Comentario de Colosenses 2:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por tanto, nadie os juzgue en asuntos de comida o de bebida, o respecto a días de fiesta, lunas nuevas o sábados.

2:16 Por tanto, nadie os juzgue en (nadie se constituya en vuestro juez con respecto a, LBLA) comida o en bebida, — No dejar que los tales tengan dominio sobre nosotros, no someternos a los reglamentos de ellos.

Como los judaizantes querían imponer los reglamentos en cuanto a comida o bebida, la guarda del sábado, etc., de la misma forma muchos pastores imponen el diezmo, los instrumentos de música, y otras prácticas que pertenecían a la ley de Moisés. El catolicismo ha inventado el celibato, votos de pobreza, peregrinajes, etc. Los pentecostales tienen sus ayunos y vigilias, los mormones prohíben el café y Coca Cola (pero tienen salones de baile), y otras sectas tienen sus reglamentos humanos. Todos piensan que están mejorando (perfeccionando) el evangelio pero, como Pablo dice aquí, enseñan doctrinas de hombres (2:8, 22).

En Rom 14:1-23 Pablo enseña que los cristianos pueden seguir absteniéndose de ciertos alimentos y pueden seguir observando ciertos días con tal que lo hagan simplemente como costumbre, pero que no juzguen a otros cristianos que no hacen lo mismo.

Que nadie os juzgue para condenarles con respecto a los alimentos que coman o no coman. Los reglamentos con respecto a comida y bebida reflejaban dos influencias: (1) algunos querían imponer algunas partes de la ley de Moisés, enseñando que tales prácticas producían más espiritualidad y piedad; y (2) bajo la influencia gnóstica algunos enseñaban que con la práctica de estos reglamentos se podía aplacar a los mediadores angélicos u otras fuerzas sobrenaturales. Desde luego, en esto se aprovechaban de los temores supersticiosos del pueblo, pero «asiéndose de la Cabeza» (2:19) los colosenses no tendrían interés en tales «fuerzas» (ni mucho menos las temerían), sino que entenderían que en lugar de ser enseñanzas del elevado conocimiento de los «iniciados en los misterios», más bien eran el producto de su profunda ignorancia y superstición (MRW).

Véanse otros textos sobre tales reglamentos: Mar 7:19; Rom 14:1-3; 1Co 6:13; 1Co 8:8; 1Ti 4:1-5; Heb 9:9-10.

— o en cuanto a días de fiesta (fiestas solemnes anuales, Lev 23:1-44, Pascua, Pentecostés, Tabernáculos) , luna nueva (fiestas mensuales, Núm 10:10; Núm 28:11; 1Cr 23:31).

— o días de reposo, — Heb 4:3-11 describe el reposo de los santos: «Pero los que hemos creído entramos en el reposo… Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios… Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia». El día de reposo que los israelitas guardaban era una figura (2:17) del reposo verdadero.

Los que enseñan que es necesario guardar el sábado dicen que la ley de Moisés estaba compuesta de la ley moral y la ley ceremonial, y que sólo la ley ceremonial fue quitada, pero la guarda del sábado no es una ley moral, sino ceremonial.

«Acuérdate del día de reposo para santificarlo» (Éxo 20:8). Este mandamiento fue dado exclusivamente a los israelitas : «No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos… Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo» (Deu 5:15). Dice Moisés que el mandamiento de guardar el sábado no había sido dado a «nuestros padres» (p. ej., Abraham, Isaac, Jacob), sino sólo a los que en ese momento y en ese lugar estaban presentes. Otro texto que nos hace entender que la guarda del sábado era exclusivamente para el pueblo de Israel es Éxo 31:13; Éxo 31:16-17. «Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mi y vosotros por vuestras generaciones… Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel… señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel». Lo dice y lo repite para que todos puedan entenderlo.

La guarda del sábado fue dada sólo a los israelitas porque sólo por ellos tenía significado : «Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto». Los padres no habían sido esclavos en Egipto. Nosotros no hemos sido esclavos en Egipto. Solamente los israelitas habían de guardar el sábado. «Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo santo para ti» (Neh 9:13-14).

Sin embargo, hay varias sectas que enseñan que los cristianos deben guardar el sábado, y aparte de ellas, hay muchísimos religiosos que dicen que todavía están en vigor los diez mandamientos y el cuarto dice, «Acuérdate del día de reposo para santificarlo».

Desde luego, nadie lo guarda como la ley requería, pues en ese día no podían hacer trabajo alguno («Hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo… Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre», Núm 15:32; Núm 15:35), y en ese día habían de ofrecer animales en sacrificio y otras ofrendas.

El error que se enseñaba en Colosas requería que se agregaran muchas cosas al evangelio, aun los reglamentos de la ley con respecto a los alimentos (Lev 11:1-47), días festivos, etc. Según esa enseñanza la ley de Moisés no se había clavado a la cruz de Cristo.

«Aunque los hermanos del primer siglo no hicieron caso al séptimo día que era guardado por los judíos, apartaron el primer día de la semana para el culto público, y para conmemorar la muerte y resurrección de su Maestro, al comer la cena del Señor en aquel día; también, para el ejercicio privado de su devoción. Esto lo hicieron, o por el precepto o por el ejemplo de los apóstoles, y no por virtud de algún mandamiento de la ley de Moisés. Además, no santificaron el primer día de la semana de la manera judaica por la abstinencia total del trabajo corporal de toda clase» (JM).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

por tanto, nadie os juzgue. Rom 14:3, Rom 14:10, Rom 14:13; 1Co 10:28-31; Gál 2:12, Gál 2:13; Stg 4:11.

en comida o en bebida. Lev 11:2-47; Lev 17:10-15; Deu 14:3; Eze 4:14; Mat 15:11; Hch 11:3-18; Hch 15:20; Rom 14:2, Rom 14:6, Rom 14:14-17, Rom 14:20, Rom 14:21; 1Co 8:7-13; 1Ti 4:3-5; Heb 9:10; Heb 13:9.

días de fiesta. Lev 23:1-44; Núm 28:1-31 Núm 29:1-40; Deu 16:1-17; Neh 8:9; Neh 10:31; Sal 42:4; Rom 14:5, Rom 14:6.

nueva luna. Núm 10:10; Núm 28:11, Núm 28:14; 1Sa 20:5, 1Sa 20:18; 2Re 4:23; 1Cr 23:31; Neh 10:33; Sal 81:3; Isa 1:13; Eze 45:17; Eze 46:1-3; Amó 8:5; Gál 4:10.

o días de reposo. Lev 16:31; Lev 23:3, Lev 23:24, Lev 23:32, Lev 23:39.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

En vista de la victoria de Cristo sobre sus enemigos, no nos deberíamos dejar controlar por aquellas fuerzas que Cristo ya derrotó. Los falsos maestros de Colosas trataban de envolver a los colosenses en las observancias externas del judaísmo tal como lo son las restricciones en la dieta alimenticia. Estas eran simples sombras de Cristo. Pablo previene a los creyentes de Colosas para que no se dejen envolver en reglamentos de los que Cristo ya nos liberó.

afectando humildad: A menudo, la gente que no abandera la salvación de Cristo, sólo aparenta ser humilde. Porque su búsqueda de una nueva experiencia espiritual o la defensa de alguna obra como necesaria para la salvación en realidad es orgullo humano. Ellos no se quieren someter a los planes de Dios de salvación que se revelan en la Biblia.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EN COMIDA O EN BEBIDA… DÍAS DE REPOSO. «En comida o en bebida» probablemente se refiera a las estrictas normas dietéticas judías, impuestas a los colosenses como necesarias para la salvación (cf. v. Col 2:17). «Días de fiesta, luna nueva o días de reposo» tal vez se refiera a ciertos días sagrados separados en el calendario judío. Pablo enseña que el creyente está libre de obligaciones legales y ceremoniales de esa clase (Gál 4:4-11; Gál 5:1; véanse Mat 12:1, nota sobre el día de reposo; Mar 7:6, nota sobre el legalismo).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

