Comentario de Efesios 4:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Enojaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

4:26 — «Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo». Dios se enoja (1Re 11:9; 2Re 17:18; Sal 7:11; Sal 79:5; Sal 80:1-19; Sal 4:1-8; Sal 5:1-12; Heb 12:29); Cristo se enoja (Mar 3:5; Jua 2:15; Jua 2:17). El cristiano debe enojarse al observar el pecado y la destrucción de vidas y almas causada por el pecado. Si amamos la verdad, entonces aborrecemos el error y el pecado. No seremos indiferentes ni hacia el pecado ni hacia la destrucción que éste causa.

Sin embargo, el enojo es muy peligroso y tiene que controlarse, pues fácilmente se convierte en resentimiento y en deseo de venganza. Por lo tanto, «no se ponga el sol sobre vuestro enojo». Si el enojo permanece en el corazón, puede producir malicia y amargura. Si el enojo que sentimos es indignación justa, como la de Jesús, debemos decir lo que se debe decir, o hacer lo que se debe hacer, y luego acabar con el enojo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

airaos pero no pequéis. Efe 4:31, Efe 4:32; Éxo 11:8; Éxo 32:21, Éxo 32:22; Núm 20:10-13, Núm 20:24; Núm 25:7-11; Neh 5:6-13; Sal 4:4; Sal 37:8; Sal 106:30-33; Pro 14:29; Pro 19:11; Pro 25:23; Ecl 7:9; Mat 5:22; Mar 3:5; Mar 10:14; Rom 12:19-21; Stg 1:19.

no se ponga el sol. Deu 24:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pablo usa el Sal 4:4 para ilustrar que no toda ira es pecaminosa. Sin embargo, no debe dejarse lugar a que la ira se inflame o se mantenga en el tiempo (Mar 11:25). Los cristianos pueden reaccionar con una ira controlada frente a la injusticia y el pecado, pero jamás deben permitir que esta ira los consuma. En lugar de esto deben procurar oportunidades para demostrar el amor de Cristo a los demás.

 EN FOCO

«Nuevo hombre»

(Gr. kainós ándsropos) (Efe 4:24; Col 3:10) # en Strong G2537; G444: Esta palabra griega que se traduce nuevo no connota algo nuevo en el tiempo, sino algo que tiene una cualidad o naturaleza distinta. De este modo, el nuevo hombre es la nueva humanidad creada en Cristo, de la cual participan todos los creyentes, tanto individual como colectivamente. Puesto que Pablo ya habló del nuevo hombre creado en Cristo en términos de una nueva humanidad corporativamente unida (Efe 2:14, Efe 2:15), en este versículo el nuevo hombre debe entenderse también corporativamente (Col 3:9-11). En el contexto inmediato, Pablo exhorta a cada creyente a adoptar su nueva naturaleza humana.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Airaos, pero no pequéis. Cita del Sal 4:4. Conforme al NT, el enojo puede ser bueno o malo dependiendo de su motivo y propósito. Es posible que Pablo sancionara aquí la indignación justa que es el enojo hacia la maldad. Este tipo de enojo piadoso hace que el creyente deteste la injusticia, la inmoralidad, la impiedad y todas las demás manifestaciones pecaminosas. Si ese enojo está libre de todo egoísmo y se basa en el amor a Dios y a los demás, no solo es permisible, sino ordenado. Jesús expresó este enojo justo (vea Mat 21:12; Mar 3:5; Jua 2:15). se ponga el sol. Aun el enojo justo puede convertirse en amargura, por eso debería dejarse a un lado al final de cada día. Si se prolonga el enojo puede volverse hostil y transgredir la instrucción de Rom 12:17-21.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:26 — «Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo». Dios se enoja (1Re 11:9; 2Re 17:18; Sal 7:11; Sal 79:5; Sal 80:1-19; Sal 4:1-8; Sal 5:1-12; Heb 12:29); Cristo se enoja (Mar 3:5; Jua 2:15; Jua 2:17). El cristiano debe enojarse al observar el pecado y la destrucción de vidas y almas causada por el pecado. Si amamos la verdad, entonces aborrecemos el error y el pecado. No seremos indiferentes ni hacia el pecado ni hacia la destrucción que éste causa.
Sin embargo, el enojo es muy peligroso y tiene que controlarse, pues fácilmente se convierte en resentimiento y en deseo de venganza. Por lo tanto, «no se ponga el sol sobre vuestro enojo». Si el enojo permanece en el corazón, puede producir malicia y amargura. Si el enojo que sentimos es indignación justa, como la de Jesús, debemos decir lo que se debe decir, o hacer lo que se debe hacer, y luego acabar con el enojo.

Fuente: Notas Reeves-Partain

En este segundo caso, encontramos un mandato que tiene que ver con el manejo de la ira en las relaciones personales. Como veremos más adelante (Efe 4:29-30), la manera en que nos relacionamos con los demás tiene una dimensión espiritual que va más allá de nosotros mismos. Guardar rencores es darle lugar al diablo en nuestra vida; insultar a los demás es entristecer al Espíritu de Dios que vive en nosotros. Ambos seres espirituales están profundamente involucrados en nuestras acciones y en la manera en que afectan a otros. La realidad cotidiana está invadida por la presencia del Espíritu del bien y del espíritu del mal (cf. Efe 2:1-3).

El imperativo abre con una cita literal del salmo Efe 4:4 en la LXX. El salmo expresa la confianza en Dios en medio de las batallas de la vida y los ataques de los enemigos (vv. Efe 4:1-2). Afirma que Dios está con sus elegidos y escucha sus ruegos (v. Efe 4:3), y a la luz de ello exhorta al creyente a expresar su ira sin pecar (v. Efe 4:4), a honrar a Dios con su vida (v. Efe 4:5) y a esperar en su bendición que es la que trae la prosperidad y la paz en la vida (vv. Efe 4:6-8). En el contexto del salmo, la ira por las injusticias de los enemigos parece justificada e inevitable. Sin embargo, debe ser un sentimiento que no albergamos por largo tiempo, pues entonces se torna pecaminoso. Es como una fruta que si se guarda más tiempo del debido, se pudre. Así pues, el texto parece referirse a la ira provocada por las injusticias, que es natural, como le sucedió a Jesús (Mar 3.5). La ira, como una actitud permanente y habitual, debe evitarse a toda costa (cf. Efe 4:31).

La manera en que una persona puede airarse sin pecar se expresa con una imagen: ni se ponga el sol sobre vuestro enojo. Esto indica que no debe durar hasta la noche, a la hora de dormir (cf. Sal 4:4 : meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.). A más tardar, allí se debe manejar la ira para que no se convierta en rencor y se asiente en el corazón. El mandato es paralelo a una serie de obligaciones sociales establecidas en Deuteronomio que también debían cumplirse antes de terminar el día. Entre ellas se encuentra el retorno de un abrigo dejado en prenda de una deuda, el pago del salario diario del jornalero, y el entierro de un malhechor ejecutado durante el día.

La palabra griega paroxismo traducida como enojo es significativa ya que indica un tipo de enojo explosivo y extremo. Algo como un volcán en erupción. El DRAE define el paroxismo como la “exaltación extrema de los afectos y pasiones”. La imagen sugiere que aún cuando uno haya explotado de ira, pronto debe calmarse.

Además se añade (v. Efe 4:27) una razón poderosa: ni deis lugar al diablo. Es importante reconocer la íntima relación entre esta orden y la anterior. Ellas están ligadas tanto de manera sintáctica como teológica. Cultivar el rencor y los resentimientos es como abrir una brecha por la cual el enemigo se introduce y nos conquista. La imagen es guerrera, y sugiere que en una batalla (Efe 6:12) nuestras defensas y murallas deben ser infranqueables. Es muy sugestiva la manera en que lo expresa la NBE: «no dejéis resquicio al diablo». (cf. DRAE: “Resquicio: Abertura que hay entre el quicio y la puerta. Cualquier otra hendidura pequeña”).

Nuestra versión base ha expresado esa relación poniendo una coma entre el v. Efe 4:26 y el Efe 4:27 (así lo hacen también la mayoría de las versiones NVI, BLA, TLA, BJ, BL, BNM). Quien mejor ha expresado esa relación es LPD: « no se dejen arrastrar al pecado dando así ocasión al demonio».

La imagen ni se ponga el sol sobre vuestro enojo ha sido interpretada de la siguiente manera: al igual que la TLA, DHH pone: «que el enojo no les dure todo el día». BL: «Que el enojo no les dure hasta el término del día». LPD: «Ni permitan que la noche los sorprenda enojados».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Sal 4:4 (versión griega de los LXX); Stg 1:19-20.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “Estén siendo airados”.

REFERENCIAS CRUZADAS

i 239 Sal 4:4

j 240 Lev 19:17; Col 3:13; 1Pe 4:8

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Airaos…no pequéis. El creyente no debe permitir que la ira lo domine y afecte su relación con Dios y con sus semejantes.

Fuente: La Biblia de las Américas

26 super (1) Airarse no es pecado, pero cuando hay ira existe la posibilidad de que se cometa pecado. No debemos continuar enojados, más bien debemos abandonar el enojo antes de que se ponga el sol.

26 super (2) O, irritación.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Hay una clase de ira que no es pecaminosa, pero aun a ésta no se le debe permitir que permanezca, se encone y le dé oportunidades al diablo.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Airaos… Esto es, que vuestra ira sea sin pecado.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R1173 Generalmente οὐ, y no μή, sigue a καί. [Editor. Pero μή aparece aquí porque es la partícula negativa que generalmente se usa para negar imperativos.]

BD387(1) El imperativo de ninguna manera está limitado a mandatos, sino que también expresa una petición o una concesión (eso ocurre en el N.T. y en el grie go clásico). Ὀργίζεσθε καὶ μὴ ἁμαρτάνετε muy probablemente significa: en lo que a mí respecta, ustedes pueden airarse (si no lo pueden evitar), pero no pequen por ese motivo (algunas veces, como en este versículo, dos imperativos están vinculados mediante la conjunción καί, cuando el primero sugiere concesión -R949).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Esto es, que vuestra ira sea sin pecado g Sal 4:4; Mar 3:5; Jua 2:15-17.

Fuente: La Biblia Textual III Edición