Comentario de Efesios 4:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Esto digo e insisto en el Señor: que no os conduzcáis más como se conducen los gentiles, en la vanidad de sus mentes,

4:17 — «Esto, pues, digo». Véase la conexión entre la exhortación que comienza con este versículo con lo que acaba de decir. Las palabras conectivas son importantes.

— «y requiero en el Señor» («afirmo juntamente con el Señor», La Biblia de las Américas). La exhortación de Pablo, aunque él era inspirado, es reforzada por el nombre del Señor. Lo que exhorta es la exhortación del Señor; exhorta en el nombre o por la autoridad del Señor.

— «que ya no andéis como los otros gentiles». Omítase la palabra «otros». Algunos agregan la palabra «otros» porque Pablo se dirige a los cristianos gentiles. Pero los cristianos no somos ni judíos ni gentiles, sino hemos formado una tercera raza muy especial (1Pe 2:9). Los cristianos deben abandonar la clase de vida llevada por los gentiles, como los israelitas tuvieron que abandonar las costumbres de Egipto y de Canaán. Véase 2:1-3,11,12; 1Pe 4:2-4. Ya dejaron el culto a Diana de los efesios, y quemaron los libros de artes mágicas (Hch 19:19). Quemaron los puentes tras ellos, para no volver.

Muchos conversos han seguido el ejemplo de los efesios: han dejado varias formas de idolatría (religiosa y mundana); han dejado los vicios (de tomar, de fumar, de bailar, de jugar, etc.); y han dejado religiones falsas.

Ahora debemos «andar» de otra manera: debemos andar en amor (5:1,2); «andad como hijos de luz» (5:8); «andéis, no como necios sino como sabios» (5:15; Col 4:5); «Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne» (Gál 5:16; Gál 5:25); en fin, debemos «andar» en el camino de salvación.

— «que andan en la vanidad de su mente». La palabra «vanidad» se refiere a cosas inútiles, huecas, vacías y superficiales. El pensamiento dominante aquí es la futilidad de sus vidas. No se refiere tanto al orgullo aunque sin duda su orgullo contribuye a su problema. Pero se trata de tener en la mente una meta y esa meta es la futilidad. Razonan y trabajan y luchan para alcanzar su meta la cual es pura derrota.

Debemos trabajar diligentemente para rescatar a la gente de esta miseria. Es muy triste pensar en el caso de tales personas. De verdad da lástima. Su vida es una serie de esperanzas fallidas. Procuran pero no logran. Ecl 1:7-8; Ecl 3:9 bien explica este dilema. La vida sin Dios es una vida de vanidad. La única conclusión lógica y razonable es la conclusión citada en Ecl 12:13-14, «El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

esto pues, digo. 1Co 1:12; 1Co 15:50; 2Co 9:6; Gál 3:17; Col 2:4.

y requiero. Neh 9:29, Neh 9:30; Neh 13:15; Jer 42:19; Hch 2:40; Hch 18:5; Hch 20:21; Gál 5:3; 1Ts 4:6.

en el Señor. 1Ts 4:1, 1Ts 4:2; 1Ti 5:21; 1Ti 6:13; 2Ti 4:1.

que no andéis como los otros gentiles. Efe 1:22; Efe 2:1-3; Efe 5:3-8; Rom 1:23-32; 1Co 6:9-11; Gál 5:19-21; Col 3:5-8; 1Pe 4:3, 1Pe 4:4.

en la vanidad de su mente. Sal 94:8-11; Hch 14:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aquellos que manifiestan la insensibilidad moral que les hace andar en la vanidad de su mente fueron endurecidos tras años de pecado y corrupción.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ya no andéis. La acción de andar simboliza la conducta diaria y se refiere a lo que Pablo ha dicho acerca del llamamiento supremo del creyente en Cristo Jesús (v. Efe 4:1). Debido a que los cristianos son parte del Cuerpo de Cristo, han recibido del Espíritu Santo los dones y capacidades espirituales para ser edificados mediante su interacción con otros creyentes. Por esa misma razón, deben dejar de vivir como si todavía fueran impíos (1Jn 2:6). gentiles. Todos los paganos impíos y no regenerados (cp. 1Ts 4:5 donde son definidos). la vanidad de su mente. En primer lugar, los incrédulos son improductivos en sentido intelectual. En lo referente a cuestiones espirituales y morales, sus procesos racionales son distorsionados e inadecuados, por lo cual siempre fallarán en la producción de un entendimiento piadoso o una vida moral. Su vida es vacía, vana y carente de sentido (cp. Rom 1:21-28; 1Co 2:14; Col 2:18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

En estos versículos, Pablo presenta cuatro características del estilo de vida impío que los creyentes deben abandonar.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:17 — «Esto, pues, digo». Véase la conexión entre la exhortación que comienza con este versículo con lo que acaba de decir. Las palabras conectivas son importantes.
— «y requiero en el Señor» («afirmo juntamente con el Señor», La Biblia de las Américas). La exhortación de Pablo, aunque él era inspirado, es reforzada por el nombre del Señor. Lo que exhorta es la exhortación del Señor; exhorta en el nombre o por la autoridad del Señor.
— «que ya no andéis como los otros gentiles». Omítase la palabra «otros». Algunos agregan la palabra «otros» porque Pablo se dirige a los cristianos gentiles. Pero los cristianos no somos ni judíos ni gentiles, sino hemos formado una tercera raza muy especial (1Pe 2:9). Los cristianos deben abandonar la clase de vida llevada por los gentiles, como los israelitas tuvieron que abandonar las costumbres de Egipto y de Canaán. Véase 2:1-3,11,12; 1Pe 4:2-4. Ya dejaron el culto a Diana de los efesios, y quemaron los libros de artes mágicas (Hch 19:19). Quemaron los puentes tras ellos, para no volver.
Muchos conversos han seguido el ejemplo de los efesios: han dejado varias formas de idolatría (religiosa y mundana); han dejado los vicios (de tomar, de fumar, de bailar, de jugar, etc.); y han dejado religiones falsas.
Ahora debemos «andar» de otra manera: debemos andar en amor (5:1,2); «andad como hijos de luz» (5:8); «andéis, no como necios sino como sabios» (5:15; Col 4:5); «Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne» (Gál 5:16; Gál 5:25); en fin, debemos «andar» en el camino de salvación.
— «que andan en la vanidad de su mente». La palabra «vanidad» se refiere a cosas inútiles, huecas, vacías y superficiales. El pensamiento dominante aquí es la futilidad de sus vidas. No se refiere tanto al orgullo aunque sin duda su orgullo contribuye a su problema. Pero se trata de tener en la mente una meta y esa meta es la futilidad. Razonan y trabajan y luchan para alcanzar su meta la cual es pura derrota.
Debemos trabajar diligentemente para rescatar a la gente de esta miseria. Es muy triste pensar en el caso de tales personas. De verdad da lástima. Su vida es una serie de esperanzas fallidas. Procuran pero no logran. Ecl 1:7-8; Ecl 3:9 bien explica este dilema. La vida sin Dios es una vida de vanidad. La única conclusión lógica y razonable es la conclusión citada en Ecl 12:13-14, «El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala».

Fuente: Notas Reeves-Partain

LAS COSAS QUE DEBEN ABANDONARSE

Efesios 4:17-24

Esto os digo y os encargo solemnemente en el Señor: Ya no debéis vivir la clase de vida de los gentiles, que tienen la mente siempre ocupada con cosas vacías; tienen el entendimiento ofuscado; son extraños a la vida que Dios da a causa de la ignorancia que hay en ellos y de tener el corazón petrificado. Han llegado a una situación en la que se han vuelto insensibles; y en su presunción desvergonzada se han entregado a toda especie de conductas impuras en la concupiscencia insaciable de sus deseos. Pero no es esa la manera como vosotros habéis aprendido a Cristo, si Le habéis escuchado de veras y se os ha enseñado en Él según la verdadera enseñanza que está en Jesús. Debéis dejar de vivir como vivíais antes. Debéis desembarazaros de vuestra vieja humanidad, que está abocada a la muerte, como es irremediable que suceda por efecto de los deseos engañosos. Debéis renovaros en el espíritu de vuestra mente. Debéis asumir la nueva humanidad creada de acuerdo con el modelo de Dios en integridad y auténtica santidad.

Pablo exhorta a sus conversos a que se despojen de su vieja manera de vivir y asuman la de Cristo. En este pasaje menciona lo que él considera las características de la vida pagana. Los paganos no se interesaban más que en cosas vacías, que no tenían ninguna importancia; tenían la mente ofuscada por la ignorancia. Entonces aparece la palabra sobresaliente: tienen el corazón petrificado.

La palabra que usa Pablo para la petrificación del corazón es hosca y terrible. Es pórósis. Pórósis viene de pórós, que quería decir originalmente una piedra que era más dura que el mármol. Llegó a usarse como término médico, como en español osteoporosis, para indicar las calcificaciones que se forman en las articulaciones y que llegan a paralizarlas totalmente; y también los callos que se forman donde se ha roto un hueso y se ha vuelto a soldar, que son más duros que el hueso mismo. Por último, la palabra vino a significar la pérdida de toda sensación. Describía algo que se había endurecido o petrificado hasta el punto de perder totalmente la sensibilidad.

Eso es lo que dice Pablo acerca de la vida pagana. Se había endurecido tanto que había perdido la sensibilidad. Una de las cosas horribles del pecado es su efecto petrificador. El proceso del pecado se puede seguir fácilmente. Ninguna persona se convierte en una gran pecadora de pronto. En un principio mira el pecado con horror. Cuando peca, se le llena el corazón de remordimientos. Pero, si continúa pecando, llega a un punto en que pierde toda sensibilidad y puede hacer las cosas más vergonzosas sin ningún sentimiento de vergüenza. Se le ha cauterizado la conciencia (1 Timoteo 4:2 ).

Pablo usa otras dos expresiones terribles para describir la manera pagana de vivir. Dice que se han entregado a toda clase de conductas impuras en la concupiscencia insaciable de sus deseos; y que lo han hecho en su presunción desvergonzada.

La palabra para presunción desvergonzada es asélgueia. Platón la describía como » impudicia» ; y otro escritor como » disposición para toda clase de placer.» Basilio la definía como cuna predisposición del alma que es incapaz de soportar el dolor de la disciplina.» La gran característica de asélgueia es esta: uno que es malo intenta por lo general ocultar su pecado; pero el que tiene asélgueia en el alma no se preocupa de lo mucho que pueda escandalizar la opinión pública con tal de satisfacer sus deseos. El pecado puede tener en un puño a una persona hasta tal punto que le haga perder la vergüenza y la decencia. Es como con la droga que, en un principio se toma a escondidas, pero se llega a una etapa cuando se la procura abiertamente porque ya se es un drogodependiente. Uno puede llegar a ser tan esclavo del alcohol que ya no le importa que le vean bebiendo o borracho;, una persona puede dar rienda suelta a sus deseos sexuales hasta tal punto que llega a ser un esclavo de ellos y no le importa quién y dónde le vea.

La persona sin Cristo hace todo esto movida por la concupiscencia insaciable de sus deseos. La palabra es pleonexía, otra palabra terrible, que los griegos definían como cuna codicia arrogante», o como «un ansia maldita de poseer», o como «el deseo ilegal de lo que pertenece a otros.» Se ha definido también como el espíritu en el que una persona siempre está dispuesta a sacrificar a sus semejantes a sus propios deseos. Pleonexía es el deseo irresistible de tener lo que no tenemos derecho a tener. Puede que conduzca al robo de cosas materiales; o puede conducir al espíritu que pisotea a otras personas para salirse con la suya; puede desembocar en el pecado sexual.

En el mundo pagano, Pablo veía tres cosas terribles. Veía los corazones humanos tan petrificados que ya ni se daban cuenta de que estaban pecando; veía a las personas tan dominadas por el pecado que habían perdido y olvidado la vergüenza y la decencia; veía a las personas tan a merced de sus deseos que ya no les importaban los demás a los que pudieran perjudicar y cuya inocencia destruían con tal de satisfacer sus deseos. Estos son exactamente los pecados del mundo sin Cristo hoy en día igual que entonces, que se pueden ver invadir la vida en cualquier punto y recorriendo las calles de cualquier gran ciudad.
Pablo exhorta a sus conversos a que rompan definitivamente con esa clase de vida. Usa una manera gráfica de hablar. Dice: » Despojaos de la vieja manera de vivir como el que se quita una ropa vieja y sucia; asumid la nueva manera de vivir; despojaos de vuestros pecados y asumid la integridad y la santidad que Dios os puede dar.»

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Iniciaremos nuestro análisis tomando juntos estos tres versículos, que en el original son una sola oración gramatical y que constituyen una misma unidad temática.

En primer lugar, debemos señalar que al principio del párrafo aparece la palabra pues, que en realidad debe ser más fuerte pues el original (gr. oun) expresa con más fuerza la idea de “consecuencia”. En otras palabras, la traducción debe indicar con claridad que lo que el autor va a decir es consecuencia de lo expresado anteriormente (en este caso Efe 4:1-16, aunque puede también aludir a los primeros tres capítulos y ser paralela a la exhortación de Efe 4:1). Palabras como, “en consecuencia”, “por lo tanto”, “de manera que”, expresan bien esa idea.

Luego, viene el enunciado introductorio a la exhortación central de este párrafo: digo y requiero en el Señor. El segundo verbo, requiero, es traducción del verbo griego martureomaique significa “testificar” o “hacer una declaración solemne en base a algo que se conoce” (Hch 18:5 y Hch 20:26). También significa “expresar con énfasis una opinión o un deseo” (cf. 1Ti 2:12 y Hch 2:40), lo cual se acerca a la idea de “requerir”, “insistir”, “urgir”, “implorar”, “advertir”, que son también palabras con las que se traduce este término. Por la repetición, digo y requiero, podemos notar el sentido de urgencia y seriedad que le imprime a esta oración introductoria. Más adelante veremos cómo lo han captado las distintas traducciones.

La frase con la que cierra este enunciado introductorio, en Cristo, ya la hemos encontrado anteriormente (cf. Efe 1:1), y apunta a la fuente de autoridad e inspiración de lo que se dirá a continuación.

Con todos estos elementos podemos darnos cuenta de la seriedad, solemnidad y autoridad con las que reviste el autor su exhortación. Una buena traducción diría algo así: “Por tanto, les digo, mejor aún, les afirmo con toda seriedad y con la autoridad del Señor que ”. De las versiones existentes, la BL ofrece en su traducción un sentido de urgencia: «Les digo, pues, y con insistencia los advierto en el Señor». BNM capta también la seriedad de la exhortación: «Esto pues digo y afirmo solemnemente en el Señor». NBE: Acentúa la relación de consecuencia con lo anterior y apunta a la autoridad de lo que va a decir: «Por tanto, en nombre del Señor os digo y os recomiendo ».

La exhortación misma tiene como idea central el imperativo ya no andéis como los otros gentiles. En ese sentido, evoca la exhortación de Efe 4:1, aunque ahora expresada en términos negativos. La palabra gentiles se refiere a los que no conocen a Dios (Efe 2:11; Efe 3:1, Efe 3:6, Efe 3:8; cf. explicación de la palabra en Efe 2:11). Por ello, este enunciado se puede traducir así: “Dejen de comportarse como los que no conocen a Dios”. Lo cual implica que la conducta de los efesios aún estaba marcada por la antigua manera de vivir.

Ya hemos mencionado que el verbo andar (cf. Efe 2:2) se refiere al estilo de vida, a la conducta cotidiana. Por ello, en esta exhortación, el autor está llamando a los efesios a dejar de comportarse como lo hacen quienes no conocen a Dios, los otros gentiles. Por cierto, la palabra otros no aparece en el texto griego (era una variante del textus receptus, que ninguna de las versiones modernas toma en cuenta) que literalmente dice: “no anden como lo hacen los gentiles que andan en la vanidad de su mente”.

A continuación el autor describe la manera en la que los gentiles andan y usa una serie de enunciados que califican dicha conducta. El primero y más importante, describe el ámbito o atmósfera en la que se encuentran (cf. el sentido locativo de la preposición griega en): en la vanidad de su mente. La frase requiere cierta explicación para que el traductor la interprete claramente. Vanidad, como cualidad de la mente (gr. noos, cf. también Efe 4:23) se refiere a una forma de pensar “vacía”, es decir, “carente de contenido y valor”. La imagen es de una persona que sigue sus pensamientos a fin de llegar a una meta deseada y lo único que tiene como resultado es vacuidad y engaño. Es como querer atrapar con las manos el viento.

DHH ha traducido el enunciado como «sus equivocados criterios»; TLA como «sus tontas ideas»; NVI usa «con pensamientos frívolos»; BL usa un giro más elaborado y que expresa mejor el sentido del original: «se preocupan y se mueven por cosas inútiles»; BNM: «en la futilidad de sus pensamientos». NBE tiene una equivalencia muy acertada y descriptiva: «con la cabeza vacía»; BP lo cambió por «sus vanas ideas».

En el v. Efe 4:18, dos participios griegos (gerundios en castellano) califican y así explican lo que significa tener la “cabeza hueca”: teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios. Ambos participios están en forma pasiva y en tiempo perfecto. Este último indica un estado actual que es resultado de una acción pasada. Esto indica que la condición descrita por el texto es resultado de un proceso. El énfasis recae en el presente. El hecho de que estén en voz pasiva, demanda hacer explícito el sujeto. En otras palabras, ¿quién provocó tal estado? Aunque se ofrece una respuesta parcial al final de este mismo versículo, podemos pensar en el antecedente de Efe 2:1-3 donde se describe la situación de los gentiles sin Dios en términos de su esclavitud al dios o corriente de este mundo, al “príncipe de los dominios del aire” y a su propia naturaleza depravada (que es la nota que la segunda parte del versículo señala). Esa condición se describe aquí como “una densa oscuridad”.

El primero participio es muy gráfico. El entendimiento o discernimiento intelectual está ensimismado en las más densas tinieblas. Ese es su estado permanente. En Efe 2:3 se le describe como esclavizado a los deseos, instintos y bajos apetitos (cf. Rom 1:21). Por ello, resulta muy significativo que, en contraste, se describa a los cristianos en el capítulo Efe 1:18 como aquellos cuyo corazón ha sido “iluminado”. También, en Efe 3:9 el apóstol describe su ministerio en términos de “iluminar a todos” con el evangelio. La metáfora puede ser difícil de transmitir en algunos idiomas. Se puede, por ello, expresar como “no pueden entender nada”, “sus pensamientos son confusos”, “caminan en la más densa oscuridad”.

El segundo participio, “enajenados”, muestra otro resultado de una cabeza vacía: fueron enajenados de la fuente de la vida, que es Dios. Esa expresión de la vida de Dios, se puede traducir como “la vida que proviene de Dios”, (que es lo que hacen muchas traducciones), o bien como “la vida que es Dios mismo”, o como “la vida concebida por Dios”. El es el Dios de la vida, el Dios viviente, el Dios en quien reside la vida, entendida esta en toda su plenitud (cf. la riqueza de este concepto en la teología juanina Jua 1:4; Jua 11:25; Mar 14:7; 1Jn 1:1-2).

Otra manera de entender la condición de los que no conocen a Dios es que están enajenados de “otra forma de vida”, que es la que Dios, por su gracia, hace posible para todos (Efe 2:1-10). Se refiere a una vida que es cualitativamente muy distinta a la que estamos habituados. Es la vida comunitaria tal y como la vivió Jesús y que ahora podemos vivir en este mundo gracias a su poder y a su amor. Una vida en la que vivimos como una comunidad de hermanos y hermanas, sin barreras ni exclusiones, sin jerarquías ni discriminaciones, sirviéndonos unos a otros movidos por el amor.

Hay dos causas para esta condición, ambas introducidas por la cláusula por (gr. dia) que indica razón o causa: por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.Estas dos frases preposicionales se pueden leer como si fueran consecutivas. Es decir, la primera explica la causa de la enajenación del Dios de la vida y la segunda es la causa de la ignorancia. En ese orden se puede decir que “como tienen un corazón duro, por ello son ignorantes y, en consecuencia, están enajenados de la vida que proviene de Dios”.

La palabra ignorancia así como su expresión paralela dureza de su corazón se suman para comunicar la difícil y grave situación de quienes viven lejos de Dios. Como HTE indica: “No saben nada y no quieren saber nada.” En este caso se podría traducir: “no conocen la vida que proviene de Dios ni quieren conocerla”. Ambos participios muestran los resultados de una mentalidad vana, fútil y estéril. De hecho, la expresión dureza de corazón (Efe 4:18) es un semitismo para describir la terquedad, obstinación y necedad (Mar 3:5 y 2Co 3:14). La palabra dureza sugiere una “condición caracterizada por la insensibilidad, falta de sentimientos, inhabilidad y falta de voluntad para responder o reaccionar” (LN).

En la traducción del v. Efe 4:18, TLA ha cambiado el orden para expresar mejor la causalidad del párrafo tal como se puede notar en el texto arriba. Muy similar es lo que ha hecho la NVI: «A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de su corazón, éstos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de Dios». LPD, a diferencia de las dos versiones antes citas, sigue el orden de la RV95 pero en una traducción muy dinámica: « y tienen la mente oscurecida. Ellos están apartados de la Vida de Dios por su ignorancia y obstinación». NBE ha ligado los primeros tres conceptos y los dos últimos los ha expresado en orden causal: «No viváis con la cabeza vacía, con el pensamiento a oscuras y ajenos a la vida de Dios; esto se debe a la inconsciencia que domina entre ellos por la ceguera de su mente». Debe notarse que esta última versión ha tomado las palabras que en ellos hay (gr. ten ousan en autois), como una alusión no sólo al individuo sino también a la sociedad: «entre ellos». Lo cual es también posible y abre posibilidades interesantes. En su vida comunitaria, en sus sociedades, en sus ciudades, “entre ellos domina la ignorancia con respecto a la vida que Dios ha hecho posible”.

El texto (vv. Efe 4:17-19) remata mostrando las consecuencias de la conducta moral equivocada: El verbo principal de este largo enunciado es se entregaron. Esta expresión se usa en Rom 1:24, Rom 1:26, Rom 1:28 para describir el hecho de que Dios entrega a la gente al poder de su propia naturaleza depravada. El verbo en griego comunica la idea de entregar a alguien un derecho o autoridad (Luc 4:6). Alude a una persona que sin freno alguno “se entrega, se rinde, se abandona a una vida de libertinaje”. El verbo principal está precedido por un participio activo en tiempo perfecto (gr. apalgeo), después que perdieron toda sensibilidad, que literalmente significa “perder la capacidad de sentir”. La metáfora describe a la persona que no siente vergüenza alguna por lo que hace. El tiempo perfecto indica que es un estado presente, resultado de un proceso en el pasado. Esto es muy interesante pues nos deja ver que la situación de las personas aquí descritas es fruto de un largo proceso en el que poco a poco han ido perdiendo la sensibilidad y la vergüenza, como si se tratase de una enfermedad.

No se debe leer este texto de manera individualista, como si la persona llegara a este estado por decisión e intención propia. El texto se da en el contexto de la sociedad, entre ellos, y señala el poder que ésta tiene para transformar o mejor dicho deformar los valores, principios y conciencia del individuo. Debemos mantener una visión integral de la condición humana y recordar que son varias las fuerzas o poderes que controlan y moldean la vida de la persona: “la corriente de este mundo, el príncipe de la potestad del aire y su propia naturaleza humana” (cf. Efe 2:1-3).

El participio antes mencionado realiza una función causal, es decir, provee la causa por la que se entregaron al libertinaje. Nuestra versión base le da un sentido temporal, después que perdieron toda sensibilidad, que no anula el sentido causal. Se traduciría mejor así: “dado que/debido a que/como han perdido la vergüenza”.

Libertinaje, en el griego, tiene la connotación de libertinaje sexual. En ese sentido, se refiere a la actitud que considera el placer sexual como un fin en sí mismo, sin sentido alguno de responsabilidad. Sin embargo, el uso de esta palabra es más amplio y parece abarcar otro tipo de prácticas en las que se desconocen límites y rehúsa someterse a normas, sin tomar en consideración los derechos y sentimientos de los demás. Aparece en otras listas de vicios en el NT (Mar 7:22; 2Co 12:21; Gál 5:19; 1Pe 4:3). Su pleno sentido se expresa con el siguiente enunciado que describe el objetivo y propósito del libertinaje: para cometer con avidez toda clase de impureza.

La expresión para cometer también podría traducirse de las siguientes maneras: “para hacer”, “para ocuparse obsesivamente”, “su ocupación y completa dedicación” es la impureza o inmoralidad.

Impureza tiene que ver con impureza, suciedad moral, y que también se usa en relación con la inmoralidad sexual (cf. Rom 1:24 y Col 3:5; Efe 5:3, Efe 5:4). Sin embargo, las palabras toda clase de (gr. pases) sugiere un sentido más amplio del término.

La frase con avidez, o “con codicia/avaricia”, es un término que se refiere a la sed insaciable de acumular bienes, de tener más y más (se vuelve a repetir dos veces en Efe 5:3-4). Nótese cómo los dos términos, “impureza” y “avaricia”, aparecen juntos en Efe 5:3 y Efe 5:4. Allí la codicia se define como idolatría.

El caso dativo puede indicar la manera en que se realiza la acción y tener así un sentido adverbial, como lo traducen prácticamente todas las versiones, tomando la idea de “tener más y más, y nunca saciarse”, propia de pleonexia (de esa palabra viene el término castellano pleonasmo, que se refiere a una repetición o redundancia inecesaria). Las traducciones presentan variados sinónimos: DHH: «sin freno»; BJ: «con desenfreno»; LPD: «desenfrenadamente»; TLA: «totalmente»; NVI: «no se sacian»; NBE: «insaciablemente»; BP: «sin medida».

También es posible traducir el dativo como una indicación del ambiente o esfera en la cual se realizan los vicios ya mencionados: la codicia. Si notamos que esta palabra está conectada con para cometer entonces veremos que su sentido es “practicar todo tipo de inmoralidades en el ámbito de la avaricia”. Dicho de otra manera, “operan obsesivamente en la esfera de la avaricia, cometiendo todo tipo de inmoralidades”. O de manera más simple: “movidos por la avaricia, cometen todo tipo de inmoralidades”.

La NVI presenta un buen ejemplo de cómo puede traducirse el v. Efe 4:19 : NVI: «Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes».

A continuación, Pablo establece, a manera de contraste, en qué consiste la “vida que proviene de Dios” y exhorta a los cristianos a asumirla y vivirla en su plenitud.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

¡Despojaos del viejo hombre y vestíos del nuevo! Luego de insistir en el comienzo en que los lectores dejen su anterior forma de vida como gentiles (17), ésta se describe en colores oscuros (18, 19; cf. Col. 1:21; 3:7) a fin de ofrecer un agudo contraste con lo que han conocido de Cristo en el evangelio (20, 21). El es el modelo para la humanidad de la nueva creación, y Pablo recuerda a sus lectores que el evangelio, por esa razón, incluye la enseñanza sobre la necesidad de despojarse de la vieja humanidad pecaminosa, y vestirse de la nueva (22-24; cf. Col. 3:8-10).

17-19 Comparemos estos versículos con aquellos muy similares en Rom. 1:18-32 (especialmente 1:21, 24). Podemos observar que aquí, como corresponde a una apelación o ruego, hay mayor énfasis en la responsabilidad humana de abandonar el pecado (cf. Rom. 1:24, 26, 28: “Dios los entregó … ” con el v. 19: se entregaron). Como en Rom., el problema se origina en el pensamiento idolátrico (la palabra vanidad en el v. 17 sugeriría inmediatamente esto a un lector judío), en la ignorancia consciente y culpable referente a Dios, y en la “dureza de corazón”. En las Escrituras esta expresión significa franca rebeldía, no insensibilidad emocional (como sugiere DHH; cf. la promesa en Eze. 36:26, 27). Esto lleva a que el entendimiento se entenebrezca aun más, ya que Dios es desplazado de la posición central que debería ocupar. Esto, a su vez, lleva a que la conciencia humana falle, y hace caer a la persona en la espiral descendente del pecado (19). Todo se resume en una de las palabras clave de la carta: alejados (18; cf. 2:12 y Col. 1:21).

20-24 Se presenta aquí un contraste entre la vida anterior de los lectores, como gentiles, con todo lo que se les ha enseñado acerca de Cristo, tanto en la proclamación inicial como en las enseñanzas posteriores. Nótese la manera en que los vv. 20 y 21 reflejan a Col. 2:6, 7, que aquí brinda el sentido básico. Lo que aprendieron sobre Cristo fue que él encarna la verdad (es decir, la realidad, la luz y la vida divinas) en contraste con el “engaño” (ausencia de realidad divina, tinieblas y vanidad) que caracterizaba su existencia anterior (21, 22). El gr. que Pablo usa aquí no es fácil de seguir, y lit. dice: “Vosotros habéis sido enseñados en él, como [la] verdad está en Jesús, a despojaros del viejo hombre/la vieja humanidad correspondiente a vuestra anterior manera de vivir … y a vestiros del nuevo hombre/la nueva humanidad.” En otras palabras, a los lectores se les había enseñado que Jesús encarna la verdad, y que si deseaban vivir en ella, debían despojarse de su vida anterior y adoptar una como la de él. Según Barth, este “viejo hombre” del que deben despojarse es Adán, y el “nuevo hombre” del que deben vestirse es Cristo (como en Rom. 6:6; 13:14; cf. Gál. 3:27b). Hay un importante elemento de verdad aquí, pero tanto el pasaje paralelo en Col. (3:1-4 y 8-10) como 4:24b-32 sugieren algo diferente. Aquí, Pablo no está pensando tanto en las cabezas representativas de la vieja y la nueva creación, sino en la distinta clase de naturaleza humana que caracteriza a cada creación. El Apóstol alienta a sus lectores a renovarse en su mente (nótese el contraste con la mente vana y sus consecuencias en los vv. 17-19), y a vivir según la naturaleza de la nueva creación que Dios ya está haciendo en ellos. Según el v. 24, esa “nueva naturaleza” (nuevo hombre) es “creada a semejanza de Dios”, ¡algo que Pablo seguramente no diría de Cristo! Se caracteriza por una santa justicia que surge de y refleja a la verdad.

La enseñanza original de Pablo probablemente estaba expresada en el modo indicativo: en unión con Cristo vuestra vieja naturaleza pecaminosa fue crucificada, y fuisteis levantados para la vida en la nueva creación (cf. Rom. 6; 2 Cor. 5:17; Col. 2:11, 12, y más obviamente aun, Col. 3:9, 10, el paralelo directo); pero tales indicativos implican correspondientes imperativos (como aquí; cf. Rom. 6): somos responsables de vivir con toda seriedad y energía lo que Dios está haciendo en nosotros (cf. Fil. 2:12, 13). El no hacerlo, sería precisamente vivir en el “engaño” (22) de la vieja creación, en lugar de vivir en la “verdad” de la nueva (24; cf. 21).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

l 215 1Pe 4:3

m 216 Rom 1:21

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

17 (1) La palabra del apóstol aquí no fue solamente su exhortación sino también su testimonio. Su exhortación era su vivir.

17 (2) Los vs.1-16 tratan del vivir y la función del Cuerpo de Cristo. Ahora, en los vs.17-32 se toca nuestra vida diaria. Los vs.17-24 nos dan los principios de nuestro andar diario, y los vs.25-32 nos dan los detalles.

17 (3) Los gentiles son los hombres caídos, quienes llegaron a envanecerse en sus razonamientos ( Rom_1:21). Ellos caminan sin Dios, en la vanidad de sus mentes, siendo controlados y dirigidos por sus pensamientos vanos. Todo lo que ellos hacen conforme a sus mentes caídas es vanidad y carece de realidad.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Aquí comienza una larga porción (terminando en Efe 6:9), en la que Pablo deduce las conclusiones lógicas, en términos de vida y moral, que se siguen de la membresía en el cuerpo de Cristo.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

los gentiles… TR registra los otros gentiles.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R407 Cuando los adjetivos y los participios no concuerdan en número y género con el sustantivo antecedente, eso se debe al sentido, y no sólo a la gramática (así ἐσκοτωμένοι cambia del neutro [ἔθην] al masculino, por cuanto se refiere a personas).

R700 Μηκέτι περιπατεῖν está en aposición con τοῦτο, y tiene la idea de mandato.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, superficialidad

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. vive.

4.17 El TR añade otros, antes de gentiles.

Fuente: La Biblia Textual III Edición