Comentario de 2 Reyes 5:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Guejazi, criado de Eliseo, el hombre de Dios, pensó: “He aquí que mi señor ha eximido a este sirio Naamán y no ha tomado de su mano las cosas que él trajo. ¡Vive Jehovah, que ciertamente correré tras él y conseguiré de él alguna cosa!”
Giezi. 2Re 4:12, 2Re 4:31, 2Re 4:36; Mat 10:4; Jua 6:70; Jua 12:6; Jua 13:2; Hch 8:18, Hch 8:19.
mi señor. Pro 26:16; Luc 16:8; Jua 12:5, Jua 12:6; Hch 5:2.
Víve Jehová. 2Re 6:31; Éxo 20:7; 1Sa 14:39.
y tomaré. Éxo 20:17; Sal 10:3; Jer 22:17; Hab 2:9; Luc 12:15; 1Ti 6:9-11; 2Ti 4:10; Tit 1:7; 1Pe 5:2; 2Pe 2:14, 2Pe 2:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Giezi: la triste historia de la avidez de Giezi sirve como un contraste al principio de conducta de su señor Eliseo (vv. 2Re 5:15, 2Re 5:16).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
TOMARÉ DE ÉL ALGUNA COSA. Giezi, el criado de Eliseo, tenía un corazón codicioso y por lo tanto procuró pervertir el acto clemente de Dios por su amor a la prosperidad material. Sus transgresiones incluyeron el traicionar a Eliseo, el mentirles a Naamán y a Elíseo, y el afrentar el nombre de Dios. De igual manera el NT se refiere a las personas que predican la palabra de Dios por ganancias egoístas (2Co 2:17). Desafortunadamente, hay ministros que procuran enriquecerse y acumulan gran abundancia material mediante la proclamación de la sangre derramada de Cristo, el ofrecimiento de salvación a los perdidos, sanidad a los enfermos o consuelo a los que están afligidos. Están usando la palabra de Dios y convirtiendo en mercancía la misericordia de Dios; ellos convierten las «riquezas de Cristo» (Efe 3:8) en «los tesoros de los egipcios» (Heb 11:26).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
NOTAS
(1) O: “mi señor”. Heb.: ’adho·ní.
REFERENCIAS CRUZADAS
p 261 2Re 4:12; 2Re 8:4
q 262 1Re 17:24; Isa 44:26
r 263 2Re 5:1; Luc 4:27
s 264 2Sa 12:5
t 265 Sal 10:3; Jer 17:9; Luc 12:15; 1Ti 6:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Eliseo… TM añade el varón de Dios. Se sigue LXX → §194.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., de