Comentario de 2 Reyes 9:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. Joram había estado guardando Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael, rey de Siria.
conspiró. 2Re 9:31; 2Re 8:12-15; 2Re 10:9; 2Re 15:30; 1Re 15:27; 1Re 16:7, 1Re 16:9, 1Re 16:16.
guardando a Ramot de Galaad. 2Re 8:28; 1Re 22:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Jehú no perdió tiempo en planear el asesinato del rey. También recuerda lo que ocurrió con Jezabel.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Ver 1Re 22:3.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Las muertes de Joram, Ocozías y Jezabel. Con la información de la presencia de Joram y Ocozías en Jezreel debido a las heridas de Joram (14, 15) retoma el hilo del capítulo anterior (8:28, 29) y la acción se renueva en la parcela de Nabot de Jezreel (21). Después de la secuencia de preguntas repetidas tres veces (que nos recuerda a 2 Rey. 1:9-14), Jehú declara sus motivos (22). Al descubrir las intenciones de Jehú, Joram dio vuelta con su carro (23) de manera muy parecida a como lo hizo Acab cuando fue herido en Ramot de Galaad (1 Rey. 22:34). El autor está recogiendo deliberadamente temas y motivos que han aparecido a través de la historia al acercarse a su clímax.
La manera en que Jehú mata al herido Joram mientras éste huye es despiadada y escandalosa (24), como también lo es su trato del cadáver de Joram (25, 26; ver Deut. 21:22, 23; 2 Sam. 21:10-14). Aunque Jehú cita una profecía anterior para justificar lo que ha hecho, es una profecía de la cual no sabíamos nada y nos deja con la curiosidad de saber si es auténtica o si es la obra conveniente de la imaginación de Jehú.
El profeta no mandó que se matase a Ocozías, rey de Judá (vv. 7-10) aunque Jehú lo hace (27-29). Se presume que Jehú sintió que era justificable porque Ocozías era hijo de Atalía, nieta de Omri (8:26). Los detalles geográficos de estos versículos no están claros, pero es interesante que las fuerzas de Judá (los servidores de Ocozías) estaban apostadas en Meguido, Israel.
Por su parte, Jezabel, consciente de la dirección que estaban tomando los acontecimientos, enfrentó su muerte con un distanciamiento frío y hasta con un poco de humor irónico. Se pintó los ojos y se arregló el cabello, no porque pensaba seducir a Jehú (lo que dice demuestra eso) sino porque “¡deseaba dejar esta vida con mucha elegancia!” (T. R. Hobbs, 2 Kings [Word Books, 1985], p. 109). Sus primeras palabras repiten de nuevo la pregunta que se le hizo a Jehú en los vv. 18, 19 y 22 (lit. “¿Es paz?”), pero esta vez la pregunta fue intencionalmente irónica. Al llamar Zimri a Jehú le estaba haciendo recordar a otro jefe del ejéricto que había matado a su rey, pero siete días más tarde él mismo sufrió una horrible muerte (1 Rey. 16:9-19).
Su muerte fue brutal y horrorosa. La manera deliberada en que los carros de Jehú la atropellaron (33) sobrepasó la profecía de Elías (1 Rey. 21:23), tal como la cita de la profecía que Jehú recordaba (36, 37) sobrepasó a la original en detalle y ferocidad. El hecho que Jehú pudo comer y beber mientras que los perros devoraban el cadáver (34) hace resaltar su crueldad.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Jehoram.” Heb.: Yoh·rám, como en 2Re 8:16.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 467 1Re 19:16
b 468 2Re 9:2
c 469 2Re 10:9
d 470 1Re 22:3; 2Re 8:28
e 471 1Re 19:15; 2Re 8:15; 2Re 10:32
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., él y
Lit., guardando