Comentario de Efesios 2:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En él también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

morada de Dios en el Espíritu. Jua 14:17-23; Jua 17:21-23; Rom 8:9-11; 1Co 3:16; 1Co 6:19; 1Pe 2:4, 1Pe 2:5; 1Jn 3:24; 1Jn 4:13, 1Jn 4:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

morada de Dios en el Espíritu. El término que se traduce «morada» connota una residencia permanente. Dios el Espíritu Santo se convierte en residente permanente de su santuario terrenal que es la iglesia, el cuerpo espiritual inmenso que está compuesto por todos los redimidos (cp. 1Co 6:19-20; 2Co 6:16).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Nuevamente se repite la cláusula en él que estaba también al principio del v. Efe 2:21, para remachar la idea de que es en unión al Señor y en virtud de nuestra íntima relación con él que podemos disfrutar de los beneficios que se enumeran aquí.

La frase También ustedes señala el enorme privilegio de los no judíos, que son integrados también al nuevo edificio/templo. Otro participio pasivo señala lo que se hace a favor de los efesios gentiles: sois edificados. El sujeto implícito puede ser Jesús, que ha sido el sujeto gramatical de todo este párrafo, y el agente principal, hacedor de la paz. También puede ser el Espíritu Santo que se menciona al final de éste versículo, si el dativo de la preposición en se traduce en su sentido instrumental “por”. Así lo traducen las distintas versiones: TLA muestra que los no judíos, en virtud de su unión con Cristo, ahora gozan de ese enorme beneficio: «Por su unión con Jesucristo, ustedes también forman parte de ese edificio, donde Dios habita por medio de su Espíritu». DHH traduce así el texto: «En él también ustedes se unen todos entre sí para llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su Espíritu». La traducción pone de relieve, con más fuerza, la unión entre los creyentes.

La meta de todo este proceso se vuelve a indicar con este paralelismo en términos de una morada, casa o habitación para Dios: para ser morada de Dios. La alusión es una referencia al templo y, de acuerdo con la realidad del Antiguo Testamento, al lugar santísimo donde Dios habitaba. Sin duda esta es una de las afirmaciones más notables en el Nuevo Testamento. Que Dios ahora habita entre nosotros, su iglesia en el sentido colectivo. El contexto de este pasaje hace muy claro que aquí la afirmación no tiene un sentido individual sino comunitario. Dios vive en medio de su pueblo. Ya lo notamos en las versiones citadas.

El Espíritu Santo se menciona al final del versículo como el agente, ámbito o instrumento de este proceso de crecimiento. Cada una de estas posibilidades, depende de la manera en que traduzcamos la preposición en. Si se traduce como “en”, la preposición sugiere el ámbito y contexto en el que se experimenta la presencia de Dios entre su pueblo (así lo hace RV95). La preposición “por” sugiere que el Espíritu es el instrumento por medio del cual se hace una realidad la presencia de Dios entre nosotros. No hay una gran diferencia con el sentido anterior. Como se puede apreciar en las citas anteriores, así lo traducen DHH y TLA.

Reflexión bíblica y pastoral

Después de la adoración inicial, en la que se celebra la acción de Dios en la eternidad y en la historia para hacerse de un pueblo que sea su instrumento de paz en este mundo, para la gloria de su santo nombre (Efe 1:1-14), el apóstol pasa a la gratitud e intercesión por el pueblo santo de Dios. Las evidencias de la gracia de Dios en los efesios requieren que ellos sean capaces de profundizar aún más en su conocimiento y experiencia del amor de Dios. En especial, deben estar concientes del futuro que les espera y del poder del Espíritu que, aquí y ahora, les capacita para vivir a la altura de su vocación (Efe 1:15-19).

Por ello, Pablo los instruye e ilumina en cuanto a realidades fundamentales del evangelio, con respecto al extraordinario poder-Espíritu de Dios que está presente en ellos. Ese poder se manifestó en Jesús levantándole de la muerte y poniéndole muy por encima de todos los poderes hostiles al proyecto de Dios en este mundo, a la vez que lo colocó como cabeza de la iglesia, su cuerpo en este mundo (Efe 1:20-23).

Lo que ello significa es que los creyentes han experimentado una tremenda liberación de las fuerzas que los esclavizaban: el mundo, el diablo y la carne (Efe 2:1-3). Esto ha sido posible por el poder de Dios y la única causa razonable de todo ello es la gracia incomprensible del Señor (Efe 2:4-6). El propósito de Dios es que seamos una demostración de su gran amor para toda la creación (Efe 2:7-10).

Dios determinó colocar toda su creación bajo el señorío de Jesús (Efe 1:10) y ese proceso ha iniciado con su muerte en la cruz, por medio de la cual ha empezado a construir una humanidad alternativa a las sociedades humanas. Jesús hizó la paz por medio de la cruz reconciliando a culturas irreconciliables, judíos y gentiles, en su cuerpo, la iglesia (Efe 2:11-22).

Pablo es un instrumento de Dios que anuncia y administra el evangelio de la paz. Ese gran privilegio lo reconoce con humildad y entrega (Efe 3:1-13). Y por ello, intercede por la iglesia, para que ella misma entienda y se apropie y comprometa con esta obra de Dios en el mundo (Efe 3:14-21).

Los tres capítulos finales (Efe 4:1-32; Efe 5:1-33; Efe 6:1-24) muestran las maneras concretas por las cuales la iglesia debe manifestar y construir la paz, sumándose así al proyecto de Dios (Efe 1:10), iniciado por Jesús, el Mesías (Efe 2:11-22), y continuado por el apóstol de los gentiles (cap. Efe 3:1-21).

La enseñanza paulina es todavía un desafío en nuestros días, ante las pretenciones imperiales del nuevo imperio que, como el romano, busca imponer su paz y estilo de vida por medio de la violencia. El uso de armas altamente sofisticadas contra países que se oponen a sus intereses económicos y geopolíticos es la manera de establecer por la fuerza esta moderna modalidad de Pax americana.

El texto bíblico nos desafía a la búsqueda y construcción de una genuina armonía y paz en la humanidad, a partir del amor sacrificial que busca el bien de otros y no el bien propio, y que está dispuesto a darse a sí mismo por amor a los demás. Las iglesias seguidoras de Jesús tiene un modelo a seguir en su Señor y maestro y un llamado que deben obedecer para honrarlo: toma tu cruz y sígueme.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

l 132 Jua 17:23

m 133 1Pe 2:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

22 (1) Esto se refiere a los santos locales.

22 (2) La palabra también indica que el edificio mencionado en el v.21 es universal y que el edificio que se ve en este versículo es local. En el aspecto universal, la iglesia es singularmente una y va creciendo universalmente; en el aspecto local, la iglesia en una localidad específica también es una, y los santos locales son edificados en su localidad específica.

22 (3) Según el contexto, en el v.21 el templo santo es universal; en este versículo la morada de Dios es local.

22 (4) El espíritu humano de los creyentes, donde mora el Espíritu Santo de Dios. El Espíritu de Dios es el Morador, no la morada. La morada es el espíritu de los creyentes. El Espíritu de Dios mora en nuestro espíritu. Por lo tanto, la morada de Dios está en nuestro espíritu. El v. 21 dice que el templo santo está en el Señor, y este versículo dice que la morada de Dios está en el espíritu. Esto indica que para la edificación de la morada de Dios, el Señor es uno con nuestro espíritu, y nuestro espíritu es uno con el Señor ( 1Co_6:17). Nuestro espíritu es el lugar donde se lleva a cabo la edificación de la iglesia, la morada de Dios.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro