Comentario de Colosenses 3:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
soportándoos los unos a los otros y perdonándoos los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:13 soportándoos unos a otros, — «Soportándoos con paciencia… Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efe 4:2; Efe 4:32); El cristiano debe soportar «a los difíciles de soportar» (1Pe 2:18) pero, al mismo tiempo, se debe agregar que cada miembro debe examinar su vida y si alguno es uno de los «difíciles de soportar», debe arrepentirse. El amor bíblico se describe en 1Co 13:4-7 : es sufrido, es benigno, no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor «no se irrita», sino que soporta con paciencia. Nunca faltarán entre hermanos diferencias y desacuerdos de alguna clase. Hay gran diversidad de preferencias personales y opiniones entre hermanos que no deben interrumpir la comunión. Si hay humildad en lugar de orgullo, y si hay mansedumbre en lugar de despotismo, tales diferencias no serán la causa de problemas. Nos soportaremos con paciencia si hay amor bíblico.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Soportándoos unos a otros. Rom 15:1, Rom 15:2; 2Co 6:6; Gál 6:2; Efe 4:2, Efe 4:32.
y perdonándoos. Mat 5:44; Mat 6:12, Mat 6:14, Mat 6:15; Mat 18:21-35; Mar 11:25; Luc 6:35-37; Luc 11:4; Luc 17:3, Luc 17:4; Luc 23:34; Stg 2:13.
si alguno tuviere queja contra otro. Mat 18:15-17; 1Co 6:7, 1Co 6:8.
de la manera que Cristo os perdonó. Luc 5:20-24; Luc 7:48-50; 2Co 2:10; Efe 4:32; Efe 5:2; 1Pe 2:21.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Un espíritu perdonador es una característica esencial para alguien que Cristo perdonó.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
De la manera que Cristo os perdonó. Vea las notas sobre Mat 18:23-34; Efe 4:32. Debido a que Cristo como nuestro ejemplo perfecto de perdón ha perdonado todos nuestros pecados sin más reproche (Col 1:14; Col 2:13-14), los creyentes debemos estar dispuestos a perdonar a los demás.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:13 soportándoos unos a otros, — «Soportándoos con paciencia… Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efe 4:2; Efe 4:32); El cristiano debe soportar «a los difíciles de soportar» (1Pe 2:18) pero, al mismo tiempo, se debe agregar que cada miembro debe examinar su vida y si alguno es uno de los «difíciles de soportar», debe arrepentirse. El amor bíblico se describe en 1Co 13:4-7 : es sufrido, es benigno, no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor «no se irrita», sino que soporta con paciencia.
Nunca faltarán entre hermanos diferencias y desacuerdos de alguna clase. Hay gran diversidad de preferencias personales y opiniones entre hermanos que no deben interrumpir la comunión. Si hay humildad en lugar de orgullo, y si hay mansedumbre en lugar de despotismo, tales diferencias no serán la causa de problemas. Nos soportaremos con paciencia si hay amor bíblico.
Lamentablemente algunos hermanos no se soportan los unos a los otros, sino que se quejan los unos contra los otros: «Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta» (Stg 5:9).
— y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. — El soportar a los hermanos no significa soportar pecados y descuidar la disciplina (Mat 18:15-17; Rom 16:17; 1Co 5:1-13; 2Ts 3:6; 2Ts 3:14), pero el hermano arrepentido debe ser perdonado (2Co 2:6).
Pero «fuisteis llamados en un solo cuerpo» (3:15) y, por eso, lo que afecta a nuestro hermano también afecta a nosotros. «Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros » (Efe 4:25); es decir, si somos miembros los unos de los otros, lo que hacemos al otro, nos lo hacemos a nosotros mismos. En un sentido, pues, si perdonamos a otros miembros del cuerpo, nos perdonamos a nosotros mismos. Lamentablemente, algunos santos no se convencen de la importancia de perdonar.
— De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. — Recordemos que la necesidad más grande de cada uno de nosotros es el perdón de Dios. El promete perdonarnos si nos arrepentimos y somos bautizados (Hch 2:38), pero otro requisito es que perdonemos a otros. «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas» (Mat 6:14-15; Mat 18:23-35; Stg 2:13).
