Comentario de 2 Reyes 5:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces él descendió y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios. Y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.
entonces descendió. Job 31:13; Pro 9:9; Pro 25:11, Pro 25:12; Eze 47:1-9; Zac 13:1; Zac 14:8.
conforme a. 2Cr 20:20; Jua 2:5; Heb 11:7, Heb 11:8.
su carne. 2Re 5:10; Job 33:25.
y quedó limpio. Luc 4:27; Luc 5:13; Tit 2:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
ARTÍCULO
Cristo en el Antiguo Testamento
El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
Una de las enseñanzas fundamentales del NT es que Jesucristo (el Mesías) es el cumplimiento del AT. El escritor de la Epístola a los Hebreos sugiere que Cristo es el heredero de todo lo que Dios había dicho por medio de los profetas (Heb 1:1-2). Jesús mismo afirmó que El había venido a cumplir la ley y los profetas (Mat 5:17). Después de su gloriosa resurrección, El les demostró a sus seguidores que, según Moisés, los profetas y los salmos (i.e., según las tres divisiones principales del AT hebreo), hacía tiempo que Dios había predicho todo lo que le había sucedido a El (Luc 24:25-27; Luc 24:44-46). Para entender mejor las profecías del AT acerca de Jesucristo, se debe decir algo sobre la tipología.
PRINCIPIOS DE TIPOLOGÍA. Un cuidadoso estudio del AT revela elementos (llamados tipos, del gr. Tupos) que se cumplen en la venida del Mesías (que es el antitipo); en otras palabras, hay una correspondencia entre personas, acontecimientos o cosas en el AT y Jesucristo en el NT. Nótense dos principios fundamentales con respecto a esta norma de profecía y cumplimiento:
(1) Para ver cómo un pasaje del AT señala a Cristo, siempre se debe comenzar por considerar el pasaje como que revela un acontecimiento dentro de la historia de la redención de Dios; es decir, se debe en primer lugar examinar un pasaje del AT como un acontecimiento histórico y luego ver cómo señala hacia la venida de Jesucristo como el Mesías prometido.
(2) Se debe reconocer que el cumplimiento mesiánico de un pasaje del AT está a menudo en un plano espiritual más elevado que el acontecimiento del AT. En realidad, el pueblo del AT que participó en la historia pudieran no haberse dado cuenta de que lo que estaban experimentando era profético del Hijo de Dios que vendría. Por ejemplo, es probable que David no se diera cuenta cuando escribió el Sal 22:1-31 que su sufrimiento era profético del sufrimiento de Cristo en la cruz. Ni los exiliados que lloraban al pasar junto a la tumba de Raquel en Ramá (Jer 31:15) sabían que algún día sus lágrimas se cumplirían en la muerte de todos los niños varones menores de dos años en Belén (Mat 2:18). A menudo se puede ver un pasaje del AT como profético del Señor Jesucristo sólo a la luz de la revelación del NT.
CATEGORÍAS DE TIPOS PROFÉTICOS. Se pueden identificar al menos cuatro clases de ejemplos en los cuales el AT señala y profetiza la venida de Cristo en el NT.
(1) Textos específicos del AT citados en el NT.
Algunos pasajes del AT son obviamente proféticos de Cristo porque se les cita como tales en el NT. Por ejemplo, Mateo cita Isa 7:14 para probar que el AT profetizó el nacimiento virginal de Cristo (Mat 1:23), y Miq 5:2 para probar que Jesús iba a nacer en Belén (Mat 2:6). Marcos les recuerda a sus lectores (Mar 1:2-3) que la venida de Juan el Bautista como el precursor de Cristo fue profetizada por Isaías (Isa 40:3) y Malaquías (Mal 3:1). Zacarías profetizó la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos (Zac 9:9; cf. Mat 21:4; Jua 12:14). La experiencia de David expresada en Sal 22:18 relata con antelación la escena de los soldados delante de la cruz que repartieron la ropa de Jesús (Jua 19:23-24), y se interpreta su declaración en Sal 16:8-11 como una clara predicción de la resurrección de Jesús (Hch 2:25-32; Hch 13:35-37). El escritor de la Epístola a los Hebreos afirma que Melquisedec (cf. Gén 14:18-20; Sal 110:4) es un tipo de Cristo, el sumo sacerdote eterno. Hay muchos otros ejemplos que pudieran citarse.
(2) Alusiones de escritores del NT a pasajes del AT.
Otro ejemplo de cómo puede encontrarse a Cristo en el AT son aquellos pasajes del NT que, sin citar un texto específico, se refieren a personas, acontecimientos o cosas del AT como proféticos de Cristo. Por ejemplo, en el primerísimo texto profetico en la Biblia (Gén 3:15), Dios promete enviar la simiente de la mujer para destruir la simiente de la serpiente. Sin duda Pablo tenía en mente este pasaje cuando dijo que Cristo nació de una mujer para redimir a los que están bajo el poder de la ley (Gál 4:4-5; cf. Rom 16:20), como también lo tenía en mente el apóstol Juan cuando asegura que el Hijo de Dios vino a «deshacer las obras del diablo» (1Jn 3:8). La referencia de Juan el Bautista a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jua 1:29; Jua 1:36) es una mención de Lev 16:1-34 e Isa 53:7, y la referencia de Pablo a Jesús como «nuestra pascua» (1Co 5:7) revela que el sacrificio del cordero pascual profetizaba la muerte de Cristo por los seres humanos (Éxo 12:1-14; Éxo 12:46). Jesús mismo dijo que el que Moisés levantara la serpiente en el desierto (Núm 21:4-9) fue profético de que El sería colgado en una cruz. Y cuando Juan dice que Jesús, la Palabra de Dios, participó en la creación de todas las cosas (Jua 1:1-3), no se puede menos que pensar en Sal 33:6 : «Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos» (cf. Heb 1:3; Heb 1:10-12). Estas son sólo algunas de las muchas alusiones del NT a pasajes del AT con respecto a Cristo.
(3) Personas, acontecimientos o cosas del AT que se relacionan sobre todo con la redención.
El éxodo de Israel de Egipto, que se ve a lo largo del AT como el mayor suceso redentor bajo el antiguo pacto, prefigura a Cristo y la redención que El trae bajo el nuevo pacto. Algunos tipos en el libro de Exodo que prefiguran a Cristo y su redención son Moisés, la pascua, el cruce del Mar Rojo, el maná, el agua de la roca, el tabernáculo y sus utensilios, y el sumo sacerdote.
(4) Modelos en los acontecimientos del AT que prefiguran la manera en que Dios trata con los creyentes en Cristo.
Muchos de los relatos del AT exponen un modelo de las relaciones de Dios con su pueblo que se cumple en Jesucristo. Nótense los siguientes ejemplos:
(a) Abraham tuvo que esperar pacientemente casi veinticinco años para que Dios abriera la matriz de Sara y les diera a Isaac. Nada que él hiciera podía apresurar el nacimiento de aquel hijo de la promesa de Dios. Este modelo se cumple en el NT, cuando Dios envió a su propio Hijo como Salvador del mundo, en el cumplimiento del tiempo (Gál 4:4); sin que pudiera apresurarlo nada que hicieran los seres humanos. La salvación viene sólo por iniciativa de Dios (cf. Jua 3:16), no por el esfuerzo humano,
(b) Antes que los israelitas fueran sacados de Egipto por el poder misericordioso de Dios, ellos tuvieron que clamar con desesperación a su Dios para ser liberados de sus enemigos (Éxo 2:23-24; Éxo 3:7). Esto es profético del plan redentor de Dios para liberar al pecador por medio de Cristo. Antes que se pueda esperar liberación por la gracia de Dios de los pecados y enemigos espirituales, se debe clamar con arrepentimiento delante de Él y pedir su gracia salvadora (cf. Hch 2:37-38; Hch 16:29-33; Hch 17:30-31). Todos los que invocan el nombre del Señor serán salvos,
(c) Cuando Naamán el sirio buscó sanidad del Dios de Israel por su lepra, se le dijo que se lavara siete veces en el río Jordán. Aunque inicialmente eso lo enojó, tuvo que humillarse y sumergirse en las aguas del Jordán a fin de ser sanado (2Re 5:1-14). Este pasaje prefigura a Jesús y el nuevo pacto: en el sentido de que la gracia salvadora de Dios llega más allá de los límites de la nación de Israel (cf. Luc 4:27; Hch 22:21; Rom 15:8-12) y en el sentido de que a fin de recibir salvación, se debe abandonar el orgullo, humillarse delante de Dios (cf. Stg 4:10; 1Pe 5:6) y procurar ser lavado en la sangre de Jesucristo, la provisión de Dios para la purificación (cf. Hch 22:16; 1Co 6:11; Tit 3:5; 1Jn 1:7; 1Jn 1:9; Apo 1:5).
En resumen, el AT es en efecto un libro de relatos de personas piadosas del pasado que sirven de modelos y ejemplos (cf. 1Co 10:1-13; Heb 11:1-40; Stg 5:16-18). Pero es mucho más que eso; es «nuestro ayo, para llevamos a Cristo, a fin de que [seamos] justificados por la fe» (Gál 3:24).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
la carne de un niño. Esta descripción indica que la antigua lepra era una enfermedad de la piel, distinta de la lepra moderna, que es una enfermedad que primordialmente afecta a los nervios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Luc 4:27.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “y empezó a zambullirse (meterse)”. Heb.: wai·yit·ból; gr.: e·ba·ptí·sa·to (de ba·ptí·zo, “bautizar”).
REFERENCIAS CRUZADAS
b 246 2Re 5:10; 2Cr 20:20; 1Pe 5:5
c 247 Job 33:25
d 248 Luc 4:27; Luc 5:13
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
[=] *Lc 4:27