Por tanto, de la manera que habéis recibido a Cristo Jesús el Señor, así andad en él,
2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, — Habían aceptado el evangelio puro, tal como les fue entregado, no como la palabra del hombre sino como la palabra de Dios, pero ahora los herejes enseñaban «otro cristo» y «otro evangelio», diciendo que Cristo era sólo uno de los muchos intermediarios entre Dios y el hombre. Pablo denuncia esta herejía y les recuerda del evangelio puro que habían aceptado. Epafras había sido un fiel ministro del evangelio (1:7; 4:12, 13), y ellos habían recibido la verdad. La palabra recibido (PARELABETE) indica que se recibe algo transmitido : «Os declaro… el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis… os he enseñado lo que asimismo recibí» (1Co 15:1; 1Co 15:3); «Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema» (Gál 1:9); «Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros» (Flp 4:9); «recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros» (1Ts 2:13); «aprendisteis de nosotros… ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús» (1Ts 4:1-2); «que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros» (2Ts 3:6).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
de la manera que habéis recibido al Señor. Mat 10:40; Jua 1:12, Jua 1:13; Jua 13:20; 1Co 1:30; Heb 3:14; 1Jn 5:11, 1Jn 5:12, 1Jn 5:20; 2Jn 1:8, 2Jn 1:9; Jud 1:3.
andad en él. Col 3:17; Isa 2:5; Miq 4:2; Jua 14:6; 2Co 5:7; Gál 2:20; Efe 4:1; Efe 5:1, Efe 5:2; Flp 1:27; 1Ts 4:1; 1Jn 2:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Así como los creyentes colosenses comenzaron con Cristo, Pablo los alienta a continuar andando con Él. Pablo utiliza cuatro palabras para describir el andar de los colosenses con Cristo. El tiempo de la palabra que se traduce arraigados denota una acción completa; los creyentes se arraigaron en Cristo. Las siguientes tres palabras sobreedificados, confirmados y abundando están en tiempo presente, lo que muestra el crecimiento continuo que debe caracterizar al andar de cada cristiano con Cristo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
andad en él. En el NT se alude a la conducta diaria del creyente como su «andar» (Col 1:10; Col 4:5; Rom 6:4; Rom 8:1; Rom 8:4; Rom 13:13; 1Co 7:17; 2Co 5:7; 2Co 10:3; 2Co 12:18; Gál 5:16; Gál 5:25; Gál 6:16; Efe 2:10; Efe 4:1; Efe 4:17; Efe 5:2; Efe 5:8; Efe 5:15; Flp 3:16-18; 1Ts 2:12; 1Ts 4:1; 1Ts 4:12; 2Ts 3:11; 1Jn 1:6-7; 1Jn 2:6; 2Jn 1:6; 3Jn 1:3-4). Andar en Cristo es vivir una vida que sigue su ejemplo perfecto.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, — Habían aceptado el evangelio puro, tal como les fue entregado, no como la palabra del hombre sino como la palabra de Dios, pero ahora los herejes enseñaban «otro cristo» y «otro evangelio», diciendo que Cristo era sólo uno de los muchos intermediarios entre Dios y el hombre. Pablo denuncia esta herejía y les recuerda del evangelio puro que habían aceptado. Epafras había sido un fiel ministro del evangelio (1:7; 4:12, 13), y ellos habían recibido la verdad.
La palabra recibido (PARELABETE) indica que se recibe algo transmitido : «Os declaro… el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis… os he enseñado lo que asimismo recibí» (1Co 15:1; 1Co 15:3); «Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema» (Gál 1:9); «Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros» (Flp 4:9); «recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros» (1Ts 2:13); «aprendisteis de nosotros… ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús» (1Ts 4:1-2); «que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros» (2Ts 3:6).
Habían recibido al Señor Jesucristo como «la imagen del Dios invisible» (1:15). No recibieron a un «cristo» que era «un dios», un ser creado, como dicen los testigos del Atalaya. Tampoco recibieron a un «cristo» desprovisto de sus atributos divinos, como dicen algunos de nuestros propios hermanos. El Cristo predicado por Pablo y los otros apóstoles era «Dios sobre todas las cosas» (Rom 9:5), «nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tit 2:13), «nuestro Dios y Salvador Jesucristo» (2Pe 1:1), «Este es el verdadero Dios, y la vida eterna» (1Jn 5:20). «En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad» (Col 2:9). Cuando Pablo escribió a los filipenses él no predicó a un «cristo» desprovisto de sus atributos divinos. Cuando él dijo que Cristo «se despojó a sí mismo» (Flp 2:7), inmediatamente explicó cómo Cristo se despojó a sí mismo; es decir, «tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres». De esa manera «se despojó a sí mismo». Se humilló cuando llegó a ser hombre.
En el libro, Hechos de los apóstoles, Lucas explica cómo muchas personas recibieron al Señor Jesucristo, obedeciendo al evangelio: cap. 2, los 3000 judíos el día de Pentecostés; cap. 8, los samaritanos y el eunuco; los capítulos 9, 22, 26, Saulo de Tarso; capítulos 10, 11, Cornelio, el primer converso gentil; cap. 16, Lidia y el carcelero; cap. 18, los corintios; y cap. 19, los efesios. Vemos en estos casos de conversión que oyeron el evangelio, creyeron en Cristo como el Hijo de Dios, se arrepintieron de sus pecados, confesaron a Cristo y fueron bautizados en agua para el perdón de pecados. «A los discípulos se les llamó cristianos» (Hch 11:26) para honrar a Cristo. Lucas explica que los discípulos oraban fervientemente al Señor, que hacían grandes sacrificios por la obra, llevaban vidas consagradas y, en fin, que buscaban primeramente el reino de Dios y su justicia, manteniendo su orden y firmeza como Pablo enseña aquí. Las congregaciones se identificaban como «iglesias de Cristo» (Rom 16:16).
En Hechos de los Apóstoles Lucas explica también cuándo los discípulos participaban de la cena del Señor: «El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba» (Hch 20:7). Este orden quedó establecido por la autoridad apostólica. En cuanto al gobierno de la iglesia Lucas explica el orden diciendo que «constituyeron ancianos en cada iglesia» (Hch 14:23), dando a entender que cada iglesia, por grande o pequeña sea, es independiente y autónoma (bajo Cristo se gobierna sola); además, explica que los ancianos son los obispos de la iglesia: En Hch 20:17, Pablo «hizo llamar a los ancianos de la iglesia» de Efeso y en Hch 20:20, al hablar con ellos les dice, «Mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos».
— andad en él; — Que no fueran movidos del evangelio puro que recibieron (compárese Gál 1:6-9). Para no ser engañados (2:4) deberían retener la palabra que les fue enseñada. «Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste» (2Ti 1:13); «Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio» (Heb 3:14); «lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga» (Apo 2:25); «He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona» (Apo 3:11)
Fuente: Notas Reeves-Partain
Efe 4:20-21.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
el Remedio Para el Error: Cristo en Toda Su Plenitud
6, 7 Estos versículos ocupan un lugar central en la carta sirviendo como una clase de bisagra. Resu men lo que ya ha sido escrito y proveen la base de ataque contra las falsas doctrinas (8-23). Cristo Jesús, a quien los colosenses habían recibido como Señor cuando se convirtieron, es el Señor de la creación y de la redención (1:15-20), y está en el centro del misterio de Dios (1:27). Recibido es un término técnico que significa “recibir una tradición” y aquí indica que ellos han recibido tanto a la perso na como a la enseñanza autoritativa acerca de ella. La vida cristiana demanda que continúen como han comenzado y así los lectores son instados: andad (lit. “caminad”, cf. 1:10; Gál. 5:16) en él. Doctrina y conducta, teología y ética, van juntas. 7 Para animarlos en su desarrollo cristiano deben recordar que Dios los ha arraigado firmemente en Cristo, y que continúa edificándolos en él (cf. 1 Cor. 3:6-11) y fortaleciéndolos por la fe, habiendo sido enseñados (nótense los verbos pasivos). Dios ya está actuando poderosamente y, mientras vivan bajo el señorío de Cristo, deben estar abundando en acciones de gracias. Jesucristo es más que suficiente para encarar los peligros de la falsa doctrina. Ellos debían asegurarse que su forma de vivir y pensar se conformaría continuamente a su enseñanza.
8-15 Pablo anuncia aquí la primera de varias advertencias (8), y luego expone una explicación positiva de la obra de Dios en Cristo y de la unión de los colosenses con él en su muerte, sepultura y resurrección (vv. 9-15). 8 Los colosenses deben estar atentos a no ser arrastrados de la verdad a la esclavitud del error. Que nadie os lleve cautivos, que nadie os “rapte”, y el método que estos falsos maestros usarían es su clase de filosofía (ver la Introducción) que era seductiva y engañosa. Como tradición tenía la apariencia de dignidad, autoridad y revelación, pero Pablo rechaza cualquier sugerencia de origen divino: sencillamente es humano. La palabra gr. stoikeia (principios elementales) puede referirse a los “principados y potestades”, esas fuerzas personales y demoníacas que oprimen a hombres y mujeres. Lo peor de todo es que esta enseñanza se erige en oposición de Cristo. El legalismo de hoy, la justificación por obras o cualquier enseñanza que devalúe la obra salvífica de Cristo en la cruz, pueden ser usados por los poderes de las tinieblas para retener a hombres y mujeres en la esclavitud espiritual.
9, 10 Hay dos razones por las que esta filosofía se opone a Cristo. Primera, en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y la falsa enseñanza no reconoce esto. El tema de la plenitud fue probablemente la consigna de los falsos maestros para describir al Dios eterno que podría ser alcanzado sólo por mediadores. En el pensamiento gnóstico tardío (basado en el “conocimiento interior”) Cristo se ve como el último de una línea de mediadores. Sin embargo, Pablo declara que toda la plenitud del ser divino o deidad se encarna directamente en Cristo y que esta encarnación es permanente. La expresión habita corporalmente (lo cual podría significar “actualmente” o “en realidad concreta”, como opuesto a una mera apariencia) puede entenderse mejor como “tomando forma corporal” y refiriéndose a la encarnación. La plenitud sólo puede encontrarse en Cristo, no en temblar ante “elementos del universo” o en practicar sus reglas. 10 Segunda, esta falsa enseñanza se opone a Cristo porque los lectores ya están completos en él, es decir, en su unión con Cristo ellos han recibido la plenitud de la salvación. Por lo tanto, no necesitan inclinarse ante algún poder espiritual del universo ni guardar sus reglas para alcanzar esta plenitud, tal como indicaban los falsos maestros. El único en quien los creyentes están completos es en Cristo, la cabeza, es decir, el que gobierna sobre todo principado y autoridad (ver 1:18).
11 El tema de la unión en Cristo continúa ahora mientras que Pablo describe cómo sus lectores se vinculan con los eventos del evangelio: la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (11-13). La razón para introducir el tema de la circuncisión aquí no es clara: la misma no parece haber sido demandada por los falsos maestros (como en las iglesias de Galacia), porque si hubiera sido así, hubiéramos esperado que Pablo la criticara en los vv. 16-23. Quizá los colosenses estuvieran confundidos sobre este asunto. La circuncisión que viene de Cristo es una forma figurativa de referirse a su crucifixión, mientras que al despojaros del cuerpo pecaminoso carnal puede entenderse mejor en tanto describe su muerte violenta (aunque algunos piensan que se trata de despojarse de la vieja naturaleza del cristiano). En él también fuisteis circuncidados, es decir, que ellos murieron con Cristo en su muerte. En contraste con la circuncisión judaica, la suya no fue hecha con manos de hombres, sino por un obrar divino en el que Dios mismo produjo un cambio de la vieja vida a la nueva.
12 Del mismo modo en que Cristo fue sepultado y sellada su tumba (1 Cor. 15:4), así la sepultura de los colosenses con él en el bautismo demuestra que realmente estaban involucrados en su muerte y que fueron pues tos en su tumba. Una muerte real aconteció en el pasado; así la vieja vida debería ser una cosa del pasado (Rom. 6:4). La resurrección de Cristo también ya ha ocurrido, y con ella los colosenses ya habían sido resucitados en un evento pasado. La participación de los creyentes en la vida resucitada encuentra clara expresión en Col. y Ef. (cf. 3:1; Ef. 2:6), además, el poder de Dios es el mismo que levantó a Cristo de la muerte y el que ahora da vigor a todos los miembros del cuerpo de Cristo.
13, 14 La base de su pensamiento ahora cambia: los colosenses ya no son vistos como estando unidos con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección, sino que Pablo contrasta su pasado pagano con su presente. Muertos indica el estado de separación de Dios como la condición presente de aquellos que están fuera de Cristo. Su triste condición ha sido causada por sus delitos … y la incircuncisión de su carne. Los delitos son hechos de rebelión contra Dios, mientras que carne habla de un estado permanente de desobediencia; los colosenses habían sido paganos e impíos. Pero ahora a causa de la muerte de Cristo, Dios los ha hecho vivos en él. Generosamente él ha perdonado todas “nuestras” transgresiones (tanto las de los judíos como las de los gentiles) y, por lo tanto, la causa de la muerte espiritual ha sido quitada. Dios no sólo ha cancelado la deuda, sino que ha destruido el documento en el que había sido registrada (gr. keirografon, el acta, significa una nota indicando una deuda escrita por la propia mano como prueba de obligación). Los judíos habían convenido obedecer la Ley, y en su caso la pena por transgredirla era la muerte (Deut. 27:14-26; 30:15-20). Pablo asume que los gentiles también estaban, por sus conciencias, comprometidos a una obligación simi lar, a la ley moral hasta donde ellos pudieran comprenderla (cf. Rom. 2:14, 15). La obligación no fue cumplida por ninguno de los grupos y así nos era contraria. La deuda era imposible de pagar, pero Dios se ocupó de ella; la había borrado y cancelado al clavarla en la cruz. Esta es una manera vívida de decir que a causa de que Cristo fue clavado en la cruz, nuestra deuda ha sido completamente perdonada.
15 La palabra de la cruz era un mensaje de esperanza para aquellos que habían vivido con temor a los poderes malignos y sobrenaturales. Estos principados que habían sido poseedores de aquella “acta”, nos habían oprimido. Usando la figura de la procesión triunfal del conquistador en la que los cautivos de guerra eran exhibidos para magnificar la gloria del vencedor, Pablo dice que Dios derrotó y desarmó a los poderes de su autoridad. Al exhi birlos como espectáculo público, él (Dios más bien que Cristo) expuso ante el universo su total impotencia, conduciéndolos “en él” (es decir, “Cristo”, en vez de “en ella”, la cruz; ver nota de la RVA) en su procesión triunfal para que todo el mundo pueda ver la grandeza de su victoria.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
l 94 Jua 17:21
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Cristo Jesús el Señor. Esta expresión prepara la presentación de la deidad de Cristo y su obra redentora en los vers. 9– 15.
Fuente: La Biblia de las Américas
6 (1) Cristo es la porción asignada de los santos (1:12) para que lo disfruten. Creer en El es recibirlo. Como el Espíritu todo-inclusivo ( 2Co_3:17), El entra en nosotros y mora en nuestro espíritu ( 2Ti_4:22) para ser el todo para nosotros.
6 (2) De la manera que hemos recibido a Cristo, debemos andar en El. Aquí, andar es vivir, actuar, conducirnos y ser. Debemos andar, vivir y actuar en Cristo, para que disfrutemos Sus riquezas, así como los hijos de Israel vivieron en la buena tierra, disfrutando de todo su rico producto. Hoy en día, la buena tierra es Cristo como el Espíritu todo-inclusivo ( Gál_3:14), quien mora en nuestro espíritu ( 2Ti_4:22 ; Rom_8:16) para que le disfrutemos. Andar conforme a este Espíritu ( Rom_8:4 ; Gál_5:16) es el punto central y crucial del Nuevo Testamento.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
de la manera que… Así como Cristo es recibido por fe, así también el creyente ha de andar (vivir) por fe, reconociendo el señorío de Cristo sobre su vida (2Co 5:7).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
T75 El imperativo de presente περιπατεῖτε debe traducirse: anden.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, vivid