Se da el caso de un hombre solo y sin sucesor, que no tiene ni hijo ni hermano; pero no cesa de todo su duro trabajo, ni sus ojos se sacian de riquezas, ni se pregunta: “¿Para quién me afano yo, privando a mi alma del bienestar?” También esto es vanidad y penosa tarea.
Está un hombre solo. Ecl 4:9-12; Gén 2:18; Isa 56:3-5.
que no tiene hijo ni hermano. Gén 15:2, Gén 15:3.
nunca cesa de trabajar. Isa 5:8.
ni sus ojos se sacian de sus riquezas. Ecl 1:8; Ecl 5:10; Pro 27:20; Hab 2:5-9; 1Jn 2:16.
¿para quien trabajo yo? Sal 39:6; Isa 44:19, Isa 44:20; Luc 12:20.
También esto es vanidad. Ecl 1:13; Ecl 2:23; Isa 55:2; Mat 11:28.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
REFERENCIAS CRUZADAS
l 170 Gén 2:18
m 171 Gén 15:2; Núm 27:10
n 172 Pro 27:20; Ecl 5:10
ñ 173 Sal 39:6; Luc 12:19
o 174 Ecl 2:23
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Está un hombre solo y sin sucesor. Mejor, un hombre sin compañero. Además, según la frase siguiente, no tiene familia; aún así continúa acumulando ganancias, si bien no tiene a nadie con quien compartir el fruto de su labor.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., sin un segundo