Comentario de 2 Reyes 17:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero cada pueblo seguía haciendo sus propios dioses y los ponía en los santuarios de los lugares altos que habían hecho los de Samaria. Cada pueblo hizo así en la ciudad donde habitaba.
se hizo sus dioses. Sal 115:4-8; Sal 135:15-18; Isa 44:9-20; Jer 10:3-5; Ose 8:5, Ose 8:6; Miq 4:5; Rom 1:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Se formula un nuevo cargo en contra de los samaritanos: Ellos no adoran al Señor ni guardan las leyes y ordenanzas dejadas por Dios en el pacto. El autor nos recuerda que todo lo que importa es que el Señor es el redentor de Israel.
PARA VIVIRLO
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El peligro de las reliquias
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Jesús dijo que Dios es Espíritu, y que aquellos que lo amaban debían adorarlo en espíritu y en verdad (Jua 4:24). Esto significa que adoramos y servimos a un Dios, que no ven nuestros ojos; pero en quien confía nuestro corazón. Por lo mismo, Dios es un poco abstracto para algunas personas que, para hacerlo más real y presente, recurren a objetos que han relacionado con Él.
Esta veneración de reliquias es comprensible, aunque peligrosa. Puede tentar fácilmente a las personas a venerar a esos objetos más que Dios. En esencia, las reliquias se transforman en una fuente de idolatría.
Esto sucedió con un número de objetos que adoraban los israelitas, incluida la serpiente de bronce que Moisés hizo durante el viaje del éxodo (2Re 18:4; Núm 21:8, Núm 21:9). Originalmente, la serpiente servía como medio de curación para las personas mordidas por serpientes, ya que les hacía clamar al Señor por ayuda. Pero, después de que el pueblo se estableció en la Tierra Prometida, se volvieron hacía este ídolo y le confirieron a la serpiente de bronce el poder para sanar. Ellos quemaron incienso para ella e, incluso, le dieron un nombre, Nehustán.
De manera similar, los israelitas hicieron un ídolo de las vestiduras ceremoniales, o efod, confeccionadas con el botín que dejó la victoria sobre Madián (Jue 8:25-27). Más tarde, ellos trataron de usar el arca del pacto como amuleto en contra de los filisteos, con resultados desastrosos. Además, en los días de Jeremías, los ciudadanos de Israel se preocupaban más del Templo que de adorar a Dios en el Templo (Jer 7:12-15).
Estos ejemplos dan fe de los peligros que representan el darle mucha importancia a los objetos o lugares relacionados con la obra del Señor. Como seres humanos, vivimos en un mundo natural, pero adoramos a un ser sobrenatural, Dios. Por lo tanto, debemos tratar a los altares y reliquias como medios para llegar a un fin, y no como ese fin en sí.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Aunque se les enseñó la manera apropiada de adorar a Dios, estas personas pusieron a Dios junto a sus otros dioses en un culto sincretista que era una blasfemia para el Dios vivo y verdadero.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
NOTAS
(1) “Su propio dios [o: sus propios dioses].” Heb.: ’elo·háv; gr.: the·óus, pl.; lat.: dé·um.
(2) “Los samaritanos.” Heb.: hasch·Scho·mero·ním; la única vez que aparece en M.
(3) Lit.: “nación, nación”. Heb.: gohy gohy, en sentido distributivo, como en la parte precedente del v.
REFERENCIAS CRUZADAS
c 1040 Sal 96:5; Sal 135:15; Isa 44:9; Jer 10:5; Miq 4:5; Rom 1:23; 1Co 8:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
habitaban… Lit. cada pueblo en sus ciudades que habitaban ellos allí.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., sus
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. cada pueblo en sus ciudades que habitaban ellos allí.