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Comentario de Deuteronomio 31:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Deuteronomio 31:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Moisés fue y habló estas palabras a todo Israel,

Moisés alienta al pueblo, Deu 31:1-6.

Él alienta a Josué, Deu 31:7-8.

Entrega la ley a los sacerdotes para ser leída al pueblo cada séptimo año, Deu 31:9-13.

Dios comisiona a Josué, Deu 31:14-18;

y escribe un cántico que sirva de testigo contra del pueblo, Deu 31:19-23.

Moisés entrega el libro de la ley para ser guardado por los levitas, Deu 31:24-27.

y exhorta a los ancianos, Deu 31:28-30.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Nuevamente Moisés habló con pesar de la negativa de Dios a permitirle entrar a la Tierra Prometida (Deu 1:37Deu 1:38Deu 3:23-29). Pero daba esperanzas al pueblo de que el propio Jehová los protegería y lucharía por ellos.

Josué guiaría al pueblo en vez de Moisés.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

31. Testamento de Moisés.

Ultimas Disposiciones de Moisés: Elección de Josué (1-8).
1Así que Moisés acabó de dirigir estas palabras a todo Israel, dijo de nuevo: 2“Yo ya tengo ciento veinte años; no puedo ya salir ni entrar; además, me ha dicho Yahvé: Tú no pasarás el Jordán. 3 Yahvé, tu Dios, pasará delante de ti, y destruirá delante de ti a todas esas gentes, y tú las heredarás. Josué pasará delante de ti, como te lo ha dicho Yahvé, 4y hará Yahvé con ellos como hizo con Seón y Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, destruyéndolos; 5y os los entregará Yahvé, y haréis con ellos conforme a todo cuanto yo os he mandado; 6esforzaos, pues; tened ánimo y no temáis ante ellos ni les tengáis miedo, que Yahvé, tu Dios, va contigo, y no te dejará ni te desamparará.” 7Llamó, pues, Moisés a Josué y le dijo ante todo Israel: “Esfuérzate y ten ánimo, porque tú has de entrar con este pueblo en la tierra que a sus padres juró Yahvé darles, y tú los pondrás en posesión de ella; 8y Yahvé marchará delante de ti, estará contigo y no te dejará ni te abandonará; por esto no has de temer ni acobardarte.”

Moisés, sintiéndose próximo a su muerte e imposibilitado, por sus años y por los designios divinos, para entrar en la tierra prometida, confía a su fiel lugarteniente Josué la misión de conducir a su pueblo hacia la etapa final. Los ciento veinte años han de tomarse en números redondos. La vida de Moisés aparece dividida en tres períodos de cuarenta años: cuarenta años de estancia en Egipto, cuarenta años de estancia en el desierto con Jetró hasta el éxodo y, finalmente, cuarenta años de peregrinación por el desierto como libertador de su pueblo1. Esta distribución, pues, resulta artificial, como la de la vida de los patriarcas. El hagiógrafo idealiza la historia conforme a determinados esquemas preconcebidos para destacar más la protección de Yahvé hacia sus elegidos. El deuteronomista presenta al gran profeta y caudillo salvador de Israel al término de su carrera, cumpliendo puntualmente los designios divinos, nombrando sucesor fiel y digno y muriendo a la vista de la tierra de promisión. Aarón – primer sumo sacerdote – había terminado sus días solemnemente en el monte Hor después de entregar sus ornamentos pontificales a su sucesor Itamar, y Moisés cerrará sus ojos en el monte Nebo después de delegar sus poderes al intrépido Josué, héroe de la conquista de Canaán. Al nombrar a su sucesor, le anima a proseguir y a hacer frente a los enemigos de Canaán, que con la asistencia divina serán derrotados, como lo fueron los reyes de TransJordania, Seón y Og (v.4). Las antiguas promesas divinas a los patriarcas han de cumplirse puntualmente, porque Yahvé marchara delante del nuevo líder abriendo paso a los israelitas en la tierra de los cananeos. La historia del libro de Josué es como un comentario a estas promesas.

Lectura Periódica de la Ley (9-13).
9Escrita esta Ley, entregósela Moisés a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevan el arca de la alianza de Yahvé, y a todos los ancianos de Israel, 10mandándoles: “Al fin de cada septenio, al llegar el año de la remisión, en la fiesta de los Tabernáculos, 11cuando vendrá todo Israel a presentarse ante Yahvé, tu Dios, en el lugar que El elija, leerás esta Ley ante todo Israel, a sus oídos. 12Reunirás al pueblo, hombres, mujeres y niños, y a todos los peregrinos que se hallen en tus ciudades, para que la oigan y aprendan a temer a Yahvé, vuestro Dios, y estén siempre atentos a cumplir todas las palabras de esta Ley. 13Especialmente vuestros hijos, que nada saben de ella, habrán de oírla, para aprender a temer a Yahvé, vuestro Dios, todo el tiempo que viváis sobre la tierra a la cual os dirigís, en pasando el Jordán, para apoderaros de ella.”

En el Deuteronomio se habla siempre de discursos que Moisés dirigió a su pueblo. Aquí se trata de la redacción escrita de esos discursos que comprenden la Ley. Esta fue entregada a los sacerdotes, hijos de Leví, como depositarios oficiales de ella, representantes de la autoridad religiosa, a los cuales, a su vez, incumbía enseñarla al pueblo2. Junto a ellos aparecen los ancianos, representantes de la autoridad civil. El legislador dispone que cada siete años (año de remisión, v.10) se lea esta Ley al pueblo en la fiesta de los Tabernáculos, cuando ya habían terminado las faenas agrícolas (septiembre-octubre). Era una especie de misión popular en la que se recordaban las obligaciones del pueblo para con Dios. La Ley objeto de la lectura pública debía de ser una selección de los discursos deuteronómicos. En 2Re 23:25 se habla de la lectura del libro de la Ley hallado en los cimientos del templo, y en Neh 8,is se vuelve a hablar de la lectura pública de la Ley. él israelita debe conformar su vida al módulo exacto de la Ley, que restaura el alma, es perfecta, sus ordenaciones son rectas y alegran los corazones3.

La Futura Apostasía de Israel (14-30).
14Entonces dijo Yahvé a Moisés: “Mira que ya se acerca para ti el día de tu muerte; llama, pues, a Josué, y esperad a la entrada del tabernáculo de la reunión que le dé yo mis órdenes.” Fueron, pues, Moisés y Josué y esperaron a la entrada del tabernáculo de la reunión. 15Aparecióse Yahvé en el tabernáculo, en la columna de nube, a la entrada del tabernáculo, 16y dijo Yahvé a Moisés: “He aquí que vas ya a dormirte con tus padres, y este pueblo se levantará y se prostituirá ante dioses ajenos, los de la tierra adonde va, y me dejará y romperá mi pacto, el que con él he hecho; 17y se encenderá entonces mi furor contra él, y yo los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y los devorarán, y vendrán sobre ellos muchos males y aflicciones; y entonces se dirán: ¿No es por no estar ya mi Dios en medio de mí por lo que sobre mí han venido todos estos males y aflicciones? 18Y yo entonces ocultaré mi rostro de ellos por tanto mal como hicieron yéndose tras otros dioses. 19Escribid, pues, este cántico; enseñádselo a los hijos de Israel, ponédselo en su boca, para que este cántico me sirva de testimonio contra los hijos de Israel; 20porque cuando yo los haga entrar en la tierra que con juramento prometí a sus padres, tierra que mana leche y miel; cuando hayan comido y se hayan hartado y hayan engordado, se volverán a otros dioses y los servirán, y a mí me despreciarán y romperán mi alianza. 2lY cuando venga sobre ellos una muchedumbre de males y aflicciones, este cántico dará testimonio contra ellos, porque no se dará al olvido en la boca de sus descendientes. Porque yo conozco su índole y veo lo que hoy hace aun antes de haberle introducido en la tierra que juré darles.” 22Escribió, pues, Moisés este cántico aquel día y se lo enseñó a los hijos de Israel. 23A Josué, hijo de Nun, le mandó y le dijo: “Esfuérzate y ten ánimo, que tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les he jurado y yo seré contigo.” 24Y, acabado que hubo Moisés de escribir en un libro las palabras de esta Ley hasta terminarla, 25mandó a los levitas que llevaban el arca de la alianza de Yahvé, diciendo: 26“Tomad este libro de la Ley y ponedlo en el arca de la alianza de Yahvé, vuestro Dios; que esté allí como testimonio contra ti; 27porque yo conozco tu rebeldía y tu cerviz; aun viviendo yo hoy con vosotros, sois rebeldes a Yahvé, ¡cuánto más después que yo muera! 28Congregad a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros escribas, que quiero proferir, oyéndolo ellos, estas palabras, invocando como testigos contra ellos a los cielos y a la tierra; 29pues sé bien que después de mi muerte os pervertiréis del todo y os apartaréis del camino que os he mandado, y que en tiempos venideros os alcanzará la desventura por haber hecho lo que es malo a los ojos de Yahvé, irritándole con las obras de vuestras manos.” 30Moisés pronunció a oídos de la asamblea de Israel las palabras de este cántico hasta el fin.”

El deuteronomista se muestra obsesionado por la idea de la prevaricación idolátrica de Israel. Unas veces es el temor de que se deje llevar del culto idolátrico, otras es la certidumbre de su prevaricación. Yahvé revela a su profeta el futuro prevaricador de su pueblo, por lo que esconderá su rostro de él, es decir, se apartará, privándole de su protección.
La declaración de Yahvé es solemne, y por eso Moisés y Josué deben presentarse ante el tabernáculo de la reunión para recibir sus órdenes concretas para que las pongan por escrito. En 3:28 se alude a la orden de establecer a Josué como sucesor de Moisés. Según Num 27:15-23, Moisés impuso sus manos sobre su sucesor, delegándole su poder ante el sacerdote Eleazar. La declaración actual del deuteronomista puede considerarse como una confirmación del nombramiento anterior4.
El cántico que Moisés debe poner por escrito debe ser como un testimonio profético de las prevaricaciones futuras de Israel, que se prostituirá (v.16) a dioses extranjeros. Yahvé es su verdadero esposo, pero el pueblo israelita espera encontrar en los ídolos cana-neos la bendición para su tierra5. Por ello será abandonado de Yahvé, que esconderá su faz, dejándole desamparado ante sus enemigos. La consecuencia serán los infortunios que tendrá que sufrir en medio de las gentes.
El v.30 es la introducción al cántico que el deuteronomista pone en boca de Moisés como vaticinio de las prevaricaciones futuras de Israel.

l Cf. Exo 7:7; Deu 34:7. – 2 Como a continuación se dice que estos hijos de Leví deben transportar el arca, algunos autores suponen que la palabra sacerdotes es inserción posterior de un elosista. – 3 Sal 19:8-9. – 4 No Pocos Autores creen que se. .trata de dos tradiciones distintas reflejadas en dos documentos: JE y P. – 5 Sobre el símil de las relaciones matrimoniales de Yahvé e Israel véase Os c.1-3; sobre la expresión prostitución y fornicación espiritual véanse Exo 34:15-16; Lev 17:7; Lev 20:5; Num 15:39

Fuente: Biblia Comentada

Fue Moisés y habló. Aunque algunos intérpretes ven este versículo como la conclusión del discurso anterior en los capítulos Deu 29:1-29; Deu 30:1-20, quizás es mejor ver estas palabras como una introducción a las palabras de Moisés que siguen, basado en el patrón general de Deuteronomio. Los versículos Deu 31:2-6 se dirigen a todo israelita.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Dos temas dominan los últimos cuatro capítulos de Deuteronomio: 1) la muerte de Moisés (Deu 31:1-2; Deu 31:14; Deu 31:16; Deu 31:26-29; Deu 32:48-52; Deu 33:1; Deu 34:1-8; Deu 34:10-12) y 2) la sucesión de Josué (Deu 31:1-8; Deu 31:14; Deu 31:23; Deu 32:44; Deu 34:9). Estos capítulos finales están centrados alrededor de dos discursos más de Moisés: 1) la Canción de Moisés (Deu 32:1-43), y 2) las Bendiciones de Moisés (Deu 33:1-29).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Deu 31:1-30; Deu 32:1-52; Deu 33:1-29; Deu 34:1-12 : Especie de conclusión general a todo el Pentateuco. Estos capítulos son probablemente obra del último redactor deuteronomista con algún retoque añadido por la tradición sacerdotal (ver Deu 32:48-52).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Moisés entrega el mando a Josué

Los discursos principales de Moisés han concluido. La hora para la acción está muy cerca; las promesas muy pronto se cumplirán. El resto de Deut. comprende el traspaso del liderazgo de Moisés a Josué, los discursos de despedida y el relato de la muerte de Moisés.

El pasaje bajo consideración nos recuerda que los largos discursos de Moisés se llevaron a cabo en las planicies de Moab. Ya se ha tomado una parte de la tierra; es decir, la que está al oriente del Jordán, y algunos de los enemigos del pueblo ya han sido derrotados (Sejón y Og; cf. 2:24-3:11). La tarea aún tenía que completarse, pero Dios le había dicho a Moisés que su parte en ello, y su vida, terminaría al oriente del Jordán (1:37, 38; 3:23-29).

Dios se comprometió a darle la victoria al pueblo, de la misma manera que lo había hecho en el pasado (v. 3). La parte que le tocaría desempeñar al pueblo sería mostrar fe y valor (vv. 6, 8), el área donde una vez habían fallado gravemente, retrasando el tomar posesión de la tierra prometida (1:16-36). La conquista de los pueblos restantes debía completarse (v. 5b; cf. 2:33, 34; 7:1-5) a causa de los peligros que plantearían sus falsas religiones si se les permitía permanecer entre los israelitas. Todo el pasaje está lleno de las promesas de la presencia de Dios (vv. 3, 8). El pueblo de Dios realmente puede mostrar valor porque el Señor ha prometido su presencia, y no falla.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

31.10-13 Las leyes debían ser leídas a toda la congregación para que así todos, incluso los niños, pudieran escucharlas. Cada siete años, la nación entera se reunía y escuchaba a un sacerdote leer las leyes. No existían los libros, Biblias ni un puesto de periódicos donde se distribuyera la Palabra de Dios, así que la gente tenía que confiar en el comunicado verbal y en la buena memoria. La memorización era una parte importante de la adoración, ya que si todos conocían la ley, la ignorancia no sería una excusa para quebrantarla. Para cumplir con el propósito y la voluntad de Dios en nuestra vida, necesitamos tener en nuestro corazón y mente el contenido y la sustancia de su Palabra. Para los hebreos, este proceso comenzaba en la niñez. Una de nuestras prioridades deberá ser el enseñar a nuestros niños y a los nuevos creyentes. Nuestros mejores maestros, nuestros mejores recursos y nuestro pensamiento más cuidadosos deberán ser dirigidos a mostrar a los nuevos creyentes cómo seguir a Dios en todas las situaciones de la vida.31.19-21 En la educación cristiana, existe un lugar para la música y para la edificación de todos los creyentes. Algunas personas memorizan himnos clásicos de la iglesia para ayudarlos a pensar en lo que es verdadero, justo y bueno. Otros encuentran grabaciones que pueden escuchar cuando están en el auto o en casa. ¿De qué maneras creativas puede ser usada la música para enseñar en su iglesia? ¿Cómo podría usted aprovechar al máximo el beneficio de la música en su familia?31.23 Josué fue designado para tomar el mando de Israel y guiar al pueblo a la tierra prometida (Moisés no pudo entrar en la tierra debido a su desobediencia, Num 20:12). Josué, mencionado por primera vez en Exo 17:9, había sido el asistente de Moisés durante muchos años (Jos 1:1). Una de sus cualidades clave era su fe. Fue uno de los doce espías que primero entraron en Canaán, sólo él y Caleb creyeron que Dios podía ayudar a Israel a conquistar la tierra (Números 13.1-14.30). En dosoportunidades en este capítulo, Moisés anima a Josué a que sea fuerte y valiente (31.7, 23). Ciertamente, era una tarea atemorizante cuidar, ayudar a resolver sus disputas y guiar a la batalla a tres millones de personas. Encontrar valor sería una de las pruebas más grandes para Josué. El era fuerte y valiente porque sabía que Dios estaba con él, y tenía fe en que Dios haría todo lo que había prometido a Israel.31.27-29 Moisés sabía que los israelitas, a pesar de todo lo que sabían que Dios había hecho, llevaban la rebeldía en su corazón. Merecían el castigo de Dios, aun cuando en vez de eso, con frecuencia, recibían la misericordia de Dios. Nosotros también somos testarudos y rebeldes por naturaleza. A lo largo de nuestra vida luchamos con el pecado. No es suficiente arrepentirnos una vez al mes o una vez a la semana. Debemos continuamente apartarnos de nuestros pecados y permitir que la misericordia de Dios nos salve.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

Fue Moisés y habló estas palabras. Los tres discursos de Moisés concluyen en el cap. 30. En el cap. 31 se dan los últimos sucesos de su vida. Ahora él provee para el futuro nombrando otro jefe y mediador del pacto. Para que no haya equivocación sobre la estipulación de la ley, ésta debía ser escrita y recitada. Hay en todo esto, evidencia de los elementos de un pacto: instrucciones para guardar el documento del pacto en el arca (vers. 24– 29); el nombramiento y comisión de Josué como nuevo jefe de la comunidad del pacto (vers. 1– 8, 14– 23); la promesa de la bendición de las tribus (cap. 33); un capítulo semejante a un documento de acusación contra un vasallo desobediente (cap. 32), y el relato emocionante de la muerte del mediador del pacto, Moisés, (cap. 34).

Fuente: La Biblia de las Américas

[.] Los últimos capítulos contienen varios recuerdos referentes a Moisés. El cántico del capítulo 32 es el canto al amor incesante de Yavé, que conduce toda la historia de Israel. -_Yavé elige a Israel (7-9). -_Lo conduce por el desierto hacia la tierra prometida (10-14). -_Israel satisfecho rechaza a Dios y se hace ídolos (15,18). -_Yavé se convierte en adversario de Israel (22-30). -_El pueblo, humillado y desterrado, debe contar con la compasión de Yavé, que al final lo liberará y lo hará triunfar de los malos (31-43). Fija las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Dios. No siempre los israelitas veían en forma negativa a los pueblos que los rodeaban. Sus dioses no eran Dios, como lo era Yavé. Solamente eran hijos de Dios o sea seres divinos, o ángeles de Yavé. El les había encargado a cada uno su pueblo, reservándose para sí mismo a Israel.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[11] Neh 8, 3; 2 Re 23, 2.[19] De la verdad de mis palabras y de su ingratitud.

Fuente: Notas Torres Amat