Apo 12:7-9) y algunos quedan atados por un tiempo (vea las notas sobre Apo 9:1-12). A causa de la gravedad de su pecado en Gén 6:1-22, estos quedaron confinados de manera permanente en las tinieblas. reservados al juicio. Son demonios encarcelados como prisioneros que tienen que esperar tras las rejas su sentencia final. Tartarus solo es temporal en el sentido de que en el día del juicio los ángeles malos que han sido confinados allí serán arrojados por fin al lago de fuego (Apo 20:10).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:4 — «Porque si… pecaron». Véase NOTAS SOBRE Jud 1:6, comentarios. La palabra «porque» introduce una razón de lo dicho en el versículo anterior.
En lugar de «no perdonó», la Ver. P.B. dice «no preservó». El texto griego usa la palabra pheidomai, que significa literalmente pasar por alto la aflicción anticipada, conceder gracia, o ser indulgente. Esta palabra se emplea en Hch 20:29 («no perdonarán»), Rom 8:32 («no escatimó»), 2Co 13:2 («no seré indulgente»), y en 12:6 («lo dejo»). El punto de Pedro es que Dios no es indulgente con pecadores no arrepentidos; no les concede gracia; no los deja sin el castigo merecido. No es que Dios no perdona a los hombres; quiere perdonar a todo pecador. Es que no perdona al no arrepentido.
Los versículos 4 al 6 ilustran la afirmación del ver. 3, de que el juicio de Dios contra los falsos maestros es inevitable, que no saldrán sin castigo. (Al mismo tiempo los vv. 4-6 afirman que Dios protege y preserva a los justos). Siguen tres casos de prueba.
Los ángeles: 1-son seres creados, 2-algunos pecaron (así es que son responsables de su moralidad), 3-su pecado consistió en «abandonar su propia morada», 4-su castigo consistió en ser echados al Tártaro, 5-evidentemente no hay «evangelio» para ellos (Heb 2:16), 6-es pura especulación afirmar que su pecado tuvo que ver con fornicar con mujeres humanas, Gén 6:1-4, pues el pasaje no menciona a ángeles, 7-el diablo, por inferencia, es un ángel creado que se ha rebelado; tiene sus aliados, Apo 12:7-9.
–«sino que arrojándolos al infierno». La frase «arrojándolos al infierno» es una sola palabra en el griego: tartarosas. Se encuentra solamente aquí en el Nuevo Testamento. La Ver. L.A. dice en el margen: «Griego tártaro», y la Ver. Mod. en el margen dice «Gr., al tártaro». Esta palabra griega se usaba en la mitología griega para indicar el lugar de restringimiento y castigo de los malos. Corresponde a la condición de angustia en el Hades, Luc 16:23-26.
–«los entregó a prisiones de oscuridad». Dice la Ver. B.A., «a fosos de tinieblas». La palabra griega, seiros, indica un lugar subterráneo, un foso. La oscuridad caracteriza la condición en Tártaro, o sea, en el Hades. Compárese Jud 1:13.
–«para ser reservados al juicio». Los malos son restringidos en el Hades bajo tormento hasta el día del juicio final. El juicio final no ha de ser un día en que Dios determine qué hacer con cada uno; el destino de cada uno es sellado en el día de su muerte física. El juicio final será la ocasión en que los malos serán formalmente condenados y sentenciados y en que será vindicado Cristo y su Causa públicamente (Mat 25:31-46; Mat 10:32-33; 2Ts 1:10; Flp 2:10-11).
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA SUERTE DE LOS MALVADOS
Y EL RESCATE DE LOS INTEGROS
2 Pedro 2:4-11
Si Dios no dejó impunes ni siquiera a los ángeles que habían pecado, sino los condenó a lo más profundo del infierno y los entregó a los pozos de las tinieblas donde permanecen a la espera del juicio; y si no dejó impune al mundo antiguo, pero mantuvo a salvo a Noé, el predicador de la justicia, con otros siete, cuando desató el diluvio sobre un mundo de gente impía; y si redujo a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra cuando las sentenció a destrucción, dando así un ejemplo de lo que les sucedería a los que hubieran de actuar impíamente en cualquier tiempo, pero rescató al justo Lot, que se angustiaba por la conducta desvergonzadamente inmoral de la gente sin ley, porque era de tal manera íntegro en todo lo que oía y veía, que era uncí tortura para su alma íntegra el vivir día a día entre tal gente y tales acciones inmorales…
Si así sucedió entonces, podéis estar seguros de que el Señor sabe rescatar de la prueba a los que son sinceramente religiosos, y mantener a los injustos a la espera del castigo hasta que llegue el Día del Juicio, y especialmente a aquellos que tienen la vida dominada por los deseos que contaminan la carne y que desprecian los poderes celestiales. Son hombres osados y ególatras; no se privan de hablar mal de las glorias angélicas, cuando los ángeles, que les son superiores en fuerza y poder, no profieren acusaciones contra ellas en la presencia del Señor.
Aquí tenemos un pasaje que nos presenta un poder indudable y una oscuridad no menos indudable. El rojo vivo de su intensidad retórica reverbera a través de él hasta nuestros días; pero suscita alusiones que serían aterradoramente eficaces para aquellos que las- escucharan por primera vez, aunque ya han dejado de sernos familiares. Cita tres notorios ejemplos de pecado y su destrucción; y en dos de ellos muestra como, cuando fue obliterado el pecado, los íntegros fueron rescatados y preservados por la misericordia y la gracia de Dios. Veamos esos ejemplos uno a uno.
1. EL PECADO DE LOS ÁNGELES
Antes de referir la historia que subyace bajo esto en la leyenda judía hay dos- palabras independientes que debemos considerar.
Pedro dice que Dios condenó a los ángeles rebeldes a las profundidades más bajas del infierno. Literalmente, el griego dice que Dios condenó a los ángeles al tártaro (tartarún). Tártaro no era una concepción hebrea, sino grieGálatas En la mitología griega, el tártaro era el infierno más bajo; estaba tan por debajo del hades como el Cielo por encima de la Tierra. En particular era el lugar al que habían sido lanzados los titanes que se habían rebelado contra Zeus, el padre de los dioses y de los hombres.
La segunda palabra es la que nos habla de los pozos de oscuridad. Aquí hay una duda. Hay dos palabras griegas, ambas bastante infrecuentes, que se mezclan en este pasaje. Una es siros o seiros, que quería decir originalmente un gran cántaro de arcilla para guardar grano. Luego pasó a significar los grandes pozos subterráneos en los que se guardaba el grano y que servían como graneros. Siros ha dado en español por vía del provenzal la palabra silo, que todavía describe las torres en las que se almacena el grano. Todavía más tarde la palabra pasó a significar un pozo que era una trampa para lobos u otras fieras. Si creemos que ésta es la palabra que usa Pedro, lo que cónfirman los mejores manuscritos, esto quiere decir que los ángeles malvados fueron arrojados a grandes pozos subterráneos donde permanecen en la oscuridad como castigo. Esto está de acuerdo con la idea de un tártaro muy por debajo del hades.
Pero hay una palabra muy parecida, seira, que quiere decir una cadena. Ésta es la traducción que se adoptaba en las ediciones antiguas de la Reina-Valera (versículo 4, «cadenas de oscuridad»). Los manuscritos griegos de Segunda de Pedro varían entre seiroi, pozos y seirai, cadenas. Pero los mejores manuscritos tienen seiroi, y pozos de oscuridad hace mejor sentido que cadenas de oscuridad; así que estamos de acuerdo con la Reina-Valera desde la revisión de 1960.
La historia de la caída de los ángeles está profundamente arraigada en el pensamiento hebreo y experimentó mucho desarrollo con el paso de los años. La historia original se encuentra en Ge 6:1-5 . Allí se llama a los ángeles los hijos de Dios, como es corriente en el Antiguo Testamento. En Job, los hijos de Dios vienen a presentarse delante del Señor, y Satanás está entre ellos (Job 1:6 ; Job 2:1 ; Job 38:7 ). El salmista habla de los hijos de los dioses (Sal 89:6 ). Estos ángeles vinieron a la Tierra y sedujeron a las mujeres mortales. El fruto de estas extrañas uniones fue la raza de los gigantes; y por medio de ellos se introdujo en la Tierra la maldad. Está claro que esta es una antigua, antigua historia, que pertenece a la infancia de la raza.
Esta historia estaba ya considerablemente desarrollada en el Libro de Enoc, de donde Pedro extrajo sus alusiones, porque en sus días ese era un libro que conocía todo el mundo. En Enoc se llama a los ángeles Los Guardianes. El líder de su rebelión fue Semyaza o Azazel. Instigados por él descendieron al Monte Hermón en los días de Jared, el padre de Enoc. Tomaron esposas mortales a las que instruyeron en la magia y en artes que les daban poder. Originaron la raza de los gigantes, y los gigantes a los nefLdim, los gigantes que habitaban la tierra de Canaán y a los que los israelitas les tenían miedo (Nm 13:33 ).
Estos gigantes se volvieron caníbales, y fueron culpables de toda clase de malos deseos y crímenes, y especialmente de una arrogancia insolente con Dios y con los hombres. La literatura judía hace muchas referencias a ellos y a su orgullo. Sabiduría 14:6 dice cómo perecieron los orgullosos gigantes. Eclesiástico 16:7 cuenta cómo cayeron por la misma fuerza de su estupidez. No tenían sabiduría y perecieron en su necedad (Baruc 3:26-28). Josefo dice que eran arrogantes y despectivos con todo lo bueno y sólo confiaban en su propia fuerza (Antigüedades 1.3.1). Job dice que Dios acusó a sus ángeles de necedad (Job 4:18 ).
Esta antigua historia hace una extraña y fugaz aparición en las cartas de Pablo. En 1Co 11:10 ; Pablo dice que las mujeres ceben llevar la cabeza cubierta en la iglesia por causa de los ángeles. Detrás de este dicho extraño se encuentra la antigua creencia de que fue el encanto del pelo largo de las mujeres de la antigüedad lo que despertó el deseo de los ángeles; Pablo quiere evitar que se repita la historia.
Por último, hasta los ángeles se quejaron del dolor y la miseria que habían traído al mundo aquellos gigantes por medio del pecado de los ángeles. En consecuencia, Dios envió a Sus arcángeles. Rafael ató de pies y manos a Azazel y le encerró en las tinieblas; Gabriel mató a los gigantes; y los Guardianes, los ángeles rebeldes, fueron encerrados en los abismos de oscuridad por debajo de las montañas durante setenta generaciones y luego confinados para siempre en el fuego eterno. Esta es la historia que Pedro tenía en mente, y que sus lectores conocían muy bien. Los ángeles habían pecado y Dios había enviado su destrucción, y fueron encerrados para siempre en los pozos de oscuridad y en las profundidades del infierno. A eso conduce el pecado de la rebelión.
La historia no se detuvo ahí; reaparece en otra de sus formas en este pasaje de Segunda de Pedro. En el versículo 10, Pedro habla de los que llevan vidas dominadas por deseos contaminantes de la carne y que desprecian los poderes celestiales. La palabra original es kyriotés, que es el nombre de uno de los rangos de ángeles. Hablan mal de las glorias angélicas. La palabra original es doxai, que también designa a uno de los rangos de ángeles. Se burlan de los ángeles y los ponen en ridículo.
Aquí es donde se introduce el segundo plano de la historia. Está claro que esta historia de los ángeles es muy primitiva y, con el paso del tiempo, llegó a ser una historia peregrina y embarazosa por atribuir a los ángeles concupiscencia. Así que en el pensamiento posterior judío y cristiano se desarrollaron dos líneas. La primera, se negó que la historia implicara en absoluto a los ángeles. Los hijos de Dios se dijo que eran hombres buenos que pertenecían a los descendientes de Set, y las hijas de los hombres se dice que eran las malas mujeres descendientes de Caín que corrompieron a los hombres buenos. No hay la menor evidencia escritura) para esta distinción y esta salida de emergencia. En segundo lugar, se alegorizó toda la historia. Sugirieron, por ejemplo Filón, que nunca se pretendió que se tomara literalmente, que describía la caída del alma humana bajo el ataque de las seducciones de los placeres sensuales. Agustín declaraba que no se podía tomar esta historia literalmente ni hablar así de los ángeles. Cirilo de Alejandría dijo que no se podía tomar literalmente porque, ¿no dijo Jesús que en la otra vida las personas serían como los ángeles y no se casarían? (Mt 22:30 ). Crisóstomo dice que si la historia se tomara literalmente, no estaría lejos de ser blasfemia. Y Cirilo llegó a decir que la historia no era otra cosa que un incentivo al pecado si se tomaba como literalmente cierta.
Está claro que se empezó a ver que esta era una historia bastante peligrosa. Aquí tenemos la clave de lo que Pedro quiere decir cuando habla de las personas que desprecian los poderes celestiales y traen descrédito sobre las glorias angélicas hablando despectivamente de ellas. Los hombres a los que Pedro combatía estaban convirtiendo su religión en una excusa para la inmoralidad desbordada. Cirilo de Alejandría deja muy claro que en su tiempo la historia se podía usar como un incentivo al pecado. Muy probablemente eso era lo que estaba sucediendo con los hombres malvados en tiempos de Pedro que citaban el ejemplo de los ángeles como una justificación para su propio pecado. Estaban diciendo: «Si los ángeles vinieron del Cielo y tomaron mujeres mortales, ¿por qué no nosotros?» Estaban haciendo la conducta de los ángeles una excusa para su propio pecado.
Tenemos que seguir adelante con este pasaje. Acaba muy oscuramente en el versículo 11. Dice que los ángeles, que son más grandes en fuerza y en poder que nosotros, no pronunciaron una acusación despectiva contra ellos en la presencia de Dios. Una vez más Pedro está aludiendo a cosas que serían suficientemente claras para los de su tiempo pero que son oscuras pala nosotros. Su referencia puede ser a una de dos historias.
(a) Puede que se estuviera refiriendo a la misma historia que Judas en Jud 1:9 ; que al arcángel Miguel se le encargó el entierro del cuerpo de Moisés. Satán reclamaba el cuerpo sobre la base de que eso le correspondía a él ya que Moisés había matado una vez a un Egipcio. Miguel no alegó un cargo de calumnia contra Satanás; todo lo que dijo fue: «Que el Señor te reprenda.» La enseñanza es que hasta un ángel tan grande como Miguel no proferiría una acusación contra un ángel tan oscuro como Satanás. Le dejó el asunto a Dios. Si Miguel se retrajo de reprender a un ángel malo, ¿cómo pueden algunos hacer acusaciones denigrantes contra los ángeles de Dios?
(b) Puede que estuviera haciendo referencia a un desarrollo posterior de la historia de Enoc. Enoc cuenta que cuando la conducta de los gigantes se hizo intolerable en la Tierra, los hombres presentaron sus quejas a los arcángeles Miguel, Uriel, Gabriel y Rafael. Los arcángeles llevaron esta queja a Dios; Pero ellos no se volvieron contra los ángeles malos que eran los responsables de todo; simplemente elevaron el caso a Dios para que Él decidiera (Enoc 9).
Por lo que podemos ver ahora, la situación tras las alusiones de Pedro es que los hombres malvados que eran esclavos de la concupiscencia pretendían que los ángeles habían sido sus ejemplos y su justificación, y así los calumniaban; Pedro les recuerda que ni siquiera los arcángeles se atrevieron a hablar despectivamente de otros ángeles, y les preguntaba cómo podían atreverse a hacerlo los hombres.
Este es un pasaje difícil y extraño; pero el sentido está claro. Aun los ángeles, cuando pecaron, fueron castigados. ¡Cuánto más los seres humanos! Los ángeles no se podían rebelar contra Dios y evadir las consecuencias. ¿Cómo las podrán evitar los hombres? Y estos no tienen por qué buscar la manera de echarles la culpa a otros, ni siquiera a los ángeles; lo único que es responsable de su pecado es su propia rebeldía.
2. LA GENTE DEL DILUVIO Y EL RESCATE DE NOÉ
La segunda ilustración de destrucción de malvados que escoge Pedro podría decirse que procede de la primera. El pecado que introdujeron en el mundo los ángeles rebeldes condujo a aquella situación intolerable que acabó con la destrucción del diluvio (Ge 6:5 ). En medio de la destrucción, Dios no se olvidó de los que estaban de Su parte. Noé se salvó con otros siete: Su mujer; sus hijos, Sem, Cam y Jafet, y las mujeres de estos. Noé ocupaba un lugar muy especial en la tradición judía. No sólo se le consideraba el único que se había salvado; también como el predicador que había hecho todo lo posible para apartar a los hombres de sus malos caminos. Josefo dice: «Muchos ángeles de Dios yacieron con mujeres y engendraron hijos, que fueron violentos y despreciaron todo bien, por culpa de confiar en su propia fuerza… Pero Noé, disgustado y apenado por el comportamiento de ellos, trató de inducirlos a cambiar y mejorar sus actitudes y conducta» (Antigüedades 1.3.1).
En este pasaje, la atención se concentra, no tanto en los que fueron destruidos como en el hombre que se salvó. Noé se presenta como el tipo de los que, en medio de la destrucción de los malvados, reciben la salvación de Dios. Sus cualidades sobresalientes son dos.
(i) En medio de una generación pecadora, él permaneció fiel a Dios. Más tarde Pablo había de exhortar a los suyos a no conformarse al mundo sino transformarse en algo distinto (Rm 12:2 ). Bien podría decirse que a menudo el pecado más peligroso de todos es la conformidad. El ser como todo el mundo es siempre fácil; y el ser diferente, difícil. Pero desde los días de Noé hasta ahora, el que quiera ser un siervo de Dios debe estar preparado a ser diferente del mundo.
(ii) La leyenda posterior escogió otra característica de Noé. Fue predicador de la integridad. La palabra para predicador que se usa aquí es kéryx, que quiere decir literalmente un heraldo. Epicteto llamaba al filósofo el kéryx de los dioses. El predicador es el que trae a los-demás un anuncio de parte de Dios. Aquí hay algo de un sentido muy considerable. El que es bueno se preocupa no sólo de salvar su propia alma sino igualmente de salvar las almas de los demás. Para preservar su propia pureza, no vive aparte .de los demás. Se preocupa de traerles el mensaje de Dios. Uno no debiera nunca guardarse para sí la gracia que ha recibido. Siempre es nuestro deber llevar la luz a los que están en tinieblas, guiar al descarriado y advertir a todos los que van por mal camino.
3. LA DESTRUCCIÓN DE SODOMA Y GOMORRA Y EL RESCATE DE LOT
El tercer ejemplo es la destrucción de Sodoma y Gomorra y el rescate de Lot.
Esta terrible y dramática historia se nos cuenta en Génesis 18 y 19. Empieza con la intercesión de Abraham para que Dios no destruya a los íntegros con los culpables y su petición de que, aunque no haya más que diez justos en las ciudades, éstas sean libradas (Ge 18:16-33 ). A esto sigue uno de los relatos más sombríos del Antiguo Testamento.
Los visitantes angélicos vinieron a Lot y él los persuadió para que pararan en su casa; pero los hombres de Sodoma rodearon la casa exigiendo que les sacaran a esos extranjeros para satisfacer en ellos su concupiscencia antinatural (Ge 19:1-11 ). Con aquella acción terrible -al mismo tiempo violación de la hospitalidad, ofensa a los ángeles y furia del vicio contra natura- quedó sellada la condenación de aquellas ciudades. Lot y su familia quedaron a salvo de la destrucción del Cielo excepto su esposa, que se quedó atrás volviendo la vista con añoranza y se convirtió en un pilar de sal (Ge 19:1226 ). «Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abraham, y sacó a Lot de en medio de la destrucción con que asoló las ciudades donde Lot estaba» (Ge 19:29 ). Aquí tenemos de nuevo una historia de la destrucción por el pecado y del rescate de los íntegros. Como en el caso de Noé, vemos en Lot las características de un hombre íntegro.
(i) Lot vivía en medio del mal, cuya mera contemplación era una aflicción para él. Moffatt nos recuerda el dicho de Newman: «Nuestra gran seguridad contra el pecado consiste en que nos escandaliza.» Aquí tenemos algo muy significativo. Sucede a menudo que, cuando los males surgen por primera vez, la gente se escandaliza; pero, con el paso del tiempo, dejan de escandalizarse de ellos y los aceptan como cosa normal. Hay muchas cosas de las que deberíamos escandalizarnos. En nuestra propia generación hay problemas de prostitución y promiscuidad, de alcoholismo y drogadicción, de una extraordinaria fiebre de juego que tiene al país en sus garras, la rotura del vínculo matrimonial, violencia, vandalismo y crimen, terrorismo, muerte en las carreteras, chabolismo y otras miserias que siguen esperando solución.
En muchos casos, lo trágico es que estas cosas han dejado de escandalizarnos y se aceptan como parte del orden normal de las cosas. Para bien del mundo y de nuestras almas debemos mantener alerta la sensibilidad que se escandaliza del pecado.
(ii) Lot vivía en medio del mal, y sin embargo escapó a su contagio. En medio del pecado de Sodoma él permaneció fiel a Dios. Si no se olvida, se tiene en la gracia de Dios un antiséptico que preserva de la infección del pecado. No se tiene por qué ser esclavo del entorno en que uno se encuentra.
(iii) Cuando las cosas llegaron a sus peores consecuencias, Lot estuvo dispuesto a cortar por lo sano con su entorno. Estuvo dispuesto, por mucho que no quisiera hacerlo, a dejarlo para siempre. Fue porque su esposa no estaba tan dispuesta a cortar definitivamente con la situación por lo que pereció. Hay un versículo extraño en la historia del Antiguo Testamento. Dice que, como Lot se demoraba, .los seres angélicos los asieron de la mano (Ge 19:16 ). Hay veces en que la influencia del Cielo trata de obligarnos a salir de una situación mala. Puede pasarle a cualquier persona esto de tener que escoger entre la seguridad y empezar de nuevo; y hay veces en que una persona sólo puede salvar su alma desasiéndose totalmente de su situación presente y empezando otra vez a partir de cero. Fue precisamente así como Lot encontró su salvación; y fue al fracasar en hacerlo cómo su mujer perdió la suya.
RETRATO DE UN MALVADO
2 Pedro 2:4-11 (conclusión)
Los versículos 9-11 nos presentan el retrato del malvado. Pedro, con unos pocos trazos rápidos y enérgicos de su pluma nos describe las características sobresalientes del que merece ser tenido por una mala persona.
(i) Es una persona dominada por el deseo. Su vida está bajo el control de los deseos de la carne. Tal persona es culpable de dos pecados.
(a) La naturaleza de una persona tiene dos lados. Tiene un lado físico: instintos, pasiones e impulsos que comparte con la creación animal. Estos instintos son buenos si se mantienen en su propio lugar. Son incluso necesarios para preservar la vida individual y la continuación de la raza. La palabra
temperamento quiere decir literalmente una mezcla. El cuadro que hay detrás es que la naturaleza humana consiste en una gran variedad de ingredientes, todos mezclados y revueltos. Está claro que la eficacia de cualquier mezcla depende de que cada ingrediente se halle en su debida proporción. Cuando se hallan en exceso o en defecto, la mezcla no es como es debido. La persona humana tiene una naturaleza física y también una naturaleza espiritual; y su humanidad depende de la correcta mezcla de las dos. La persona dominada por el deseo ha permitido que su naturaleza animal usurpe un lugar que no le corresponde; ha dejado que los ingredientes se salgan de su justa proporción, y la receta de su humanidad se ha desquiciado.
(b) Hay una razón para esta falta de proporción: el egoísmo. El mal raíz de la vida dominada por la concupiscencia es que parte de la suposición de que nada importa más que la gratificación de sus propios deseos y la expresión de sus propios sentimientos. Ha dejado de tener en cuenta o respetar a los demás. El egoísmo y el deseo van de la mano.
Una persona mala es la que ha permitido que un lado de su naturaleza ocupe un lugar mucho mayor de lo que debería, y esto porque es esencialmente egoísta.
(ii) Es una persona osada. El término griego es tolmetes, del verbo tolmán, osar. Hay, dos maneras de ser atrevido. Hay una audacia noble, característica del verdadero coraje. Y hay una osadía desvergonzada, que se complace en lanzarse a hacer cosas que ofenden la decencia y el derecho. Como decía un personaje de Shakespeare: » Oso hacer todo lo que corresponde a un hombre. El que pretende hacer más, no lo es.» La mala persona es la que tiene la osadía de desafiar lo que sabe que es la voluntad de Dios.
(iii) Es una persona para la que no cuenta más que su voluntad. Ésta no es realmente una traducción adecuada. La palabra original es authádés, derivada de autós, el yo, y hedomai, agradar, y se usa de una persona que no tiene idea de nada más que de agradarse a sí misma. En ella hay siempre un elemento de obstinación. Si una persona es authádés, no habrá lógica ni sentido común, ni apelación, ni sentido de la decencia que le impida hacer lo que quiere. Como dice R. C. Trench: » Al mantener obstinadamente su propia opinión, o insistir en sus propios derechos, pasa por encima de los derechos, opiniones e intereses de los demás.» El que es authádés se empeña tozuda y arrogante y hasta brutalmente en seguir su propio camino. Los malos son los que no tienen consideración ni para la apelación humana ni para la dirección divina.
(iv) Es una persona que desprecia a los ángeles. Ya hemos visto que esto se retrotrae a alusiones a la tradición hebrea que nos resultan oscuras. Pero tiene un sentido más amplio. El malo insiste en vivir en un solo mundo. Para él no existe el mundo espiritual, y nunca escucha las voces del más allá. Es- de lft Tierra, terrenal. Ha olvidado que hay Cielo, y está ciego y sordo a las señales y sonidos del Cielo que se abren paso hasta él.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— cavernas tenebrosas: El vocablo griego utilizado evoca la imagen mitológica del Tártaro, lugar reservado para el castigo de los dioses rebeldes.
— abismo: Ver VOCABULARIO BÍBLICO.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Jud 1:6; (ver Gén 6:1-4).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
a Su condenación. Pedro desarrolla el tema del v. 3 más extensamente, presentando episodios antiguos de la historia del pueblo de Dios para mostrar cómo sus propósitos tanto de salvación como de condenación son seguros y serán completados. Noé y Lot se citan como ejemplos de cómo Dios puede librar a los suyos cuando los contemporáneos impíos son destruidos. El hecho de los ángeles caídos indica que se producirá un juicio fi nal cuando la rebelión humana -que culmina con la desenfrenada indulgencia del yo y el rechazo de la autoridad divina- será debidamente castigada. Los tres ejemplos en su conjunto muestran el casti go divino del orgullo, la desobediencia y la inmoralidad.
Notas. 4 Ver Gén. 6:1-6 y Jud. 6, donde el autor dirige la atención al orgullo como causa de la caída de los ángeles. El infierno en la mitología gr. se refiere al Tártaro, la parte más profunda y terrible del infierno, reservada especialmente para aquellos seres sobrehumanos que se rebelaron contra el Dios supremo. Las lecturas de los mss. sobre prisiones de oscuridad varían entre una palabra que significa “pozo” o “caverna” y otra (siros en vez de seiros en gr.) que quiere decir “soga” o “cadena”. Esta última está de acuerdo con Jud. 6 La metáfora se toma de los escritos apócrifos. 5 Sobre Noé ver Gén. 6:8-9:28 y 1 Ped. 3:20 donde también se menciona que los salvados fueron ocho. Un heraldo (BA, Besson, “predicador”; gr. kerux; ver la nota sobre 1 Ped. 3:19) sugiere que Noé fue comisio nado a llamar a sus contemporáneos al arrepentimiento. Otra obra apócrifa (el Libro de los Jubileos) describe la predicación de Noé. 6 Jesús alude al ejemplo de Sodoma y Gomorra (Gén. 18:16-19:28) en Mat. 10:15; 11:23, 24; Luc. 17:29. 7 Ser malvados es la consecuencia de no tener temor de Dios y, por lo tanto, sentirse completamente libre para vivir sin principios, permitiéndose los deseos pecaminosos. 8 Afligía (BJ, “torturaba”; BA, “atormentaba”) significaba originalmente ser probado en cuanto a lo genuino. La gente piadosa que vive en un mundo impío debe estar preparada para demostrar la realidad de su fe. 9 Entonces, o sea que la conclusión natural es que el Señor sabe cómo guardar a los injustos (que incluirá a los falsos maestros de los vv. 1-3) para el día del juicio. Antes de demostrar este punto, Pedro retoma de los tres ejemplos los aspectos positivos de la misericordia de Dios y su capacidad para librar a los suyos. Este énfasis no figura en Judas. Sobre rescatar de la prueba ver 1 Ped. 1:6, 7; 5:10). 10 Las pervertidas pasiones de la carne son lit. “los que van tras la carne con un deseo de contaminación”. Una frase similar en Jud. 7 relaciona esto con la condenación de la sodomía. La autoridad en gr. es kuriotes (“señorío”) y debe tomarse naturalmente como una referencia al señorío de Cristo (cf. 1 Ped. 3:15). Por el otro lado, si se refiere a la autoridad de las potestades superiores (BA, “majestades angélicas”) men cionadas luego en el v. 10, entonces debe ser la autoridad de un orden de ángeles a los cuales pueden referirse Judas 8; Ef. 1:21 y Col. 1:16.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Para una consideración de “Tártaro”, véase Ap. 4D.
REFERENCIAS CRUZADAS
i 62 Gén 6:4
j 63 Luc 8:31; Efe 6:12; 1Pe 3:19
k 64 Jud 1:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
los ángeles cuando pecaron. Se han ofrecido varias opiniones sobre la identidad de estos ángeles: 1) que la referencia es a la caída de Satanás y sus ángeles antes de Adán; 2) que la referencia es a una manifestación de maldad asociada generalmente con Gn 6:1– 4, y 3) que es una referencia a Is 14:11– 15.
los arrojó al infierno. Esta frase traduce el verbo griego tartaróo que significa « enviar al tártaro» i.e., al infierno.
Fuente: La Biblia de las Américas
En estos vers. Pedro da tres ejemplos del castigo de Dios sobre los injustos y de su misericordia sobre los justos.
Fuente: La Biblia de las Américas
4 (1) Los ángeles caídos (véanse las notas 19 (3) de 1 P 3 y 4 (1) de Ap 12), quienes, según el orden de los eventos históricos relatados en este capítulo, fueron los primeros del universo en caer.
4 (2) Un pozo profundo y tenebroso, donde los ángeles caídos están detenidos como en una prisión. Véase la nota 19 (3) de 1 P 3.
4 (3) O, hasta.
4 (4) El juicio del gran día ( Jud_1:6), el cual probablemente será el juicio del gran trono blanco, ejecutado sobre todos los muertos y los demonios, y probablemente también sobre los ángeles caídos ( Rev_20:11-15). Es lógico que todos los ángeles, demonios y hombres que se han unido a Satanás en su rebelión sean juzgados al mismo tiempo, en la misma forma y con el mismo resultado, inmediatamente después de que su líder maligno sea juzgado y arrojado al lago de fuego ( Rev_20:10), a donde ellos también serán arrojados. Véase la nota 17 (2) , párr. 2, de 1 P 1.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
los ángeles que pecaron. Estos son los ángeles caídos, que pecaron gravemente (según una opinión probable) al cohabitar con mujeres, según se describe en Gén 6:1-4. Cp. Jud 1:6. La lógica del argumento es que si Dios así castiga a los ángeles, no dejara impunes a estos falsos maestros. (Otros opinan no puede tratarse en Gén 6:1-22 de espíritus angélicos, exentos de instintos sexuales sino de varones de la rama de Set.)
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
no perdonó… Es decir, si DIOS no perdonó a estos (los ángeles) tampoco perdonará a aquéllos (los falsos profetas y maestros); Tártaro… En la mitología griega este era un lugar a donde iban los dioses y los humanos rebeldes. En el judaísmo equivalía al término Seol. Pedro usa el vocablo, no para aprobar la noción griega, sino para hablar el lenguaje de los lectores familiarizados con el término. LXX lo registra en Job 40:20 y Job 41:24; cadenas… Textus Receptus (TR) registra prisiones → Jud 1:6.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Es decir, si Dios no perdonó a los ángeles que pecaronu8230? tampoco perdonará a lo falsos profetas ni a los falsos maestros.
2.4 TR registra prisiones g Jud 1:6.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
* “Tártaro”. A menudo traducido como “infierno,” pero esta palabra también está asociada a mitologías. Se cree que “Tártaro” se usaba para representar la palabra “Seol” del Antiguo Testamento, o el lugar de los muertos.