Uno de los ancianos me preguntó diciendo: —Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?
7:13 — Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? — Esta pregunta, hecha por uno que representaba a los redimidos (véase 4:4, comentario), sirve para enfocar la atención en la identidad de la gran multitud.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
uno de los ancianos. Apo 4:4, Apo 4:10; Apo 5:5, Apo 5:11.
vestidos de ropas blancas. Apo 7:9.
de dónde han venido. Gén 16:8; Jue 13:6; Jua 7:28.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
uno de los ancianos (debido a que él es parte de la Iglesia en el cielo, conoce la respuesta; cf. con 1Co 13:12) le preguntó a Juan la identidad de la gran compañía, evidentemente para centrar la atención en su naturaleza esencial.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
vestidos de ropas blancas. Vea la nota sobre Apo 3:4.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
7:13 — Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? —
Esta pregunta, hecha por uno que representaba a los redimidos (véase 4:4, comentario), sirve para enfocar la atención en la identidad de la gran multitud.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LAVADOS DEL PECADO
Apocalipsis 7:13-14
Entonces uno de los ancianos me dijo:
-¿Sabes quiénes son esos que están vestidos de túnicas blancas y de dónde vienen?
-Señor, tú sabrás -le contesté.
-Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas y las han emblanquecido mediante el poder de la sangre del Cordero.
Hay que fijarse en una cosa antes de pasar a tratar de este pasaje en detalle. La antigua versión Reina-Valera generalizaba el sentido al traducir: » Estos son los que han venido de grande tribulación.» A partir de la revisión de 1960 se ha corregido: «los que han salido de la gran tribulación.» El vidente está convencido de que él y su pueblo se encuentran en el tiempo final de la Historia, y que ese tiempo final va a ser más terrible de lo que se pueda imaginar. El mensaje de su visión es que a ese tiempo terrible seguirá la gloria. No es de tribulación en general de lo que está hablando, sino de la tribulación que anunció Jesús cuando dijo: «Porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios hizo, hasta este tiempo, ni la habrá» (Mr 13:19 ; Mt 24:21 ). Ahora leemos este pasaje como si hablara de tribulación en general, y en ese sentido lo encontramos muy precioso; y tenemos razón al entenderlo así, porque las promesas de Dios son para siempre; pero al mismo tiempo debemos recordar que originalmente se refería a las circunstancias inmediatas de las personas a las que estaba escribiendo Juan.
Este pasaje tiene dos figuras que son muy corrientes en la Biblia. Veamos primero estas figuras separadamente, y luego las juntaremos para encontrar el sentido total del pasaje.
La gran multitud de los bienaventurados están vestidos de ropas blancas. La Biblia tiene mucho que decir tanto acerca de la ropa blanca como acerca de la ropa sucia. En el mundo antiguo esta era una metáfora muy natural, porque estaba prohibido acercarse a un dios vestido de ropa que no estuviera limpia. La metáfora aún se intensificaba más por el hecho de que cuando un cristiano era bautizado se le ponían vestiduras blancas nuevas. Estas vestiduras simbolizaban su nueva vida, y el ensuciarlas suponía su fracaso en el cumplimiento de los votos bautismales.
Isaías dice: «Todos nosotros somos como cosa impura, y todas nuestras buenas obras como trapos inmundos» Isa 64:6 ). Zacarías ve al sumo sacerdote Josué cubierto con vestiduras viles, y oye decir a Dios: » Quitadle esas vestiduras viles… Mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala» (Zac 3:1-5 ). Como preparación para recibir los mandamientos de Dios, Moisés mandó al pueblo que se lavara la ropa (Ex 19:10; Ex 19:14 ). El salmista pide a Dios que le lave más y más de su maldad, que le purifique con hisopo, que le lave hasta que quede más blanco que la nieve (Sal 51:1-7 ). El profeta oye la promesa de Dios de que los pecados que sean como la grana quedarán más blancos que la nieve, y los que sean rojos como el carmesí quedarán como la lana blanca (Isa 1:18 ). Pablo recuerda a los suyos de Corinto que ya han sido lavados y santificados (1 Coriñtios 6:11).
Aquí tenemos una figura que aparece en toda la Escritura, la de un hombre que se ha ensuciado la ropa con el pecado y que ha sido limpiado por la gracia de Dios. Es de suma importancia recordar que este amor de Dios no solo perdona al hombre por tener sus vestiduras sucias, sino que también se las limpia.
LA SANGRE DE JESUCRISTO
Apocalipsis 7:13-14 (continuación)
Este pasaje habla de la sangre del Cordero. El Nuevo Testamento tiene mucho que decir acerca de la sangre de Jesucristo. Debemos poner cuidado para darle a esta frase todo su significado. Para nosotros sangre quiere decir muerte, y no cabe duda que la sangre de Jesucristo indica Su muerte. Pero para los judíos la sangre representaba la vida. Por eso los judíos ortodoxos no comían -ni comen- nada que contenga sangre (Ge 9:4 ). La sangre es la vida, y la vida pertenece a Dios; y la sangre se Le ha de sacrificar a Él. La identificación de la sangre con la vida es algo natural. Cuando uno se desangra, pierde la vida. Cuando el Nuevo Testamento habla de la sangre de Jesucristo no quiere decir solo Su muerte, sino
Su vida y muerte. La sangre de Cristo representa todo lo que Cristo hizo por nosotros y quiere decir para nosotros en Su vida y en Su muerte. Con esto en mente veamos lo que el Nuevo Testamento dice acerca de esa sangre.
Es la sangre de Jesucristo lo que nos limpia de todo pecado (1Jn 1:7 ). Es la sangre de Jesucristo lo que hace expiación por nosotros (Rm 3:25 ), y es mediante Su sangre como somos justificados (Rm 5:9 ). Es por Su sangre como tenemos redención (Ef 1:7 ), y somos redimidos con la preciosa sangre de Cristo como de un cordero sin mancha ni contaminación (1Pe 1:19 ). Es mediante Su sangre como obtenemos la paz con Dios (Col 1:20 ). Su sangre purifica nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios viviente (He 9:14 ).
Hay aquí cuatro ideas, y de la primera es de la que se derivan las otras.
(i) La idea principal está basada en el sacrificio. El sacrificio es esencialmente algo designado para restablecer la relación perdida con Dios. Dios da al hombre Su Ley. El hombre quebranta esa Ley. Eso interrumpe la relación con Dios. El sacrificio está diseñado para compensar esa ruptura y restaurar la relación perdida. La gran Obra de Jesucristo en Su vida y en Su muerte es restaurar la relación perdida entre Dios y el hombre.
(ii) Esta Obra de Cristo tiene que ver con el pasado. Obtiene para el hombre el perdón de sus pecados pasados y le libera de la esclavitud al pecado.
(iii) Esta Obra de Cristo tiene que ver con el presente. Le da al hombre aquí y ahora, en este mundo, a pesar del fracaso y del pecado, una relación nueva e íntima con Dios, en la que el miedo desaparece y el amor es el vínculo.
(iv) Esta Obra de Cristo tiene que ver con el futuro. Libera al hombre del poder del mal y le capacita para vivir una vida nueva en el tiempo por venir.
LOS SANTOS QUE HAN LAVADO SUS ROPAS
EN LA SANGRE DEL CORDERO
Apocalipsis 7:13-14 (continuación)
Unamos ahora las dos ideas que hemos estudiado. Los bienaventurados han lavado sus vestiduras y las han dejado blancas en la sangre del Cordero. Tratemos de expresar todo lo sencillamente que podamos lo que esto quiere decir.
Las vestiduras blancas siempre representan dos cosas. Representan la pureza, la vida limpia de la suciedad del pecado pasado, la infección del pecado presente y el ataque del pecado futuro. Y representan la victoria, la vida que ha descubierto el secreto del vivir victorioso. Para decirlo de la manera más sencilla: esto quiere decir que los bienaventurados han encontrado el secreto de la pureza y de la victoria en todo lo que Jesucristo hizo por ellos en Su vida y en Su muerte.
Ahora tratemos de ver el sentido de en la sangre del Cordero. Hay dos posibilidades.
(i) Puede que quiera decir en el poder de la sangre del Cordero o al precio de la sangre del Cordero. Esta sería entonces una manera gráfica de decir que esta pureza y esta victoria se obtuvieron por el poder y al precio de todo lo que Jesucristo hizo por los hombres en Su vida y en Su muerte.
(ii) Pero puede que sea más probable que la imagen se haya de tomar literalmente; y que Juan conciba que los bienaventurados han lavado sus vestiduras en la sangre que fluye de las heridas de Jesucristo. Para nosotros esa es una figura extraña y puede que hasta repulsiva; y es paradójico el pensar que las ropas se puedan dejar blancas lavándolas en sangre escarlata. Pero no les parecería extraño a los del tiempo de Juan; a muchos de ellos les sonaría familiar. La fuerza religiosa mayor de la época era la de las religiones de misterio. Estas eran religiones dramáticas que mediante profundamente conmovedoras ceremonias ofrecían a los hombres un nuevo nacimiento y una promesa de vida eterna. Tal vez la más famosa era el mitraísmo, centrado en el dios Mitra. El mitraísmo tenía devotos en todo el mundo; era la religión favorita en el ejército Romano, y hay reliquias hasta en las Islas Británicas de las capillas de Mitra en las que se reunían los soldados Romanos para celebrar sus cultos. La ceremonia más sagrada del mitraísmo era el taurobolium, el bautismo en sangre de toro. Lo describe el poeta cristiano Prudencio: » Se cavaba una fosa, sobre la que se erigía una plataforma de placas que estaban perforadas con agujeros. Sobre esa plataforma se degollaba el toro del sacrificio. Debajo de la plataforma estaba arrodillado el adorador que iba a iniciarse. La sangre del toro sacrificado caía por los agujeros de las placas sobre el adorador, que exponía su cabeza y toda su ropa para que se saturara con la sangre; y luego se daba la vuelta y exponía el cuello para que la sangre le resbalara sobre los labios, oídos, ojos y nariz; mojaba su lengua con la sangre, y la bebía como una acción sacramental. Salía de la fosa seguro de que era renatus in aeternum, nacido de nuevo para toda la eternidad.»
Esto nos parecerá sin duda macabro y terrible. Justino Mártir decía que el diablo había sugerido estas ceremonias a los paganos para vacunarlos contra la verdad del Evangelio. Pero la verdad gloriosa e inmutable es que mediante la vida y la muerte de Jesucristo se le ofrece al cristiano esa pureza y victoria que no podía lograr por sí mismo, y el nacer de nuevo a la vida eterna.
EL SACRIFICIO DE CRISTO
Y LA APROPIACIÓN HUMANA
Apocalipsis 7:13-14 (conclusión)
Aún nos queda por notar una cosa que es de importancia capital. Se dice de los bienaventurados que «habían lavado sus vestiduras y las habían dejado blancas en la sangre del Cordero.»
Aquí se establece simbólicamente la parte que corresponde a la persona en su propia salvación; los bienaventurados lavaron sus propias vestiduras. Es decir, la obra de la redención humana es de Cristo; pero su efecto no se produce automáticamente, sino que la persona tiene que apropiárselo. Puede que estén a disposición de una persona todos los medios para limpiar sus vestiduras; pero resultarán ineficaces a menos que los use por sí misma.
¿Cómo puede uno beneficiarse del sacrificio de Cristo?
Mediante el arrepentimiento. Debe empezar por sentir dolor por sus pecados y desear que haya un cambio en su vida. Eso lo hace mediante la fe. Debe creer con todo su corazón que Cristo vivió y murió por nosotros y para nuestra salvación, y que Su sacrificio tiene poder para salvar. Eso lo hace usando los medios de gracia. Las Escrituras despertarán su arrepentimiento y su fe, y le caldearán el corazón; la oración le mantendrá cerca de Cristo y estrechará de día en día su íntima relación con Él; los sacramentos serán los canales por los que la gracia renovadora fluirá a él por la fe: Eso lo hace mediante una lealtad y vigilancia diaria y viviendo con Cristo.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
REFERENCIAS CRUZADAS
m 380 Rev 4:4
n 381 Rev 7:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., respondió
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. respondió.