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Comentario de Deuteronomio 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Deuteronomio 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Estas son las palabras que Moisés habló a todo Israel al otro lado del Jordán, en el desierto, en el Arabá frente a Suf, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Di-zahab.

RESUMEN DE DEUTERONOMIO

El libro de Deuteronomio marca el final del Pentateuco, comúnmente llamado la Ley de Moisés; una obra en todos los sentidos digna de Dios es su autoría, y solo menos que el Nuevo Testamento, la Ley y el Evangelio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Su antigüedad lo coloca a la cabeza de todas las escrituras en el mundo; y los diversos temas que abarca lo hacen de la mayor importancia para cada parte del mundo civilizado. Su filosofía, historia, geografía y cronología le dan derecho al respeto de toda la raza humana; mientras que su sistema de teología y religión demuestra de manera demostrable que es una revelación de Dios. La Ley de Moisés es más propiamente la Ley de Jehová, יהוה [H3068] ���� [H8451], Torá yehowah, el gran título del Pentateuco. Podríamos concebir que Moisés haya sido el autor de este sistema, debemos considerarlo más que mortal: ninguna sabiduría del hombre ha inventado jamás tal Código de leyes.

Sin embargo, su mérito ha sido cuestionado, y sus leyes fueron duramente criticadas por personas cuyo interés era probar que la religión era una trampa, porque no tenían ninguna. Para algunos, cuyos gustos y sentimientos mentales están extrañamente pervertidos, todo en el paganismo lleva no solo el aspecto más fascinante, sino que parece reclamar y poseer todas las excelencias; y, por lo tanto, han llamado a Confucio, a Menú, a Zoroastro y al propio Mahoma para disputar la palma con Moisés. Sobre este tema en general, puede ser simplemente necesario agregar que lo máximo que se puede decir de todas las leyes, meramente humanas, es que restringen los vicios a través del terror del castigo.

La ley de Dios no solo refrena el vicio, sino que infunde virtud. Solo lleva al hombre al estrado de su Hacedor; y lo mantiene dependiente de los fuertes para la fortaleza, de los sabios para la sabiduría y de los misericordiosos para la gracia. Abunda con promesas de apoyo y salvación para la vida presente, que ningún sistema falso se atrevió jamás a proponer, donde Moisés, de la manera más segura, promete a su Dios el cumplimiento de todas las grandiosas y preciosas promesas, con las cuales él las leyes están tan abundantemente intercaladas; y mientras eran obedientes podían decir: «No nos ha fallado ninguna palabra, de todas las cosas buenas que el Señor nuestro Dios habló acerca de nosotros». Quien lee desapasionadamente al Pentateuco, que lo considera en sí mismo y en su referencia a eso El glorioso Evangelio que se pretendía introducir, ¿puede por un momento negarle la palma de la superioridad infinita sobre todos los sistemas enmarcados o imaginados por el hombre? Bien podría el pueblo de Israel triunfalmente exclamar, «¡No hay ninguno como el Dios de Jesurun!» Y con qué notable propiedad agrega el glorioso legislador, «¡Bienaventurado eres, oh Israel! ¿Quién como tú? ¡Oh gente, salvada del Señor!» Finalmente, los tesoros de sabiduría y conocimiento, que se acumulan en estos cinco libros, han enriquecido a toda la tierra civilizada y, de hecho, promovido en gran medida esa misma civilización.

Han sido una especie de libro de texto para casi todos los escritores sobre geología, geografía, cronología, astronomía, historia natural, ética, jurisprudencia, economía política, teología, poesía y crítica, desde la época de Moisés hasta la actualidad: libros a lo que los escritores y filósofos más selectos en la antigüedad pagana han estado profundamente endeudados; y que fueron los libros de texto para todos los profetas, libros de los cuales los endebles escritores contra la Revelación divina han derivado su religión natural, y toda su excelencia moral, libros escritos con toda la energía y pureza del incomparable lenguaje en el que están compuestos; y, por último, los libros, que por importancia de la materia, variedad de información, dignidad del sentimiento, exactitud de los hechos, imparcialidad, simplicidad y sublimidad de la narración, tienden a mejorar y ennoblecer el intelecto y mejorar la condición física y moral del hombre ¡nunca ha sido igualado, y solo puede ser paralelo al Evangelio del Hijo de Dios! ¡Fuente de infinita misericordia, justicia, verdad y beneficencia! ¿Cuán descuidados son los regalos y las bondades de aquellos que no leen esta ley? ¡y por aquellos que lo han leído, no son moralmente mejorados por él, y hechos sabios para la salvación!

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Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

a este lado del Jordán. Núm 32:5, Núm 32:19, Núm 32:32; Núm 34:15; Núm 35:14; Jos 9:1, Jos 9:10; Jos 22:4, Jos 22:7.

del mar Bermejo, o mar Rojo. Deu 33:2; Gén 21:21; Núm 10:12; Núm 12:16; Núm 13:3, Núm 13:26; 1Sa 25:1; Hab 3:3.

Hazerot. Núm 11:35; Núm 33:17, Núm 33:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El Quinto libro de Moisés, llamado Deuteronomio.

Moisés, Deu 1:1-5.

relata brevemente la historia de Dios en Horeb, Deu 1:6-13;

les da oficiales, Deu 1:14-18;

envía espías a investigar la tierra, Deu 1:19-33;

la ira de Dios por la incredulidad, Deu 1:34-40;

y desobediencia del pueblo, Deu 1:41-46.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

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CON LA NACIÓN DE ISRAEL UBICADA A LA ENTRADA DE CANAÁN, MOISÉS aprovechó una última oportunidad para preparar al pueblo para su nueva vida en la tierra que heredaban. Puesto que Moisés no habría de entrar a la tierra con la gente, quería estar seguro de que el pueblo no olvidaría su alianza con Dios. El cuidadoso resumen que hace Moisés de las leyes de Dios se registra en el libro de Deuteronomio. Las palabras de este libro se comparan con el trasfondo histórico de todos los hechos de la historia de Israel hasta el momento en que fueron expresadas, lo que incluye el éxodo desde Egipto, la revelación de Dios en el Monte Sinaí, las rebeldes respuestas de Israel ante la bondad del Señor, y la constante protección de Dios para con ellos. Aun más hay algunos hechos fundamentales que el libro trata en particular.

La idolatría en Baal-peor fue uno de esos momentos significativos (Núm 25:1-18). Fue allí donde Israel primero experimentó la atracción del culto a Baal, el cual plagaría su existencia durante siglos. El pueblo al cual Moisés se dirigía en Deuteronomio era el que sobrevivió la plaga que el Señor les envió en castigo por los pecados del pueblo (Deu 4:3). A la luz de esta experiencia, Moisés le suplicó a esta nueva generación que fuera fiel a las leyes de Dios. Frecuentemente usaba la palabra hoy para enfatizar que esta nueva generación podría empezar de nuevo (Deu 1:10, Deu 1:39; Deu 4:4, Deu 4:40; Deu 5:1, Deu 5:3; Deu 6:6; Deu 7:11), no tenían que centrarse en su rebelde pasado.

Moisés concluyó sus exhortaciones con una descripción de la ceremonia de renovación del pacto que tendría lugar entre el Monte Ebal y el Monte Gerizim. Ordenó a los Levitas que en la estéril cima del Ebal recitaran las maldiciones para quienes rechazaron la Ley de Dios. Las generosas bendiciones para quienes obedecieron la Ley de Dios se recitarían en las exuberantes laderas del Gerizim. Con estas instrucciones, Moisés anticipó la renovación del pacto en el otro lado del río Jordán. Allí, el pueblo se reuniría para el gran momento cuando renovarían una vez más el pacto, pero esta vez como habitantes de la Tierra Prometida (Deu 11:29, Deu 11:30; Deu 27:1-8, Deu 27:12, Deu 27:13; Jos 8:30-35). Después de describir esta futura renovación del pacto, el propio Moisés desafió al pueblo a renovar su entrega a Dios (Deu 30:11-20).

Finalmente, la expectativa de la inminente muerte de Moisés explica por qué él entregó el libro como un testimonio de la Ley de Dios. El Señor le ordenó dejar las palabras de la Ley como un testimonio a Israel. Como respuesta, Moisés escribió las palabras, las entregó a los sacerdotes para que las guardaran y les ordenó que leyeran la Palabra de Dios cada siete años. De este modo, Moisés no sólo preparó a la nueva generación para la venida de la conquista de la tierra, sino también se aseguró de que cada generación después de aquella escuchara las leyes de Dios (Deu 31:9-13).

El énfasis de Moisés en el pacto a lo largo de todo Deuteronomio es notable. Dio testimonio de su importancia al llamar repetidamente a la nueva generación de israelitas a seguir sus disposiciones (Deu 30:11-20).

En efecto, Deuteronomio como un todo refleja el modelo de un antiguo tratado del Medio Oriente entre el señor y un siervo. El modelo típico de dicho tratado con sus correspondientes secciones en Deuteronomio, es el siguiente:

(1) Un preámbulo o introducción (Deu 1:1-5)

(2) Un resumen de la anterior relación entre las partes (Deu 1:6-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29; Deu 4:1-49)

(3) Estipulaciones básicas que garantizaban la fidelidad al tratado (Deu 5:1-33; Deu 6:1-25; Deu 7:1-26; Deu 8:1-20; Deu 9:1-29; Deu 10:1-22; Deu 11:1-32; Deu 12:1-32; Deu 13:1-18; Deu 14:1-29; Deu 15:1-23; Deu 16:1-22; Deu 17:1-20; Deu 18:1-22; Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19; Deu 26:1-19)

(4) Sanciones en la forma de bendiciones y maldiciones (Deu 27:1-26; Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:1-20)

(5) Testigos del tratado (Deu 32:1)

(6) Una disposición para la conservación y lectura del tratado (Deu 31:1-30; Deu 32:1-52; Deu 33:1-29; Deu 34:1-12)

Aunque existen estas similitudes, el libro de Deuteronomio no sigue ciegamente la típica estructura de un tratado, pero podemos llegar a la conclusión que fue escrito teniendo presente la estructura básica de un tratado. Moisés imprimió en sus lectores la importancia de la alianza, no sólo con sus repetidas exhortaciones, sino también con la estructura misma del libro. Con las advertencias de Moisés y su renovada entrega, el pueblo estuvo finalmente listo para entrar a la Tierra Prometida.

El título del quinto libro del Pentateuco se deriva de la Septuaginta, la antigua traducción griega del AT. que interpreta las palabras en Deu 17:18, «una copia de esta ley», como «la segunda ley». El nombre «Deuteronomio» significa «la segunda ley». El nombre es en cierto modo poco apropiado, porque el Deuteronomio no contiene una segunda Ley, explica la Ley de Dios revelada en el Monte Sinaí a una segunda generación de israelitas.

A través de los siglos, judíos y cristianos creyeron que Moisés escribió el Deuteronomio. Pero durante los últimos 200 años, algunos cuestionan esta posición. Argumentan que la teología del libro es demasiado avanzada para los primeros israelitas en esta temprana etapa de su historia. Pero otros sostienen que Moisés compiló el Deuteronomio y escribió la mayor parte de él. Argumentan que la autoría Mosaica está apoyada por la consistente teología de la alianza, que reclama la autoría Mosaica, y por los testimonios de los escritores del Nuevo Testamento.

El Deuteronomio es básicamente la última voluntad de Moisés. En este testamento, desafió a Israel a permanecer fiel al pacto, les recordó su historia pasada, y les señaló sus futuras bendiciones o maldiciones en la tierra de Canaán, en dependencia de su fe y comportamiento. Las palabras de Moisés y el tributo a su legado (Deu 31:24), la recitación del Cántico de Moisés (Deu 31:30; Deu 32:1-34) y las bendición a las tribus (Deu 33:1-29) constituyen en gran medida el libro de Deuteronomio. Otro autor, llevado por el Espíritu de Dios, agregó el relato de la muerte de Moisés y el tributo a su legado (Deu 34:1-12). Algunos argumentan que el propio Moisés podría haber escrito el relato de su muerte y sucesión, habiéndolos previsto por inspiración divina. Por cierto que esto es posible, pero no es una conclusión necesaria para aquellos que mantienen la autoría Mosaica del Pentateuco como un todo.

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Bosquejo

I. Prólogo (Deu 1:1-5)

II. Un resumen de la historia de Israel (Deu 1:6-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29; Deu 4:1-43)

A. Promesas de Dios y la necesidad de liderazgo (Deu 1:6-18)

B. Rebelión de Israel en Cades-barnea (Deu 1:19-46)

C. Viaje de Israel a Transjordania (Deu 2:1-25)

D. Victoria de Israel sobre Sehón y Og (Deu 2:26-37; Deu 3:1-11)

E. La división del territorio conquistado en Transjordania (Deu 3:12-22)

F. Selección de Josué para conducir a Israel a la tierra (Deu 3:23-29)

G. Una invitación para vivir como gente sabia (Deu 4:1-43)

III. La Ley, las promesas y la comunidad del pacto (Deu 4:44-49; Deu 5:1-33; Deu 6:1-25; Deu 7:1-26; Deu 8:1-20; Deu 9:1-29; Deu 10:1-22; Deu 11:1-32)

A. Prólogo histórico (Deu 4:44-49)

B. El pacto del Señor (Deu 5:1-5)

C. Los Diez Mandamientos (Deu 5:6-22)

D. Moisés, el mediador del pacto (Deu 5:23-31)

E. Un desafío para amar a Dios (Deu 5:32-33)

F. Instrucciones concernientes a la conquista de la tierra (Deu 7:1-26)

G. Dios, la única fuente de bendición (Deu 8:1-20)

H. Historia y futuro de Israel (Deu 9:1-29; Deu 10:1-11)

I. Un desafío para buscar a Dios (Deu 10:12-22; Deu 11:1-32)

IV. El desarrollo de la hermandad del pacto (Deu 12:1-32; Deu 13:1-18; Deu 14:1-29; Deu 15:1-23; Deu 16:1-22; Deu 17:1-20; Deu 18:1-22; Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19; Deu 26:1-19)

A. El culto a Dios (Deu 12:1-32; Deu 13:1-18; Deu 14:1-29; Deu 15:1-23; Deu 16:1-17)

B. La administración de justicia y la pureza del culto (Deu 16:18-22; Deu 17:1-20)

C. El liderazgo de la gente y la revelación de Dios (Deu 17:14-20; Deu 18:1-22)

D. La administración de justicia y las reglas de la guerra (Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-14)

E. El individuo y la comunidad (Deu 21:15-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19)

F. La anticipación de la vida en Canaán (Deu 26:1-15)

G. La exhortación final de Moisés (Deu 26:16-19)

V. La renovación del pacto (Deu 27:1-26; Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:1-20)

A. La renovación del pacto en Canaán bajo Josué (Deu 27:1-26)

B. Discurso de Moisés a Israel (Deu 28:1-68; Deu 29:1)

C. Resumen y aplicación (Deu 29:2-29)

D. Una elección de vida o muerte, bendición o maldición (Deu 30:1-20)

VI. Los últimos actos de Moisés (Deu 31:1-30; Deu 32:1-52; Deu 33:1-29)

A. La transición de autoridad a Josué (Deu 31:1-8)

B. La lectura de la Ley por los sacerdotes (Deu 31:9-13)

C. Aparición de Dios a Moisés y Josué (Deu 31:14-23)

D. La colocación de la Ley junto al arca del pacto (Deu 31:24-29)

E. El Cántico de Moisés (Deu 31:30; Deu 32:1-47)

F. Bendición de Moisés a la tribus (Deu 32:48-52; Deu 33:1-29)

VII. El epílogo: Muerte de Moisés, sucesión de Josué y legado de Moisés (Deu 34:1-12)

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Estos versos preliminares conectan el Deuteronomio con Números (Núm 36:13) y proporcionan el ambiente.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

palabras que habló Moisés: La mayor parte del Deuteronomio consiste en la explicación de Moisés de la Ley de Dios y su b exhortación a seguirla. La referencia a Moisés y a todo Israel se repite en el verso final (Deu 34:12).

este lado del Jordán es literalmente, «al otro lado del Jordán». Esta es la tierra al Este del Jordán, o al otro lado de este desde la perspectiva de la tierra de Canaán (Deu 3:8, Deu 3:20, Deu 3:25; Deu 4:41; Deu 11:30). La llanura es probablemente la región norte de Moab.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LAS PALABRAS QUE HABLÓ MOISÉS. Con frecuencia el NT se refiere al contenido de Deuteronomio. Jesús citó pasajes de ese libro cuando fue tentado por Satanás (Mat 4:4 Mat 4:7 Mat 4:10; cf. Deu 8:3 Deu 6:13 Deu 6:16) y cuando enseñaba acerca de la relación de los seres humanos con Dios, comprendida en «el primero y grande mandamiento» (Mat 22:37-38; cf. Deu 5:5 Deu 10:12 Deu 30:6; compárense Deu 17:6 Deu 19:15 con Mat 18:16; Jua 8:17).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Introducción a Deuteronomio

Bosquejo

Introducción (Deu 1:1-5)

I. Primer discurso de Moisés: Recuento de la historia reciente de Israel (Deu 1:6-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29; Deu 4:1-43)

A. Salida del monte Sinaí (Deu 1:6-18)

B. Incredulidad en Cades-bamea (Deu 1:19-46)

C. Peregrinaciones en el desierto (Deu 2:1-15)

D. Avance hasta las llanuras de Moab (Deu 2:16-37; Deu 3:1-29)

E. Exhortación de Moisés a la obediencia (Deu 4:1-43)

II. Segundo discurso de Moisés: Deberes principales del pacto (Deu 4:44-49; Deu 5:1-33; Deu 6:1-25; Deu 7:1-26; Deu 8:1-20; Deu 9:1-29; Deu 10:1-22; Deu 11:1-32; Deu 12:1-32; Deu 13:1-18; Deu 14:1-29; Deu 15:1-23; Deu 16:1-22; Deu 17:1-20; Deu 18:1-22; Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19; Deu 26:1-19)

A. Los Diez Mandamientos (Deu 4:44-49; Deu 5:1-33)

B. El monoteísmo y los imperativos (Deu 6:1-25)

C. Mandamientos, promesas y advertencias prácticos (Deu 7:1-26; Deu 8:1-20; Deu 9:1-29; Deu 10:1-22; Deu 11:1-32)

D. Mandamientos respecto a la adoración (Deu 12:1-32)

E. Mandamientos respecto a los falsos profetas (Deu 13:1-18)

F. Mandamientos respecto a la comida, los diezmos y el año sabático (Deu 14:1-29; Deu 15:1-23)

G. Mandamientos respecto a las fiestas anuales (Deu 16:1-17)

H. Mandamientos respecto a los dirigentes (Deu 16:18-22; Deu 17:1-20; Deu 18:1-22)

I. Leyes civiles y sociales (Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19; Deu 26:1-19)

III. Tercer discurso de Moisés: Renovación y ratificación del pacto (Deu 27:1-26; Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:1-20)

A. Encargos solemnes de Moisés a Israel (Deu 27:1-26)

B. Promesa de bendiciones por la obediencia y maldiciones por la desobediencia (Deu 28:1-68)

C. Confirmación del pacto y exhortaciones pertinentes (Deu 29:1-29; Deu 30:1-20)

IV. Actividades finales de Moisés y su muerte (Deu 31:1-30; Deu 32:1-52; Deu 33:1-29; Deu 34:1-12)

A. Encargos de Moisés a Israel y comisión a Josué (Deu 31:1-29)

B. Cántico de Moisés (Deu 31:30; Deu 32:1-47)

C. Instrucciones de Dios a Moisés (Deu 32:48-52)

D. Bendición de Moisés a las tribus (Deu 33:1-29)

E. Muerte y entierro de Moisés, y resumen final (Deu 34:1-12)

Autor : Moisés

Tema : Renovación del pacto

Fecha : ca. 1405 a.C.

Trasfondo

El título «Deuteronomio» (derivado de la Septuaginta) significa «segunda ley». El libro consta de los mensajes de despedida de Moisés en los cuales repasó y renovó el pacto de Dios con Israel para beneficio de la nueva generación de israelitas. Ellos habían llegado al fin de su peregrinación en el desierto y ya estaban listos para entrar en la tierra de Canaán. En su mayoría esta nueva generación no recordaba la primera Pascua, el cruce del mar Rojo ni la promulgación de la ley en el monte Sinaí. Necesitaban un recuento inspirado del pacto, de la ley y de la fidelidad de Dios, como también una declaración actual respecto a las bendiciones por la obediencia y las maldiciones por la desobediencia. A diferencia de Números, que registra las peregrinaciones en el desierto de la rebelde «generación del éxodo» de los israelitas durante el espacio de treinta y nueve años, Deuteronomio abarca un período corto de quizás un mes en un lugar de las llanuras de Moab directamente al este de Jericó y el río Jordán.

Deuteronomio fue escrito por Moisés (Deu 31:9; Deu 31:24-26; cf. Deu 4:44-46; Deu 29:1) y dado a Israel como documento del pacto para que se leyera por completo ante todo el pueblo cada siete años (Deu 31:10-13). Moisés probablemente terminó la redacción del libro poco antes de su muerte cerca de 1405 a.C. La paternidad literaria mosaica de Deuteronomio la prueban:

(1) El Pentateuco judío y samaritano,

(2) los escritores del AT (e.g., Jos 1:7; 1Re 2:3; 2Re 14:6; Esd 3:2; Neh 1:8-9; Dan 9:11),

(3) Jesús (Mat 19:7-9; Jua 5:45-47) y otros escritores del NT (e.g., Hch 3:22-23; Rom 10:19),

(4) eruditos cristianos de la antigüedad,

(5) eruditos conservadores modernos, y

(6) la evidencia interna (e.g., semejanza en la estructura literaria con tratados seculares de pacto de protectorado escritos en el siglo XV a.C.). El relato de la muerte de Moisés (cap. Deu 34:1-12) lo añadió sin duda alguien (probablemente Josué) poco después de su ocurrencia, como tributo merecido a Moisés, el siervo del Señor.

Propósito

El propósito original de Moisés al dirigirse a la nueva generación de Israel antes de entregar las riendas del liderazgo a Josué para la conquista fue exhortarlos e instruirlos en lo concerniente a:

(1) Los hechos poderosos y las promesas de Dios,

(2) sus obligaciones de fe y obediencia según el pacto, y

(3) su necesidad de consagrarse al Señor: de temerlo, andar en sus caminos, y amarlo y honrarlo con todo su corazón, alma y fuerzas.

Visión panorámica

Como documento de renovación del pacto, Deuteronomio está organizado como un tratado de pacto de protectorado de ese tiempo:

(1) preámbulo (Deu 1:1-5);

(2) prólogo histórico (Deu 1:6-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29; Deu 4:1-43);

(3) estipulaciones principales (Deu 4:44-49; Deu 5:1-33; Deu 6:1-25; Deu 7:1-26; Deu 8:1-20; Deu 9:1-29; Deu 10:1-22; Deu 11:1-32; Deu 12:1-32; Deu 13:1-18; Deu 14:1-29; Deu 15:1-23; Deu 16:1-22; Deu 17:1-20; Deu 18:1-22; Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19; Deu 26:1-19);

(4) maldiciones y bendiciones (Deu 27:1-26; Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:1-20); y

(5) disposiciones para su continuación (Deu 31:1-30; Deu 32:1-52; Deu 33:1-29).

Con toda la seriedad que poseía, Moisés repasó y renovó el pacto de Dios con Israel principalmente mediante tres discursos inspirados:

(1) En el primer discurso repasó la historia y el fracaso de Israel desde el monte Sinaí y llamó a la nueva generación a temer a Dios y obedecerle (Deu 1:6-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29; Deu 4:1-43).

(2) En el segundo discurso repasó y aplicó muchas leyes del pacto que tratan asuntos tales como la observancia del día de reposo, la adoración, los pobres, los días de fiesta, la herencia y los derechos de propiedad, la inmoralidad sexual, el tratamiento de los siervos y la administración de la justicia (Deu 4:44-49; Deu 5:1-33; Deu 6:1-25; Deu 7:1-26; Deu 8:1-20; Deu 9:1-29; Deu 10:1-22; Deu 11:1-32; Deu 12:1-32; Deu 13:1-18; Deu 14:1-29; Deu 15:1-23; Deu 16:1-22; Deu 17:1-20; Deu 18:1-22; Deu 19:1-21; Deu 20:1-20; Deu 21:1-23; Deu 22:1-30; Deu 23:1-25; Deu 24:1-22; Deu 25:1-19; Deu 26:1-19).

(3) En el tercer discurso profetizó bendiciones y maldiciones que les sobrevendrían a los israelitas según su obediencia o desobediencia (Deu 27:1-26; Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:1-20).

Los capítulos restantes incluyen el nombramiento de Josué por Moisés como su sucesor y un testimonio acerca de la muerte de Moisés (Deu 31:1-30; Deu 32:1-52; Deu 33:1-29; Deu 34:1-12).

Características especiales

Cuatro aspectos o énfasis principales caracterizan a Deuteronomio.

(1) Suministraba a la nueva generación de israelitas (que habría de entrar pronto a Canaán) el fundamento y la motivación necesarios para heredar la tierra prometida al enfocar la naturaleza de Dios y su pacto con Israel.

(2) Es «el libro de la segunda ley» en que Moisés, el dirigente de 120 años de edad de Israel, confirmó y resumió (en forma de sermón) la palabra del Señor contenida en los cuatro libros precedentes del Pentateuco.

(3) Es «el libro de la recordación». Una admonición característica de Deuteronomio es: «Recuerden y no olviden.» En vez de representar la búsqueda de una «nueva verdad», Deuteronomio exhorta a Israel a retener y obedecer la verdad de Dios revelada y escrita en su palabra absoluta e inmutable.

(4) Una importante nota sobresaliente del libro es la fórmula de «fe más obediencia». Israel fue llamado a confiar en Dios con todo su ser y a obedecer sus mandamientos constantemente. La fe más la obediencia los capacitaría para heredar las promesas con la plena bendición de Dios. La falta de fe y obediencia, por el contrario, introduciría el ciclo del fracaso y el juicio.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

Cuando Jesús fue tentado por el diablo, respondió citando pasajes de Deuteronomio (Mat 4:4; Mat 4:7; Mat 4:10; cf. Deu 8:3; Deu 6:16; Deu 6:13). Cuando se le preguntó a Jesús cuál era el mandamiento más importante, su respuesta fue de Deuteronomio (Mat 22:37; cf. Deu 6:5). Los libros del NT citan o aluden a Deuteronomio casi cien veces. Hay dos referencias a una profecía mesiánica clara (Deu 18:15-19) en Hechos (Hch 3:22-23; Hch 7:37). Del carácter espiritual de Deuteronomio parte la revelación del NT.

Diagramas

PRINCIPIOS ÉTICOS PERENNES EXPRESADOS EN EL PACTO ANTIGUO

1. Dignidad de la vida humana

La vida de la persona es protegida (Éxo 20:13)

2. Dignidad de la mujer

A pesar del estado subordinado de la mujer en la sociedad, la ley le confería derechos (Éxo 21:7-10)

3. Dignidad personal

A nadie se le podía maltratar, explotar ni oprimir, sino que toda persona tenía derecho a ser respetada por sus semejantes (Lev 19:13-17)

4. Castigo proporcional a la falta cometida

El castigo al culpable no debía ser excesivo para evitar así que se sintiera denigrado (Deu 25:1-5)

5. Propiedad y herencia

La ley garantizaba el derecho a recibir la herencia y a la protección de las propiedades (Lev 25:1-55; Éxo 20:15; Éxo 21:33-36; Éxo 22:1-15)

6. Trabajo

Todos tenían derecho a recibir el salario justo por su trabajo (Lev 19:13)

7. Protección a los desamparados

Se hacía provisión para socorrer al huérfano, a la viuda, al extranjero y a quien hubiera empobrecido (Lev 19:10; Lev 23:22)

8. Descanso

Todos debían observar semanalmente un día de reposo (Éxo 23:12)

9. Ecología

Se protegía la tierra ordenando un descanso para ella (Éxo 23:12)

10, La familia y el matrimonio

Se dieron mandamientos que protegían los vínculos familiares y mantenían inviolable el orden matrimonial (Éxo 20:12; Éxo 20:14; Deu 5:18; Lev 20:10-22)

Como puede verse, estos principios siguen vigentes en la economía de la gracia. Las culturas que han recibido la influencia de la tradición judeocristiana reflejan en sus leyes los mismos principios. El valor, respeto y respaldo que se dé a tales lineamientos preservará a la sociedad actual de los desastres de la anarquía humana, que es la deshumanización. Los principios bíblicos, en tanto que surgen de la naturaleza moral inmutable de Dios, son la mejor garantía de una sociedad estable, segura y éticamente responsable.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

1. Exhortación de Moisés.
L a parte legislativa del Deuteronomio (c. 12-26) está precedida de un largo prólogo (0.1-12), a base de dos discursos de Moisés, en los que se recuerdan las peripecias del desierto, castigos y bendiciones de Yahvé, como exhortación al cumplimiento de sus mandatos, que después se exponen. El estilo es parenético y artificial y los hechos narrados son sustancialmente los mismos del libro de los Números.

Proemio (1-5).
Estos primeros versículos del Deuteronomio de encuadramiento histórico del discurso exhortatorio de Moisés presentan no pocas dificultades, debidas, sin duda, a la intercalación de glosas extrañas a la primera redacción. Los v.16-3 parecen inserción erudita posterior, y sólo los v.12:4-5 deben constituir la introducción histórica primitiva: Estas son las palabras que dirigió Moisés a todo Israel al lado allá del Jordán después de haber sido derrotados Seón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesebón, y Og, rey de Basan, que habitaba en Astarot y Edrai. Al lado de allá del Jordán, en tierra de Moab, púsose Moisés a inculcarles esta ley, y dijo… La expresión al lado de allá del Jordán prueba que el redactor de esta exhortación vive ya en Canaan1.

1Estas son las palabras que dirigió Moisés a todo Israel al otro lado del Jordán, en el desierto, en el Araba, que está frente a Suf, entre Farán, Tofel, Labán, Jaserot y Dizahab, 2a diez jornadas de camino de Horeb a Cadesbarne por el camino de los montes de Seír. 3El año cuarenta, el undécimo mes, el día primero del mes, habló Moisés a los hijos de Israel de todo aquello que Yahvé le mandara hacer respecto de ellos 4después de haber sido derrotados Seón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesebón, y Og, rey de Basan, que habitaba en Astarot y Edrai. 5Al lado de allá del Jordán, en tierra de Moab, púsose Moisés a inculcarles esta ley, y dijo:

Los nombres intercalados por el glosista nos son en parte ya conocidos. El marco histórico del discurso de Moisés según éste no concuerda con lo que se dice en el v.5 (tierra de Moab), ya que lo supone proferido en el Araba, o depresión esteparia que va desde el mar Muerto al mar Rojo (Suf), cerca de los montes de Seír (o de Edom) y a diez jornadas de camino de Cadesbarne2. Por otra parte, esta situación geográfica no concuerda con lo que se dice en el v.4, donde se alude a las derrotas del rey de los amorreos en Transjordania3.

La Elección de los Jueces (6-18).
6Yahvé, nuestro Dios, nos habló en Horeb, diciendo: “Ya habéis morado bastante en este monte; 7ea, levantad el campamento; id a las montañas de los amorreos y de todos sus otros habitantes: al Araba, a la montaña, a la Sefela, al Negueb, a las costas del mar, a la tierra de los cananeos, al Líbano hasta el gran río, el Eufrates. 8Yo os entrego esa tierra; id y tomad posesión de la tierra que a vuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob juró Yahvé darles, a ellos y a su descendencia después de ellos.” 9Entonces os hablé así: “Yo no puedo por mí solo soportaros. 10 Yahvé, vuestro Dios, os ha multiplicado hasta el punto de ser hoy tan numerosos como las estrellas del cielo, u Que Yahvé, Dios de vuestros padres, os multiplique mil veces más y os bendiga, como El os ha prometido. 12Pero ¿cómo soportar yo por mí solo vuestra carga, vuestro peso y vuestras querellas? 13Elegid de vuestras tribus hombres sabios, inteligentes, probados, para que yo los constituya sobre vosotros.” 14Y vosotros me respondisteis: “Está bien lo que nos mandas hacer.” 15Entonces tomé yo de los principales de vuestras tribus, hombres sabios y probados, y los constituí en vuestros capitanes, jefes de millares, de centurias, de cincuentenas y de decenas, y magistrados en vuestras tribus.·» 16Al mismo tiempo di a vuestros jefes este mandato: “Oíd a vuestros hermanos, juzgad según justicia las diferencias que pueda haber entre ellos o con los extranjeros. 17No atenderéis en vuestros juicios a la apariencia de las personas; oíd a los pequeños como a los grandes, sin temor a nadie, porque de Dios es el juicio; y si alguna causa halláis demasiado difícil, llevádmela a mí para que yo la conozca.” 18Entonces os mandé cuanto en esto habíais de hacer.”

La evocación de los recuerdos empieza con la estancia de los israelitas en Horeb-Sinaí. La expresión Yahvé, nuestro Dios, es característica del documento deuteronómico, cuya concepción teoló-gico-teocrática de Israel está basada en la alianza del Sinaí4. Es el propio Dios – Guía de Israel – el que da la orden de marcha hacia la tierra de promisión, cuyos límites se definen idealmente conforme a los deseos de los mesianistas de los tiempos de David, cuando las victorias había creado un clima de grandeza, no siempre en conformidad con las realidades históricas. Así, se ordena a los hebreos caminar hacia el Araba (depresión esteparia al sur del mar Muerto), la montaña, o zona montañosa donde habitan los amorreos, en contraposición a los cananeos, que se supone habitar en la costa y junto al Jordán5. Sefela (lit. “país bajo” o llano), o zona semillana de las últimas estribaciones montañosas de Judá hacia la costa6. Negueb, al sur de Canaán, desde Hebrón hasta Cades. País de los cananeos: la parte costera superior de Canaán hasta Fenicia7. Líbano (de la-ban, “ser blanco,” por sus nieves o por sus rocas blanquecinas) es la cordillera de montañas de unos 150 kilómetros que se extiende de abajo arriba, desde Palestina a Siria. Aquí parece que designa toda esta región hasta llegar al Eufrates8. Esta inmensa zona geográfica ha sido prometida a los patriarcas (v.8) según las interpretaciones idealistas de los mejores tiempos de la monarquía, cuando las victorias guerreras de David daban pie a la imaginación de los poetas áulicos para esperar un reino que llegara al Eufrates9. Los profetas utilizarán estos datos para trazar los límites del futuro reino me-siánico.
Según éxo 18:13-26, Moisés, por sugerencia de Jetró, su suegro, estableció jefes de tribus como jueces del pueblo en las causas menores. Aquí el deuteronomista presenta esta institución como original del propio Moisés, que se siente incapaz de despachar personalmente todos los asuntos10. Moisés escogió gentes honestas y sabias para ejercer este delicado oficio, encareciendo el sentido de justicia, sin acepción de personas (oíd a los pequeños como a los grandes, v.17), porque en realidad de Dios es el juicio. Son representantes de Dios, y como tales deben actuar. Este criterio de equidad está muy conforme con el· espíritu del deuteronomista11 y con la predicación ética de los profetas12.

En Cadesbarne: la Exploración de Canaán (19-46).
19“Partidos de Horeb, atravesamos todo el vasto y horrible desierto que habéis visto en dirección a las montañas de los amorreos, como nos lo había mandado Yahvé, nuestro Dios, y llegamos a Cadesbarne. 20Entonces os dije: “Habéis llegado ya a las montañas de los amorreos, que Yahvé, nuestro Dios, va a daros. 21Mira: Yahvé, tu Dios, te da en posesión esa tierra; sube y apodérate de ella, conforme a la promesa que te ha hecho Yahvé, Dios de tus padres. No temas, no te acobardes.” 22 Pero os presentasteis a mí todos para decirme: “Mandemos por delante hombres que nos exploren la tierra y nos informen acerca del camino por donde debemos subir y de las ciudades adonde hemos de llegar.” 23Parecióme bien la propuesta, y tomé de entre vosotros doce, uno por cada tribu. 24Partieron, y después de atravesar la parte montuosa llegaron al valle de Escol y lo exploraron. 25Tomaron frutos de los de la tierra para traérnoslos, y nos dijeron en su relato: “Es una buena tierra la que nos da Yahvé, nuestro Dios.” 26Sin embargo, vosotros os negasteis a subir, y fuisteis rebeldes a las órdenes de Yahvé, vuestro Dios. 27Murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: “Nos odia Yahvé, y por eso nos ha sacado de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos. 28¿Adonde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han acobardado al decirnos: Es una gente más numerosa y de mayor estatura que nosotros; son grandes sus ciudades, y las murallas de éstas se alzan hasta el cielo, y hasta hemos visto allí hijos de Enaq.” 29Yo os dije: “No os acobardéis, no les tengáis miedo; 30Yahvé, vuestro Dios, que marcha delante de vosotros, combatirá El mismo por vosotros, según cuanto por vosotros a vuestros mismos ojos hizo en Egipto 31y en el desierto, por donde has visto cómo te ha llevado Yahvé, tu Dios, como lleva un hombre a su hijo, por todo el camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar.” 32Con todo, vosotros ni por esto confiasteis en Yahvé, vuestro Dios, 33que delante de vosotros marchaba por el camino buscándoos los lugares de acampamento, en fuego durante la noche, para mostraros el camino que habíais de seguir, y en nube durante el día. 34Yahvé oyó el rumor de vuestras palabras, y, montando en cólera, juró, diciendo: 35“Ninguno de los hombres de esta perversa generación llegará a la buena tierra que yo juré dar a vuestros padres, 36excepto Caleb, hijo de Yefoné; éste la verá, y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que él ha pisado, porque ha seguido fielmente a Yahvé.” 37Yahvé se irritó también contra mí por vosotros, y dijo: “Tampoco tú entrarás en ella. 38Josué, hijo de Nun, tu lugarteniente, entrará; fortalécele, porque él ha de poner a Israel en posesión de esa tierra. 39Y vuestros niños, de quienes habéis dicho que serían presa del enemigo; vuestros hijos, que no distinguen hoy todavía entre el bien y el mal, serán los que entren; a ellos se la daré y ellos la poseerán. 40Vosotros volveos y partid por el desierto camino del mar Rojo.” 41Vosotros respondisteis, diciéndome: “Hemos pecado contra Yahvé; queremos subir y combatir como Yahvé, nuestro Dios, ha mandado”; y, ciñéndoos vuestras armas, os dispusisteis inconsideradamente a subir a la montaña. 42Yahvé me dijo: “Diles: No subáis y no combatáis, porque yo no iré en medio de vosotros; no os hagáis derrotar por vuestros enemigos.” 43Yo os lo dije; pero vosotros no me escuchasteis, os resististeis a las órdenes de Yahvé, y fuisteis tan presuntuosos, que os empeñasteis en subir a la montaña. 44Entonces los amorreos, que habitan en esas montañas, salieron contra vosotros y os persiguieron como persiguen las abejas; os derrotaron en Seír hasta Jormá. 45Vinisteis y llorasteis ante Yahvé; pero Yahvé no escuchó vuestra voz, no os dio oídos. 46Así estuvisteis tanto tiempo en Cades, todo el tiempo que allí habéis morado.”

El deuteronomista coloca en labios de Moisés la narración de los principales acontecimientos ocurridos en Cadesbarne con ocasión de la exploración de Canaán. Sustancialmente, lo narrado aquí es lo que leemos en Núm c.13-14. En el comentario a estos textos hemos hecho notar que hay dos fuentes. La primera hace llegar los exploradores hasta la entrada de Jamat, en el alto Canaán, mientras que la segunda concreta la exploración a la región inmediata a Hebrón.

1 Algunos autores, como Hummelauer y Junker, creen que los v.1-2 son una transición entre el libro de los Núm y Dt; así, la expresión Estas son las palabras que dirigió Moisés… aludiría a los discursos anteriores, narrados en el libro de los Números. Nosotros creemos que más bien son introducción a lo que sigue en Dt. – 2 Para la identificación de estas localidades véase comentario a Num 10:12; 11:35; Núm 33 20; cf. Abel, Geog. I 427. – 3 Cf. Núm 21:21-22:1. – 4 Deu 5:2. – 5 Num 13:29. – 6 Abel, Geog. 1.416. – 7 En las cartas de Tell Amarna se llama Kinahna a la zona superior de Canaán lindante con Tiro y Sidón. – 8 Cf. Gen 15:18. Quizá Eufrates sea glosa, y el texto aluda al río Leontes, en Siria; cf. Abel, I 464. – 9 Sal 72:8-11; Sal 89:26; Zac 1:10. – 10 Según éxo 18:12-27 esta institución de “jueces” tuvo lugar antes de llegar al Sinaí, mientras que aquí se supone que es después. Algunos autores suponen que Exo 17:12-17 debe colocarse después de Ex 24, y entonces la institución fue después de la alianza sinaítica, lo que concuerda con el deuteronomista. Véase P. Heinisch, Das Buch Exodus 143. – 11 Deu 16:18-20. – 12 Cf. Isa 1:16s; Jer 7:33; Jer 22:33; 1 Sam 12:1s.

Fuente: Biblia Comentada

El quinto libro de Moisés llamado
Deuteronomio

Título

El título en español «Deuteronomio» se deriva de la mala traducción de la Septuaginta griega (LXX) en el Deu 17:18: «copia de esta ley», como «segunda ley». El título hebreo del libro se traduce: «Estas son las palabras», de los primeros dos vocablos del libro en hebreo. El título hebreo es una mejor descripción del libro debido a que no es una «segunda ley», sino más bien el registro de las palabras de explicación de Moisés con respecto a la ley. Deuteronomio completa la unidad literaria de cinco partes llamada el Pentateuco.

Autor y fecha

Moisés ha sido tradicionalmente reconocido como el autor de Deuteronomio, debido a que el libro mismo testifica que Moisés lo escribió (Deu 1:1; Deu 1:5; Deu 31:9; Deu 31:22; Deu 31:24). Tanto el AT (1Re 2:3; 1Re 8:53; 2Re 14:6; 2Re 18:12), como el NT (Hch 3:22-23; Rom 10:19) apoyan la afirmación de que Moisés lo escribió. Mientras que Deu 32:48-52; Deu 33:1-29; Deu 34:1-12 fue añadido después de la muerte de Moisés (probablemente por Josué), el resto del libro vino de la mano de Moisés poco antes de su muerte en el 1405 a.C.

La mayoría del libro está constituido por discursos de despedida que Moisés, quien tenía ciento veinte años de edad, les dio a Israel comenzando en el primer día del mes once del año 40 después del éxodo de Egipto (Deu 1:3). Estos discursos pueden ser fechados entre enero y febrero 1405 a.C. En las últimas semanas de la vida de Moisés, él escribió estos discursos y se los dio a los sacerdotes y ancianos para las generaciones venideras de Israel (Deu 31:9; Deu 31:24-26).

Contexto histórico

Al igual que Levítico, Deuteronomio no avanza históricamente, sino que se lleva a cabo en su totalidad en un lugar en algo más de un mes (cp. Deu 1:3 y Deu 34:8 con Jos 5:6-12). Israel había establecido su campamento en el valle central al E del río Jordán (Deu 1:1). En Núm 36:13 se hace referencia a este lugar como «los campos de Moab», un área al N del río Arnón cruzando el río Jordán desde Jericó. Habían pasado casi cuarenta años desde que los israelitas habían salido de Egipto.

El libro de Deuteronomio se concentra en acontecimientos que se llevaron a cabo en las semanas finales de la vida de Moisés. El acontecimiento principal fue la comunicación verbal de la revelación divina de Moisés al pueblo de Israel (Deu 1:1 Deu 30:20; Deu 31:30 Deu 32:47; Deu 33:1-29). Los únicos otros acontecimientos registrados fueron:

1) Moisés registrando la ley en un libro y su comisión a Josué como el nuevo líder (Deu 31:1-29);

2) la contemplación de la tierra de Canaán por parte de Moisés desde el Monte Nebo (Deu 32:48-52; Deu 34:1-4); y 3) su muerte (Deu 34:5-12).

Los destinatarios originales de Deuteronomio, tanto en sus presentaciones verbales como escritas, fue la segunda generación de la nación de Israel. Esa generación entera de cuarenta a sesenta años de edad (a excepción de Josué y Caleb, quienes eran mayores) había nacido en Egipto y había participado como niños o jóvenes en el éxodo. Aquellos que tenían menos de cuarenta años de edad habían nacido y sido criados en el desierto. Juntos, constituían la generación que se encontraba a punto de conquistar la tierra de Canaán bajo Josué, cuarenta años después de que habían dejado Egipto (Deu 1:34-39).

Temas históricos y teológicos

Al igual que Levítico, Deuteronomio contiene una gran cantidad de detalles legales, pero con un énfasis en el pueblo en lugar de los sacerdotes. Mientras Moisés llamaba a la segunda generación de Israel a confiar en el Señor y ser obediente a su pacto hecho en Horeb (Sinaí), ilustró sus puntos con referencias a la historia pasada de Israel. Él le recordó a Israel de su rebelión en contra del Señor en Horeb (Deu 9:7 Deu 10:11) y en Cades (Deu 1:26-46), lo cual trajo consecuencias devastadoras. Él también le recordó a ella de la fidelidad del Señor al dar victoria sobre sus enemigos (Deu 2:24 Deu 3:11; Deu 29:2; Deu 29:7-8). Pero lo más importante, fue que Moisés llamó al pueblo a tomar la tierra que Dios le había prometido bajo juramento a sus ancestros Abraham, Isaac y Jacob (Deu 1:8; Deu 6:10; Deu 9:5; Deu 29:13; Deu 30:20; Deu 34:4; cp. Gén 15:18-21; Gén 26:3-5; Gén 35:12). Moisés no solo miró atrás, él también miró hacia adelante y vio que el fracaso futuro de Israel en no obedecer a Dios lo llevaría a ser dispersado entre las naciones antes de que el cumplimiento de su juramento a los patriarcas se completara (Deu 4:25-31; Deu 29:22 Deu 30:10; Deu 31:26-29).

El libro de Deuteronomio, junto con Salmos e Isaías, revela mucho de los atributos de Dios. De esta manera, es directamente citado más de cuarenta veces en el NT (sobrepasado únicamente por Salmos e Isaías) con muchas más referencias a su contenido. Deuteronomio revela que el Señor es el único Dios (Deu 4:39; Deu 6:4), y que Él es celoso (Deu 4:24), fiel (Deu 7:9), amoroso (Deu 7:13), misericordioso (Deu 4:31), sin embargo, provocado a ira por el pecado (Deu 6:15). Este es el Dios quien llamó a Israel para sí mismo. Más de doscientas cincuenta veces, Moisés repitió al pueblo la frase: «Jehová vuestro Dios». Israel fue llamado a obedecer (Deu 28:2), temer (Deu 10:12), amar (Deu 10:12) y servir (Deu 10:12) a su Dios al caminar en sus caminos y guardar sus mandamientos (Deu 10:12-13). Al obedecer a Dios, el pueblo de Israel recibiría sus bendiciones (Deu 28:1-14). La obediencia y la búsqueda de santidad personal siempre están basadas en el carácter de Dios. Debido a quién es Él, su pueblo debe ser santo (cp. Deu 7:6-11; Deu 8:6; Deu 8:11; Deu 8:18; Deu 10:12; Deu 10:16-17; Deu 11:13; Deu 13:3-4; Deu 14:1-2).

Retos de interpretación

Tres retos de interpretación enfrentan al lector de Deuteronomio. En primer lugar: ¿Es el libro un registro aislado o únicamente es parte del todo literario: el Pentateuco? El resto de las Escrituras siempre ven al Pentateuco como una unidad, y el significado definitivo de Deuteronomio no puede ser divorciado de su contexto en el Pentateuco. El libro también supone que el lector ya está familiarizado con los cuatro libros que lo preceden; de hecho, Deuteronomio coloca el reflector de luz en todo lo que había sido revelado de Génesis a Números, como también sus implicaciones para el pueblo conforme entrara en la tierra. No obstante, todo manuscrito hebreo disponible divide al Pentateuco en exactamente la misma manera en la que el texto presente lo hace, indicando que el libro es una unidad bien definida relatando los discursos finales de Moisés a Israel, y de esta manera también pudiera verse como un registro singular.

En segundo lugar: ¿Está basada la estructura de Deuteronomio en los tratados seculares del día de Moisés? Durante los últimos treinta y cinco años, muchos eruditos evangélicos han apoyado el hecho de que Moisés fue el autor de Deuteronomio al apelar a las semejanzas que hay entre la estructura del libro y la forma antigua del Oriente Medio de mediados del segundo milenio a.C. (el tiempo aproximado de Moisés). Estos tratados seculares de personas revestidas de autoridad suprema (p. ej., un gobernante dictando su voluntad a sus vasallos) siguieron un patrón establecido no usado a mediados del primer milenio a.C.

Estos tratados normalmente contenían los siguientes elementos:

1) preámbulo: identificando a las partes del pacto;

2) prólogo histórico: una historia del trato del rey con sus vasallos;

3) estipulaciones generales y específicas;

4) testigos;

5) bendiciones y maldiciones; y

6) juramentos y ratificación del pacto. Se cree que Deuteronomio se aproxima a esta estructura básica. Mientras que hay acuerdo en que el Deu 1:1-5 es un preámbulo, Deu 1:5 Deu 4:43 un prólogo histórico, y los caps. Deu 27:1-26, Deu 28:1-68 incluyen bendiciones y maldiciones, no hay consenso en como el resto de Deuteronomio encaja en esta estructura. Mientras que quizás hubo una renovación de pacto en las llanuras de Moab, esto ni es claramente explícito ni implícito en Deuteronomio. Es mejor tomar el libro por lo que dice ser: «La explicación de la ley dada por Moisés para la nueva generación». La estructura sigue los discursos dados por Moisés. Vea el Bosquejo.

En tercer lugar: ¿Cuál fue el pacto hecho en la tierra de Moab (Deu 29:1)? La opinión de la mayoría propone que este pacto fue una renovación del pacto sinaítico hecho casi cuarenta años antes con la primera generación. Aquí Moisés al parecer actualizó y renovó este mismo pacto con la segunda generación de Israel. La segunda posición ve este pacto como un pacto palestino el cual garantiza a la nación de Israel el derecho a la tierra, tanto en ese entonces como en el futuro. Una tercera posición es que en los caps. Deu 29:1-29, Deu 30:1-20 Moisés esperaba el nuevo pacto, debido a que Israel no guardaría el pacto sinaítico. La tercera posición parece ser la mejor.

Bosquejo

I) Introducción: El contexto histórico de los discursos de Moisés (Deu 1:1-4)

II) El primer discurso de Moisés: Un prólogo histórico (Deu 1:5 Deu 4:43)

A) Un repaso histórico de los hechos misericordiosos de Dios desde Horeb hasta Bet-peor (Deu 1:5 Deu 3:29)

B) Una exhortación a obedecer la ley (Deu 4:1-40)

C) Tres ciudades de refugio son establecidas (Deu 4:41-43)

III) El segundo discurso de Moisés: Las estipulaciones del pacto sinaítico (Deu 4:44 Deu 28:68)

A) Introducción (Deu 4:44-49)

B) Los elementos básicos de la relación de Israel con el Señor (Deu 5:1 Deu 11:32)

1. Los Diez Mandamientos (Deu 5:1-33)

2. El compromiso total con el Señor (Deu 6:1-25)

3. Separación de los dioses de otras naciones (Deu 7:1-26)

4. Una advertencia en contra de olvidarse del Señor (Deu 8:1-20)

5. Ilustraciones de la rebelión de Israel en el pasado (Deu 9:1 Deu 10:11)

6. Una amonestación a temer y amar al Señor y obedecer su voluntad (Deu 10:12 Deu 11:32)

C) Las estipulaciones específicas para la vida en la nueva tierra (Deu 12:1 Deu 26:19)

1. Instrucciones para la adoración (Deu 12:1 Deu 16:17)

2. Instrucciones para el liderazgo (Deu 16:18 Deu 18:22)

3. Instrucciones para el orden social (Deu 19:1 Deu 23:14)

4. Instrucciones de leyes misceláneas (Deu 23:15 Deu 25:19)

5. Las primicias y diezmos en la tierra (Deu 26:1-15)

6. La afirmación de la obediencia (Deu 26:16-19) D. Las bendiciones y maldiciones del pacto (Deu 27:1 Deu 28:68)

IV) El tercer discurso de Moisés: Otro pacto (Deu 29:1 Deu 30:20)

V) Los acontecimientos finales (Deu 31:1 Deu 34:12)

A) El cambio de liderazgo (Deu 31:1-8)

B) La lectura futura de la ley (Deu 31:9-13)

C) El canto de Moisés (Deu 31:14 Deu 32:47)

1. La espera del fracaso de Israel (Deu 31:14-29)

2. El testimonio del canto de Moisés (Deu 31:30 Deu 32:43)

3. La comunicación del canto de Moisés (Deu 32:44-47)

D) Los acontecimientos finales de la vida de Moisés (Deu 32:48 Deu 34:12)

1. Las directrices para la muerte de Moisés (Deu 32:48-52)

2. La bendición de Moisés (Deu 33:1-29)

3. La muerte de Moisés (Deu 34:1-12)

ANEXOS

La pena de muerte

Delito Referencia de las Escrituras
1. Homicidio premeditado Gén 9:6; Éxo 21:12-14; Éxo 21:22-23
2. Secuestro Éxo 21:16; Deu 24:7
3. Golpear o maldecir a los padres Éxo 21:15; Lev 20:9; Pro 20:20; Mat 15:4; Mar 7:10
4. Hechicería y adivinación Éxo 22:18
5. Bestialismo Éxo 22:19; Lev 20:15-16
6. Sacrificar a dioses falsos Éxo 22:20
7. Profanar el día de reposo Éxo 35:2; Núm 15:32-36
8. Ofrecer sacrificios humanos Lev 20:2
9. Adulterio Lev 20:10-21; Deu 22:22
10. Incesto Lev 20:11-12; Lev 20:14
11. Homosexualidad Lev 20:13
12. Blasfemia Lev 24:11-14; Lev 24:16; Lev 24:23
13. Profecía falsa Deu 13:1-10
14. Rebeldía incorregible Deu 17:12; Deu 21:18-21
15. Fornicación Deu 22:20-21
16. Violar a una virgen desposada Deu 22:23-27


Calendario de Israel

Mes pre / post exílico De año sagrado / civil Equivalente Características
Abib / Nisán 1 / 7 marzo abril Lluvias tardías; cosecha de cebada
Ziv / Iyar 2 / 8 abril mayo Comienza la temporada de sequía
Siván 3 / 9 mayo junio Cosecha de trigo; primeros higos
Tamuz 4 / 10 junio-julio Temporada caliente; cosecha de uva
Ab 5 / 11 julio-agosto Cosecha de aceituna
Elul 6 / 12 agosto-septiembre Dátiles; higos de verano
Etanim / Tisri 7 / 1 septiembre octubre Primeras lluvias; tiempo de arar
Bul / Marchesván 8 / 2 octubre-noviembre Lluvias; trigo, siembra de cebada
Quisleu 9 / 3 noviembre diciembre Comienza el invierno
Tebet 10 / 4 diciembre-enero Lluvias
Sebat 11 / 5 enero-febrero Almendros florecen
Adar 12 / 6 febrero marzo Comienzan las lluvias tardías; cosecha de cítricos

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

las palabras que habló Moisés. Casi todo Deuteronomio consiste de discursos dados por Moisés al final de su vida. De acuerdo con el v. Deu 1:3, Moisés actuó sobre la autoridad de Dios debido a que sus palabras inspiradas estaban de acuerdo con los mandamientos que Dios había dado. a todo Israel. Esta expresión es usada doce veces en este libro y enfatiza la unidad de Israel, y las aplicaciones universales de estas palabras. en el Arabá frente al Mar Rojo. A excepción del Jordán y el Arabá, la localización exacta de los lugares nombrados en el Deu 1:1 no es conocida, aunque pudieron haber estado a lo largo de la ruta de Israel al N del Golfo de Akaba (cp. Núm 33:1-56). La llanura a la que se hace referencia es al gran valle que se extiende del Mar de Galilea en el N al Golfo de Akaba en el S. Israel estaba acampando al E del río Jordán en este valle.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta introducción da el contexto de Deuteronomio y su propósito.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL ÉXODO (Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio) en el libro de Éxodo Parte VII.

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL ÉXODO (Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio) en el libro de Éxodo Parte VII.

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

INTRODUCCIÓN

El libro de Números se centra sobre todo en narrar la marcha de los israelitas a través del desierto, camino de la tierra prometida. Fue esta una vivencia histórica que dejó una profunda huella en la memoria colectiva de Israel. Los profetas Oseas y Jeremías describen esta época con rasgos netamente positivos, como el tiempo de las relaciones ideales entre Dios y su pueblo (Jer 2:2-3; Ose 2:14-21). Para la escuela deuteronomista es el tiempo y el lugar en que Dios pone a prueba a su pueblo (Deu 8:2-6), una prueba de la que no siempre los israelitas salieron bien parados, como lo hace notar el profeta Ezequiel (Eze 20:1-49) y también el salmista que invita a su generación a no comportarse como lo hizo la generación del desierto, generación terca y rebelde que no fue fiel a Dios (Sal 78:8).

Llegados los tiempos de la Nueva Alianza, Juan Bautista y Jesús de Nazaret buscarán repetir esta experiencia del desierto (Mat 3:1; Mat 4:1; Luc 1:80) tratando de encontrarse allí con Dios, de ser plenamente fieles a los planes divinos y de introducir al nuevo pueblo de Dios en la verdadera “tierra prometida”, una tierra que de veras mane leche y miel.

1. Título y texto

Siguiendo la costumbre semita de referirse a los libros bíblicos por sus primeras palabras, los judíos designaban a este libro —que hoy denominamos de NÚMEROS— con el título de “y él habló” y más comúnmente con el de bemidbar, es decir “en el desierto”, que es el que mejor corresponde al contenido y el que actualmente lleva en la Biblia hebrea.

El título castellano actual —libro de Números— procede de la versión griega de los LXX y se debe al interés del autor o autores del mismo por los censos, y a las abundantes cifras que se consignan en él.

En cuanto al texto hebreo que ha llegado hasta nosotros, hay que decir que el de Números presenta un excelente estado de conservación; sólo hay que exceptuar algún que otro versículo en pasajes poéticos (ver Núm 21:14; Núm 21:30 y Núm 24:22-24). Como testigos cualificados del texto primitivo disponemos del Texto Masorético, de la traducción griega de los LXX, del Pentateuco Samaritano y de algunos manuscritos de Qumrán (4QNm). Entre las traducciones antiguas merecen también mencionarse el targum arameo de Ónkelos, la Peshita siriaca y la Vulgata latina.

2. Contexto histórico

El libro de Números se sitúa históricamente en la época de formación del pueblo israelita, concretamente abarca el tramo que va desde la teofanía del Sinaí (Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35) hasta su llegada a las llanuras de Moab, en la ribera oriental del Jordán (Núm 22:1-41; Núm 23:1-30; Núm 24:1-25; Núm 25:1-18; Núm 26:1-65; Núm 27:1-23; Núm 28:1-31; Núm 29:1-40; Núm 29:40-15; Núm 31:1-54; Núm 32:1-42; Núm 33:1-56). En este sentido podemos decir que Números continúa la trama narrativa de Éxodo y enmarca geográficamente los discursos parenéticos del Deuteronomio.

Es difícil para el historiador precisar el contorno exacto de los acontecimientos que tuvieron lugar en este período y que podrían fecharse en el último cuarto del segundo milenio a. C. Parece que diversos clanes seminómadas, unos procedentes de Egipto y otros oriundos de Canaán, pero étnicamente afines, se fusionaron para dar origen a una nación fuertemente aglutinada por lazos sobre todo religiosos. Ni los restos arqueológicos ni los textos extrabíblicos de la época nos proporcionan noticias sobre ello; se limitan a constatar movimientos de diversos grupos tribales en el marco de las migraciones de distintos clanes seminómadas en dirección a Palestina. Pero los avatares vividos por los clanes israelitas en esta marcha hacia Palestina dejaron un recuerdo perdurable en su memoria: incidentes de todo tipo, conflictos entre los componentes de las distintas tribus, derrotas sufridas, victorias obtenidas, itinerarios recorridos. El libro de Números es una evocación teológico-literaria de todas estas vivencias; ello hace que bastantes datos resulten poco verosímiles históricamente hablando. A la hora de organizar los materiales que integran el libro de Números, el autor tiene ante todo un interés religioso que relega a un segundo plano la precisión histórica.

3. Proceso de composición

Como el resto de los libros que integran el Pentateuco, el libro de Números es el resultado de un largo y complejo proceso redaccional. Remitimos sobre el particular a lo dicho en la introducción general al Pentateuco. Así pues, también en Números están presentes los grandes estratos literarios que conocemos con el nombre de tradición yavista (J), tradición elohista (E) y tradición sacerdotal (P). Los textos yavistas, más vinculados a las tribus del sur, resaltan sobre todo los aspectos humanos de los orígenes históricos del pueblo israelita e insisten en su destino universal (Núm 22:1-41; Núm 24:1-25); los elohistas, por su parte, ponen énfasis en la unidad de la nación que se está gestando, condenan cualquier tendencia separatista (Núm 16:12-34) y alumbran el despertar de la institución profética (Núm 11:25-29).

Pero es sobre todo la tradición sacerdotal la que vertebra de principio a fin el libro de Números. Podemos decir al respecto que autores de la escuela sacerdotal han reelaborado profundamente las antiguas tradiciones yavistas y elohistas, aportando al mismo tiempo una gran cantidad de materiales nuevos; con ello han dado origen a una obra que podemos considerar nueva, tanto en la forma como en el fondo. Por lo demás, lo mismo que en Éxodo y Deuteronomio, en el libro de Números alternan secciones narrativas y legales, de forma que los pasajes narrativos son como el marco de los textos legales y cultuales.

4. Contenido teológico y claves de lectura

Se ha dicho más arriba que el contenido teológico fundamental de Números está sobre todo inspirado por la tradición sacerdotal que considera a Israel no tanto como una nación más, implicada en la vida política internacional y preocupada por tanto de su organización militar, cuanto como una comunidad dedicada a rendir culto al Señor, su Dios. Así las cosas, todo en esta comunidad está perfectamente regulado, hasta en sus más mínimos detalles, por la voluntad divina. Aunque aparentemente es Moisés el que preside y guía a la comunidad, quien realmente la gobierna es la palabra del Señor.

Al ser un pueblo en marcha —la larga marcha a través del desierto—, Israel no dispone de un santuario asentado de manera estable en un lugar concreto, sino que Dios se hace presente, es decir mora (de donde el nombre peculiar del santuario: la Morada) en una Tienda movible y transportable; nadie puede monopolizar la presencia del Señor al mismo tiempo protectora y temible. Por su parte, la institución de los sacerdotes y levitas actúa de pararrayos para que el pueblo, tantas veces infiel y pecador, no sea fulminado por la cólera divina (Núm 8:19; Núm 16:47-48). Cabría, pues, decir que la marcha de los israelitas a través del desierto tiene más de procesión litúrgica y de camino teológico que de organización y marcha cívico-militar. En esta marcha teológica es posible reconocer una secuencia de momentos que se repiten una y otra vez: gracia, pecado, castigo, conversión y de nuevo gracia. Dicha secuencia —en la que la gracia es el momento clave— constituye uno de los principales ejes teológicos del libro. Con ello la comunidad del desierto se convierte en punto de referencia para el pueblo de Dios de todos los tiempos: al verse reflejada en el libro de Números, la comunidad eclesial comprenderá que es un pueblo en marcha, un pueblo de profetas, un pueblo dirigido por la palabra divina y dedicado a servir al Señor.

Digamos finalmente que, dentro del libro de Números, los textos de mayor calado y densidad teológica son los cuatro poemas que el autor pone en boca de Balaán, el singular protagonista de los cps. Núm 22:1-41; Núm 23:1-30; Núm 24:1-25, y que pertenecen a las antiguas tradiciones yavista y elohista. En ellos se enfatizan los temas de la elección y la bendición divina que a través de Israel alcanzan al resto de la humanidad, temas cuya presencia mitiga en cierta manera la escasa presencia en Números de temas tan capitales como la creación, la promesa, la alianza o la ley.

5. Estructura

Según sean los criterios —geográficos, literarios o temáticos— que con preferencia se utilicen, así será la estructura que se aplique a Números. Si utilizamos criterios geográficos, cabría distinguir tres partes:

a) Núm 1:1-54Núm 10:1-10 : estancia en el Sinaí;

b) Núm 10:11-36Núm 21:1-35 : marcha desde el Sinaí hasta Transjordania; y

c) Núm 22:1-41Núm 36:1-13 : acampada en las llanuras de Moab.

Pero cabe también utilizar criterios literario-temáticos como son los dos censos de Núm 1:1 ss y Núm 26:1 ss y como es el hecho de que Núm 1:1-54Núm 25:1-18 tenga como protagonista a la generación que salió de Egipto, mientras que en Núm 26:1-65Núm 36:1-13 lo es la generación que, totalmente renovada, se encamina hacia la tierra prometida. En la presente traducción seguimos este segundo modelo que articulamos como sigue:

I.— LA GENERACIÓN DEL ÉXODO (Núm 1:1-54Núm 25:1-18)

EN SINAÍ (Núm 1:1Núm 10:10)

Organización del campamento (Núm 1:1-54; Núm 2:1-34; Núm 3:1-51; Núm 4:1-49)

Leyes diversas y bendición sacerdotal (Núm 5:1-31; Núm 6:1-27)

Ofrendas de los jefes y normas para los levitas (Núm 7:1-89; Núm 8:1-26)

Celebración de la Pascua y partida (Núm 9:1-10, Núm 10:1-10)

DESDE SINAÍ HASTA TRANSJORDANIA (Núm 10:11-36Núm 25:1-18)

De Sinaí a Cadés (o Parán) (Núm 10:11-36; Núm 11:1-35; Núm 12:1-16)

En Cadés y su entorno (Núm 13:1-33; Núm 14:1-45; Núm 15:1-41; Núm 16:1-50; Núm 16:36-48; Núm 18:1-32; Núm 19:1-22; Núm 20:1-13)

De Cadés a Moab (Núm 20:14-29; Núm 21:1-35)

En la estepa de Moab (Núm 22:1-41; Núm 23:1-30; Núm 24:1-25; Núm 25:1-18)

II.— LA GENERACIÓN DE LA CONQUISTA (Núm 26:1-65Núm 36:1-13)

Normas sobre la ocupación de la tierra (Núm 26:1-65Núm 31:1-54)

Ocupación de Transjordania y últimas disposiciones (Núm 32:1-42Núm 36:1-13)

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Deu 1:1-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29; Deu 4:1-43 : Esta primera parte de Deuteronomio está conformada por un breve prólogo histórico (Deu 1:1-5) y un amplio discurso introductorio de Moisés que consta a su vez de dos partes: a) un resumen de los acontecimientos vividos por Israel desde su estancia en el Sinaí hasta su llegada al monte Pisga en tierras de Moab, frente al Jordán (Deu 1:6-46; Deu 2:1-37; Deu 3:1-29); y b) un recuerdo de la alianza sellada en el desierto y de sus obligaciones, con el consiguiente anuncio de un futuro destierro si el pueblo israelita es infiel a dicha alianza. Pero al mismo tiempo permanece abierta la posibilidad de la conversión y el regreso a la tierra prometida (Deu 1:4-40). La sección concluye con un breve apéndice sobre las ciudades de refugio establecidas al otro lado del Jordán (Deu 4:41-43).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— la Arabá: Es la cuenca o depresión que se extiende al sur del lago de Genesaret y que se divide en tres partes: el curso del río Jordán, la región del Mar Muerto (cuya superficie está a 392 m. por debajo del nivel del mar y que en Deu 3:17 se llama mar de Arabá) y la franja que llega hasta el golfo de Áqaba, en el mar Rojo (Deu 2:1; Deu 2:8).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Introducción al libro

El escenario para el libro se sitúa en sus primeras palabras. De hecho, el título del libro en el AT heb. es: Estas son las palabras. Este título es apropiado porque Deut. consiste mayormente de palabras de Moisés expresadas al este del río Jordán, justo antes de que el pueblo de Israel entrara a la tierra que Dios les daba. La frase inicial también nos prepara para el asunto o tema de Deut.; es decir, la exposición de la ley (v. 5). La ley se refiere a los Diez Mandamientos y otras leyes dadas por Dios en el monte Sinaí (Exo. 20-23), siempre identificado co mo Horeb en Deut. (v. 2). El término “palabra” por lo general implica la palabra de Dios en Deut. Moisés predicó a Israel sólo lo que Dios le había dicho de antemano (v. 3). Esto es lo que lo hace un “profeta”, un título que se le da más tarde (18:18).

La introducción también prepara para la orden de Dios de tomar la tierra prometida emprendiendo la guerra. Las palabras después que derrotó a Sejón (v. 4) subrayan el hecho de que es el Señor quien ha ganado las batallas previas de Israel. (En relación con las batallas mencionadas aquí, véase Núm. 21-30, 33-35; y más adelante 2:26-3:22.) La idea de que Dios mismo pelea la guerra por su pueblo (guerras santas) es importante en Deut. (ver las notas sobre el cap. 7). Al igual que en el pasado, es él quien ganará las batallas que están por delante, en contra de los habitantes de Canaán.

Nota. Los nombres de los lugares indican la ruta desde Horeb hasta Moab. El Arabá incluye el valle del Jordán, el mar Muerto y el área más al sur. Al otro lado del Jordán (“el lado oriental”, según nota en la RVA) es una manera de referirse a esta área, y probablemente no sea evidencia de que Deut. fuera escrito en el lado occidental del Jordán (es decir, después que ocuparan la tierra prometida).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

1.1, 2 Los israelitas pasaron cuarenta años en un viaje que debió haber durado once días. No fue la distancia lo que se interpuso entre ellos y la tierra prometida. Fue la condición de sus corazones. El propósito de Dios era más profundo que simplemente trasladar a un gran grupo de personas a una nueva tierra. El los estaba preparando para que vivieran en obediencia a El una vez que llegaran. ¿Qué de bueno tendría la tierra prometida si los israelitas eran tan malos como las naciones que ya vivían ahí? El viaje fue una parte dolorosa pero necesaria en su preparación. Por medio de él Dios enseñó a los israelitas quién era El: el Dios viviente, el Líder de la nación. También les enseñó quiénes eran ellos: una raza caída, pecadora, pronta para la rebelión y la duda. Dio a su pueblo rebelde la Ley para ayudarlos a comprender cómo relacionarse con Dios y con otros pueblos. Quizá su peregrinaje espiritual sea largo y quizás tenga que enfrentar dolor, desaliento y dificultades. Pero recuerde que Dios no está simplemente tratando de mantenerlo vivo. Quiere prepararlo para que viva una vida de servicio y devoción a El.1.1-5 El peregrinaje de cuarenta años en el desierto llega a su fin en este libro. Los sucesos en Deuteronomio cubren sólo una semana o dos del decimoprimer mes del año cuadragésimo (1.3). El decimosegundo y último mes fue dedicado al luto por la muerte de Moisés (34.8). Los israelitas entonces entraron a la tierra prometida el primer mes del año cuadragesimoprimero después del éxodo (Jos 4:19).1.6, 7 Nótese que el resumen de Moisés del peregrinaje de cuarenta años de Israel comienza en el monte Horeb (Sinaí), no en Egipto. ¿Por qué omitió Moisés la primera parte del éxodo? Moisés no estaba dando un itinerario del viaje, sino resumiendo el desarrollo de la nación. En la mente de Moisés la nación de Israel comenzó al pie del monte Sinaí, no en Egipto, ya que fue en el monte Sinaí donde Dios hizo su pacto con el pueblo (Exodo 19, 20). Junto con este pacto vino el conocimiento y la responsabilidad. Después que el pueblo decidió seguir a Dios (y fue su decisión), tenían que saber cómo seguirlo. Por lo tanto, Dios les dio un amplio conjunto de leyes y principios que les indicaba cómo quería El que vivieran (estas leyes se encuentran en los libros de Exodo, Levítico y Números). El pueblo ya no podía decir que no conocía la diferencia entre lo bueno y lo malo. Ahora que habían prometido seguir a Dios y sabían cómo hacerlo, tenía la responsabilidad de hacerlo. Cuando Dios le diga que levante campamento y que salga para enfrentar un desafío que El le presenta, ¿estará usted listo para obedecer?1.9-13 Para Moisés representaba una carga tremenda el guiar solo a una nación como Israel. No podría llevar a cabo su tarea sin ayuda. Como las naciones, las familias y las iglesias se vuelven más complejas a medida que crecen. Surgen necesidades y disputas. Ya no puede un solo líder tomar todas las decisiones. Como Moisés, quizás usted tenga también la tendencia natural de tratar de hacer solo todo el trabajo. Quizá tenga miedo o pena de pedir ayuda. Moisés tomó una decisión muy sabia: compartir el liderazgo con otros. En lugar de tratar de manejar solo las grandes responsabilidades, buscó la manera de distribuir la carga para que otros pudieran ejercitar los dones y habilidades que Dios les había dado.1.13-18 Moisés identificó algunas de las cualidades interiores de los buenos líderes: (1) sabiduría, (2) compasión, y (3) respeto. Estas características difieren notablemente de aquellas por las que se eligen a los líderes actuales: buena apariencia, riqueza, popularidad, disposición para hacer cualquier cosa con tal de llegar a la cima. Las cualidades que Moisés identificó deben ser evidentes en nuestra vida cuando llegue el momento de ser líderes y debemos buscarlas en las vida de aquellos que elegimos para ejercer el liderazgo.1.22 Los espías fueron enviados a la tierra prometida no para determinar si debían entrar, sino por dónde debían entrar. Sin embargo, al regresar la mayoría de los espías dijo que la tierra no valía la pena el sacrificio. Dios iba a dar a los israelitas el poder de conquistar la tierra, pero ellos tuvieron miedo de los riesgos y decidieron no entrar. Dios nos da el poder de vencer nuestros obstáculos, pero así como los israelitas se llenaron de temor y escepticismo, a menudo dejamos que los obstáculos controlen nuestra vida. Seguir a Dios a pesar de las dificultades es la forma de obtener valor y triunfar en fe.1.23-40 Moisés volvió a contar la historia de la misión de los espías a la tierra prometida (Números 13, 14). Cuando los espías regresaron con informes de gigantes y ciudades amuralladas, el pueblo se acobardó y comenzó a quejarse de su situación. Pero el informe de la minoría formada por Josué y Caleb señalaba que la tierra era fértil, el enemigo era vulnerable y Dios estaba de su lado. Nos atemorizamos y no hacemos nada cuando nos concentramos en los aspectos negativos de una situación. Cuánto mejor es concentrarse en lo positivo: la dirección y las promesas de Dios. Cuando tenga que enfrentar una decisión importante y sepa lo que tiene que hacer, avance por fe. Concéntrese en lo positivo y confíe en Dios para derrotar lo negativo. Los problemas no tienen que privarlo de la victoria.1.28 Canaán era una tierra de gigantes y fortalezas imponentes. Los «anaceos» podrían haber medido entre 2.10 y 2.70 m de altura. Muchas de las ciudades fortificadas de la tierra tenían murallas de casi 9 m de altura. El miedo de los israelitas era comprensible, pero no justificable, pues el todopoderoso Dios les había prometido la victoria.SUCESOS EN DEUTERONOMIO : El libro de Deuteronomio comienza con Israel acampado al este del rio Jordán en el valle del Arabá en la tierra de Moab. Antes que el pueblo cruzara el río hacia la tierra prometida, Moisés pronunció un inspirado discurso indicando cómo habrían de vivir.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) “Estas son las palabras (cosas).” Heb.: ’Él·leh had·deva·rím. En heb. este quinto libro de Moisés deriva su nombre de estas palabras de apertura. LXXVg llaman a este libro: “Deuteronomio” (gr.: Deu·te·ro·nó·mi·on, que significa: “Segunda Ley”, es decir, una explicación de la Ley [véase el v. Deu 1:5]; lat.: Deu·te·ro·nó·mi·um). Compárese con Deu 17:18, n.

(2) O: “el Arabá”. Es la parte del valle de la grieta que se extiende al sur hasta el golfo de Aqaba en el mar Rojo.

(3) “Suf”, MSamSy; LXXBagsterVg: “el mar Rojo”. Probablemente LXXBagsterVg pensaron que yam, “mar”, había sido separado de Suf, de modo que originalmente decía: yam Suf, “mar Rojo”, y si así fuera, se estaría refiriendo a la parte del mar conocida como el golfo de Aqaba.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 0 Jos 22:4

b 1 Núm 10:12

c 2 Núm 33:18

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Moisés habló. La mayor parte de Deuteronomio consiste en discursos que Moisés dijo a todo Israel durante los últimos años de su vida. Esta expresión, que se usa en el primer y último vers. del libro, también aparece muchas veces a través del mismo.

otro lado del Jordán. Aquí la expresión se refiere al este del Jordán en las llanuras de Moab (Nm 33:48; 36:13), pero en 3:20, 25, y 11:30 significa Canaán, la tierra al oeste del Jordán. Su referencia se determina según la situación del que habla o del que escribe.

el Arabá. Cuando se usa con artículo definido, como aquí, se refiere al valle que va del mar de Galilea, en el norte, hasta el golfo de Aqaba, en el sur. En el camino desde Sinaí a Moab se encuentran Suf, Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab.

Fuente: La Biblia de las Américas

Esta sección constituye un preámbulo para todo el libro. El pacto que Dios hizo con Israel en el Sinaí es renovado a causa del cambio de mando de Moisés a Josué antes de entrar Israel en la Tierra Prometida

Fuente: La Biblia de las Américas

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE DEUTERONOMIO

AUTOR: Moisés

Fecha: 1410 a.C.

Título El título en castellano, Deuteronomio (procedente de la Septuaginta), significa «segunda ley» y se origina en una mala traducción de Deu 17:18, que realmente dice: «una copia de esta ley». El título judío (que significa «palabras») procede del primer versículo y es típico del comienzo de los antiguos pactos feudales (véase nota en Éxo 19:3). Gran parte del material de este libro sigue el patrón de un tratado, detallando las responsabilidades de Israel como el pueblo pactado de Dios. Se incluye muchas repeticiones de las leyes contenidas en Éxodo, Levítico y Números.

Trasfondo histórico. El libro contiene los discursos que Moisés pronunció durante los últimos meses de su vida, cuando los israelitas habían acampado en las planicies de Moab antes de entrar en la tierra prometida. El pueblo encaraba guerra, tentaciones y una forma de vida distinta de la que habían vivido: todo eso bajo el inexperto liderazgo de Josué. La congregación a la que Moisés habló no había experimentado personalmente la liberación en el Mar Rojo ni la entrega de la Ley en el Sinaí; necesitaba que se le recordase el poder y las leyes de Dios.

Paternidad literaria del capítulo Deu 34:1-12 El relato de la muerte de Moisés en el cap. Deu 34:1-12 no pudo haber sido escrito por Moisés, pero esa verdad patente de ninguna manera contradice la paternidad mosaica del resto del libro. Era una costumbre generalizada añadir una posdata a la última obra de un gran hombre y es inconcebible que alguien (posiblemente Josué) no hiciera tal adición al último libro de Moisés.

Contenido El libro puede ser considerado como una constitución para la teocracia de Israel una vez establecida en la tierra. Su estructura es similar a la de un tratado feudal de aquellos días:

(1) un preámbulo, Deu 1:1-5;

(2) un prólogo histórico, Deu 1:6Deu 4:49;

(3) estipulaciones principales, Deu 5:1Deu 26:19;

(4) maldiciones y bendiciones, Deu 27:1Deu 30:20; y

(5) disposiciones para la continuación del pacto, Deu 31:1Deu 33:29.

Jesucristo citó este libro para refutar el diablo (Mat 4:1-11) y para resumir la Ley (Mat 22:37). De los 27 libros del NT, 17 citan de Deuteronomio. Algunos de los pasajes importantes son: Deu 5:6-21 (los Diez Mandamientos); Deu 6:4-9 (el Shema, «Oye, Israel»); Deu 13:1-5 (acerca de los falsos profetas); Deu 18:9-15 (contra las adivinaciones); Deu 29:1Deu 30:20 (el pacto palestino).

BOSQUEJO DE DEUTERONOMIO

I) INTRODUCCIÓN, Deu 1:1-5

II) Recapitulación de las peregrinaciones de Israel: Aspecto histórico, Deu 1:6Deu 4:43

A) Israel en el Sinaí Deu 1:6-18

B) Israel en Cades-barnea, Deu 1:19-46

C) La jornada de Israel de Cades-barnea a Moab, Deu 2:1Deu 3:29

1. La jornada a Transjordania, Deu 2:1-23

2. La conquista de Transjordania, Deu 2:24Deu 3:11

3. La repartición de Transjordania, Deu 3:12-29

D) Israel en los campos de Moab, Deu 4:1-43

1. Un llamado a la obediencia, Deu 4:1-40

2. Las ciudades de refugio, Deu 4:41-43

III) Repetición de las leyes de Israel: Aspecto legal, Deu 4:44Deu 26:19

A) Mandamientos acerca de Dios, Deu 4:44Deu 12:32

1. Los Diez Mandamientos, Deu 4:44Deu 5:33

2. El mandamiento a amar al Señor, Deu 6:1-25

3. El mandamiento a destruir a los cananeos, Deu 7:1-26

4. El mandamiento a recordar las acciones pasadas de Dios, Deu 8:1Deu 10:11

5. El llamado al compromiso, Deu 10:12Deu 11:32

6. El mandamiento acera del santuario único, Deu 12:1-32

B) Mandamientos acerca de los falsos profetas, Deu 13:1-18

C) Mandamientos acerca de los alimentos, Deu 14:1-21

D) Mandamientos acerca de los diezmos, Deu 14:22-29

E) Mandamientos acerca del año sabático, Deu 15:1-23

F) Mandamientos acerca de las fiestas solemnes, Deu 16:1-17

G) Mandamientos acerca de los líderes, Deu 16:18-22

1. Jueces, Deu 16:18Deu 17:13

2. Reyes, Deu 17:14-20

3. Levitas, Deu 18:1-8

4. Falsos adivinos, Deu 18:9-14

5. El Mesías, Deu 18:15-19

6. Profetas, Deu 18:20-22

H) Mandamientos acerca de las relaciones humanas, Deu 19:1Deu 26:19

1. Las ciudades de refugio, Deu 19:1-13

2. La fijación de límites, Deu 19:14

3. Los testigos, Deu 19:15-21

4. La guerra, Deu 20:1-20

5. El asesinato, Deu 21:1-9

6. El matrimonio y la vida familiar, Deu 21:10Deu 22:30

7. La congregación, Deu 23:1-18

8. La protección para los débiles, Deu 23:19Deu 25:19

9. Las primicias, Deu 26:1-19

IV) Ratificación del pacto de Israel, Deu 27:1Deu 30:20

A) Imperativos ceremoniales, Deu 27:1-26

B) Promesa de bendición, Deu 28:1-14

C) Promesa de maldición, Deu 28:15-68

D) Provisiones del pacto palestino, Deu 29:1Deu 30:20

V) Conclusión, Deu 31:1Deu 34:12

A) Instrucciones relacionadas con Moisés, Deu 31:1-29

B) El cántico de Moisés, Deu 31:30Deu 32:47

C) El testamento de Moisés, Deu 32:48Deu 33:29

D) La muerte de Moisés, Deu 34:1-12

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

a este lado del Jordán. I.e., Transjordania. Véase nota en Núm 34:15.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

al otro lado del Jordán… Heb. ´ever hayarden. No hay razón para dudar de Moisés como autor inspirado del Deuteronomio. Sin embargo el libro mismo sugiere que se finalizó después de su muerte. La evidencia para esta afirmación es el registro de Deu 34:1-12, el cual es consustancial con el problema tratado aquí (Deu 1:1-5). Esto no ha de interpretarse como una adición editorial menor sino más bien como un marco interpretativo para el libro completo. Deuteronomio presenta las instrucciones mosaicas a una audiencia que trascendió a su muerte, y sugieren que el libro alcanzó su forma final, realizada por su autor deuteronómico (prob. Josué); Arabá… Esto es, llanura; Di-Zahab… Aunque la localización de Tofel, Labán y Di-Zahab es desconocida, el significado de estos nombres prob. esté relacionado con ciertos actos de desobediencia de Israel durante su peregrinación en el desierto. Esto es: Tofel deriva de la raíz nafal, que significa caer. Labán = blanco, en una posible alusión al maná. Di-Zahab = que es de oro, en una posible alusión al becerro de oro → Éxo 32:4.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Posiblemente, el mar Rojo

Fuente: La Biblia de las Américas

Jordán. Heb. éver hayarden = al otro lado del Jordán. No hay razón para dudar el papel de Moisés como autor sagrado del Deuteronomio. Sin embargo el Libro mismo sugiere que se finalizó después de su muerte. La evidencia más fuerte para este punto de vista es el registro de 34.1-12, el cual es consubstancial con el problema tratado aquí (1.1-5). Esto no ha de interpretarse como una adición editorial menor sino más bien como un marco interpretativo para el Libro completo. Deuteronomio presenta las instrucciones Mosaicas a una audiencia que trascendió a su muerte, y sugieren que el Libro alcanzó su forma final en los días de Josué.

1.1 Araba. Esto es, llanura.

1.1 Di-zahab. Aunque la localización de Tofel, Labán y Dizahab es desconocida, el significado de estos nombres prob. está relacionado con ciertos actos de desobediencia de Israel durante su peregrinación en el desierto. Esto es: Tofel deriva de la raíz nafal, que significa caer. Labán = blanco, en una posible alusión al Maná. Di-zahab = que es de oro, en una posible alusión al becerro de oro g Éxo_32:4.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[o] La llegada al Sinaí donde se celebró la Alianza (Ex 20 y 33-34) se situaba en el segundo mes después de la salida de Egipto (Ex 19,1 la ubica en el tercer mes del año, siendo que la salida había sido el 14 del primer mes del año). El don de la ley se situaba en Pentecostés, es decir, el quincuagésimo día después de la Pascua.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[4] Num 21, 24.[10] Ex 18, 18.[17] Jn 7, 24; Lev 19, 15; Prov 24, 23; Eclo 42, 1.[22] Num 13, 3; 32, 8.[33] Ex 13, 21; Num 14.[35] Num 14, 23; Sal 95 (94), 11.

Fuente: Notas Torres Amat