Ya sabes que se apartaron de mí todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes.
1:15 — «Ya sabes esto». Timoteo ya sabía lo que Pablo está para decirle, probablemente porque residía en Efeso, la ciudad principal de Asia. Véase Introducción, IV. Dado que Timoteo ya sabía esto, el punto de Pablo es que por eso Timoteo no debería seguir el ejemplo de ellos, no debería tener vergüenza del evangelio y de Pablo, prisionero de Cristo (ver. 8), no debería dejar de guardar el depósito (ver. 14), ni debería rehusarse a venir a Pablo ahora que le necesitaba (4:9,21).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Asia. Hch 16:6; Hch 19:10, Hch 19:27, Hch 19:31; Hch 20:16; 1Co 16:19.
me abandonaron, o han vuelto la espalda. 2Ti 4:10, 2Ti 4:16; Flp 2:21.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Esos versículos describen a aquellos que abandonaron a Pablo. Incluso aquí se acuerda de Onesíforo (un nombre que quiere decir «que lleva ayuda»). Este hombre de Éfeso había confortado y refrescado a Pablo como una copa de agua fría. Nosotros también deberíamos ser refrescantes para otros creyentes.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ME ABANDONARON TODOS. Ese es uno de los momentos más tristes en la vida de Pablo. Está preso en Roma sin esperanza de libertad. Sufre persecución por causa del evangelio que amaba y por el cual pronto daría la vida (2Ti 4:6-7). Estaba viendo una deserción tan asombrosa a su evangelio en el este que concluye: «Me abandonaron todos los que están en Asia.»
(1) Con todo, a través de esa terrible prueba Pablo mantiene su fe en Dios. Está seguro de que Cristo guardará el evangelio verdadero y el ministerio que le ha confiado (v. 2Ti 2:12), que siempre habrá personas como Timoteo que lo defenderán y lo proclamarán (v. 2Ti 1:14; 2Ti 2:2), y que en la hora de la muerte el Señor lo llevará a salvo a su reino celestial (2Ti 4:6; 2Ti 4:8; 2Ti 4:18).
(2) En los últimos días habrá muchos fieles que se encontrarán en la misma triste situación que atravesó Pablo. Los que son fieles al evangelio del NT se entristecerán de la misma manera al ver que muchos abandonan la verdadera fe bíblica (Mat 24:10; véase 1Ti 4:1, nota) y que rechazan su ministerio los que quieren estar en armonía con la tendencia de esta época malvada (véase 2Ti 4:3-4, nota). Como Pablo descubrió con dolor, muchos se alejarán de los verdaderos hijos de Dios que se mantengan fieles al evangelio del NT.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Asia. Una provincia romana que es parte de Turquía en la actualidad. No es una referencia a toda la región de Asia Menor. Figelo y Hermógenes. Nada más se conoce acerca de estos dos hombres, quienes al parecer habían sido líderes prometedores, cercanos a Pablo y bien conocidos entre las iglesias de Asia, pero que abandonaron a Pablo bajo la presión de la persecución.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:15 — «Ya sabes esto». Timoteo ya sabía lo que Pablo está para decirle, probablemente porque residía en Efeso, la ciudad principal de Asia. Véase Introducción, IV.
Dado que Timoteo ya sabía esto, el punto de Pablo es que por eso Timoteo no debería seguir el ejemplo de ellos, no debería tener vergüenza del evangelio y de Pablo, prisionero de Cristo (ver. 8), no debería dejar de guardar el depósito (ver. 14), ni debería rehusarse a venir a Pablo ahora que le necesitaba (4:9,21).
–«que me abandonaron todos los que están en Asia». Véase 4:16. Pablo había pasado tres años predicando en Asia y por sus labores muchos conocieron a Cristo (Hch 19:10; Hch 20:17; Hch 20:31). Ahora que los necesita en Roma, muchos hermanos del Asia Menor le abandonan.
Ellos se avergonzaron (ver. 8,12) de Pablo, preso del Señor, y por eso no testificaron a favor de él ante las autoridades romanas, o no le ayudaron ni animaron en el tiempo de su encarcelamiento. Probablemente estuvieron en Roma, pero corrieron gran riesgo de su vida al continuar su asociación abierta con Pablo, ya que él estuvo encarcelado como criminal contra el estado, y por eso le abandonaron. Al hacer esto, abandonaron a la vez a Jesucristo, de quien Pablo era preso (Mat 25:45). Ellos reaccionaron al peligro de la ocasión de manera completamente opuesta a aquélla en que respondió Onesíforo (ver. 16,17). Ignoraban la enseñanza apostólica de que el cristiano es uno llamado a sufrir por Cristo (2Ti 3:12; 1Pe 2:20-21).
Compárese Jua 6:66.
Sobre «abandonar», notamos que el mismo verbo griego se emplea en Tit 1:14 (se apartan, o vuelven la espalda).
–«de los cuales son Figelo y Hermógenes». Estos dos hermanos desertores eran hombres destacados, conocidos por Timoteo. (No se sabe más acerca de ellos). La memoria de ellos tiene su base en un acto vergonzoso de cobardía (ver. 7,8). El ejemplo de estos hombres del Asia Menor es negativo, como el de Onesíforo (ver. 16,17) es positivo. Recuérdese que todo el mundo deja ejemplos en la vida, sean negativos o positivos. De éstos viene la fama (Pro 22:1).
Fuente: Notas Reeves-Partain
MUCHOS INFIELES Y UNO SOLO FIEL
2 Timoteo 1:15-18
Sabes muy bien que en general los que viven en Asia me desertaron, entre ellos Figelo y Hermógenes. Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, que me animó a menudo y no se avergonzó de mi cadena. Todo lo contrario: cuando llegó a Roma me buscó insistentemente hasta encontrarme -¡Que el Señor le conceda misericordia del Señor en aquel día! Y tú sabes mejor que yo los muchos servicios que ha prestado en Éfeso.
Aquí tenemos un pasaje en el que se combinan el dolor y el gozo. A fin de cuentas le sucedió a Pablo lo mismo que le había sucedido a su maestro Jesús. Sus amigos le abandonaron y huyeron. En el Nuevo Testamento Asia no es desde luego el continente de Asia, sino la provincia romana que incluía la parte oeste de Asia Menor. Su capital era la ciudad de Éfeso. Cuando Pablo estaba preso, sus amigos le abandonaron -muy probablemente por temor. Los Romanos nunca le habrían procesado solamente por un delito puramente religioso; los judíos tienen que haberlos persuadido de que era un enredador peligroso que atentaba contra la paz pública. No puede haber duda de que por último Pablo sería juzgado por un delito político. El ser amigos de un hombre así era peligroso; y en su hora de necesidad sus amigos de Asia le abandonaron porque temían por su propia seguridad.
Pero a pesar de que otros le desertaran un hombre se mantuvo fiel hasta el fin; se llamaba Onesíforo, que quiere decir provechoso. P. N. Harrison trazó una descripción vívida de la búsqueda de Pablo por Onesíforo en Roma: «Nos parece captar detalles de un rostro determinado en medio de una multitud a la deriva y seguir con vivo interés a este extranjero de las lejanas costas del Egeo conforme iba recorriendo el laberinto de calles desconocidas, llamando a muchas puertas, siguiendo todas las claves, advertido de los peligros que estaba corriendo pero decidido a no cejar en su busca; hasta que en alguna cárcel oscura le saluda una voz conocida, y descubre a Pablo encadenado a un soldado romano. Una vez encontrado su camino, Onesíforo no se contenta con una sola visita, sino que, fiel a su nombre, se muestra incansable en sus ministraciones. Otros se habían retirado ante la amenaza y la ignominia de aquella cadena; pero este visitante considera el supremo privilegio de vida el compartir con tal criminal el escarnio de la Cruz. Una serie de vueltas y revueltas por el inmenso laberinto (de las calles de Roma) llega a conocerlo tan bien como si se tratara de su propio Éfeso.» No cabe duda de que, cuando Onesíforo buscó a Pablo y fue a verle una y otra vez, estaba llevando su vida en la mano. Era peligroso el seguir preguntando dónde se podía encontrar a un cierto criminal; era peligroso visitarle; y era aún más peligroso el seguir visitándole; pero eso fue lo que hizo Onesíforo.
Una y otra vez la Biblia nos pone cara a cara con una cuestión que es real para cada uno de nosotros. Una y otra vez introduce y aparta de la escena de la historia a una persona con una sola frase. Hermógenes y Figelo -no sabemos absolutamente nada de ellos más que los nombres y el hecho de que fueron traidores a Pablo. Onesíforo -no sabemos nada de él excepto que en su lealtad a Pablo arriesgó -y tal vez perdió- la vida. Hermógenes y Figelo pasaron a la Historia como desertores; Onesíforo pasó a la Historia como el amigo que se mantiene más cerca que un hermano. Si senos hubiera de describir en una sola frase, ¿cuál sería? ¿Sería un veredicto de traidor, o un veredicto de discípulo que fue fiel?
Antes de dejar este pasaje debemos notar que en relación con algo en particular es el centro de la tempestad. Cada uno debe llegar a su propia conclusión, pero hay muchos que presienten que lo que se implica es que Onesíforo ya ha muerto. Es por su familia por los que ora Pablo. Ahora bien, si había muerto, este pasaje nos muestra a Pablo orando por los muertos, porque nos le presenta pidiendo a Dios que Onesíforo encuentre misericordia en el último día.
Las oraciones por los muertos constituyen un problema muy disputado que no pretendemos discutir aquí. Pero una cosa sí podemos decir -entre los judíos las oraciones por los muertos no eran ni mucho menos desconocidas. En los días de las guerras de los Macabeos hubo una batalla entre las tropas de Judas Macabeo y el ejército de Gorgias, gobernador de Idumea, que terminó con la victoria de Judas Macabeo. Después de la batalla los judíos estaban recogiendo los cuerpos de los que habían caído en la batalla. En cada uno de ellos encontraron «cosas consagradas a los ídolos de los hamnitas que les están prohibidas por la ley a los judíos.» Lo que se quiere decir es que los soldados judíos muertos llevaban amuletos paganos que esperaban supersticiosamente que les protegieran la vida. La historia continúa diciendo que todos los que habían muerto llevaban un amuleto y fue por eso por lo que murieron. Al ver esto, Judas y todo el pueblo oraron para que el pecado de estos hombres «fuera reducido totalmente al olvido.» Entonces Judas recogió dinero e hizo una ofrenda por el pecado de aquellos que habían caído, porque creía que, como había una resurrección, no era superfluo «el orar y ofrecer sacrificios por los muertos.» La historia termina con el dicho de Judas Macabeo de que «era una cosa santa y buena el orar por los muertos. Tras lo cual hizo una reconciliación por los muertos para que fueran librados del pecado» (2 Macabeos 12:39-45).
Está claro que Pablo se educó en unas creencias que veían en las oraciones por los muertos no una cosa repulsiva sino una cosa buena. Éste es un tema en el que ha habido una disputa larga y amarga; pero por lo menos una cosa podemos y debemos decir -si amamos a una persona con todo nuestro corazón, y si el recuerdo de esa persona no está nunca ausente de nuestras mentes y memorias, entonces sea lo que sea lo que el intelecto de los teólogos nos diga acerca de ello, el instinto del corazón es recordar a tal persona en oración, esté en éste o en el otro mundo.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— provincia de Asia. Ver nota a Rom 16:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
2Ti 4:16; 2Ti 4:19.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— Figelo… Hermógenes… Onesíforo: Personajes de los que no tenemos ninguna otra referencia en el resto del NT, salvo en 2Ti 4:19 donde se menciona a Onesíforo y su casa.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Pablo y varios asociados
Su dependencia de Timoteo recuerda al Apóstol la experiencia que tuvo con otros, algunos de los cuales no probaron ser tan responsables. Asume que Timoteo está enterado de que se apartaron de él todos los de Asia. Tan masivo abandono debe haber sido traumático para Pablo. La mención especial de Figelo y Hermógenes (v. 15) puede sugerir que eran los cabecillas.
Onesíforo había sido de gran aliento para Pablo. El Apóstol habla de él en tiempo pasado, y no queda claro si estaba cerca de Pablo en aquel momento, ya que la referencia es a la casa de Onesíforo. Pero no es necesario separar a Onesíforo de los de su casa. Pablo menciona varias maneras en las que este hombre lo ayudó, y especialmente menciona que no estaba avergonzado de sus cadenas y que de hecho lo buscó solícitamente en Roma. Pablo pide misericordia para él dos veces (vv. 16 y 18), la segunda en relación con aquel día, lo cual debe referirse al día del juicio de Cristo. En vista de la referencia a la ayuda de Onesíforo en Efeso, parecería que era una ayuda consistente del Apóstol.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) O: “en el”.
REFERENCIAS CRUZADAS
ñ 41 Hch 19:10
o 42 2Ti 4:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Asia. Esta provincia romana estaba en el extremo occidental de lo que es hoy Asia Menor (Turquía moderna).
Fuente: La Biblia de las Américas
15 (1) Esto indica que los creyente de Asia que habían recibido anterior mente el ministerio del apóstol, ahora lo abandonaban. A pesar de tal abandono, el apóstol se fortaleció en 1; gracia que estaba en Cristo, quien e: el mismo y nunca cambia. Sin desanimarse, exhortó a su hijo en la fe; perseverar firmemente en el ministerio en medio del fracaso y de la ruin; de las iglesias.
15 (2) Es decir, la provincia de Asia. La frase todos los que están en Asia hace referencia a la situación general entre los creyentes de Asia y no incluye a todos los creyentes individualmente; Onesíforo, por ejemplo, se menciona como uno de Asia que a menudo confortaba y buscaba a Pablo (vs. 16-18).
15 (3) Estas dos personas deben de haber sido las primeras en abandonar al apóstol por estar encarcelado (cfr. v.8).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
todos los que están en Asia. i.e., todos los que están ahora en Asia y que habían estado anteriormente con Pablo en Roma. Asia era la provincia romana que abarcaba la parte occidental de lo que ahora se llama Asia Menor (Turquía).
Figelo y Hermógenes eran una especial decepción para Pablo y eran bien conocidos de Timoteo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
se alejaron de mí… Es decir, me dieron la espalda.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
I.e., la provincia de Asia
Fuente: La Biblia de las Américas
§ La provincia romana de Asia Menor (En la actualidad es Turquía).