El labrador que trabaja esforzadamente es quien debe recibir primero su parte de los frutos.
2:6 — Hay gran diferencia entre la traducción de Valera, Revisión del año 1960, y la de otras obras, con respecto a este versículo. Todo depende de cómo considerar la palabra griega, protos = primero, si es adverbio (según nuestra versión, que primero debe trabajar), o si es predicado nominal, sustantivo que describe al sujeto (según otras muchas versiones buenas, que el labrador debe ser el primero en participar de los frutos). Las dos maneras de traducir el versículo 6 enseñan la verdad, pero ponen el énfasis en dos cosas distintas. Es cierto que antes de participar de frutos, primero (adverbio) hay que trabajar. También es cierto que el primero (predicado nominal) para participar de los frutos es el labrador.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el labrador. Isa 28:24-26; Mat 9:37, Mat 9:38; Mat 20:1; Mat 21:33-41; Luc 10:2; Jua 4:35-38; 1Co 3:6-9; 1Co 9:7-11.
es menester que trabaje primero. 1Co 9:23; Heb 10:36.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El labrador. El verbo griego se debe traducir «aquel que labra hasta quedar exhausto». Los agricultores de la antigüedad trabajaban muchas horas al día bajo todo tipo de condiciones climáticas, con la esperanza de que su esfuerzo físico sería recompensado con una buena cosecha. Pablo urge a Timoteo a no ser perezoso ni indolente, sino a laborar con intensidad (cp. Col 1:28-29) con la mirada puesta en la cosecha espiritual. Cp. 1Co 3:5-8
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:6 — Hay gran diferencia entre la traducción de Valera, Revisión del año 1960, y la de otras obras, con respecto a este versículo. Todo depende de cómo considerar la palabra griega, protos = primero, si es adverbio (según nuestra versión, que primero debe trabajar), o si es predicado nominal, sustantivo que describe al sujeto (según otras muchas versiones buenas, que el labrador debe ser el primero en participar de los frutos).
Las dos maneras de traducir el versículo 6 enseñan la verdad, pero ponen el énfasis en dos cosas distintas. Es cierto que antes de participar de frutos, primero (adverbio) hay que trabajar. También es cierto que el primero (predicado nominal) para participar de los frutos es el labrador.
Yo favorezco las versiones (como las NVI., H.A., B.A., ASV., P.B., L.A., N.M., B.J., NTP., JTD., 1977, P79., RVA.). Nótese que la Valera, Revisión del año 1977, cambia de la primera manera de traducir el versículo a la segunda (de las dos mencionadas arriba). Estas versiones dadas aquí siguen la traducción interlineal de Lacueva, que dice literalmente, » El que trabaja (con esfuerzo) debe (ser) (el) primero de (en) los frutos participar «.
–«El labrador». La palabra griega es georgos, compuesta de geo = tierra, y ergon = trabajo. De esto, uno que trabaja la tierra. La Ver. NTP. dice, agricultor; la P79. dice, «el que trabaja en el campo». Aparece también en Stg 5:7 (labrador); Jua 15:1 (labrador). En 1Co 3:9 (labranza) aparece el sustantivo, georgion = un campo cultivado, y en Heb 6:7 (labrada) el verbo, georgeo = labrar el campo.
–«para participar de los frutos». Véanse Deu 20:6; Pro 27:18; Stg 1:25 (será bienaventurado en lo que hace).
–«debe trabajar primero». El verbo griego indica trabajar arduamente, o con gran esfuerzo. Aparece en 1Ts 1:3 (trabajo); 5:12 (trabajan).
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El agricultor, que con gran esfuerzo hace su trabajo, debe ser el primero para gozar de la cosecha. Es su derecho. Compárese 1Co 9:7-14 : el que predica el evangelio tiene el derecho de vivir del evangelio.
Entiendo que el punto de énfasis de Pablo a Timoteo en su exhortación, por medio de esta figura, es que hay gran esperanza para el que, como el agricultor, trabaja arduamente en sus labores. Le espera el fruto precioso. Compárese Stg 5:7. Véanse Mar 10:30, «en el siglo venidero la vida eterna»; 1Ti 4:8, «promesa… de la (vida) venidera». La perseverancia en el trabajo duro trae su galardón, como los frutos premian al que trabaja la tierra.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL LABRADOR DE CRISTO
2 Timoteo 2:6-7
El campesino que curra de veras debe ser el primero que reciba su parte de la cosecha. Fíjate en lo que te estoy diciendo, porque el Señor te dará entendimiento en todas estas cosas.
Para ilustrar la vida cristiana Pablo ha usado el ejemplo del soldado y el del atleta, y ahora usa el del campesino. No es el campesino perezoso, sino el que trabaja en serio el que debe ser el primero en recibir su parte de los frutos de la cosecha. ¿Cuáles son, entonces, las cualidades del labrador que Pablo querría ver reflejadas en la vida del cristiano?
(i) A menudo el labrador se tiene que contentar, primero, con trabajar y, luego, con esperar. Más que ningún otro trabajador, tiene que aprender que no hay tal cosa como resultados inmediatos. El cristiano también debe aprender a trabajar y esperar. A menudo tiene que sembrar la buena semilla de la palabra en los corazones y en las mentes de sus oyentes sin ver un resultado inmediato. El maestro tiene muchas veces que enseñar sin ver ninguna diferencia en los que enseña. Un padre o una madre tiene a menudo que tratar de educar y guiar, sin notar ninguna diferencia en su hijo. Es solamente con el paso de los años cuando se ve el resultado; porque sucede a menudo que cuando ese mismo o esa misma joven se ha hecho hombre o mujer, tiene que enfrentarse con alguna tentación imperiosa o con alguna decisión terrible, o con algún esfuerzo insoportable, y entonces le vuelve a la mente la palabra de Dios o algún destello de enseñanza recordada; y la enseñanza, la guía, la disciplina lleva fruto, y aporta honor donde sin ellos habría habido deshonra, salvación donde sin ellos habría habido ruina. El campesino ha aprendido a esperar con paciencia, y eso es lo que tienen que hacer el maestro y el padre cristianos.
(ii) Una cosa especial caracteriza al agricultor -debe estar dispuesto a trabajar a cualquier hora. En el tiempo de la cosecha podemos ver a los campesinos trabajando en sus campos mientras queda algo de luz; no tienen horario. Ni tampoco el cristiano. El problema de mucho cristianismo es que es intermitente. Pero desde la aurora del día hasta su ocaso, el cristiano debe estar siempre atento a la tarea de ser cristiano.
Una cosa aparece en los tres ejemplos. Al soldado le mantiene el pensamiento de la victoria final. Al atleta, la esperanza de la corona. Al labrador, la esperanza de la cosecha. Cada uno de ellos se somete a la disciplina y al esfuerzo por mor de la gloria que será. Así sucede con el cristiano. La lucha cristiana no carece de meta; siempre se dirige a alguna parte. El cristiano puede estar seguro de que después del esfuerzo de la vida cristiana tiene el gozo del Cielo; y cuanto más dura la pelea, más grande el gozo.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Co 9:7; 1Co 9:10; 1Co 9:24.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
k 59 1Co 9:7; 1Co 9:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
6 super (1) Aquí el apóstol compara a Timoteo con un labrador. Un soldado debe ganar la victoria, un atleta debe recibir la corona, y un labrador debe participar de los frutos, del alimento.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
M95 Τὸν κοπιῶντα γεωργόν tal vez signifique un poco más que: el labrador industrioso; pero τὸν γεωργὸν κοπιῶντα hubiera significado: el labrador mientras trabajaba (o trabaja), un sentido que un solo adjetivo no hubiera podido comunicar (comp. hombres que trabajan y hombres en el trabajo).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, la cosecha