Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia.
1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, (¡gozo en el sufrimiento!) y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; — Nadie participa de los sufrimientos de Cristo por los pecados del mundo, pero ineludiblemente los discípulos de Cristo participan de los sufrimientos de Cristo en el sentido de sufrir por su Nombre (por su Causa) (Mat 5:10-12; Hch 14:22; Rom 8:17; 2Ti 2:12; 2Ti 3:12). Pablo quería ser como Cristo. Quería imitarlo en todo (1Co 11:1). El sufrió muchas de las mismas aflicciones que Cristo sufrió, y estaba dispuesto a llenar la medida del sufrimiento que le había sido asignada. «Yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre» (Hch 9:16). «Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (Hch 20:24).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Ahora me gozo. Mat 5:11, Mat 5:12; Hch 5:41; Rom 5:3; 2Co 7:4; Efe 3:1, Efe 3:13; Flp 2:17, Flp 2:18; Stg 1:2.
y cumplo en mi carne. 2Co 1:5-8; 2Co 4:8-12; 2Co 11:23-27; Flp 3:10; 2Ti 1:8; 2Ti 2:9, 2Ti 2:10.
por su cuerpo, que es la iglesia. Col 1:18; Efe 1:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo recibió la administración de Dios (v. Col 1:25) para predicar a este Cristo divino (vv. Col 1:9-18), que reconcilió al mundo (vv. Col 1:19-23). Esto fue en el ministerio de Pablo, pero nosotros, también, somos responsables ante Dios de predicar a Cristo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
En este versículo Pablo no dice que la muerte de Cristo es insuficiente (Col 2:11-15) o que de alguna manera él es corredentor junto con Cristo. Pablo señala que un cristiano debe soportar las aflicciones que Cristo soportaría si aún permaneciera en la tierra (2Co 1:5; 2Co 4:11). Cristo dijo a sus discípulos que si el mundo lo odiaba, también odiaría a sus seguidores (Jua 15:19, Jua 15:20). Pablo cree que él soporta las aflicciones que Dios quiere que soporte. En vez de enfrentar sus dificultades con miedo, ve en sus problemas un momento de regocijo (Rom 8:17; Flp 1:29; 1Ts 1:6; 1Ts 2:2; 1Ts 3:3-5; 2Ti 3:12) porque ellos le otorgaran la recompensa eterna (2Co 4:17).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PADEZCO POR VOSOTROS. Pablo considera que Cristo sufre todavía, no por la redención de los creyentes sino en comunión con su pueblo que lleva el evangelio a los perdidos (cf. Hch 9:4). Pablo se regocija porque se le permite participar en los sufrimientos de Cristo (Flp 3:10; cf. 2Co 1:4-5, notas; 2Co 4:7, nota; 2Co 11:23, nota sobre los sufrimientos de Pablo.)
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
lo que padezco. El encarcelamiento de Pablo en aquel momento (Hch 28:16; Hch 28:30; vea la Introducción a Efesios: Contexto histórico). cumplo … lo que falta. Pablo experimentaba la persecución que iba dirigida a Cristo. A pesar de su muerte en la cruz, los enemigos de Cristo no habían saciado su apetito de hacerle daño, así que encauzaron su odio hacia los que predicaban el evangelio (cp. Jua 15:18; Jua 15:24; Jua 16:1-3). Fue en ese sentido que Pablo cumplió lo que faltaba de las aflicciones de Cristo (vea las notas sobre 2Co 1:5; Gál 6:17). por su cuerpo. La motivación de Pablo para soportar el sufrimiento era beneficiar y edificar la Iglesia de Cristo. Cp. Flp 1:13; Flp 1:29-30; vea las notas sobre 2Co 4:8-15 ; 2Co 6:4-10 ; 2Co 11:23-29 ; 2Co 12:9-10.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, (¡gozo en el sufrimiento!) y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; — Nadie participa de los sufrimientos de Cristo por los pecados del mundo, pero ineludiblemente los discípulos de Cristo participan de los sufrimientos de Cristo en el sentido de sufrir por su Nombre (por su Causa) (Mat 5:10-12; Hch 14:22; Rom 8:17; 2Ti 2:12; 2Ti 3:12). Pablo quería ser como Cristo. Quería imitarlo en todo (1Co 11:1). El sufrió muchas de las mismas aflicciones que Cristo sufrió, y estaba dispuesto a llenar la medida del sufrimiento que le había sido asignada. «Yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre» (Hch 9:16). «Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (Hch 20:24).
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL PRIVILEGIO Y LA TAREA
Colosenses 1:24-29
Ahora me siento feliz de sufrir por vosotros, y en mi carne, por causa de Su Cuerpo, completando lo que falte de las aflicciones de Cristo. Por Su Cuerpo quiero decir la Iglesia, de la que fui hecho siervo de acuerdo con la tarea que Dios me encomendó por amor de vosotros. Esa tarea consiste en dar a conocer la Palabra de Dios en plenitud, el secreto que había permanecido escondido a lo largo de todas las edades y generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a los que están consagrados a Dios; porque Dios quería darles a conocer lo grande que era la .riqueza gloriosa entre los gentiles de este secreto ahora revelado, que es Cristo en vosotros vuestra gloriosa esperanza. Ese es el Cristo que proclamamos, advirtiendo a toda persona y enseñando a toda persona en toda sabiduría, para presentar a toda persona completa en Cristo. Esa es la meta por la que me afano, esforzándome con Su dinámica, que obra poderosamente dentro de mí.
Pablo empieza este pasaje con una idea atrevida. Piensa en los sufrimientos que está soportando como algo que completa los sufrimientos del mismo Jesucristo. Jesús murió para salvar a Su Iglesia; pero la Iglesia tiene que ir edificándose y extendiéndose; ha de mantenerse fuerte y pura e íntegra; por tanto, cualquiera que sirva a la Iglesia ensanchando sus fronteras, estableciendo su fe, guardándola de errores, está haciendo la obra de Cristo. Y si tal servicio implica sufrimiento y sacrificio, esa aflicción está completando y compartiendo los mismos sufrimientos de Cristo. Sufrir en el servicio de Cristo no es un castigo, sino un privilegio, porque es participar de Su obra.
Pablo presenta la esencia rñisma de la tarea que Dios le ha confiado. Esa tarea consiste en hacer llegar a las personas un nuevo descubrimiento, algo que se había mantenido oculto a lo largo de edades y generaciones y que ahora se ha revelado. Esta era que la gloriosa esperanza del Evangelio no era solamente para los judíos, sino para todos los seres humanos en todas partes. La gran contribución de Pablo a la fe cristiana fue llevar a Cristo a los gentiles, destruyendo para siempre la idea de que el amor y la misericordia de Dios eran el monopolio exclusivo de un pueblo o de una raza determinados. Por eso es Pablo nuestro patrón de una manera especial, y recibió el título de Apóstol de los gentiles. Si no hubiera sido por él, el Cristianismo no habría pasado de ser un nuevo tipo de judaísmo en el que nosotros y todos los demás gentiles no habríamos tenido parte.
Así es que Pablo presenta su gran proyecto. Es advertir a toda persona, y enseñar a toda persona, y presentar a toda persona completa en Cristo.
Los judíos no estarían de acuerdo en que a Dios Le importaran todas las personas; se habrían negado a reconocer que Dios era también el Dios de los gentiles. Esto les habría parecido increíble, y hasta blasfemo. Los gnósticos no habrían estado de acuerdo en que se podría advertir y enseñar y presentar a toda persona completa a Dios. Creían que el conocimiento necesario para la Salvación era tan complicado y difícil que sería el monopolio de una reducida aristocracia espiritual. E. F. Goodspeed cita un pasaje de Prefacio a la Moral de Walter Lipman: » Hasta ahora no se ha presentado ningún maestro que se considerara suficientemente sabio para enseñar su sabiduría a toda la humanidad. De hecho, los grandes maestros no han intentado nada tan utópico. Se daban perfecta cuenta de lo difícil que es la sabiduría para la mayoría, y han confesado francamente que la vida perfecta era para unos pocos selectos. Es discutible que la idea misma de enseñar la sabiduría más elevada a todas las personas sea una noción de una era humanitaria y románticamente democrática, y que sea totalmente extraña al pensamiento de todos los grandes maestros.» El caso es que siempre se ha estado de acuerdo tácita o abiertamente en que la sabiduría no es para todo el mundo.
El hecho es que lo único que es para todo el mundo es Cristo. No todos los seres humanos pueden ser pensadores. Hay dones que no se le han concedido a todo el mundo. No todos pueden dominar un arte, ni siquiera un juego. Hay algunos que son daltonianos, para quienes las bellezas de la pintura no quieren decir nada. Otros, que no tienen oído para la música, para los que este arte bien podría no existir. No todo el mundo puede ser escritor, o predicador, o cantante de ópera. No se le conceden a todas las personas los grandes amores. Hay dones que una persona no poseerá jamás; hay privilegios que una persona no disfrutará nunca; hay alturas de logros humanos que muchos no podrán escalar; pero a todas las personas se abren las puertas de la buena noticia del Evangelio, del amor de Dios en Jesucristo y el poder transformador que puede traer la santidad a la vida.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Hch 9:16; 2Co 4:10-12; Efe 3:13; 2Ti 2:10.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
la Mision de Pablo y Su Interes Pastoral
Habiendo mencionado que se considera ministro del evangelio (23), Pablo describe su ministerio (dado por Dios) a los gentiles, que incluye a los colosenses, por medio de diversas figuras (24-29). Aunque Pablo nunca se había encontrado con la mayoría de sus lectores (2:1), él se identifica con ellos por compartir los sufrimientos de Cristo por toda la iglesia (24), y así puede escribirles en la forma que lo hace.
24 Como un apóstol, Pablo se regocija de sus sufrimientos por los colosenses, a favor del cuerpo de Cristo, la iglesia como un todo. Estas tribulaciones son parte de las tribulaciones de Cristo -no su muerte en la cruz relacionada con sufrimientos redentores que ya han sido completados-, es decir, las tribulaciones de su pueblo que él soporta. La expresión tribulaciones de Cristo debe comprenderse contra del trasfondo judío del AT con sus nociones de aflicciones al final de los tiempos. Estas aflicciones eran llamadas “dolores de parto del Mesías”, aquellas penas y ayes que vendrían antes del arribo del rey ungido de Dios, el Mesías. En el NT estos dolores ocurren entre la primera y la segunda venidas de Cristo. El Cristo exaltado está en los cielos, y antes de su regreso él sufre en sus miembros, y no menos en la vida de Pablo mismo (Hech. 9:4). Estas tribulaciones han sido limitadas por Dios, y la cuota estará completa cuando llegue el fin. Todos los cristianos toman parte de estos sufrimientos; es a través de ellos que entramos al rei no de Dios (Hech. 14:22; 1 Tes. 3:3, 7). El sufrir con Cristo es esencial si hemos de ser glorificados con él (Rom. 8:17). A través de los sufrimientos infligidos a su propia carne, Pablo contribuye a la suma total, hasta completar lo que falta. Cuanto más sufra él, menos tendrán que sufrir los colosenses.
25-27 El ministerio de Pablo es una comisión (oficio) dada por Dios según su plan evangélico. El es un mayordomo (1 Cor. 4:1) al que le ha sido confiada esta misión (1 Cor. 9:17). No le es posible renunciar a esta responsabilidad, sino que debe cumplirla obedientemente. Como un administrador de los misterios de Dios espera ser hallado digno de confianza (1 Cor. 4:2). Su tarea especial era que la palabra de Dios fuera conocida. La expresión para dar pleno cumplimiento sugiere “llevarlo a su completamiento” en la predicación de Pablo, particularmente la dirigida a los gentiles, lo cual contribuía al cumplimiento último de los propósitos salvíficos de Dios revelados en su Palabra (ver Isa. 55:11). El mensaje mismo no era otro que un misterio de Dios, su “secreto revelado”, antes escondido, pero que ahora a la luz de su decisiva acción en Cristo, ha sido revelado (Rom. 16:25; Ef. 3:3). Las riquezas de la gloria indica la magnificencia del misterio, toma parte de su propio carácter (de allí “gloria”) y en ellas Dios ha dado sus bendiciones para hombres y mujeres, en especial a las naciones (los gentiles). El contenido del misterio es Cristo en vosotros (colosenses). Cristo ha sido predicado por Epafras. Ellos recibieron a Cristo como Señor y ahora él vive en ellos. Como miembros de su cuerpo tienen su vida dentro de ellos y con él la seguridad y esperanza ciertas (3:4).
28 En su predicación misionera Pablo y sus colegas trabajaron enérgicamente para “anunciar” -una palabra importante tomada del evangelio o de segmentos de él (1 Cor. 9:14; Fil. 1:17, 18)- a Cristo como el Señor. Su misión evangelística no se llevaba a cabo por la proclamación superficial de un mensaje salvador de Cristo al mundo, sino por haber amonestando y enseñando persistentemen te a cada persona (estos verbos juntamente con anunciar están en tiempo presente), los apóstoles se proponían hacer discípulos de hombres y mujeres, edificándolos en situaciones pastorales. Tres veces Pablo escribe a todo hombre (“cada uno”), enfatizando que la enseñanza cristiana es para todos los hombres, no para una elite espiritual, y que el trabajo apostólico tenía que ver con el cuidado individual de las almas (cf. 1 Tes. 2:11, 12). Sus responsabilidades no terminaban con la conversión de las personas, sino que su objetivo era el presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús en el día final cuando la calidad de su ministerio sería probada. Su interés era el plantar y fundamentar debidamente congregaciones cuyos miembros fueran fuertes en la fe. Los objetivos evangelísticos y pastorales de Pablo proveen modelos para aquellos que están abocados a un ministerio verdaderamente apostólico hoy. 29 Por esto mismo Pablo pone todas sus energías en su ministerio a favor del evangelio. Trabajo denota un esfuerzo intenso, mientras que esforzadándome es una palabra fuerte usada a veces para luchas o competencias atléticas. Con alegría Pablo reconoce que la fuerza para este esfuerzo proviene de arriba. Mientras que él labora enérgicamente, Dios, que ha mostrado su gran poder al levantar a Cristo de entre los muertos, está obrando poderosamente en él.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
l 65 Efe 3:1; Flp 3:10
m 66 Hch 9:16
n 67 1Co 10:17; Efe 1:23
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
mis sufrimientos…aflicciones de Cristo. Cristo sufrió una sola vez para destruir el pecado (He 9:26, 28); Pablo, pues, no sugiere que él pudiera añadir nada al sufrimiento de Cristo, pero sí indica que la iglesia sufrirá hasta que Cristo regrese.
Fuente: La Biblia de las Américas
24 super (1) Las aflicciones de Cristo pertenecen a dos categorías: las que sufrió para lograr la redención, las cuales fueron cumplidas por Cristo mismo, y las que sufrió para producir y edificar la iglesia, las cuales necesitan ser completadas por los apóstoles y los creyentes.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
A causa de la unión de los creyentes con Cristo, los sufrimientos de Pablo a favor de la iglesia pueden llamarse también aflicciones de Cristo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
completo… Gr. antanapleróo = completo a cambio; lo que faltaba… Es decir, la aplicación mediante la extensión del mensaje → Isa 42:6-7; Hch 9:15-16; Hch 13:47.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R574 En el verbo ἀνταναπληρόω, Pablo usa ἀντί, que quiere decir: en su turno (en relación con Cristo). Como Cristo, así Pablo llena la medida del sufrimiento.
M71 Note el verbo compuesto donde ἀντί pudiera sencillamente implicar que la plenitud reemplaza a lo vacío, o pudiera estar esperando la fuerza de ὑπέρ, que viene después. [Editor. La última sugerencia parece más probable, ya que ὑπέρ precede y sigue a este verbo (comp. R574).]
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Es decir, la aplicación mediante la extensión del mensaje g Gál_2:20, Isa 63:9.