en comida o en bebida. Los falsos maestros querían imponer algún tipo de regulaciones alimenticias que pudieron haberse basado en las establecidas por la ley mosaica (cp. Lev 11:1-47). Gracias a que ahora estaban bajo el nuevo paco, los colosenses (al igual que todos los cristianos) no estaban obligados a observar las restricciones del AT a la dieta, (cp. Mar 7:14-19; Hch 10:9-15; Rom 14:17; 1Co 8:8; 1Ti 4:1-5; Heb 9:9-10). fiesta. Las celebraciones religiosas anuales del calendario judío (p. ej. la Pascua, el Pentecostés o los tabernáculos; cp. Lev 23:1-44). luna nueva. El sacrificio mensual que se ofrecía en el primer día de cada mes (Núm 10:10; Núm 28:11-14; Sal 81:3). días de reposo. La celebración semanal del día séptimo que evocaba el reposo de Dios tras terminar la creación. El NT enseña con claridad que los cristianos no tienen que guardarlo (vea las notas sobre Hch 20:7; Rom 14:5-6).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Pablo advierte a los colosenses en contra de intercambiar su libertad en Cristo por una serie de reglas legalistas inventadas por los hombres e inservibles (cp. Gál 5:1). El legalismo carece de poder para salvar o para restringir el pecado.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:16 Por tanto, nadie os juzgue en (nadie se constituya en vuestro juez con respecto a, LBLA) comida o en bebida, — No dejar que los tales tengan dominio sobre nosotros, no someternos a los reglamentos de ellos.
Como los judaizantes querían imponer los reglamentos en cuanto a comida o bebida, la guarda del sábado, etc., de la misma forma muchos pastores imponen el diezmo, los instrumentos de música, y otras prácticas que pertenecían a la ley de Moisés. El catolicismo ha inventado el celibato, votos de pobreza, peregrinajes, etc. Los pentecostales tienen sus ayunos y vigilias, los mormones prohíben el café y Coca Cola (pero tienen salones de baile), y otras sectas tienen sus reglamentos humanos. Todos piensan que están mejorando (perfeccionando) el evangelio pero, como Pablo dice aquí, enseñan doctrinas de hombres (2:8, 22).
En Rom 14:1-23 Pablo enseña que los cristianos pueden seguir absteniéndose de ciertos alimentos y pueden seguir observando ciertos días con tal que lo hagan simplemente como costumbre, pero que no juzguen a otros cristianos que no hacen lo mismo.
Que nadie os juzgue para condenarles con respecto a los alimentos que coman o no coman. Los reglamentos con respecto a comida y bebida reflejaban dos influencias: (1) algunos querían imponer algunas partes de la ley de Moisés, enseñando que tales prácticas producían más espiritualidad y piedad; y (2) bajo la influencia gnóstica algunos enseñaban que con la práctica de estos reglamentos se podía aplacar a los mediadores angélicos u otras fuerzas sobrenaturales. Desde luego, en esto se aprovechaban de los temores supersticiosos del pueblo, pero «asiéndose de la Cabeza» (2:19) los colosenses no tendrían interés en tales «fuerzas» (ni mucho menos las temerían), sino que entenderían que en lugar de ser enseñanzas del elevado conocimiento de los «iniciados en los misterios», más bien eran el producto de su profunda ignorancia y superstición (MRW).
Véanse otros textos sobre tales reglamentos: Mar 7:19; Rom 14:1-3; 1Co 6:13; 1Co 8:8; 1Ti 4:1-5; Heb 9:9-10.
— o en cuanto a días de fiesta (fiestas solemnes anuales, Lev 23:1-44, Pascua, Pentecostés, Tabernáculos) , luna nueva (fiestas mensuales, Núm 10:10; Núm 28:11; 1Cr 23:31).
— o días de reposo, — Heb 4:3-11 describe el reposo de los santos: «Pero los que hemos creído entramos en el reposo… Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios… Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia». El día de reposo que los israelitas guardaban era una figura (2:17) del reposo verdadero.
Los que enseñan que es necesario guardar el sábado dicen que la ley de Moisés estaba compuesta de la ley moral y la ley ceremonial, y que sólo la ley ceremonial fue quitada, pero la guarda del sábado no es una ley moral, sino ceremonial.
«Acuérdate del día de reposo para santificarlo» (Éxo 20:8). Este mandamiento fue dado exclusivamente a los israelitas : «No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos… Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo» (Deu 5:15). Dice Moisés que el mandamiento de guardar el sábado no había sido dado a «nuestros padres» (p. ej., Abraham, Isaac, Jacob), sino sólo a los que en ese momento y en ese lugar estaban presentes. Otro texto que nos hace entender que la guarda del sábado era exclusivamente para el pueblo de Israel es Éxo 31:13; Éxo 31:16-17. «Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mi y vosotros por vuestras generaciones… Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel… señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel». Lo dice y lo repite para que todos puedan entenderlo.
La guarda del sábado fue dada sólo a los israelitas porque sólo por ellos tenía significado : «Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto». Los padres no habían sido esclavos en Egipto. Nosotros no hemos sido esclavos en Egipto. Solamente los israelitas habían de guardar el sábado. «Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo santo para ti» (Neh 9:13-14).
Sin embargo, hay varias sectas que enseñan que los cristianos deben guardar el sábado, y aparte de ellas, hay muchísimos religiosos que dicen que todavía están en vigor los diez mandamientos y el cuarto dice, «Acuérdate del día de reposo para santificarlo».
Desde luego, nadie lo guarda como la ley requería, pues en ese día no podían hacer trabajo alguno («Hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo… Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre», Núm 15:32; Núm 15:35), y en ese día habían de ofrecer animales en sacrificio y otras ofrendas.
El error que se enseñaba en Colosas requería que se agregaran muchas cosas al evangelio, aun los reglamentos de la ley con respecto a los alimentos (Lev 11:1-47), días festivos, etc. Según esa enseñanza la ley de Moisés no se había clavado a la cruz de Cristo.
«Aunque los hermanos del primer siglo no hicieron caso al séptimo día que era guardado por los judíos, apartaron el primer día de la semana para el culto público, y para conmemorar la muerte y resurrección de su Maestro, al comer la cena del Señor en aquel día; también, para el ejercicio privado de su devoción. Esto lo hicieron, o por el precepto o por el ejemplo de los apóstoles, y no por virtud de algún mandamiento de la ley de Moisés. Además, no santificaron el primer día de la semana de la manera judaica por la abstinencia total del trabajo corporal de toda clase» (JM).

Fuente: Notas Reeves-Partain

RETROCESO

Colosenses 2:16-23

Que nadie os lleve a juicio en asuntos de comida o bebida, o en relación con celebraciones anuales o lunas nuevas mensuales o sábados semanales. Estas no son más que las sombras de cosas por venir; pero el Cuerpo es el mismo Cristo. Que nadie os despoje de vuestro galardón haciendo alarde de una humildad ostentosa, de dar culto a los ángeles ni de supuestas visiones, presumiendo orgullosamente porque está dominado por su naturaleza humana pecadora y está desasido del Que es la Cabeza; de Quien todo el cuerpo, sustentado y unido por las articulaciones y los músculos, se desarrolla con el crecimiento que solo puede dar Dios.
Si habéis muerto con Cristo a los rudimentos de este mundo, ¿por qué seguís sometiéndoos a sus reglas y reglamentos como si aún estuvierais viviendo en un mundo sin Dios? «¡No uses! ¡No pruebes! ¡No toques!» son sus consignas. Esas son reglas que se enseñan e imponen humanamente en relación con cosas que están destinadas a desaparecer tan pronto como se usan; que tienen una cierta reputación de sabiduría porque se autoimponen devoción
y falsa humildad y dureza con el cuerpo, pero no tienen ninguna eficacia para remediar las tendencias de la naturaleza humana pecadora.

