Entonces hablarás y dirás delante de Jehovah tu Dios: ‘Un arameo errante fue mi padre. El descendió a Egipto y vivió allí con unos pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa.
Un arameo. Jacob fue llamado arameo por su largo tiempo de residencia en Padan-aram. Gén 24:4; Gén 25:20; Gén 28:5; Gén 31:20, Gén 31:24; Ose 12:12.
a punto de pedecer. Gén 27:41; Gén 31:40; Gén 43:1, Gén 43:2, Gén 43:12; Gén 45:7, Gén 45:11; Isa 51:1, Isa 51:2.
descendió a Egipto. Gén 46:1-7; Sal 105:23, Sal 105:24; Hch 7:15.
con pocos hombres. Deu 7:7; Gén 46:27; Éxo 1:5.
y llegó a ser una nación. Deu 10:22; Gén 47:27; Éxo 1:7, Éxo 1:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Estas palabras llegaron a ser parte de la letanía del servicio de la Pascua, la Haggadah (recitación). El recital de estas palabras constituía una maravillosa celebración a Dios por la gran liberación de Egipto, que no es distinto del recital cristiano del credo y de la confesión de fe.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
mi padre era arameo es una referencia a Jacob, cuyos ancestrales padres tenían su casa en Aram (Gén 24:1-10).
A punto de perecer: La familia de Jacob sufrió la hambruna que golpeó a Canaán y sobrevivieron al huir a Egipto (Gén 46:3, Gén 46:7).
pocos: La familia de Jacob ascendía a setenta cuando se fueron a Egipto (Gén 46:8-27; Éxo 1:1-5).
una nación grande, fuerte y poderosa es una referencia al gran aumento que Dios dio a su pueblo mientras estaban en Egipto (Éxo 1:5, Éxo 1:7).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios. La ofrenda de las primicias debía estar acompañada por una confesión extensa de la fidelidad del Señor al preservar a Israel y al traer al pueblo a la Tierra Prometida. Los aspectos esenciales del adorador al venir al santuario eran la presentación de las primicias, postrándose en adoración, y regocijándose en la bondad del Señor. De esta manera la visita al santuario era una confesión y reconocimiento de Dios. Era un tiempo de alabanza y regocijo por la bondad y misericordia de Dios extendidas a generaciones anteriores y evidencia de gracia divina sustentadora en ese entonces. Un arameo a punto de perecer. La palabra «perecer» es mejor traducida aquí «perdido». «Un arameo perdido» se refería a Jacob, quien era el padre o ancestro de cada israelita. Cuando Jacob huyó de su hogar en Beerseba atravesó por Siria (Aram) a Mesopotamia (Aram-naharaim, Gén 24:10) para vivir con Labán su tío. Regresando de ahí, Jacob fue vencido por Labán después de que vino pasando en el Río Jaboc, donde él no solo enfrentó la ira de Labán, sino que también la de Esaú su hermano. Más tarde, el hambre en Canaán demandó su migración a Egipto. Cuando los israelitas crecieron en número y en poder, fueron oprimidos por los egipcios, pero fue Dios quien respondió a sus oraciones y los libró milagrosamente de Egipto. Fue Dios quien los capacitó para entrar y conquistar la tierra de la cual las primicias fueron presentadas delante del altar.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— un arameo errante era mi padre: Ver Gén 25:19-20; Gén 28:5. La palabra hebrea traducida por errante evoca no solo la vida nómada, sino también la situación del que se encuentra extraviado y sin camino, como la oveja perdida en el desierto (Sal 119:176; Jer 50:6; Eze 34:4; Eze 34:16; ver Luc 15:4-16). El verbo hebreo también puede significar perecer; de ahí que algunos traduzcan (con escasa probabilidad) a punto de perecer.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La profesión de fe que se encuentra en estos versículos resume la historia de la salvación, convirtiendo en tema central de la misma la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Esta confesión de fe reconoce que Dios ha cumplido las promesas hechas a los patriarcas: la promesa de la tierra y de una numerosa descendencia. Falta únicamente el cumplimiento de la promesa de bendecir por medio de esa gran descendencia a todos los pueblos de la tierra.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Lit.: “Mi padre era un arameo a punto de perecer”, MSam; Sy: “Mi padre fue conducido a Aram”; LXX: “Mi padre desechó a Siria”.
REFERENCIAS CRUZADAS
f 1267 Gén 28:5; Gén 31:41; Gén 31:42; Ose 12:12
g 1268 Gén 46:3; Hch 7:15
h 1269 Gén 46:27; Deu 7:7
i 1270 Éxo 1:7; Deu 10:22; Sal 105:24
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Mi padre fue un arameo errante. Probable referencia a Jacob cuya madre era de Aram, en el norte de Mesopotamia (Gn 24:10). El fue de Canaán a Harán y regresó (Gn 27– 35). Más tarde emigró a Egipto (Gn 46:3– 7). Además se casó con dos mujeres arameas (Gn 28:5; 29:16, 28).
Fuente: La Biblia de las Américas
O, a punto de perecer
O, vivió como extranjero
Fuente: La Biblia de las Américas
[.] Mi padre era un arameo errante. Este párrafo es como una declaración de fe del israelita. El sabe que fue elegido entre los arameos paganos y que Yavé, después de liberarlo, le dio la prosperidad de que goza. Del mismo modo, las varias fórmulas del Credo, que usa la Iglesia actualmente, ponen en el centro la obra liberadora que Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, realizan a favor nuestro.