Comentario de Colosenses 2:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Digo esto para que nadie os engañe con falsos argumentos persuasivos.

2:4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. — «Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas» (2:8); «Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad» (2:16). Pablo estaba muy preocupado por estos hermanos, pues sabía que la herejía que se enseñaba entre ellos era muy destructiva.

El conocimiento verdadero

— el de los cristianos — se basa en la realidad (Cristo es la verdad, 1Co 2:4) y, por eso, no debe ser olvidado o dejado para aceptar los argumentos huecos, aunque persuasivos, de los falsos maestros cuyos argumentos suenan bien a los oídos de los que no saben o no aman la verdad. Estos fingen mucha humildad y piedad (2Co 11:13-15) y citan textos que según indoctos parecen apoyar su enseñanza. Por lo tanto, «que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo» (Efe 4:14-15).

» Palabras persuasivas es la traducción del término griego PITHANOLOGIA. El término pertenecía al lenguaje de los tribunales de justicia; indicaba el poder persuasivo de los argumentos del abogado, la clase de argumentos que pueden hacer que el mal aparezca como la mejor razón, que el criminal escape al justo castigo; el poder que podía arrastrar a una asamblea hasta a seguir por caminos torcidos» (WB). Como dice Isa 5:20, «¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!» Lamentablemente muchos hombres hacen precisamente esto con «sus palabras persuasivas».

Con palabras persuasivas los judaizantes convencían a muchos hermanos gentiles que debieran someterse a la circuncisión y a la guarda de la ley de Moisés para ser justificados. Con palabras persuasivas los fariseos convencían a muchos judíos a seguir la tradición aunque ésta violara el mandamiento de Dios. En la actualidad millones son convencidos por las palabras persuasivas de los del Atalaya, por los «élderes» mormones, por los calvinistas y por otros sectarios.

Lo más triste de todo es que aun dentro de la iglesia del Señor andan falsos maestros con palabras persuasivas engañando a los santos: Por ejemplo: (1) algunos han abandonado el plan de salvación y prefieren el calvinismo, lo cual enseñan con mucho entusiasmo; (2) algunos han abandonado la autonomía de la iglesia local y enseñan que las iglesias de Cristo pueden imitar a los sectarios en su práctica de centralizar sus fondos (en alguna institución o en una «iglesia patrocinadora») para hacer lo que suelen llamar «las buenas obras»; (3) algunos han abandonado el evangelio que salva el alma y promueven el evangelio social, es decir, el evangelio del bienestar físico (por eso, forman organizaciones para establecer clínicas, repartir ropa y comida, enviar «misioneros médicos», etc.); (4) algunos dicen que la enseñanza de Jesús en Mat 5:32; Mat 19:9 no es para los inconversos y, por eso, aunque alguno se haya divorciado y vuelto a casarse dos o tres (o más) veces (no por causa de fornicación), al bautizarse debe quedarse en su presente estado matrimonial; (5) otros hermanos simplemente afirman que todos los divorciados pueden volverse a casar; (6) otros hermanos imitan a los testigos del Atalaya al negar la Deidad de Cristo; (7) un número creciente de hermanos que han sido muy fieles (conservando el patrón de sanas palabras) ahora enseñan que Rom 14:1-23 requiere que se reciban a los que enseñan falsa doctrina sobre el divorcio y segundas nupcias y otros errores.

La preocupación de Pablo debe ser la nuestra en la actualidad, porque muchísimos hombres andan engañando con palabras persuasivas a los religiosos, y aun nuestros hermanos en Cristo engañan a los que han obedecido al evangelio puro.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

para que nadie os engañe. Col 2:8, Col 2:18; Mat 24:4, Mat 24:24; Mar 13:22; Hch 20:30; Rom 16:18, Rom 16:19; 2Co 11:3, 2Co 11:11-13; Gál 2:4; Efe 4:14; Efe 5:6; 2Ts 2:9-11; 1Ti 4:1, 1Ti 4:2; 2Ti 2:16; 2Ti 3:13; Tit 1:10, Tit 1:11; 1Pe 2:1-3; 1Jn 2:18, 1Jn 2:26; 1Jn 4:1; 2Jn 1:7; Apo 12:9; Apo 13:8; Apo 20:3, Apo 20:8.

con palabras persuasivas. 1Co 2:4.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

No dejen que las palabras persuasivas ni las fraudulentas de los falsos maestros los alejen de la verdadera «sabiduría» (v. Col 2:3) en Cristo.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

para que nadie os engañe. Pablo no quería que los colosenses fueran engañados por la retórica persuasiva de los falsos maestros que asaltaba la persona de Cristo. Por esta razón insistió en la deidad de Cristo de forma contundente en los capítulos Col 1:1-29 y Col 2:1-23, así como en su suficiencia tanto para salvar a los creyentes como para llevarlos a la madurez espiritual.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. — «Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas» (2:8); «Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad» (2:16). Pablo estaba muy preocupado por estos hermanos, pues sabía que la herejía que se enseñaba entre ellos era muy destructiva.
El conocimiento verdadero — el de los cristianos — se basa en la realidad (Cristo es la verdad, 1Co 2:4) y, por eso, no debe ser olvidado o dejado para aceptar los argumentos huecos, aunque persuasivos, de los falsos maestros cuyos argumentos suenan bien a los oídos de los que no saben o no aman la verdad. Estos fingen mucha humildad y piedad (2Co 11:13-15) y citan textos que según indoctos parecen apoyar su enseñanza. Por lo tanto, «que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo» (Efe 4:14-15).
» Palabras persuasivas es la traducción del término griego PITHANOLOGIA. El término pertenecía al lenguaje de los tribunales de justicia; indicaba el poder persuasivo de los argumentos del abogado, la clase de argumentos que pueden hacer que el mal aparezca como la mejor razón, que el criminal escape al justo castigo; el poder que podía arrastrar a una asamblea hasta a seguir por caminos torcidos» (WB). Como dice Isa 5:20, «¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!» Lamentablemente muchos hombres hacen precisamente esto con «sus palabras persuasivas».
Con palabras persuasivas los judaizantes convencían a muchos hermanos gentiles que debieran someterse a la circuncisión y a la guarda de la ley de Moisés para ser justificados. Con palabras persuasivas los fariseos convencían a muchos judíos a seguir la tradición aunque ésta violara el mandamiento de Dios. En la actualidad millones son convencidos por las palabras persuasivas de los del Atalaya, por los «élderes» mormones, por los calvinistas y por otros sectarios.
Lo más triste de todo es que aun dentro de la iglesia del Señor andan falsos maestros con palabras persuasivas engañando a los santos: Por ejemplo: (1) algunos han abandonado el plan de salvación y prefieren el calvinismo, lo cual enseñan con mucho entusiasmo; (2) algunos han abandonado la autonomía de la iglesia local y enseñan que las iglesias de Cristo pueden imitar a los sectarios en su práctica de centralizar sus fondos (en alguna institución o en una «iglesia patrocinadora») para hacer lo que suelen llamar «las buenas obras»; (3) algunos han abandonado el evangelio que salva el alma y promueven el evangelio social, es decir, el evangelio del bienestar físico (por eso, forman organizaciones para establecer clínicas, repartir ropa y comida, enviar «misioneros médicos», etc.); (4) algunos dicen que la enseñanza de Jesús en Mat 5:32; Mat 19:9 no es para los inconversos y, por eso, aunque alguno se haya divorciado y vuelto a casarse dos o tres (o más) veces (no por causa de fornicación), al bautizarse debe quedarse en su presente estado matrimonial; (5) otros hermanos simplemente afirman que todos los divorciados pueden volverse a casar; (6) otros hermanos imitan a los testigos del Atalaya al negar la Deidad de Cristo; (7) un número creciente de hermanos que han sido muy fieles (conservando el patrón de sanas palabras) ahora enseñan que Rom 14:1-23 requiere que se reciban a los que enseñan falsa doctrina sobre el divorcio y segundas nupcias y otros errores.
La preocupación de Pablo debe ser la nuestra en la actualidad, porque muchísimos hombres andan engañando con palabras persuasivas a los religiosos, y aun nuestros hermanos en Cristo engañan a los que han obedecido al evangelio puro.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Col 2:8; Rom 16:18; Efe 5:6.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “defraude”.

REFERENCIAS CRUZADAS

h 90 Rom 16:18; Efe 5:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

4 super (1) Para engañar o llevar cautivos a los creyentes, tendría que usarse algo cercano a la verdad, tal como la filosofía. Si tenemos una visión clara de Cristo como el centro de la economía de Dios, nadie podrá engañarnos (v.8).

Cuando tomamos a Cristo como vida (3:4), nos asimos de El como la Cabeza del Cuerpo (v.19), lo conocemos como el misterio de Dios (v.2), le experimentamos como la esperanza de gloria (1:27), y andamos en El como el Espíritu todo-inclusivo (2:6), entonces nada ni nadie podrá engañarnos.

4 super (2) Debemos cuidarnos de las palabras persuasivas y de la elocuencia. Es posible que un orador sea muy persuasivo y muy elocuente, aunque sus palabras carezcan de la realidad de Cristo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

sofismas… Argumento con que se quiere persuadir lo que es falso. Sofistas → §241.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

M145 En muchos casos ἵνα es virtualmente imperativo: parece que el v. 4 es un ejemplo, porque τοῦτο λέγω ἵνα μηδεὶς παραλογίζηται tiene mejor sentido si se traduce: lo que quiero decir es esto: que nadie los engañe; que al traducir: esto lo digo para prevenir que cualquiera … (puede indicar propósito, pero igualmente es posible que tenga un sentido imperativo -T102). [Editor. Es difícil determinar aquí el sentido de ἵνα, aunque puede usarse para denotar el contenido de τοῦτο λέγω, similar a ὅτι en 1Co 1:12; así le da un sentido imperativo; comp. Col 4:16 .]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, sutiles, o, capciosos

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es, el argumento con que se quiere persuadir lo que es falso.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

* Literalmente “falsos argumentos”.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento