Comentario de 2 Reyes 1:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Elías respondió y dijo al jefe de cincuenta: —Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti con tus cincuenta. Entonces descendió fuego del cielo y lo consumió a él con sus cincuenta.

Si yo soy varón de Dios. 2Re 2:23, 2Re 2:24; Núm 16:28-30; 1Re 18:36-38; 1Re 22:28; 2Cr 36:16; Sal 105:15; Mat 21:41; Mat 23:34-37; Hch 5:3-10.

que descienda fuego. O, más bien, como el original literalmente quiere decir, y la LXX traduce, καταβησεται πυρ, el fuego descenderá; Las palabras de Elías son simplemente declarativas, y no imprecatorias. Núm 11:1; Núm 16:35; Job 1:16; Sal 106:18; Luc 9:54; Heb 12:29; Apo 11:5.

consúmate con tus cincuenta. Dan 3:22, Dan 3:25; Dan 6:24; Hch 12:19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

DESCENDIÓ FUEGO DEL CIELO. El rey y sus soldados, en un desafío a Dios y su palabra, procuraron arrestar a Elias. El fuego vino directamente de la mano de Dios (v. 2Re 1:12) como un juicio contra Ocozías, quien tercamente había persistido en oponerse a Dios y al profeta.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Y descendió fuego del cielo. Esta era una demostración de que Elías era un profeta del Señor y que se le debía respetar. Además, fue una indicación de que Elías era como Moisés, que también quedó confirmado como profeta del Señor con fuego proveniente del cielo (Núm 16:35).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Luc 9:54.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— que caiga un rayo del cielo: Cuando los discípulos de Jesús pretendan repetir la súplica fulminante de Elías, serán severamente reprendidos por su maestro (ver Luc 9:54-55).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “Hombre de Dios.” Heb.: ’isch ’Elo·hím.

REFERENCIAS CRUZADAS

s 19 Núm 11:1; Núm 16:35; Sal 106:18; Luc 9:54; Jud 1:7

t 20 Pro 13:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

fuego del cielo. Este evento era señal de juicio divino (cp. Gn 19:24; 1 R 18:36– 38; Lc 9:54). Ocozías debería haber recordado que Elías había pedido anteriormente que bajara fuego del cielo (1 R 19:11, 12). En lugar de invocar el nombre de un dios falso que no podía sanar, el rey debió haberse sometido al Dios soberano.

Fuente: La Biblia de las Américas