Comentario de Amós 5:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Porque yo conozco vuestras muchas rebeliones y vuestros grandes pecados: que hostilizáis al justo, que tomáis soborno y que hacéis perder su causa a los pobres en el tribunal.
Porque yo sé. Deu 31:21; Isa 66:18; Jer 29:23; Heb 4:12, Heb 4:13.
de vuestras muchas rebeliones. 2Re 17:7-17; Isa 47:9.
sé que afligís al justo. Amó 2:6, Amó 2:7, Amó 2:16; Hch 3:13, Hch 3:14; Hch 7:52; Stg 5:4, Stg 5:6.
y recibís cohecho. 1Sa 8:3; Sal 26:9, Sal 26:10; Isa 1:23; Isa 33:15; Miq 3:11; Miq 7:3.
y en los tribunales. Amó 5:10; Deu 16:18; Rut 4:1; Job 29:7-25; Job 31:21; Pro 22:22.
hacéis perder su causa. Amó 2:7; Isa 10:2; Isa 29:21; Lam 3:34; Mal 3:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
muchas rebeliones … pecados: Los líderes de Israel no pecaban en forma accidental o furtiva; ellos pecaban en forma descarada y habitual, como si Dios nunca se hubiera revelado a sí mismo, ni sus exigencias de justicia y misericordia.
EN FOCO
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«Buscad»
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(Heb. darásh) (Amó 5:4; Esd 6:21; Esd 7:10; Sal 119:10; Isa 34:16; Isa 55:6) # en Strong H1875: Este verbo hebreo se puede traducir correctamente como «inquirir», «pedir» y «buscar». El término conlleva la idea de «ir a ver» en el sentido de verificar personalmente algo que se dice, o «buscar» en el sentido de presionar por una respuesta a una pregunta. Amós alienta a su audiencia a buscar la vida en el Dios viviente, no en los ídolos muertos de Bet-el y Gilgal (Amó 5:4). El salmista encontró ayuda en tiempos de problemas al buscar a Jehová (Sal 34:4; Sal 77:2). En varias ocasiones, los israelitas fueron alentados a buscar a Dios preparando sus corazones para Dios a través del arrepentimiento humilde (1Cr 16:11; 2Cr 30:19).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
AFLIGÍS AL JUSTO. De todos los pecados que Amós hizo notar, eran notables los pecados sociales del pueblo; los ricos se aprovechaban de los pobres y los explotaban. Es la voluntad de Dios que los creyentes tengan un amor y una compasión especial por los necesitados (véase el ARTÍCULO EL CUIDADO DE LOS POBRES Y NECESITADOS, P. 1196. [Amó 5:12-14]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
ARTÍCULO
El cuidado de los pobres y necesitados
Amó 5:12-14 Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís.
En este mundo donde hay ricos y pobres, los que tienen posesiones y los desposeídos, con frecuencia los que tienen riquezas materiales se aprovechan de los que tienen poco, a menudo ganando más a costa de los pobres explotados (véanse Sal 10:2; Sal 10:9-10; Isa 3:14-15; Jer 2:34; Amó 2:6-8; Amó 5:12-13; Stg 2:6). La Biblia dice mucho sobre cómo los creyentes deben tratar a los pobres y necesitados.
El INTERÉS DE DIOS POR LOS POBRES Y NECESITADOS. De varias maneras Dios ha revelado su gran interés por los pobres, los necesitados y los oprimidos.
(1) El Señor Dios es el defensor de los pobres y los necesitados. Él se revela como su refugio (Sal 14:6; Isa 25:4), su ayudador (Sal 40:17; Sal 70:5; Isa 41:14), su libertador (1Sa 2:8; Sal 12:5; Sal 34:6; Sal 35:10; Sal 113:7; cf. Luc 1:52-53) y su proveedor (Sal 10:14; Sal 68:10; Sal 132:15).
(2) Cuando Dios les reveló su ley a los israelitas, Él proveyó varias maneras de eliminar la pobreza entre ellos (véase Deu 15:7-11, nota). Él declaró su propósito total para ellos como sigue: «para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión» (Deu 15:4). Por eso Dios prohibió en su ley el cargo de interés sobre préstamos a los pobres (Éxo 22:25; Lev 25:35-36). Si los pobres daban algo como «garantía» por un préstamo (tal como su ropa), la persona que prestaba el dinero tenía que devolver esa garantía antes de la puesta del sol. Si se contrataba a una persona pobre para que trabajara para un hombre rico, debía recibir su pago cada día de modo que pudiera comprar alimento para sí y para su propia familia (Deu 24:14-15). Durante la temporada de cosecha, el grano que cayera debía dejarse para que los pobres pudieran recogerlo para sí (Lev 19:10; Deu 24:19-21); en realidad, se debían dejar sin segar específicamente los rincones de los campos para que los pobres recogieran lo que quedaba (Lev 19:9). Todavía más sorprendente fue la orden de Dios de que cada siete años se cancelaran todas las deudas de los israelitas pobres (Deu 15:1-6); tampoco podía un hombre de fortuna negarse a prestarle algo a un pobre sencillamente porque estaba muy cerca ese séptimo año (Deu 15:7-11). Además de proporcionar el año para la cancelación de deudas, Dios proveyó un año para la devolución de la propiedad —el Año del Jubileo (cada cincuenta años) —, cuando Él ordenó que toda la tierra que había cambiado de manos desde el anterior Año del Jubileo tenía que devolverse a la familia propietaria original (véase Lev 25:8-55). Y lo más importante de todo, la justicia debía ser imparcial; ni los ricos ni los pobres debían recibir favoritismo alguno en los tribunales (Éxo 23:2-3; Éxo 23:6; Deu 1:17; cf. Pro 31:9). De esa manera, Dios procuraba proteger a los pobres para que no fueran explotados por los que tenían recursos materiales y para asegurar justicia para ellos (véase Deu 24:14, nota).
(3) Desafortunadamente, los israelitas no siempre guardaban esas leyes de Dios. En vez de eso, muchos ricos se aprovechaban de los pobres y aumentaban su miseria. Por tales acciones el Señor por medio de los profetas pronunció severas palabras de juicio sobre los israelitas ricos (véanse Isa 1:21-25; Jer 17:11; Amó 4:1-3; Amó 5:11-13; Amó 5:16-17; Miq 2:1-5; Hab 2:6-8; Zac 7:8-14).
LA RESPONSABILIDAD DEL CREYENTE DEL NUEVO TESTAMENTO CON LOS POBRES Y NECESITADOS. En el NT, Dios también instruyó a su pueblo a que manifestara un profundo interés por los pobres y necesitados, sobre todo por los que estaban dentro de la iglesia cristiana.
(1) Gran parte del ministerio de Jesús fue para los pobres y desamparados de la sociedad judía por quienes nadie más parecía interesarse, tales como los quebrantados y oprimidos (cf. Luc 4:18-19; Luc 21:1-4), los samaritanos (Luc 17:11-19; Jua 4:1-42), los leprosos (Mat 8:2-4; Luc 17:11-19), las viudas (Luc 7:11-15; Luc 20:45-47) y otros por el estilo. El tuvo duras palabras de juicio para los que se aferran a las posesiones del mundo y no hacen caso de los pobres (Mar 10:17-25; Luc 6:24-25; Luc 12:16-20; Luc 16:13-15; Luc 16:19-31; véase el ARTÍCULO LAS RIQUEZAS Y LA POBREZA, P. 1428. [Luc 18:24-25]).
(2) Jesús suponía y esperaba que su pueblo diera limosna para los pobres y necesitados (véase Mat 6:1-4). Jesús mismo practicó lo que predicó, teniendo un bolsa de dinero de la que El y sus discípulos daban a los pobres (véanse Jua 12:5-6; Jua 13:29). En más de una ocasión Él les ordenó a los que deseaban ser sus seguidores que cuidaran de los pobres, los ayudaran y les dieran dinero (Mat 19:21; Luc 12:33; Luc 14:12-14; Luc 14:16-24; Luc 18:22). Jesús no consideró opcional tal dadivosidad. En realidad, una de sus normas de juicio para la entrada en su reino eterno es si se ha sido bondadoso con los hermanos que están hambrientos, sedientos y desnudos (Mat 25:31-46).
(3) Asimismo el apóstol Pablo y la iglesia primitiva demostraron profundo interés por los que tenían necesidad. En los primeros tiempos del ministerio de Pablo, él y Bernabé, representando a la iglesia de Antioquía de Siria, llevaron una ofrenda a Jerusalén para los cristianos necesitados de Judea (Hch 11:28-30). Cuando se reunió el concilio en Jerusalén, allí los que dirigían se negaron a declarar que la circuncisión era necesaria para la salvación, pero sí sugirieron que Pablo y sus compañeros se acordaran «de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer» (Gál 2:10). Una de sus metas en su tercer viaje misionero fue recoger dinero para «los pobres que hay entre los santos… en Jerusalén» (Rom 15:26). Él mandó a sus iglesias tanto en Galacia como en Corinto que dieran para esa causa (1Co 16:1-4). Cuando los creyentes de la iglesia de Corinto no dieron como él pensaba que debían dar, les exhortó con muchos detalles a que ayudaran a los pobres y necesitados (2Co 8:1-24; 2Co 9:1-15). Él elogió a las iglesias de Macedonia que ansiosa y voluntariamente le pidieron a Pablo que les permitiera participar en esta colecta (2Co 8:1-4; 2Co 9:2). En cuanto al dar, en la Epístola a los Romanos, Pablo llega a afirmar que uno de los dones que el Espíritu Santo da a los cristianos es la virtud de dar generosamente para las necesidades de la obra o del pueblo de Dios (véase Rom 12:8, nota; cf. 1Ti 6:17-19).
(4) La prioridad de los creyentes en el cuidado de los pobres y necesitados son los hermanos en Cristo. Jesús comparó lo que se les da a otros creyentes con lo que se le da a Él (Mat 25:40; Mat 25:45). La iglesia primitiva estableció una comunidad generosa que compartía sus posesiones para ayudar a satisfacer las necesidades de cada uno (Hch 2:44-45; Hch 4:34-37). Cuando el aumento de la iglesia hizo imposible que los apóstoles cuidaran de los necesitados de una manera justa y equitativa, se escogió a siete hombres llenos del Espíritu Santo para esa tarea (Hch 6:1-6). Pablo expone explícitamente el principio de una comunidad generosa: «Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe» (Gál 6:10). Dios quiere que quienes tienen abundancia compartan con los que tienen necesidades, de modo que no haya carencia ni desigualdades entre el pueblo de Dios (2Co 8:14-15; cf. Efe 4:28; Tit 3:14). En resumen, las Escrituras no dan otra alternativa que ser sensibles con respecto a las necesidades materiales del prójimo, sobre todo de los hermanos en Cristo.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Ver Amó 5:15.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “un rescate”. Heb.: kjó·fer.
REFERENCIAS CRUZADAS
e 171 Deu 31:21; Jer 29:23
f 172 2Re 17:7
g 173 Sal 37:12; Amó 2:6
h 174 1Sa 12:3
i 175 Deu 15:7; Isa 29:21; Eze 22:12; Amó 2:7; Stg 2:6
j 176 Pro 22:22; Isa 10:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
soborno. Aparentemente el propósito del soborno era la de pervertir la justicia.
Fuente: La Biblia de las Américas
atropelláis… Lit. torcéis; en la puerta… Esto es, en el tribunal → Amó 5:10 nota.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., los que oprimen … los que aceptan
Lit., rechazan
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. torcéis.
5.12 Esto es, el tribunal g 5.10 nota.