Biblia

Comentario de 2 Reyes 18:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Reyes 18:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Aconteció que en el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá.

Año 726 a.C.

En el tercer año. 2Re 18:9; 2Re 15:30; 2Re 17:1.

Ezequías. 2Re 16:20; 1Cr 3:13; 2Cr 28:27; 2Cr 29:1; Mat 1:9, Mat 1:10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El buen reinado de Ezequías, 2Re 18:1-3.

Destruye la idolatría, y prospera, 2Re 18:4-8.

Los habitantes de Samaria son llevados cautivos por sus pecados, 2Re 18:9-12.

Senaquerib invade Judá, es pacificado por un tributo, 2Re 18:13-16.

La revuelta del Rabsaces, 2Re 18:17-37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El tercer año de Oseas corresponde al 729 a.C. Los 29 años del reinado de Ezequías, por lo tanto, incluyen un período de gobierno en conjunto con su padre Acaz antes de que comenzara a gobernar de manera independiente (715-699 a.C El nombre Ezequías quiere decir: «El Señor se ha fortalecido».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

2. Reyes de Juda
Hasta el Cautiverio de Babilonia (c. 18-25).

Exequias sube al trono (18:1-12).
1 El año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Ajaz, rey de Judá. 2Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Abí, hija de Zacarías. 3Hizo lo que es recto a los ojos de Yahvé, enteramente como lo había hecho David, su padre. 4Hizo desaparecer los altos, rompió los cipos, derribó las “aseras” y destrozó la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque los hijos de Israel hasta entonces habían quemado incienso ante ella, dándole el nombre de Nejustán. 5Puso su confianza en Yahvé, Dios de Israel, y de todos los reyes de Judá que le sucedieron o le precedieron no hubo ninguno semejante a él. 6Se allegó a Yahvé y no se apartó de El, guardó todos los mandamientos que Yahvé había prescrito a Moisés. 7Yahvé fue con Ezequías, que salió bien en todas sus empresas. Se rebeló contra el rey de Asiría y no le estuvo sujeto. 8Batió a los filisteos hasta Gaza y devastó su tierra desde las torres de atalaya hasta las ciudades fuertes. 9El año cuarto del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, Salmanasar, rey de Asiría, subió contra Samaría y la asedió. 10La tomó al cabo de tres años; el año sexto de Ezequías, que era el año noveno de Oseas, rey de Israel, fue tomada Samaría. 11El rey de Asiría llevó cautivo a Israel a Asiría y los estableció en Cala, en Cabor, junto al río Gozan, y en las ciudades de Media, 12 porque no habían escuchado la voz de Yahvé, su Dios, y habían roto su alianza, y no habían obedecido y puesto por obra todo lo que Yahvé había mandado a Moisés, su siervo.

Un hijo de Ajaz, Ezequías (716-687), subió al trono de Judá en los días en que el reino del Norte había dejado de existir (Isa 28:1). Con el advenimiento de Ezequías vuelve Judá a revivir los hermosos tiempos de David. Hizo desaparecer los altos, rompió los cipos, derribó las asheras. Entre los objetos de culto figura el Nehushtan, palabra compuesta de nahas, serpiente, y nehosheth, bronce, o sea, la serpiente de bronce, que, según se decía, era la misma que había Moisés levantado en el desierto como profilaxis contra las mordeduras de las serpientes (Num 21:8-9; ). Su conducta religiosa fue ejemplar a pesar de haber tratado con demasiada suavidad a los enviados de Merodacbaladán (Num 20:17-19). Adoctrinado por los profetas Isaías y Miqueas, comprendió que para salvar a Judá era necesario deshacerse poco a poco de sus compromisos con Asiría, encerrarse en la espiritualidad propia en torno a Yahvé. Entregarse en manos de Asina o de Egipto significaba renunciar a las leyes supremas sobre las que descansaba la monarquía hebraica. La caída del reino del Norte era un aviso serio. Dios estuvo con Ezequías.

Invasión de Senaquerib (Num 18:13-16).
13 El año catorce del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiría, subió contra todas las ciudades fuertes de Judá y se apoderó de ellas. 14 Ezequías, rey de Judá, mandó decir al rey de Asiría, a Laquis: “He pecado; déjame y haré todo lo que me impongas.” El rey de Asiría impuso a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro.15 Ezequías entregó toda la plata que había en la casa de Yahvé y en el tesoro del palacio real. 16 Fue entonces cuando Ezequías destruyó las puertas del templo de Yahvé y los dinteles, que el mismo Ezequías, rey de Judá, había cubierto con láminas de oro, para entregárselas al rey de Asiría.

La presencia de Asur en Samaría inspiraba recelo en Judá. Ezequías, mediante la reforma interna, fue sacudiendo el yugo de la dependencia sin romper directamente con Asiría. En tiempos de Senaquerib (705-681), hijo de Sargón, se produjo un primer choque serio contra Asiría. Merodacbaladán fue arrojado de Babilonia por Sargón el año 709, refugiándose en lugares pantanosos del golfo Pérsico. Muerto el monarca asirio, Merodacbaladán salió de su refugio y posesionóse nuevamente de Babilonia. Pero en esta ocasión buscó el apoyo de otros pueblos, presentándose sus embajadores en Jerusalén (Num 20:12-19). Judá, gracias a los años de paz, era un reino fuerte. De los contactos con Merodacbaladán y de su política antiasiria tuvo noticias Senaquerib, quien, una vez eliminado Merodacbaladán y otros enemigos de oriente, en 701 dirigióse contra los reinos de occidente.
En Palestina, el sentimiento antiasirio habíase manifestado con la rebelión de Acarón contra Padi, que fue entregado a Ezequías. A pesar de los consejos de Isaías (Isa 28:7-22; c.29-31), Ezequías habíase pasado a la causa egipcia. Senaquerib apoderóse de la costa, entrando en lucha con Egipto en un lugar entre Timna y Acarón. Victorioso en el encuentro, dirigió sus tropas contra el reino de Ezequías, apoderándose de cuarenta y seis ciudades y capturando miles de prisioneros. Estando Senaquerib en Laquis, Ezequías le mandó recado pidiéndole perdón y prometiendo pagar un elevado tributo. Este texto bíblico concuerda en lo esencial con el texto de la campaña descrita en el llamado cilindro de Taylor 1.

Sitio de Jerusalén (Isa 18:17-37).
17 El rey de Asiría mandó desde Laquis a Ezequías al copero mayor con un fuerte ejército a Jerusalén. Pusiéronse en marcha, y cuando se acercaron a Jerusalén, hicieron alto en el acueducto del estanque superior, en el camino del campo del Batanero, 18 y preguntaron por el rey. Vino entonces Eliaquín, hijo de Helcías, mayordomo del rey, con Sobna, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, cronista; 19 y el copero mayor les habló, diciendo: “Decid a Ezequías: Así habla el rey grande, el rey de Asiría: ¿Qué confianza es esa que manifiestas? 20 ¿Crees tú que las meras palabras son prudencia y fuerza para la guerra? ¿En quién realmente confías para querer rebelarte contra mí? 21 ¿Confías en Egipto, en esa caña rota que pincha y hiere la mano de quienquiera que en ella se apoya? Así les sucede con el Faraón, rey de Egipto, a cuantos confían en él.22 Y si me decís: Confiamos en Yahvé, nuestro Dios, ¿no ha hecho desaparecer Ezequías sus altos y sus altares, diciendo a Judá y a Jerusalén: Ante este altar de Jerusalén habéis de ofrecer? 23 Haz, pues, un convenio con mi señor el rey de Asiría, y yo te daré dos mil caballos, si estás en condiciones para proveerlos de caballeros. 24 ¿Cómo podrás resistir ni a un solo jefe de los menores entre los siervos de mi señor? ¿Confías en que Egipto te mandará carros y caballeros ? 25 Y, además, ¿ha sido sin la voluntad de Yahvé como he subido yo a este lugar para destruirlo ? Es Yahvé quien me ha dicho: Sube contra esa tierra y destruyela.” 26Eliaquín, hijo de Helcías; Sobna y Joaj dijeron al copero mayor: “Habla a tus siervos en arameo, que lo entendemos; no nos hables en judío delante de todo el pueblo que está en las murallas.” 27Entonces el copero mayor respondió: “¿Acaso es a tu señor y a ti a quienes mi señor me ha mandado decir estas palabras, y no más bien a la gente que hay en la muralla, para comerse sus propios excrementos y beberse su propia orina?” 28Entonces se acercó el copero mayor y gritó en alta voz, en judío: “Escuchad la palabra del rey grande, del rey de Asiría: 29Así habla el rey de Asiría: No os dejéis engañar de Ezequías, que no podrá libraros de mi mano. 30Que no os haga confiar tampoco Ezequías en Yahvé, diciendo: Yahvé nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiría. 31No deis oídos a Ezequías, porque así habla el rey de Asiría: Haced paces conmigo, rendios a mí, y cada uno de vosotros comerá de su viña y de su higuera y beberá el agua de su cisterna, 32 hasta que yo venga y os lleve a otra tierra como la vuestra, a una tierra de trigo y de vino, tierra de pan y de viñas, de olivos, de aceite y de miel, y allí viviréis y no moriréis. No escuchéis a Ezequías; no hace más que engañaros cuando dice: Yahvé nos librará. 33¿Han librado los dioses de los pueblos a su tierra del poder del rey de Asiría? 34¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arfad? ¿Dónde los dioses de Sefarvaím, Ana y Avá? ¿Dónde están los dioses de la tierra de Samaría? ¿Han librado a Samaría de mi poder? 35¿Qué dios de éstos ha librado a su tierra de mi poder, para que pueda Yahvé librar de mi mano a Jerusalén?” 36 El pueblo estuvo callado y no dijo una sola palabra, porque el rey había dado esta orden: “No les respondais.” 37 Eliaquín, hijo de Helcías, mayordomo del palacio; Sobna, secretario, y Joaj, hijo de Asaf, cronista, vinieron a Ezequías, rasgadas las vestiduras, y le refirieron las palabras que el copero mayor había dicho.

La campaña de Senaquerib contra Palestina y Jerusalén es narrada en estos capítulos (Isa 18:13; Isa 19:37), en 2Cr 32:1-21 y, con sensibles diferencias, en Isaías, v.36-37. Del cerco de Jerusalén, narrado extensamente en nuestro texto, nada se dice en los anales de Senaquerib, contentándose con la indicación de que había encerrado a Ezequías en Jerusalén “como a un pájaro en su jaula.” No dice el cilindro que Senaquerib se apoderara de la ciudad 2.
De todo el relato bíblico (2Cr 18:17; 2Cr 19:37) nada aparece en los documentos cuneiformes. ¿Corresponde a la misma campaña de que se habló en 18:13-16, acaecida en 701, o a otra posterior? Divídense los autores 3.
Dice el texto bíblico que Senaquerib residía en Laquis, población que no se cita en el cilindro de Taylor. Sin embargo, en unos bajorrelieves conservados en el Museo Británico se representa el cerco y conquista de Laquis por parte de Senaquerib con una inscripción en la que se dice que el monarca “rey del mundo, rey de Asiría, se sienta sobre su trono, mientras el botín de Laquis (Laki su) pasaba ante él” (Pritchard, 288). Al oír Ezequías que el rey asirio sitiaba aquella ciudad, apresuróse a fortificar Jerusalén (2Cr 32:1-8), en tanto que enviaba a Senaquerib una embajada en que se reconocía su siervo y vasallo. A la embajada de Ezequías contesta Senaquerib enviando a la capital de Judá tres personajes escoltados por un piquete de soldados. Uno es llamado el tartanu, o sea, el general jefe del ejército; el segundo enviado era el rabsharis, el jefe de los eunucos, y el tercero el rabshaque, el copero real. En Isa 20:1 es llamado tartanu “el segundo después del rey,” o sea, el generalísimo del ejército; del gran copero hablan Isa 36:2 y Eci 48:20. De los tres altos funcionarios enviados, únicamente habla el copero real.
Al llegar a Jerusalén hicieron alto en el acueducto del estanque superior, en el camino del campo del Batanero. Quedaron fuera de la ciudad, que se encontraba sitiada o amenazada por inminente cerco por parte de Senaquerib. El copero llevó la voz cantante en un discurso insolente, durante el cual nunca llama rey a Ezequías. Habla en nombre del gran rey, sharru rabu, de Asiría. Egipto era la panacea de todos los coligados contra Asiría; Isaías (c.30-31) anatemiza a los partidarios de la alianza con Egipto. La reforma religiosa referente a la unidad de santuario (Deu 12:11-14) llevada a cabo por Ezequías (v.4) es interpretada por los asirios en el sentido peyorativo de haber querido limitar el poder de Yahvé a la capital, substrayéndole las ciudades de provincia. Eliaquín rogó al copero que hablara en arameo, lengua que los jefes entendían. El arameo, que más tarde se impondrá en casi todo el Próximo Oriente como lengua hablada, era solamente conocida por los intelectuales; el pueblo hablaba el hebreo. Los asirios se servían del acádico, pero conocían el arameo4. A grandes voces, el mensajero de Senaquerib habló al pueblo en hebreo (Neh 13:24), invitándole a rebelarse contra su rey, haciéndoles ver que nadie les puede librar de manos de los asirios. Al terminar el copero su discurso, esperó la reacción del pueblo, que, conforme a la consigna que se le dio, guardó silencio absoluto. Los oficiales fueron a informar al rey.

Fuente: Biblia Comentada

2Re 25:21 Con la caída de Samaria, el reino del norte de Israel llegó a su fin (2Re 17:5-6; 2Re 18:9-12). Esta última sección principal de los libros de Reyes refiere los acontecimientos en el superviviente reino del sur, Judá, desde 722 a.C. hasta su cautividad y destrucción en 586 a.C. Estos capítulos están dominados por el relato de dos buenos reyes, Ezequías (2Re 18:12Re 20:21) y Josías (2Re 22:12Re 23:30). Sin embargo, las reformas de estos dos piadosos reyes no pudieron contrarrestar los efectos de los dos peores reyes de Judá, Acaz (2Re 16:1-20) y Manasés (2Re 21:1-18). El resultado de la apostasía de Judá fue la deportación, como lo había sido para Israel (2Re 23:312Re 25:21). Los libros de Reyes comienzan con la edificación del templo (1Re 5:1-18; 1Re 6:1-38) y acaban con su destrucción (2Re 25:8-9; 2Re 25:13-17), y dan la crónica del triste declive desde el establecimiento del culto verdadero hasta la destrucción debida a la apostasía.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

el tercer año. Ca. 729 a.C. Oseas comenzó a reinar en 732 a.C. (vea las notas sobre 2Re 15:27; 2Re 17:1). Ezequías fue corregente con Acaz hasta 715 a.C. (vea la nota sobre 2Re 16:2). Vea las notas sobre 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33. Con este versículo, el escritor se vuelve de su digresión recapitulando las causas de la cautividad y reanuda el registro histórico de los reyes del reino del sur, Judá.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Introducción. El capítulo anterior da una nota amenazadora para Judá, porque llevaba fuertes implicaciones de que sufriría la misma suerte que Israel. Aquí, sin embargo, la posibilidad de un desastre parece retroceder. Ezequías cambió totalmente la política de su padre y condujo a Judá fuera de la senda de la idolatría. No sólo destruyó la parafernalia que tentaba al pueblo a venerar a dioses extranjeros sino que hasta tuvo que deshacerse de la serpiente de bronce que Moisés mandó hacer en el desierto (Núm. 21:8, 9) porque también la veneraban (4). El peligro es fácil de entender en vista de descubrimientos arqueológicos que han demostrado que las serpientes eran símbolos importantes en el culto cananeo de la fertilidad.

El rey Asa fue el último rey del que se dijo lo que ahora se dice de Ezequías: que hizo lo recto ante los ojos de Jehovah conforme a todas las cosas que había hecho su padre David (3; ver 1 Rey. 15:11). Lo que es más, Ezequías es el primer rey que se animó a quitar los lugares altos (4). Verdaderamente, se le alaba por su esperanza y fidelidad inquebrantables (5, 6). Veremos, sin embargo, que esta evaluación tan amable será modificada un poco en el cap. 20.

En el resumen del reinado de Ezequías lo que recibe la atención especial es su rebelión contra Asiria (7). La mayor parte de los tres capítulos dedicados a su reinado se ocupan en describir las consecuencias de esta rebelión (18:13-19:37). Su campaña contra los filisteos (8) se debe ver como otro aspecto de su posición antiasiria. Gaza había sido conquistada por Sargón II, y la campaña de Ezequías que abarcó hasta Gaza y sus territorios debe haber tenido por objetivo el debilitar el control de Asiria en esa área. Si ese fue el caso, probablemente se llevó a cabo poco después de la muerte de Sargón en 705 a. de J.C. y antes de que su sucesor, Senaquerib, hubiera establecido su firme control sobre todo el imperio.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

18.4 La serpiente de bronce se había hecho para curar a los israelitas de la mordida de serpientes venenosas (Número 21.4-9). Demostraba la presencia y el poder de Dios y era un recordatorio para el pueblo de su misericordia y su perdón. Pero se había convertido en un objeto de adoración en lugar de un recordatorio de a quién tenían que adorar, así que Ezequías se vio forzado a destruirla. Debemos tener cuidado de que las cosas que usamos para ayudarnos a adorar a Dios no se vuelvan objetos de adoración por sí mismos. La mayoría de los objetos no son creados para ser ídolos, se vuelven ídolos por la forma en la que la gente los usa.18.5 «Ni después ni antes hubo otro como él entre todos los reyes de Judá». En un dramático contraste con su padre Acaz, Ezequías siguió a Dios más de cerca y con mayor sinceridad que cualquier otro rey de Judá o Israel. Esta frase se refiere a los reyes que sucedieron después de la división del reino y por lo tanto no incluye a David, considerado como el rey más devoto a Dios.18.7 La nación de Judá fue oprimida por dos potencias mundiales, Egipto y Asiria. Ambas naciones querían controlar a Judá y a Israel porque estaban localizadas en el cruce de caminos vitales para todo el comercio del antiguo Cercano Oriente. La nación que controlara a Judá tendría ventajas económicas y militares sobre sus rivales. Cuando Ezequías llegó a ser rey, Asiria controlaba a Judá. Al actuar con gran valor, Ezequías se rebeló en contra del poderoso imperio al que su padre se había sometido. Puso su fe en la fuerza de Dios y no en la suya propia, y obedeció los mandamientos de Dios a pesar de los obstáculos y peligros que, desde un punto de vista puramente humano, parecían insuperables. EZEQUIASEl pasado es una parte importante de las acciones de hoy y de los planes del mañana.El pueblo y los reyes de Judá tuvieron un pasado rico, lleno de los hechos, la direccióny los mandamientos de Dios. Pero con el paso de cada generación, también tuvieron una creciente lista de tragedias que ocurrieron cuando el pueblo se olvidó que su Dios, quelos había protegido en el pasado, también se preocuparía por ellos en el presente y enel futuro, y demandó su obediencia continua. Ezequías fue uno de los pocos reyes deJudá que estuvo siempre consciente de los hechos de Dios en el pasado y de su interésen los de cada día. La Biblia lo describe como un rey que tuvo una relación íntima conDios.Como reformador, Ezequías estaba más preocupado con la obediencia del presente. Judá estaba lleno de recordatorios visuales de su falta de confianza en Dios, y Ezequías valientemente limpió la casa. Fueron destruidos altares, ídolos y templos paganos. Incluso no se salvó ni la serpiente que Moisés había hecho en el desierto porque había dejado de señararle al pueblo hacia Dios y también había llegado a ser un ídolo. El templo de Jerusalén, cuyas puertas habían sido clausuradas por el propio padre de Ezequías, fueron limpiadas y reabiertas. Fue reinstituida la Pascua como fiesta nacional, y hubo un avivamiento en Judá.A pesar de que tenía una inclinación natural para responder a los problemas presentes, la vida de Ezequías nos muestra muy poca evidencia de una preocupación acerca del futuro. Tomó muy pocas medidas para preservar los efectos de sus reformas arrolladoras. Sus esfuerzos exitosos lo hicieron soberbio. Al demostrarles su riqueza a la delegación babilonia (un acto poco sabio de su parte) hizo que Judá fuera incluida en la lista que los babilonios tenían de «naciones por conquistar». Cuando Isaías informó a Ezequías de lo tonto que había sido, la respuesta del rey mostró su falta de visión: estaba agradecido de que cualquier mala consecuencia sería pospuesta hasta después de su muerte. Las vidas de los tres reyes que lo sucedieron -Manasés, Amón y Josías- se vieron profundamente afectadas, tanto por los logros como por las debilidades de Ezequías.El pasado afecta sus decisiones y sus acciones de hoy, y estas, a su vez, afectan el futuro. Hay lecciones que aprender y errores que debemos evitar repetir. Recuerde que parte del éxito de su pasado será medido por lo que haga con él ahora y lo bien que lo utilice para prepararse para el futuro.Puntos fuertes y logros :– Rey de Judá que llevó a cabo reformas civiles y religiosas– Tuvo una relación personal y creciente con Dios– Desarrolló una poderosa vida de oración– Resaltado como patrocinador de varios capítulos del libro de Proverbios (véasePro 25:1)Debilidades y errores :– Mostró poco interés y sabiduría al planear para el futuro, y proteger la herencia espiritual– Fue imprudente al mostrar toda su riqueza a los mensajeros de BabiloniaLecciones de su vida :– Las reformas arrolladoras tienen muy corta vida cuando se toman muy pocas medidas para preservarlas para el futuro– La obediencia a Dios del pasado no evita la posibilidad de la desobediencia presente– Una completa obediencia a Dios rinde resultados sorprendentesDatos generales :– Dónde: Jerusalén– Ocupación: Decimotercer rey de Judá (reino del sur)– Familiares: Padre: Acaz. Madre: Abi. Hijo: Manasés– Contemporáneos: Isaías, Oseas, Miqueas, SenaqueribVersículos clave :»En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de El, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés» (2Ki 18:5-6).La historia de Ezequías se relata en 2 Reyes 16.20-20.21; 2 Crónicas 28.27-32.33; Isaías 36.1-39.8. Además se le menciona en Pro 25:1; Isa 1:1; Jer 15:4; Jer 26:18-19; Hos 1:1; Mic 1:1. 18.9-12 Estos versículos se remontan a los días muy cercanos a la destrucción de Israel. Ezequías reinó con su padre Acaz durante catorce años (729-715 a.C.), él solo durante dieciocho años (715-697 a.C.) y con su hijo Manasés durante once años (697-686 a.C), un total de cuarenta y tres años. Los veinte nueve años registrados en 18.2 indican sólo aquellos años en los que Ezequías tuvo el control completo del reino. Mientras Ezequías estaba en el trono, la parte norte de la nación de Israel fue destruida (722 a.C.). El conocer el destino de Israel probablemente hizo que Ezequías reformara su propia nación. (Para mayor información acerca de Ezequías, véanse 2 Crónicas 29-32 e Isaías 36-39).18.13 Este suceso ocurrió en 701 a.C., cuatro años después de que Senaquerib había llegado a ser rey de Asiria. Senaquerib era el hijo de Sargón II, el rey que había deportado en cautiverio al pueblo de Israel (véase la nota a 17.3). Para evitar que Asiria atacara, el reino del sur pagó tributo anualmente. Pero cuando Senaquerib fue rey, Ezequías dejó de pagar este dinero, esperando que Asiria lo ignorara. Cuando Senaquerib y su ejército tomó represalias, Ezequías se dio cuenta de su error y pagó el dinero del tributo (18.14), pero Senaquerib lo atacó de todas formas (18.19ss). A pesar de ello, no tenía tanta hambre de guerra como los anteriores reyes de Asiria, prefiriendo emplear mucho de su tiempo en la edificación y embellecimiento de su ciudad capital, Nínive. Con menos invasiones frecuentes, Ezequías pudo instituir muchas de sus reformas y fortalecer a la nación.18.17 El enviar al comandante supremo (Tartar), al oficial en jefe (Rabsaris) y al comandante de batalla (Rabsaces) era como enviar al vicepresidente, al secretario de estado y al general del ejército para hablar al enemigo previo a la batalla. Todos estos hombres fueron enviados en un esfuerzo de impresionar y desalentar a los israelitas.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1073 2Re 15:30; 2Re 17:1

b 1074 1Cr 3:13; 2Cr 28:27; Mat 1:9

c 1075 2Re 16:2; 2Re 16:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el año tercero. Esto es, el año 715 a.C.

Fuente: La Biblia de las Américas

Ezequías, uno de los mejores reyes de Judá, condujo una política en contra de Asiría que provocó una campaña contra Judá por Senaquerib cuyo primer resultado fue que Ezequías tuvo que pagar tributo y el segundo fue la derrota milagrosa del ejército de Asiría (caps. 2Re 18:1-37; 2Re 19:1-37; 2Re 20:1-21; 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[.] Empieza la última parte de los libros de los Reyes la historia del único reino de Judá. La caída de Samaria y la desaparición del reino del norte alientan una renovación religiosa en el del sur. Ezequías hizo lo recto a los ojos de Yavé (3). Es el momento en que el profeta Isaías está presente junto al rey Ezequías (716-687 antes de Cristo). Este fue uno de los reyes reformadores. Suprimió los santuarios de las lomas (4). Aquí notamos el esfuerzo de los reyes de Judá para que no hubiera otro lugar de culto que el Templo de Jerusalén. Pues en los numerosos santuarios de la provincia, se hacían celebraciones en que, ordinariamente, se mezclaban muchas prácticas paganas. Al destacar el monopolio del Templo de Jerusalén, donde sacerdotes y levitas más instruidos vigilan la pureza de la fe, Ezequías favorece la reforma de la religión. Respecto a la serpiente de bronce que Ezequías destruyó, ver Números 21,3. Es cierto también que numerosos levitas vinieron del norte durante los últimos días de Samaria y se refugiaron en Jerusalén. Varios de ellos habían procurado mantener la fe de Yavé y la unidad religiosa. Llevaban consigo libros sagrados y numerosas tradiciones antiguas sobre Moisés y el pasado de Israel. Este aporte iba a ser de suma importancia, tanto para la redacción de la Biblia como para la reforma de Josías, un siglo más tarde (2 Re 22).

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[5] Desde el cisma de Jeroboam.[32] Si os rendís, sacaréis mejor partido.

Fuente: Notas Torres Amat