Comentario de Apocalipsis 7:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios diciendo:

7:11 — Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios —

Los seres celestiales (los ángeles) comprenden bien la magnitud de la obra de redención (Efe 3:10). Los ángeles tuvieron parte en el Gran Plan de Dios para la salvación del hombre (Heb 1:14). Así es que todo ángel del cielo alaba a Dios por lo que ha hecho.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

y todos los ángeles. Apo 4:6; Apo 5:11-13; Apo 19:4-6; Sal 103:20, Sal 103:21; Sal 148:1, Sal 148:2.

y se postraron sobre sus rostros. Apo 11:16.

y adoraron a Dios. Apo 4:10; Apo 15:4; Apo 19:4; Apo 22:9; Sal 45:11; Sal 97:7; Mat 4:10; Jua 5:23; Heb 1:6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La intensa escena de adoración continúa en el salón del trono celestial (caps. Apo 4:1-11; Apo 5:1-14) con el elemento añadido de la acción de gracias (Apo 7:12), aparentemente por la «salvación» de la «gran multitud» (Apo 7:9). La salvación en Cristo es algo por lo que debemos estar eternamente agradecidos.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ancianos. Vea la nota sobre Apo 4:4. cuatro seres vivientes. Vea la nota sobre Apo 4:6.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

7:11 — Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios —
Los seres celestiales (los ángeles) comprenden bien la magnitud de la obra de redención (Efe 3:10). Los ángeles tuvieron parte en el Gran Plan de Dios para la salvación del hombre (Heb 1:14). Así es que todo ángel del cielo alaba a Dios por lo que ha hecho.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA ALABANZA DE LOS ÁNGELES

Apocalipsis 7:11-12

Y todos los ángeles estaban en pie formando un círculo alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y se postraron delante del trono y adoraron a Dios diciendo:
-¡Así sea! La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza corresponden a nuestro Dios por siempre jamás. Amén.

La escena está formada por una serie de grandes círculos concéntricos de habitantes del Cielo. En el círculo exterior están todos los ángeles. Más cerca del trono, los veinticuatro ancianos; aún más cerca, los cuatro seres vivientes, y delante del trono están los mártires vestidos de blanco. Los mártires acaban de entonar su cántico de alabanza a Dios, y los ángeles entran en la alabanza y la hacen suya diciendo: «¡Así sea!» Dicen «Amén» a las alabanzas de los mártires, y luego entonan su propio cántico, en el que todas las palabras están preñadas de sentido.
Adscriben la bendición a Dios; y toda la creación de Dios debe estarle bendiciendo siempre por Su bondad en la creación y en la redención y en la providencia de todo lo que ha creado. Como decía un gran santo: «Tú nos has hecho, y somos Tuyos; Tú nos has redimido, y somos,tuyos por partida doble.»

Adscriben la gloria a Dios. El es el Rey de reyes y el Señor de señores; por tanto, a Él se ha de dar la gloria. Dios es amor; pero ese amor no se debe rebajar a mera sensiblería; no debemos olvidar nunca la majestad de Dios.

Adscriben la sabiduría a Dios. Él es la fuente de toda verdad, el dador de todo conocimiento. Si buscamos la sabiduría, solo la podemos encontrar por dos senderos: buscando con nuestra mente, y esperando en Dios -y cada uno es tan importante como el otro.

Ofrecen la acción de gracias a Dios. Él es el dador de la salvación y el constante proveedor de la gracia; es el Creador del mundo y el constante sustentador de todo lo que hay en él. El clamor del salmista había sido: «¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios!» Sal 103:2 ). Shakespeare decía que es más agudo que los dientes de una víbora el tener un hijo desagradecido. Debemos asegurarnos de no ser nunca culpables del más feo y desgraciado de los vicios, que es la ingratitud.

Adscriben el honor a Dios. Dios debe ser adorado. Puede que a veces Le consideremos como Alguien de Quien nos podemos aprovechar; pero no deberíamos olvidar el deber de la adoración, limitándonos a pedirle cosas; a Dios hemos de rendirnos con todo lo que tenemos y somos.

Adscriben el poder a Dios. Su poder nunca disminuye, y lo maravilloso es que lo usa con amor por los hombres. Dios cumple Su propósito en el tiempo, y al final vendrá Su Reino.

Adscriben la fuerza a Dios. El problema de la vida es encontrar la fuerza para cumplir sus tareas, sus responsabilidades y sus exigencias. El cristiano puede decir: «Seguiré adelante con la fuerza del Señor.»

No hay ejercicio más excelente en la vida devocional que meditar en la alabanza de los ángeles, y hacerla nuestra.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Apo 4:4; Apo 11:16; Apo 19:4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Gr.: pre·sby·té·ron.

REFERENCIAS CRUZADAS

g 374 Mat 25:31; Heb 12:22

h 375 Rev 11:16

i 376 Rev 14:3

j 377 Sal 95:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo