Biblia

Comentario de Colosenses 3:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Colosenses 3:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto es agradable en el Señor.

3:20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. — — «Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres» (Efe 6:1). Véanse Éxo 20:12; Éxo 21:15-17; Lev 20:9; Deu 5:16; Deu 21:8; Deu 6:20; Deu 30:17. Bajo la ley de Moisés el pueblo estaba obligado a apedrear a los hijos rebeldes (Deu 21:18-21). Jesús ha dejado un buen ejemplo para los niños, estando sujeto a José y María (Luc 2:51).

La frase, esto agrada al Señor, equivale a la que dice, en el Señor (Efe 6:1), y significa «de acuerdo con la voluntad del Señor». Los hijos deben estar en sujeción a sus padres en todas las cosas, a menos que haya conflicto entre la voluntad de ellos y la voluntad de Dios. Agrada al Señor «porque esto es justo» (Efe 6:1). Agrada al Señor porque es correcto; es razonable y normal. Los hijos necesitan de dirección. No conviene que se dejen para que se dirijan solos. No tienen la capacidad para ello; les faltan el entendimiento y la experiencia. La lección más básica que deben aprender todos los niños es la obediencia, la sujeción a sus padres.

«Honra a tu padre y a tu madre» (Efe 6:2). Véanse Éxo 21:17; Deu 27:16; Deu 21:18-21; Pro 20:20. Jesucristo honraba a sus padres. Estaba sujeto a ellos. Aun en su muerte Jesús no pensaba en su propio sufrimiento, sino en el bienestar de su madre (Jua 19:26-27). Nuestros padres nos trajeron a este mundo, y nos cuidaban cuando no podíamos cuidarnos solos, nos alimentaban, nos educaban y nos criaban. Por todo esto merecen honor. Mar 7:8-13 relata una de las tradiciones más diabólicas inventadas por los fariseos y escribas, una tradición por la cual ellos invalidaban la ley de Dios de honrar a los padres. Este mandamiento incluyó el cuidado de los padres en su vejez. La ley de Cristo requiere la misma cosa (1Ti 5:4-8). Nuestra deuda es grande; no terminamos de «recompensarles», ni aun en todos los días de su vida.

El honrar a los padres «es el primer mandamiento con promesa» (Efe 6:2), y esa promesa es: «para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra» (Efe 6:3; véanse Deu 6:24; 1Pe 3:10-12). La obediencia a Dios, desde la juventud, es para nuestro propio bien, y para nuestra propia felicidad. Muchos jóvenes se destruyen solos viviendo en plena rebeldía. Buscan satisfacción en las drogas, en el alcohol, y en el desenfreno total, pero no les va bien. Es alarmante el número creciente de suicidios entre los jóvenes.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Hijos, obedeced a vuestros padres. Gén 28:7; Éxo 20:12; Lev 19:3; Deu 21:18-21; Deu 27:16; Pro 6:20; Pro 20:20; Pro 30:11, Pro 30:17; Eze 22:7; Mal 1:6; Mat 15:4-6; Mat 19:19; Efe 6:1-3.

en todo. Col 3:22; Efe 5:24; Tit 2:9.

porque esto agrada al Señor. Col 1:10; Flp 4:18; Heb 13:21.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los padres y los hijos también reciben admoniciones de parte del apóstol. Los hijos deben obedecer. Sin embargo, no se deben tomar todas las cosas como absolutas. Cuando la verdad de Dios y los requerimientos de alguien entran en conflicto, un hijo debe obedecer a Dios. Además, el padre debe tener cuidado de no frustrar ni de desalentar a sus hijos. Las reglas deben ser razonables y no arbitrarias. El padre debe educar a sus hijos de la misma manera que Dios disciplina a sus hijos y les enseña.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

HIJOS, OBEDECED A VUESTROS PADRES. Véase Efe 6:1, nota sobre los deberes filiales.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

en todo. Vea las notas sobre Efe 6:1-3. El único límite a la obediencia de un hijo es que los padres le exijan algo que sea contrario a la Palabra de Dios. Por ejemplo, algunos hijos actuarán contra los deseos de sus padres incluso por el mismo hecho de acudir a Cristo (cp. Luc 12:51-53; Luc 14:26).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. – – «Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres» (Efe 6:1). Véanse Éxo 20:12; Éxo 21:15-17; Lev 20:9; Deu 5:16; Deu 21:8; Deu 6:20; Deu 30:17. Bajo la ley de Moisés el pueblo estaba obligado a apedrear a los hijos rebeldes (Deu 21:18-21). Jesús ha dejado un buen ejemplo para los niños, estando sujeto a José y María (Luc 2:51).
La frase, esto agrada al Señor, equivale a la que dice, en el Señor (Efe 6:1), y significa «de acuerdo con la voluntad del Señor». Los hijos deben estar en sujeción a sus padres en todas las cosas, a menos que haya conflicto entre la voluntad de ellos y la voluntad de Dios. Agrada al Señor «porque esto es justo» (Efe 6:1). Agrada al Señor porque es correcto; es razonable y normal. Los hijos necesitan de dirección. No conviene que se dejen para que se dirijan solos. No tienen la capacidad para ello; les faltan el entendimiento y la experiencia. La lección más básica que deben aprender todos los niños es la obediencia, la sujeción a sus padres.
«Honra a tu padre y a tu madre» (Efe 6:2). Véanse Éxo 21:17; Deu 27:16; Deu 21:18-21; Pro 20:20. Jesucristo honraba a sus padres. Estaba sujeto a ellos. Aun en su muerte Jesús no pensaba en su propio sufrimiento, sino en el bienestar de su madre (Jua 19:26-27). Nuestros padres nos trajeron a este mundo, y nos cuidaban cuando no podíamos cuidarnos solos, nos alimentaban, nos educaban y nos criaban. Por todo esto merecen honor. Mar 7:8-13 relata una de las tradiciones más diabólicas inventadas por los fariseos y escribas, una tradición por la cual ellos invalidaban la ley de Dios de honrar a los padres. Este mandamiento incluyó el cuidado de los padres en su vejez. La ley de Cristo requiere la misma cosa (1Ti 5:4-8). Nuestra deuda es grande; no terminamos de «recompensarles», ni aun en todos los días de su vida.
El honrar a los padres «es el primer mandamiento con promesa» (Efe 6:2), y esa promesa es: «para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra» (Efe 6:3; véanse Deu 6:24; 1Pe 3:10-12). La obediencia a Dios, desde la juventud, es para nuestro propio bien, y para nuestra propia felicidad. Muchos jóvenes se destruyen solos viviendo en plena rebeldía. Buscan satisfacción en las drogas, en el alcohol, y en el desenfreno total, pero no les va bien. Es alarmante el número creciente de suicidios entre los jóvenes.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Efe 6:1-4; 1Pe 5:5.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

w 198 Pro 6:20; Luc 2:51; Efe 6:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Hijos…Efe 6:1.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T263 Es erróneo traducir la última frase del v. 20 con las palabras: que agrada al Señor. Lo que Pablo quiere decir es que la obediencia a los padres es conveniente y apropiada en aquel estado de gracia en que el cristiano vive ahora. En los escritos de Pablo, la idea de al después de εὐάρεστος se expresa por medio del dativo simple, y no con ἐν. Si él quisiera dar a entender al en este caso, esperaríamos sólo el dativo; además, el paralelo con ἐν κυρίῳ, en el mandato que se da a las mujeres precisamente antes, se perdería; porque en el v. 18 sólo puede significar: (al Señor).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., en el

Fuente: La Biblia de las Américas

g Efe 6:1.

Fuente: La Biblia Textual III Edición