Reconciliarte con tu hermano antes de adorar a Dios. «Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda» (Mat 5:23-24). «Si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos» (Mat 18:15); es decir, si alguno ofende a su hermano o si su hermano le ofende a él, Jesús dice a cada uno de ellos: anda tú, vé tú. Tanto el ofendido como el ofensor deben buscar la reconciliación. «Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale» (Luc 17:3). ¡Sin duda esta es una de las fallas más grandes de los santos! Cuando algún hermano se ofende, se lo cuenta a todo el mundo menos a la persona que le ofendió. Muchos son muy rebeldes contra este mandamiento. Están muy dispuestos a ser bautizados y a asistir a las reuniones, etc., pero les faltan la humildad y el valor para obedecer el mandamiento de Cristo de ir con el hermano para buscar la reconciliación. Cada uno dice, «él o ella sabe donde vivo yo», pero Jesús dice, «anda» y «vé» tú. Si existe una pared de separación entre dos hermanos, los dos deben hacer todo lo posible por derrumbarla, porque una pared de separación entre dos hermanos bien puede ser una pared de separación entre ellos y Dios.
Para recibir el perdón es necesario que el culpable se humille (venciendo el orgullo) y que reconozca su falta, siguiendo el ejemplo del hijo pródigo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti» (Luc 15:21). Con respecto a su pecado David dijo, «Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día… Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado» (Sal 32:3-5; véase también Sal 51:1-19). «El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia» (Pro 28:13).
No podemos perdonar al culpable hasta que se arrepienta, pero debemos estar muy dispuestos a perdonar. La benignidad de Dios nos «guía al arrepentimiento» (Rom 2:8; 2Pe 3:9; Isa 1:18), y la misma cualidad en nosotros bien puede producir el arrepentimiento en otros, pero si guardamos rencor y buscamos la manera de «arreglar cuentas», ¿hasta cuándo se va a arrepentir?
Algunos dicen, Te perdono pero no olvido. ¿Queremos que Dios diga lo mismo de nosotros? ¿Es esta la actitud de Dios cuando El nos perdona? «Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones» (Sal 103:12); «Echaste tras tus espaldas todos mis pecados» (Isa 38:17); «Sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados» (Miq 7:19); «Nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades» (Heb 8:12). Los que no quieren perdonar siguen alimentando y satisfaciendo sus sentimientos carnales (Gál 5:16). Repetidas veces los santos (congregaciones enteras) han mostrado que no son guiados por el Nuevo Testamento, sino por los sentimientos carnales.
Los paganos despreciaban a los humildes y mansos y a los que perdonaban, pues pensaban que solamente los débiles eran humildes y mansos y perdonaban a otros. Parece que algunos santos están de acuerdo con ellos.
Será fácil soportar al hermano — por desagradable que sea — si siempre recordamos lo que Jesús ha tenido y tiene que soportar de nosotros. «Cristo… tuvo causa de queja infinitamente mayor contra nosotros» (JFB). Cuando el hermano se arrepiente de su pecado, debemos perdonarlo (2Co 2:6). ¿Cuántas veces? Mat 18:22. ¿Cuántas veces pedimos perdón a Dios? ¿Cuántas veces nos ha perdonado?
Cristo nos ha dejado el ejemplo de mostrar la compasión hacia todos (Mat 9:36; Mat 14:14; Mat 15:32; Mat 20:34);
Fuente: Notas Reeves-Partain
Mat 6:14; Mat 18:21-35; Rom 15:7; 2Co 2:5-11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) “Jehová”, J23; P46ABD* (gr.): ho Ký·ri·os; אcCDcSyh,p: “el Cristo”; א*: “Dios”. Véase Ap. 1D.
REFERENCIAS CRUZADAS
e 179 Pro 19:11; Efe 4:32; 1Pe 4:8
f 180 Mat 18:15
g 181 Jer 31:34; Mat 6:14; Mar 11:25
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
13 super (1) Lit., vosotros mismos.
13 super (2) El Señor que perdona es nuestra vida y vive dentro de nosotros; perdonar es una virtud de Su vida. Cuando lo tomemos como nuestra vida y persona, y vivamos por El, perdonar a otros será espontáneo y llegará a ser una virtud de nuestra vida cristiana.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
perdonándoos… Verbo idéntico a → Col 2:13; Efe 4:2; el Señor… TR Cristo; en verdad… El gr. es enfático: ciertamente. → Efe 4:32.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R690 El pronombre reflexivo ἑαυτός aparece lado a lado con ἀλλήλων como para dar variedad (el pronombre reflexivo significa: los unos a los otros).
R742 Τὶς, como un pronombre puede ser igual a cualquiera.
R1418 Los participios de tiempo presente se usan como imperativos. [Editor. Realmente estos participios dependen del verbo imperativo del v. 12: Vístanse, pues, … soportándose …, perdonándose.]
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
El mismo verbo de 2.13.
3.13 g Efe 4:2.
3.13 TR registra Cristo.
3.13 Aquí, kaí es enfático: ciertamente, en verdad.
3.13 g Efe 4:32.