Biblia

Comentario de Deuteronomio 18:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Deuteronomio 18:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Cuando hayas entrado en la tierra que Jehovah tu Dios te da, no aprenderás a hacer las abominaciones de aquellas naciones:

Deu 12:29-31; Lev 18:26, Lev 18:27, Lev 18:30.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las falsas formas de revelación pueden venir en la forma de prácticas mánticas y mágicas. Lo mántico (el uso de adivinación por medio de animales) es un intento de controlar el futuro al preguntar por el significado de una señal particular. La adivinación mágica es un intento de controlar a la gente o los hechos por medio de poderes o rituales especiales. Todas las formas mánticas o mágicas se rechazaban como abominables porque buscaban una guía aparte de la revelación de Dios y manipulaban al pueblo, y porque finalmente incitaban a un estilo de vida independiente, con poco respeto por Dios. El culto mántico más notable del mundo antiguo fue el de Balaam (Núm 22:1-41; Núm 23:1-30; Núm 24:1-25; Núm 25:1-18; Núm 31:1-54).

 PERSPECTIVA

Seducción por los espíritus

A menudo se dice que «la curiosidad mató al gato». Una curiosidad por la que no vale la pena arriesgar la vida es el misterio de la magia y el mundo del espíritu. La voz de Dios habló muy claramente acerca de esta atracción a la adivinación, brujería, médium, oráculos y adivinos: los llamó «abominaciones» (Deu 18:9-12).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LAS ABOMINACIONES DE AQUELLAS NACIONES. Estos versículos contienen una lista de prácticas de magia y ocultismo, comunes en las religiones de Canaán, que eran una abominación a Dios y estaban prohibidas por Él. Se debía dar muerte a los del pueblo de Dios en el AT que practicaban tales cosas (Lev 20:27). Asimismo, el NT afirma que quienes practican tales cosas no entrarán en el reino de Dios (Gál 5:20-21; Apo 22:15).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

las abominaciones de aquellas naciones. Moisés dio un mandato estricto a no imitar o hacer lo que los cananeos politeístas hacían. Nueve prácticas detestables de los cananeos fueron delineadas en los vv. Deu 18:10-11, específicamente: 1) sacrificar a niños en el fuego (vea Deu 12:31); 2) adivinación, buscar determinar la voluntad de los dioses al examinar e interpretar presagios; 3) ser un agorero, tratar de controlar el futuro a través de poder dado por espíritus malignos; 4) ser sortílego, decir el futuro basándose en señales; 5) hechicería, inducir efectos mágicos por drogas o algún otro tipo de poción; 6) conjurar encantos, atar a otras personas mediante murmullos mágicos; 7) adivino, uno quien supuestamente se comunica con los muertos, pero que en realidad se comunica con demonios; 8) mago, uno que tiene una familiaridad íntima con el mundo demoníaco, espiritual; y 9) consultar a los muertos, investigar y buscar información de los muertos. Estas prácticas malignas eran la razón por la que el Señor iba a echar a los cananeos fuera de la Tierra Prometida.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Conociendo la voluntad de Dios. La necesidad de conocer la voluntad de Dios en ocasiones específicas (p. ej. en tiempo de guerra) se sentía profundamente en tiempos antiguos, y las naciones alrededor de Israel habían inventado varios procedimientos mágicos para descubrirla. Estos incluían el examinar las entrañas de aves y animales por medio de augurios, consulta de muertos (v. 11) y, aparentemente, aun el sacrificio de niños (v. 10). La magia podía usarse para tratar de alterar el curso de los eventos, así como para simplemente obtener información.

Todas esas prácticas son condenadas en este pasaje. Se les considera como abominaciones juntamente con las prácticas religiosas cananeas en general (7:25, 26; 12:31). El uso de la magia hace hincapié sobre la habilidad del “conocedor”, se entremete en áreas en las cuales Dios ha establecido límites, y deja a la persona expuesta a la influencia de poderes destructores. En contraste, dentro del pueblo de Dios es suficiente conocer que Dios habla claramente. Esto lo ha hecho a través de su palabra, y continuará haciéndolo en ocasiones especiales, por medio de sus profetas. (Para un énfasis sobre el conocimiento de Dios por medio de su palabra, véase 4:6-8, 9-14.)

El primero y principal profeta de Israel fue Moisés. El fue quien habló la palabra de Dios cuando el pacto se estableció por primera vez en el monte Horeb. El pueblo mismo, debido a su temor, demandó dicho mediador (v. 16; cf. 5:23-27). Sin embargo, ahora surge la pregunta: ¿Cómo continuará el ministerio de Moisés en Israel? La promesa es que, aunque Moisés morirá a su tiempo, tendría sus sucesores (v. 18).

El hecho que el pasaje proyecta un sinnúmero de futuros profetas (en vez de uno solo) es obvio en base a los vv. 20-22, donde el asunto es cómo podrá distinguirse a los falsos profetas de los verdaderos. Sin embargo, la interpretación “mesiánica” de 18:18, según la cual Jesús es el profeta prometido se justifica, porque él habló la palabra de Dios de una manera totalmente nueva y autoritativa (ver Hech. 3:22, 23).

Los últimos versículos (20-22) formulan la pregunta sobre cómo podrá conocerse la diferencia entre un verdadero profeta y uno falso. La respuesta del v. 22 es que las palabras de un falso profeta no se cumplirían. Esta respuesta presentaba sus propias dificultades. Jeremías enfrentó agudamente el problema de reconocimiento, y sus palabras no se cumplieron sino hasta muchos años después de que él había comenzado a predicar. Sin embargo, en la práctica, lo genuino de un profeta sería en muchos casos reconocido durante un período en su ministerio. (Nótese el caso de estudio en Jer. 28.) Existe un sentido importante en el cual el mensaje de Dios se revela por sí mismo a quienes están dispuestos a escuchar.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

j 993 Lev 18:26; Deu 12:30

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Se prohíben la superstición pagana y la magia. La lista de hechos mágicos o espiritistas es la más completa en todo el A.T. Todos se practicaban en Canaán y son condenados aquí. Israel debe escuchar a Dios y a su profeta. Todas las prácticas mencionadas aquí son detestables y abominables a Dios (vers. 9, 11).

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., hacer conforme a

Fuente: La Biblia de las Américas

[.] Este texto condena a los magos y adivinos y luego ensalza a los verdaderos profetas. El pueblo de Dios vive de la palabra de Dios, pero no sólo de la que se encuentra escrita en un libro, sino de lo que dice hoy por medio de los profetas. Son hombres que reciben del Espíritu un don especial para orientar a las personas y a las naciones hacia las verdaderas metas que Dios nos propone. Que no haya en medio de ti… adivinos (10). Se condenan en igual forma los sacrificios humanos y la magia o el espiritismo. Los hombres siempre han estado tentados a traspasar el misterio de su porvenir muchos adivinos y falsos profetas respondían, como lo hacen los autores de horóscopo actualmente, a ese deseo de arrancar sus secretos a un Dios del cual no se está seguro. En cambio, los profetas tienen por misión, no contar lo que pasará, sino indicar con valentía cuál es la voluntad de Dios y qué es lo que debemos reformar (ver Jer 28,1; Ez 13,1). Yavé hará que se levante para ti, de en medio de tus hermanos un profeta (15). Este «profeta» significa toda la serie de los profetas que seguirán hablando en Israel, como lo demuestra el final del párrafo (20-22). Sin embargo, Israel esperaba para los tiempos futuros un profeta superior a todos y que dirigiera eficazmente a todo el pueblo como lo había hecho Moisés. Cuando se presentó Juan Bautista, muchos le preguntaron «¿Eres el profeta?» (Jn 1,21), y desde el principio de la Iglesia los cristianos comprendieron que Cristo era «el Profeta» (ver He 3,22).

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana