Comentario de Cantares 3:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

De noche, sobre mi cama, buscaba al que ama mi alma. Lo busqué, pero no lo hallé.

Por las noches busqué. Sal 4:4; Sal 6:6; Sal 22:2; Sal 63:6-8; Sal 77:2-4; Isa 26:9.

al que ama mi alma. Cnt 1:7; Cnt 5:8; Jua 21:17; 1Pe 1:8.

lo busqué, y no lo hallé. Cnt 5:6; Job 23:8, Job 23:9; Sal 130:1, Sal 130:2; Isa 55:6; Luc 13:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La esposa, Cnt 3:1-5.

La esposa se goza en su marido, Cnt 3:6-11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

en mi lecho: Este es un sueño que tuvo lugar antes que se casaran. La joven estaba preocupada por las consecuencias de este matrimonio real.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

POR LAS NOCHES… LO BUSQUÉ, Y NO LO HALLÉ. La sulamita pudo haber estado soñando (v. Cnt 3:5) noche tras noche que ella estaba buscando a su amado pero sin encontrarlo.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

En busca del amado (3:1-5).
Esposa. 3 En mi lecho, por la noche, busqué al amado de mi alma, busquéle, y no lo hallé.
2 Me levanté y di vueltas por la ciudad, por las calles y las plazas,
buscando al amado de mi alma. Busquéle y no le hallé.
3 Encontráronme los centinelas que hacen la ronda en la ciudad: ¿Habéis visto al amado de mi alma?
4 En cuanto los había traspasado, hallé al amado de mi alma,
Le así para no soltarlo hasta introducirlo en la casa de mi madre, en la alcoba de la que me engendró. Esposo. 5 Os conjuro, hijas de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos, que no despertéis ni inquietéis a mi amada hasta que a ella le plazca.

La esposa está en su lecho esperando la visita del amado, cuya voz ha oído hace unos momentos; pero, al terminar el amado su cantilena de amor y de primavera, desaparece misteriosamente para sembrar más inquietud y celos en su prometida. La nueva desaparición resulta inexplicable para el corazón amante de ésta, que, después de buscarlo en las inmediaciones de su casa, no lo encuentra. Su amor ciego y obsesionado con la ausencia de su prometido le fuerza a lanzarse alocada a la calle, buscándolo por las plazas a medianoche, justamente a la hora en que los centinelas hacen su ronda en torno a las murallas 3. Sin más preámbulos, y en fuerza de su amor ciego y obsesionante, la futura esposa les pregunta por su amado, lo que choca con todas las costumbres convencionales, y más con las orientales, que defienden el recato de la mujer. Pero el poeta nos ha presentado esta escena para destacar el amor apasionado y ciego de la esposa, la cual no vacila en romper con todos los convencionalismos sociales con tal de dar alcance al que considera como único tesoro de su corazón: ¿Habéis visto al amado de mi alma?
Sin dar detalles, el poeta presenta a la esposa ya en compañía de su esposo. Aquélla le ha vencido y lo ha llevado a la casa materna, donde ella mora, para unirse en la alcoba de la que la engendró. La mutua posesión vuelve a cerrar este segundo poema. En el anterior, la esposa era introducida en la cámara nupcial del esposo. Ahora, en cambio, el esposo es llevado, o mejor, arrastrado, hacia la alcoba de la casa materna de la esposa. El esposo, al tener en sus brazos a la esposa, vuelve a conjurar a las acompañantes de ella – hijas de Jerusalén – para que no interrumpan su éxtasis amoroso. El estribillo es el mismo Deu 2:7 y 8:4.

El cortejo deslumbrante de Salomón (6-11).
Este fragmento parece no pertenecer al texto original del libro, pues no se menciona ni el esposo ni la esposa, y aun la métrica es diferente. Tiene todos los visos de ser una incrustación poética de algún escriba que intentaba incorporar el nombre de Salomón al maravilloso conjunto poético del Cantar de los Cantares.

6 ¿Qué es aquello que sube del desierto corno columna de humo,
como un vapor de mirra e incienso y de todos los perfumes exquisitos?
7 Ved: la litera de Salomón; sesenta valientes le dan escolta de entre los héroes de Israel.
8 Todos esgrimen la espada, todos son diestros para el combate. Todos llevan la espada ceñida,
para hacer frente a los temores nocturnos.
9 Hízose el rey Salomón una cámara de maderas del Líbano.
10 Hizo de plata sus columnas, de oro su baldaquino,
su asiento de púrpura, recamado, (obra) dilecta de las hijas de Jerusalén.
11 Salid, hijas de Sión, a ver al rey Salomón con la diadema de que le coronó su madre el día de sus desposorios,
el día de la alegría de su corazón.

El poeta describe un maravilloso cortejo nupcial que avanza en medio de una columna de humo proveniente de la cremación de los perfumes más exquisitos, justamente de la parte del desierto, para hacer entrada en el palacio real. En el centro va la litera de Salomón, escoltada por sesenta valientes entre lo más selecto de la juventud militar de Israel, con sus espadas desenvainadas para protegerle contra toda incursión nocturna. El cortejo se dirige hacia el palacio de Salomón, en el que el suntuoso rey ha construido una cámara nupcial con las maderas más selectas del Líbano, recubiertas de plata sus columnas, y con el baldaquino deslumbrante de oro sobre un asiento de púrpura, recamado, regalo de bodas de las hijas de Jerusalén, las doncellas que acompañan al cortejo nupcial.
El poeta invita a las doncellas de Sión a contemplar el maravilloso cortejo y a sumarse a las fiestas nupciales de Salomón; es el día en que recibe la diadema de su madre, el reconocimiento cíe su nuevo estado de matrimonio, su independencia del hogar materno, para ser “rey” de hogar más deslumbrante. El poeta juega con las tradiciones del palacio de Salomón para crear esta escena del cortejo nupcial e incorporarlo al conjunto del Cantar de los Cantares. El nombre de Salomón puede ser un puro artificio literario para ponderar la suntuosidad del cortejo fingido4.

1 Los alegoristas ven en estas expresiones una alusión a la estancia de Israel en el desierto, visitada por Yahvé desde las colinas de la tierra prometida. – 2 Los alegoristas ven en las raposas que destrozan las viñas a los pueblos vecinos – amonitas, moabitas, árabes y filisteos – que atacaron constantemente el territorio de Israel, la esposa de Yahvé. Cf. Esd 4:2; Esd 9:3; Is 27.2-4. – 3 Cf. 21:11-12; 62:6. – 4 Los alegoristas ven en esta escena el traslado del arca al templo de Jerusalén.

Fuente: Biblia Comentada

al que ama mi alma. Ella repite esta frase una vez en cada uno de los primeros cuatro versículos, expresando su amor exclusivo por Salomón.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Al aproximarse el tiempo de la boda, las expectativas de la sulamita iban creciendo en intensidad. Es mejor comprender esto como su sueño, en lugar de un recuerdo de algo acontecido.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

En esta primera de las tres principales secciones del Cantar, treinta y dos de treinta y nueve versículos son manifestaciones de la sulamita, con breves interludios de su amado y de las doncellas de Jerusalén. Esta porción representa probablemente los recuerdos de ella de acontecimientos pasados en combinación con los deseos de su corazón de casarse con el rey, al anticipar la llegada de él para llevarla a Jerusalén para la boda en Cnt 3:6 ss.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Cnt 6:5-7; Cnt 7:1-9.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

La búsqueda nocturna

1-3 Esto parece un sueño (¿o una pesadilla?) en vista de la declaración inicial: De noche, sobre mi cama. Es como un sueño medroso. Ella está tan unida a él que no puede soportar el pensar que no esté allí, y ese temor surge en un sueño. Sin embargo, termina bien. Algunos de los santos en tiempos pasados han utilizado bien este pasaje al des cribir lo que ha sido llamado “la noche oscura del alma”, el grito de agonía del corazón de uno que siente que ha perdido la presencia de Dios, y pierde así su sentido de pertenencia y seguridad (ver Sal. 42). Cuatro veces en estos versículos ella describe a su amado como al que ama mi alma. Siente que ha perdido parte de sí misma, y le busca en intensidad de deseo. Ella hace todo lo que puede para hallarle, yendo a cada parte de la ciudad, por las ca lles y por las plazas, preguntando a todo el que encuentra si le han visto. Sólo un amor intenso hace eso, como un padre que ha perdido a un hijito.

4 ¡Oh el gozo de hallar! Tal gozo es expresado en un abrazo que parece durar una eternidad. Es una manera de decir: “Por favor, no me dejes otra vez.” Pero ¿por qué le lleva a la casa de su madre? Porque era su viejo hogar, el lugar de su seguridad, donde su propia madre la había cubierto de amor. Después de la rareza de su deambular nocturno ella necesitaba un lugar que fuera profundamente familiar. Las jóvenes esposas aún van al hogar, a sus madres, de vez en cuando.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

3.1-4 Muchos eruditos están de acuerdo que, en estos versículos, la muchacha recordaba un sueño en el que se preocupó tanto por el paradero de su amado que se levantó en medio de la noche para buscarlo. Cuando usted ama a alguien, hará todo lo posible para garantizar la seguridad de esa persona y para suplir sus necesidades, aun a costa de su comodidad personal. Esto se revela a menudo en pequeñas acciones: subir las escaleras para traer al ser amado un vaso de agua, salir temprano del trabajo para asistir a una función en la que participa su hijo o sacrificar su comodidad personal para atender a las necesidades de un amigo.3.6-5.1 Aquí cambia la escena. Algunos creen que en 3.6-11 se describe el desfile nupcial, en 4.1-5.1 la noche de bodas y en 4.16-5.1 la consumación del matrimonio. Otra explicación posible es que se esté recordando el período del compromiso de Salomón con la doncella. En la sección anterior (2.8-3.5), Salomón y la doncella se enamoran. En esta, Salomón regresa a la doncella en todo su esplendor real (3.6-11), le expresa su gran amor (4.1-5) y luego hace la proposición (4.7-15). La doncella acepta (4.16) y Salomón responde (5.1).3.7, 9 La carroza de Salomón era tal vez una litera cubierta y con cortinas usada para llevar a un solo pasajero sobre los hombros de hombres.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 70 1Sa 18:20; Cnt 1:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

al que ama mi alma. Lo intenso de su deseo es expresado en la cuádruple repetición de esta frase (vers. 1, 2, 3, 4).

Fuente: La Biblia de las Américas

Esta sección relata un sueño que la desposada tuvo justamente antes de la boda. Por temor de perder a su novio, lo busca, lo encuentra y lo lleva a la casa de su madre. Al despertar (v. Cnt 3:5), ella otra vez sugiere paciencia (como en Cnt 2:7, véase nota allí).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[2] Esta ciudad es Jerusalén. Esto indica a las almas deseosas de encontrar a su divino esposo.

Fuente: Notas Torres Amat