Este pasaje contiene ciertas ideas gnósticas básicas entremezcladas. Pablo está advirtiendo en él a los creyentes que no adopten ciertas prácticas gnósticas, porque el hacerlo supondría más un retroceso que un avance en la fe. Aquí subyacen cuatro prácticas gnósticas.
(i) Está el ascetismo gnóstico (versículos 16 y 21). Se trataba de una enseñanza que implicaba un montón de reglas acerca de lo que se podía comer o beber. En otras palabras: se trataba de una vuelta atrás a las leyes dietéticas de los judíos, con sus listas de cosas limpias o inmundas. Según hemos visto, los gnósticos consideraban toda la materia esencialmente mala. Si la materia era mala, entonces también lo era el cuerpo. Si el cuerpo era malo, se podía llegar a una de dos conclusiones. (a) Si el cuerpo era esencialmente malo, no importaba lo que se hiciera con él. Siendo malo, se podía usar o abusar de cualquier manera, porque no había ninguna diferencia. (b) Si el cuerpo era malo, había que tenerlo sojuzgado; había que maltratarlo y debilitarlo y que aherrojar sus impulsos. Es decir: que el gnosticismo podía conducir, o a una inmoralidad total, o a un ascetismo riguroso. Y es a esta última conclusión a la que se refiere aquí Pablo.

Dice en efecto: «No tengáis nada que ver con los que identifican la religión con leyes acerca de lo que se puede o no se puede comer o beber.» El mismo Jesús había dicho que era indiferente lo que uno comiera o bebiera (Mt 15:10-20 ; Mr 7:14-23 ). Pedro tuvo que aprender a dejar de hablar de alimentos limpios o inmundos (Hechos 10). Pablo usa una frase bastante cruda para expresar con otras palabras lo que ya había dicho Jesús: «Estas cosas perecen tan pronto como se usan» (versículo 22). Quiere decir exactamente lo mismo que Jesús cuando dijo que los alimentos y las bebidas se ingieren y digieren y se expulsan del cuerpo y desaparecen en el alcantarillado (Mt 15:17 ; Mr 7:19 ). La comida y la bebida tienen tan poca importancia que están destinadas a deshacerse tan pronto como se ingieren. Los gnósticos querían hacer que la religión consistiera en reglas dietéticas; y sigue habiendo personas que se preocupan más de las reglas de la alimentación que del amor del Evangelio.

(ii) Estaba la observancia de los días de los gnósticos y de los judíos (versículo 16). Guardaban fiestas anuales, y nuevas lunas mensuales y sábados semanales. Hacían listas de los días que pertenecían especialmente a Dios, en los que había que hacer y dejar de hacer ciertas cosas. Identificaban la religión con el ritualismo.

La crítica que hace Pablo de esta insistencia en los días es clara y lógica. Dice: » Habéis sido rescatados de la tiranía de las normas legales. ¿Por qué queréis esclavizaros otra vez? ¿Por qué queréis retroceder al legalismo judío abandonando la libertad cristiana?» El espíritu que trata de reducir el Evangelio a un sistema de normas y de reglas no ha muerto todavía.
(iii) Estaban las visiones especiales de los gnósticos. La versión Reina-Valera habla en el versículo 18 del falso maestro «metiéndose en lo que no ha visto.» Esa traducción no es correcta. La traducción correcta debería ser: «Haciendo alarde de las cosas que ha visto.» Los gnósticos presumían de visiones especiales de realidades secretas que no estaban a la vista de hombres y mujeres normales y corrientes. No se trata de negar las visiones de los místicos; pero es peligroso empezar a creerse que uno ha alcanzado un grado de santidad que le permite ver lo que la gente vulgar -como él la denominano puede ver; y el peligro está en que esas personas ven a menudo, no lo que Dios les revela, sino lo que ellas mismas quieren ver.

(iv) Estaba el culto a los ángeles (versículos 18 y 20). Como ya hemos visto, los judíos tenían una doctrina de los ángeles muy desarrollada, y los gnósticos creían en toda clase de intermediarios a los que adoraban, mientras que los cristianos saben que la adoración se debe solamente a Dios.

Pablo dedica a este punto cuatro objeciones.

(i) Dice que esta clase de cosa no es más que la sombra de la verdad, y que la realidad está en Cristo (versículo 17). Es decir, que una religión que se basa en comer y beber ciertas clases de alimentos y bebidas y de abstenerse de otras, una religión que se basa en la observancia del sábado y cosas por el estilo, no es más que una sombra de la verdadera religión, que es comunión con Cristo.
(ii) Dice que hay tal cosa como una humildad falsa (versículos 18 y 23). Cuando hablaban del culto a los ángeles, tanto los gnósticos como los judíos lo justificarían diciendo que Dios es tan grande y sublime y santo que no podemos nunca tener acceso directo a Él, y debemos contentarnos con rezar a los ángeles. Pero la gran verdad que predica el Cristianismo es, de hecho, precisamente que el camino a Dios está abierto a las personas más sencillas y humildes.
(iii) Dice que esto puede conducir a un pecado de orgullo (versículos 18 y 23). El que es tan meticuloso en la observancia de los días especiales, que guarda las leyes alimentarias y que practica la abstinencia ascética corre el grave peligro de creerse especialmente bueno y mirar a los demás por encima del hombro. Y es una verdad fundamental del Cristianismo que el que se cree bueno no lo es de veras, y menos el que se cree mejor que los demás.
(iv) Dice que esto es una vuelta a una esclavitud que no tiene nada de cristiana abandonando la libertad cristiana (versículo 20), y que en cualquier caso no le libra a uno de las concupiscencias carnales, sino solamente le mantiene a uno en la traílla (versículo 23). La libertad cristiana no viene de tratar de restringir los deseos con reglas y normas, sino de la muerte de los malos deseos y del surgir a la vida de los buenos deseos en virtud de que el cristiano está en Cristo y Cristo en el cristiano.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— novilunios: Es decir, el día de la luna nueva que los judíos celebraban como fiesta. Ver nota a Gál 4:10.

— días festivos: Lit. sábados.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Rom 14:2-6; Rom 14:13-17; 1Co 8:1-13; Gál 4:10.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

la Libertad Del Legalismo

En un párrafo que alude a la enseñanza y consignas de la filosofía, Pablo propone una “Carta Magna de la libertad cristiana”. ¡Una mala teología conduce a una mala práctica! Las ideas equivocadas en relación con la “plenitud” y a la obra de Cristo (que el Apóstol corrige en los vv. 8-15) tienen errores correspondientes en la aplicación práctica. Las críticas de Pablo a estas prácticas erradas y a los falsos maestros mismos son devastadoras.

16, 17 Dentro de las falsas enseñanzas se creía que los colosenses progresarían como cristianos hacia una “plenitud” por guardar ciertas prohibicio nes alimentarias de origen judío y la observancia rígida de ciertos días especiales. Estas severas reglas de autonegación son, sin embargo, la sombra de lo porvenir. Cristo y su nuevo orden son la perfecta realidad a la que se dirigen aquellos mandamientos iniciales. La realidad ya ha venido y las cosas de la sombra no tienen peso ni fuerza; ya no son una norma para el juicio. Cualquier demanda hoy día de abstenerse de ciertos alimentos o de guardar festivales religiosos como un requerimiento para el desarrollo como cristianos, trae sobre sí las mismas críticas fuertes del Apóstol.18 Las crí ticas de Pablo contra los falsos maestros que se jactan de ciertas experiencias espirituales son duras. El rechazo de los reclamos de los falsos maestros por parte de Pablo es muchas veces difícil de comprender a causa de nuestro cono cimiento parcial de dichas prácticas. Nadie os prive [“condene”] (cf. v. 16): Pablo cita consignas de las falsas enseñanzas que eran la base de la posición y manera orgullosa de sus maestros. Humildad aquí significa “autonegación” y describe a los ayunos y otras disciplinas corporales provenientes de la piedad mística judaica que, se suponía, abrían el camino para recibir visiones de misterios celestiales. El culto a los án geles no se refiere a la adoración dirigida a los ángeles, sino a la “adoración [de Dios] que realizan los ángeles”. La tercera consigna de la “filosofía” colosense es haciendo alarde de lo que ha visto (lit. “cosas que él contempla al entrar”). Los falsos maestros aparentemente sostenían haber participado de la adoración angelical de Dios mientras que entraban al reino celestial y se preparaban para recibir visiones de misterios di vinos. Por lo tanto, estaban asegurando su superioridad espiritual en base a estas experiencias elevadas. Vanamente hinchado por su mente carnal. Las críticas de Pablo son duras: esta actitud y perspectiva de ellos están dominadas por la carne. Los falsos maestros se jactaban de que estaban dirigidos por la mente; la respuesta de Pablo es: “¡Sí, pero es una mente carnal!” A la sugerencia de que ellos eran conocedores de la plenitud divina, la res puesta es que todos están llenos de su orgullo personal. 19 La crítica más devastadora es que, al usar sus propias experiencias religiosas como la base de su autoridad, en realidad estaban rechazando a Cristo como su cabeza. El es la fuente de vida y de la nutrición mediante la cual el cuerpo vive y es la fuente de unidad a través de la cual llega a ser una totalidad orgánica.

20, 21 Si los colosenses cayeran víctimas de la falsa enseñanza y voluntariamente se colocaran bajo reglas y ordenanzas tales como no uses, ni gustes ni toques, que eran imposiciones de los principados y potestades, esto significaría volver a la antigua esclavitud, al cautiverio de los mismos poderes del universo de los cuales habían sido liberados cuando murieron con Cristo en su muerte. No todos los cristianos están libres de la superstición, la cual puede ejercer más influencia que su fe. 22 Las cuestiones consideradas tabúes eran objetos perecederos del mundo material (como alimento y bebida), que desaparecen cuando son consumidos. Además, aquellos tabúes que tenían un sabor judío, eran meramente cuestiones humanas (lit. “confor me a las reglas y doctrinas de hombres”; cf. Isa. 29:13; Mar. 7:7) que frustraron la enseñanza pura de Dios con este mensaje libertador. 23 Semejantes prácticas, como las mencionadas en el v. 21, tienen reputación de ser sabias en las esferas de una adoración voluntaria, en la humillación y en el duro trato del cuerpo. Pero carecen de la realidad y esta sabiduría es una fachada para la verdadera sabiduría que sólo se encuentra en Cristo (2:3; cf. 1:15-20). Los objetivos de estas prácticas, aunque parecen ser buenos e involucran una considerable autodisciplina, eran sin valor alguno. Los tabúes no re solvieron los problemas de la indulgencia sensual.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “de sábados”.

REFERENCIAS CRUZADAS

p 126 Rom 14:3

q 127 Rom 14:17

r 128 Rom 14:6

s 129 Sal 81:3

t 130 Gál 4:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

16 super (1) La comida y la bebida representan satisfacción y fortalecimiento.

16 super (2) Se refiere a las fiestas judías anuales, las cuales representan gozo y disfrute.

16 super (3) Representa un nuevo comienzo con luz en la oscuridad.

16 super (4) Representa completamiento y descanso. Los días de fiesta se llevan a cabo anualmente; las lunas nuevas, mensualmente; los sábados, semanalmente; y el comer y beber, diariamente. Diariamente comemos y bebemos a Cristo, semanalmente tenemos completamiento y descanso en El, mensualmente experimentamos un nuevo comienzo en El, y durante todo el año El es nuestro gozo y disfrute. Por lo tanto, diaria, semanal, mensual y anualmente Cristo es para nosotros la realidad de toda cosa positiva, lo cual implica lo universalmente extenso que es el Cristo todo-inclusivo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Los falsos maestros insistían evidentemente en la abstención de ciertos alimentos y en la observancia de ciertos días. Estas cosas, dice Pablo, son sombras que han sido dispersadas con la venida de Cristo (v. Col 2:17).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

nadie os juzgue…Rom 14:1-6.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., nadie os juzgue

Fuente: La Biblia de las Américas

g Rom 14:1-6.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

† En este contexto Pablo está hablando de los distintos días de fiesta del sistema judío.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento