Comentario de Deuteronomio 12:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“Ten cuidado de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas.
Guárdate, que no ofrezcas. Esto estaba directamente opuesto a las costumbres de los idólatras paganos que ofrecían sus sacrificios en los lugares alto y las montañas. Deu 12:6; Lev 17:2-5; 1Re 12:28-32; 1Re 15:34; 2Cr 15:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Una excepción. Esta sección constituye una larga modificación de la anterior. Cuando finalmente los israelitas vivieran en su tierra, muchos de ellos vivirían bastante retirados del lugar para los sacrificios. Aunque se les iba a requerir que hicieran el peregrinaje en ciertas ocasiones (ver Exo. 23:17), probablemente no lo harían tan frecuentemente. Por lo mismo, los reglamentos en esta sección les permiten comer carne aunque no hubieran matado las reses como para sacrificios (el requisito de Lev. 17:1-7, cuando el pueblo aún estaba en el desierto). En estos casos los animales que podían ofrecerse en sacrificio estarían al mismo nivel de los que no podían sacrificarse (p. ej. la gacela y el venado, v. 15). La única restricción es que debían deshacerse debidamente de la sangre, ya que la sangre nunca debía comerse (Gén. 9:4; Lev. 17:10-12). Saúl llevó a cabo una de estas “matanzas profanas”, según 1 Sam. 14:32-35.
Los vv. 15-19 y 20-28 son declaraciones paralelas a este permiso. Cada pasaje primero otorga el permiso, después expone nuevamente la norma básica de que los verdaderos sacrificios deben llevarse al lugar de adoración.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
g 742 Lev 17:4; 1Re 12:28