Biblia

Comentario de 2 Reyes 9:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Reyes 9:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: —Cíñete los lomos, toma este frasco de aceite en tu mano, y vé a Ramot de Galaad.

a uno de los hijos de los profetas. 2Re 4:1; 2Re 6:1-3; 1Re 20:35.

Ciñe tus lomos. 2Re 4:29; 1Re 18:46; Jer 1:17; Luc 12:35-37; 1Pe 1:13.

redoma de aceite. 1Sa 10:1; 1Sa 16:1; 1Re 1:39.

Ramot de Galaad. 2Re 8:28, 2Re 8:29; Deu 4:1, Deu 4:3; 1Re 22:4, 1Re 22:20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Eliseo envía a un joven profeta con instrucciones de ungir a Jehú en Ramot, 2Re 9:1-3.

El profeta habiendo dado su mensaje, huye, 2Re 9:4-10.

Jehú, hecho rey por los soldados, mata a Joram en el campo de Nabot, 2Re 9:11-26.

Ocozías es herido en Gur, y sepultado en Jerusalén, 2Re 9:27-29.

La orgullosa Jezabel es aventada desde una ventana, y comida por los perros, 2Re 9:30-37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La selección de Jehú como el siguiente rey de Israel fue por designación profética; lo que contrasta con 2Re 1:17. El nombre Jehú significa: «Él es Señor». Las instrucciones dadas por Eliseo a uno de sus compañeros fueron marcadas por la discreción y la intriga. La acción del profeta era sediciosa a los ojos del rey.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Un profeta unge a Jehú por rey (9:1-10).
1 Elíseo, profeta, llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: “Cíñete los lomos, toma esta redoma de óleo y vete a Ramot Galaad. 2 Cuando llegues, busca a Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi. Le haces que se levante de entre sus compañeros y le llevas aparte, a una cámara retirada, 3 y, tomando la redoma de óleo, lo derramas sobre su cabeza, diciéndole: “Así habla Yahvé i Yo te unjo por rey de Israel.” Abres luego la puerta y huyes sin detenerte.” 4 El joven servidor del profeta partió para Ramot Galaad; 5 y cuando llegó, estaban los jefes del ejército reunidos, y dijo: “Jefe, tengo que decirte una cosa.” Jehú le preguntó: “¿A quién de nosotros?” El respondió: “A ti, ¡oh jefe!” 6 Levantóse Jehú y entró en casa, y el joven derramó sobre su cabeza la redoma de óleo, diciéndole: “Así habla Yahvé, Dios de Israel: Yo te unjo rey de Israel, del pueblo de Yahvé. 7 Tú herirás a la casa de Ajab, tu señor, y vengarás en Jezabel la sangre de mis siervos, los profetas, y la sangre de todos los siervos de Yahvé. 8 Toda la casa de Ajab perecerá; yo exterminaré a todos cuantos pertenecen a Ajab, al esclavo y al libre de Israel, 9 y haré la casa de Ajab semejante a la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y a la casa de Basa, hijo de Ajiya. 10 Los perros comerán a Jezabel en el campo de Jezrael, y no habrá nadie que le dé sepultura.” Después, el hombre abrió la puerta y huyó.

El encargo hecho a Elías (1Re 19:16) lo cumple por orden de Elíseo uno de los hijos de los profetas. No se sabe el punto de partida, pero el mensajero recibe la orden de ir a Ramot Galaad y ungir por rey de Israel al general Jehú, que, en ausencia del rey, herido en Jezrael, estaba al frente de las tropas. El viaje de ida y vuelta tenía que ser rápido, lo que se indica con la frase “cíñete los lomos” (1Re 4:29) y la advertencia de que, una vez cumplida su misión, huyera sin detenerse (ν 2Cr 8:10).
En Israel reinaba el descontento. En el interior, el excesivo lujo de palacio reclamaba constantemente el aumento de les impuestos. La conducta religiosa de la corte le restaba la simpatía y colaboración de muchos que odiaban la importación del culto de Baal de Fenicia (1Re 19:18). A Elíseo poca simpatía le inspiraba Joram (1Re 3:13) En el exterior había perdido el rey la guerra con los moabitas (1Re 3:27); habíase indispuesto con Jazael en unos momentos en que pesaba sobre ambos la amenaza de Asiría. Joram era un rey marioneta, movido por su madre Jezabel.
El profeta llegó a Ramot, llamó aparte a Jehú, a quien ungió por rey, excediéndose acaso el joven profeta en el hablar, al recitar la amenaza que pronunció Elías contra Ajab (1Re 21:21-23). A Jezabel se la hace responsable de la muerte de los profetas de Yahvé (1Re 18:4; 1Re 19:10). Pero es posible que se le atribuyan más cosas de las que dijo. Según el P. De Vaux, el autor del libro añadió los oráculos contra Ajab, Jeroboam (1Re 14:10-11) y Basa (1Re 16:3-4). En el relato primitivo no figuraba nada de esto; el joven profeta, obediente a las disposiciones impartidas por su maestro, ungió a Jehú por rey y marchó sin proferir palabra alguna.

Rebelión de Jehú (1Re 9:11-37).
11 Cuando salió Jehú para reunirse con los servidores de su señor, le dijeron éstos: “¿Va todo bien? ¿Por qué ha venido a ti ese loco?” Jehú respondió: “Sguramente conocéis al hombre y sabéis lo que me ha dicho.” 12 Ellos respondieron: “No es verdad. Explícanos lo que ha dicho.” El entonces dijo: “Esto y esto es lo que ha dicho: Así habla Yahvé: Yo te unjo por rey de Israel.” 13 En seguida tomaron todos sus mantos y los pusieron debajo de él en las gradas, y, haciendo sonar las trompetas, gritaron: “¡Jehú, rey!” 14 Así conspiró Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. Joram defendía con todo Israel a Ramot Galaad contra Jazael, rey de Siria; 15 pero el rey Joram había tenido que volverse para curarse en Jezrael de las heridas que los sirios le habían hecho cuando combatía centra Jazael, rey de Siria. Jehú dijo: “Pues que lo queréis, sea; pero que no salga de la ciudad nadie que pueda llevar la noticia a Jezrael.” 16Jehú subió a su carro y partió para Jezrael, pues Joram estaba allí en cama, y Ocozías, rey de Judá, había bajado a verle. 17 El centinela que estaba en la torre de Jezrael vio venir a la tropa de Jehú y dio la noticia: “Veo venir una tropa.” Joram dijo: “Manda que salga a su encuentro uno de a caballo para saber si es de paz.” 18 Salió el jinete, se presentó a Jehú y preguntó: “Así habla el rey: ¿Es la paz?” Jehú respondió: “¿Qué te importa a ti la paz? Vuélvete detrás de mí.” El centinela dio luego el aviso, diciendo: “El mensajero ha llegado hasta ellos, pero no vuelve.” 19 Entonces se mandó otro a caballo, que, llegado a ellos, preguntó: “Así habla el rey: ¿Hay paz?” Y Jehú respondió: “¿Qué te importa a ti la paz? Vuélvete detrás de mí.” 20 El centinela volvió a decir: “También éste ha llegado a ellos y no vuelve; mas, al parecer, por la marcha, el que viene es Jehú, hijo de Nimsi, porque viene con mucho ímpetu.” 21 Entonces Joram dijo: “Engancha”; y enganchado que fue su carro, salió Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro. Salieron al encuentro de Jehú, a quien hallaron en la heredad de Nabot de Jezrael. 22 En cuanto vio Joram a Jehú le preguntó: “¿Hay paz, Jehú?” Y éste respondió: “¿Qué paz mientras duren las prostituciones de Je-zabel, tu madre, y sus muchas hechicerías?” 23 Entonces Joram, volviendo grupas, huyó y dijo a Ocozías; “¡Traición, Ocozías !” 24 Pero Jehú tendió su arco e hirió a Joram entre las espaldas, saliéndole la flecha por el corazón, y Joram cayó en su carro. 25 Jehú dijo a su oficial Bidcar: “ Tomalo y tírale en el campo de Nabot de Jezrael, pues me acuerdo de que, cuando yo y tú íbamos juntos a caballo detrás de Ajab, su padre, Yahvé pronunció contra él la sentencia, diciendo: 26 Yo he visto ayer la sangre de Nabot y de sus hijos, dice Yahvé, y yo te daré su merecido en esta misma heredad. Tomalo pues, y tírale a ese campo, según la palabra de Yahvé.” 27 Ocozías, rey de Judá, que vio esto, huyó por el camino de Bet Ganim; pero Jehú le persiguió, diciendo: “También a él.” Y le hirieron en el carro en la subida de Gur, cerca de Jibleam; él siguió hasta Megid-do, pero allí murió. 28 Sus servidores le trasladaron en un carro a Jerusalén y le sepultaron en la sepultura de sus padres, en la ciudad de David. 29 Ocozías había comenzado a reinar el año once de Joram, hijo de Ajab. 30 Jehú entró en Jezrael. Sabiéndolo Jezabel, se pintó los ojos, se peinó y se puso a mirar a una ventana. 31 Al pasar Jehú por la puerta, le gritó: “¿Le salió bien la cosa a Zimbri, asesino de su señor?” 32 El alzó el rostro hacia la ventana y preguntó: “¿Quién eres tú para que quieras contender conmigo?” Entonces miraron por la ventana dos o tres eunucos, 33 y él les mandó: “Echadla abajo”; y ellos la echaron, y su sangre salpicó los muros y los caballos; Jehú la pisoteó con sus pies, 34 y después entró, comió, bebió y dijo: “Id a ver a esa maldita y enterradla, que al fin es hija de rey.” 35Fueron para enterrarla; pero no hallaron de ella más que el cráneo, los pies y las palmas de las manos. 36 Volvieron a dar cuenta a Jehú, que dijo: “Es la amenaza que había hecho Yahvé por su siervo Elías tisbita, diciendo: Los perros comerán la carne de Jezabel en el campo de Jezrael, 37y el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre la superficie del campo, en el campo de Jezrael, de modo que nadie podrá decir: Esta es Jezabel.”

El profeta atrajo la atención de la oficialidad tanto por su condición de profeta extático como por su atuendo externo y sus modales rústicos, andar alocado y quizá por la tonsura que llevaba (Jer 29:26; Ose 9:7). Sin embargo, todos demuestran su ansia por conocer el porqué de la llegada de aquel loco. Al enterarse, todos reconocieron a Jehú por rey. Tomaron inmediatamente sus mantos, que extendieron ante Jehú (Mat 21:8). Una vez declarado rey, trató Jehú (841-814) de deshacerse cuanto antes del impopular Joram. Prohibió que nadie se adelantara a anunciarle lo sucedido. Acompañado de un grupo de soldados y de su ayudante Bidcar (v.25), montó en su carro y se dirigió a Jezrael, donde hallábanse los reyes de Israel y de Judá. Desde lejos apercibió su llegada el centinela. A los dos reyes no les pareció de buen augurio la llegada intempestiva del general del ejército, por lo que decidieron enganchar sus carros y salir le al encuentro, alcanzándolo en la heredad de Nabot de Jezrael. Joram creía ver en todo ello un revés militar en Ramot Galaad, no una rebelión. El choque entre los reyes y Jehú fue violento. Sin apearse del carro disparó Jehú una flecha contra Joram, atravesándole el corazón. Su cadáver fue arrojado en el campo de Nabot, la inocente víctima de Ajab (1Re 21:1-29). Ocozías pudo huir por el camino de Bet Hagan, en las cercanías de Engannim, el actual Djenin (Jos 19:21; Jos 21:29), pero le persiguió Jehú, hiriéndole al llegar a la subida de Gur, cerca de Jibleam (Jos 17:11; Jue 1:27), hoy tell Belameh, al mediodía de Djenin, arrastrándose hasta Megiddo (tell él-Musellim), donde murió exangüe. Numerosos príncipes y altos funcionarios de Judá fueron asesinados en Bed Equed, llanura de Beit Qad, cerca de Djenin (Jue 10:12-14). La misma suerte corrió la familia real.
Al entrar Jehú en Jezrael divisó a la impía Jezabel apoyada en el alféizar de una ventana de palacio. Jezabel alude al reinado efímero de Zimbri (siete días), asesino de Ela (1Re 16:15-18). Murió Jezabel en un charco de sangre, pisoteada por los caballos de la comitiva de Jehú. Dice el texto que Jehú “la pisoteó con sus pies.” A su cadáver no se dio sepultura. De ahí las palabras de Jehú de que “el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre el campo de Jezrael.” Según Jeremías (1Re 8:2; 1Re 9:21; 1Re 6:4; 1Re 25:33), el cadáver sin recibir sepultura es como un estercolero esparcido por el campo. Tuvo el rey compasión de la reina y mandó que la enterrasen, porque, al fin, era hija de rey. Al ir a cumplimentar la orden de Jehú, los comisionados no encontraron más que el cráneo, pies y las palmas de las manos, lo que hizo exclamar a Jehú que el oráculo de Elías habíase cumplido en todos sus pormenores: privación de sepultura, devorado su cadáver por los perros, abandonado sobre el campo y tan desfigurado que nadie podrá decir: Esta es Jezabel (1Re 21:23).

Fuente: Biblia Comentada

Jehú es ungido rey de Israel. Ahora que Hazael reinaba en Damasco sólo quedaba por llevarse a cabo una de las instrucciones de Dios a Elías (1 Rey. 19:15, 16). Una vez que eso fue hecho los eventos marcharon rápidamente al cumplimiento de la profecía de Elías acerca de la caída de la dinastía de Omri (1 Rey. 21:20-28).

Por alguna razón Eliseo mismo no ungió a Jehú sino que envió a una persona anónima de la comunidad de los profetas para que lo hiciera. La instrucción en el v. 1 cíñete los lomos significa prepararse para alguna clase de actividad; aquí quiere decir que el profeta debía ponerse ropas adecuadas para la jornada. Jehú no ha sido presentado anteriormente excepto en la instrucción a Elías (1 Rey. 19:16), pero a medida que pasa la historia descubrimos que era el jefe del ejército de Israel, como también lo había sido Omri (1 Rey. 16:16). (No se le debe confundir con el profeta Jehú en 1 Rey. 16:1-7.) El ejército estaba defendiendo Ramot de Galaad, presumiblemente que después de haberla capturado como parte no informada de la campaña en 1 Rey. 22.

Las palabras del profeta (7-10) recuerdan a las de Elías en 1 Rey. 21:21-23, pero añaden la nota de que Dios iba a vengar la sangre de sus siervos (7).

El entusiasmo de las tropas sugiere que la dinastía de Omri había perdido su popularidad. Era el tiempo maduro para un golpe de Estado.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

9.1 Ceñirse los lomos hacía más fácil el correr. JEHUJehú poseía las cualidades básicas para que tuviera gran éxito. Es más, desde la perspectiva humana fue un rey exitoso. Su familia fue la que más gobernó en el reino del norte. Dios se valió de él como instrumento para castigar la malvada dinastía de Acab, y atacó valientemente la adoración a Baal. Se acercó mucho a ser el tipo de rey que Dios quería, pero imprudentemente fue más allá de los mandamientos de Dios y no pudo seguir siendo obediente. Cuando tenía la victoria al alcance de sus manos prefirió resignarse a la mediocridad.Jehú fue un hombre que actuó rápidamente, pero sin tener un propósito supremo. Su reino avanzaba, pero su destino no era claro. Eliminó una forma de idolatría, la adoración a Baal, sólo para continuar con otra: la adoración de los becerros de oro que Jeroboam había instalado. Podría haber hecho grandes cosas para Dios si hubiera permanecido obediente al Unico que lo hizo rey. Aun cuando cumplió con las instrucciones de Dios, Jehú demostró que no estaba completamente consciente de quién lo dirigía.Así como lo hizo con Jehú, Dios da a cada persona la fortaleza y las habilidades que sólo hallarán su máxima utilidad bajo su control. Fuera del control de Dios no alcanzan lo que podrían, y a menudo se convierten en instrumentos del mal. Una forma de asegurarse de que esto no suceda es pidiéndole a Dios estar bajo su control. Su presencia en nuestra vida hará que nuestras fuerzas naturales y habilidades sean utilizadas plenamente y para lo mejor.Puntos fuertes y logros :– Tomó el trono que tenía la familia de Acab y destruyó su malvada influencia– Fundó la dinastía más larga del reino del norte– Fue ungido por Elías y confirmado por Eliseo– Destruyó la adoración a BaalDebilidades y errores :– Tuvo una visión imprudente acerca de la vida que lo hizo temerario y propenso al error– Adoró a los becerros de oro de Jeroboam– Se dedicó a Dios sólo hasta el punto donde servía a sus propios interesesLecciones de su vida :– Un compromiso valiente necesita control porque puede acabar en imprudencia– La obediencia incluye tanto la acción como la direcciónDatos generales :– Dónde: El reino del norte de Israel– Ocupaciones: Comandante del ejército de Joram, rey de Israel– Familiares: Abuelo: Nimsi. Padre: Josafat. Hijo: Joás– Contemporáneos: Elías, Eliseo, Acab, Jezabel, Joram, OcozíasVersículo clave :»Mas Jehú no cuidó de andar en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel» (2Ki 10:31).La historia de Jehú se relata en 1 Reyes 19.16-2Ki 10:36. También se lo menciona en2Ki 15:12; 2Ch 22:7-9 y Hos 1:4-5. 9.3 Elías había profetizado que mucha gente sería asesinada cuando Jehú llegara a ser rey (1Ki 19:16, L). Por lo tanto, Eliseo aconsejó al joven profeta que saliera del área tan pronto como entregara su mensaje, antes de que comenzara la masacre. Las acciones de Jehú parecen terribles al matar a los parientes y amigos de Acab (2Ch 22:8-9), pero el culto, fuera de control, a Baal estaba destruyendo a la nación. Si Israel debía sobrevivir, los seguidores de Baal tenían que ser eliminados. Jehú tomó las medidas necesarias del momento: justicia.9.7 La declaración de Eliseo cumplió la profecía de Elías hecha veinte años antes: toda la familia de Acab sería destruida (1Ki 21:17-24). La muerte de Jezabel, predicha por Elías, está descrita en 9.30-37.9.9 La dinastía de Acab terminaría como la de Jeroboam y Baasa. Ahías había profetizado el fin de la dinastía de Jeroboam (1Ki 14:1-11), y esto se cumplió por medio del rey Baasa (1Ki 15:29). El profeta Jehú-no el rey Jehú-habló luego del fin de la familia de Baasa (1Ki 16:1-7), y esto también se cumplió (1Ki 16:11-12). El fin de la familia de Acab, por lo tanto, era seguro, Elías lo había predicho (1Ki 21:17-24) y Dios lo haría realidad.9.18, 19 Los jinetes encontraron a Jehú y le preguntaron si venía en son de paz. Pero Jehú respondió: «¿Qué tienes tú que ver con la paz?» Esta cualidad, propiamente entendida, viene de Dios. No es genuina a menos que tenga su fundamento en la creencia en Dios y el amor por El. Jehú sabía que los hombres representaban a un rey desobediente y malvado. No busque paz y amistad con aquellos que son enemigos del bien y de la verdad. La paz duradera sólo pueden llegar cuando se conoce al Dios que la otorga.9.26 El rey Joram de Israel fue tan malvado como su padre y madre, Acab y Jezabel. Por lo tanto, su cuerpo fue lanzado al campo que sus padres obtuvieron ilegalmente. La reina Jezabel arregló el asesinato de Nabot, el dueño anterior porque no quiso vender su viña, la que Acab quería como jardín (1Ki 21:1-24). Acab ni siquiera se imaginó que ese campo sería la tumba de su hijo malvado.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) O: “jarrillo”, de cerámica.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 440 2Re 4:1; 2Re 6:1

b 441 1Re 18:46; 2Re 4:29; Luc 12:35

c 442 1Sa 10:1

d 443 2Re 8:28; 2Cr 22:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

los hijos de los profetas. Véase coment. en 1 R 13:11.

Fuente: La Biblia de las Américas

[.] Mientras en Judá siguen reinando los descendientes de David, en Israel se suceden los golpes de estado. Eliseo es el que mandó ungir, o sea, consagrar con aceite a Jehú.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[21] Carro de guerra que usaba.

Fuente: Notas Torres Amat