Ninguna palabra obscena salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen.
4:29 — «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca». ¿Cómo se puede corregir este problema? Limpiar el corazón. «Porque de la abundancia del corazón habla la boca» (Mat 12:34). Las palabras corrompidas que salen de la boca indican que el corazón (el carácter) es corrupto. «El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas» (Mat 12:35). Véanse también Mat 15:18-19; Mar 7:21-23; Pro 4:23 (del corazón mana la vida»). — «sino la que sea buena para la necesaria edificación… dar gracia». Véase Col 4:6. La lengua es una fuerza tremenda para bien o para mal. Se usa la lengua para predicar, para enseñar, para exhortar, para amonestar y para alentar, pero también se usa para destruir con mentiras, con chismes y con toda clase de ataque contra la persona de otros (Stg 3:3-12). Hay muchos textos en Proverbios que nos instruyen sobre el uso correcto de la lengua.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
ninguna palabra corrompida, o palabra mala. Efe 5:3, Efe 5:4; Sal 5:9; Sal 52:2; Sal 73:7-9; Mat 12:34-37; Rom 3:13, Rom 3:14; 1Co 15:32, 1Co 15:33; Col 3:8, Col 3:9; Col 4:6; Stg 3:2-8; 2Pe 2:18; Jud 1:13-16; Apo 13:5, Apo 13:6.
sino la que sea buena. Deu 6:6-9; Sal 37:30, Sal 37:31; Sal 45:2; Sal 71:17, Sal 71:18, Sal 71:24; Sal 78:4, Sal 78:5; Pro 10:31, Pro 10:32; Pro 12:13; Pro 15:2-4, Pro 15:7, Pro 15:23; Pro 16:21; Pro 25:11, Pro 25:12; Isa 50:4; Mal 3:16-18; Luc 4:22; 1Co 14:19; Col 3:16, Col 3:17; Col 4:6; 1Ts 5:11.
para la necesaria edificación. Efe 4:12, Efe 4:16.
a fin de dar gracia. Mat 5:16; 1Pe 2:12; 1Pe 3:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las exigencias en el lenguaje son extremadamente altas para los cristianos: no se permite ninguna palabra corrompida.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
palabra corrompida. La palabra que se traduce «corrompida» se refiere a algo descompuesto que pudre lo que le rodea, como la fruta rancia o la carne putrefacta. El lenguaje sucio de cualquier clase nunca debería pasar por los labios de un cristiano, porque es incompatible con el carácter de su nueva vida en Cristo (vea Col 3:8; Stg 3:6-8; cp. Sal 141:3). buena para la necesaria edificación. El habla del cristiano debería servir para instruir, animar, entusiasmar (incluso cuando tenga que ser correctivo), así como apropiado y oportuno para cada ocasión (cp. Pro 15:23; Pro 25:11; Pro 24:26). gracia a los oyentes. Cp. Col 4:6. Por cuanto los creyentes han sido salvados por gracia y son preservados por la gracia, deberían vivir y hablar con gracia. Nuestro Señor estableció el modelo a seguir en esta área de la vida (Luc 4:22).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:29 — «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca». ¿Cómo se puede corregir este problema? Limpiar el corazón. «Porque de la abundancia del corazón habla la boca» (Mat 12:34). Las palabras corrompidas que salen de la boca indican que el corazón (el carácter) es corrupto. «El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas» (Mat 12:35). Véanse también Mat 15:18-19; Mar 7:21-23; Pro 4:23 (del corazón mana la vida»).
— «sino la que sea buena para la necesaria edificación… dar gracia». Véase Col 4:6. La lengua es una fuerza tremenda para bien o para mal. Se usa la lengua para predicar, para enseñar, para exhortar, para amonestar y para alentar, pero también se usa para destruir con mentiras, con chismes y con toda clase de ataque contra la persona de otros (Stg 3:3-12). Hay muchos textos en Proverbios que nos instruyen sobre el uso correcto de la lengua.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Ya en el primer consejo que da el apóstol en esta unidad, el tema tiene que ver con el uso de la palabra, del habla. Ahora se reitera, con el siguiente ejemplo práctico que ilustra lo que significa, ser hacedor de shalom. Dicha tarea tiene que ver con las palabras, con nuestras conversaciones diarias. Sin duda, el mandato lleva implícito el hecho del poder de la palabra para destruir o edificar a los demás (tema que Stg 3:1-18 desarrolla elocuentemente). Jesús ya lo había apuntado en el Sermón del monte al hablar de la ira y del hecho de que podemos “matar” con nuestras palabras a otros (Efe 5:21-26).
Dos palabras que se usaron en el versículo anterior se vuelven a usar aquí: bueno y necesidad. Así el autor mantiene la conexión con la idea anterior y liga esas ideas de manera interesante y sugestiva.
Nuevamente, el autor no sólo hace una prohibición, sino que también nos muestra el otro lado de la moneda y nos estimula a un uso positivo, edificante, de nuestras palabras. Este tema es sin duda de suma importancia y no siempre le prestamos la atención debida. Los estudiosos de la mente y conducta humana nos han alertado, por ejemplo, con respecto a la enorme influencia que tienen las palabras que los padres dirigen a sus hijos. Si las usan para elogiarlos, construyen su auto estima; si las usan para criticarlos y denigrarlos, les escriben un script que ellos actuarán en su vida joven y adulta.
El autor ha puesto en un lugar central la tarea docente de aquellos que han sido dotados con carismas para edificar a la comunidad cristiana “usando la Palabra” (Efe 4:1-16). Si eso es cierto en un sentido formal, en este pasaje el autor nos recuerda que también en las situaciones informales jugamos un papel de suma importancia en la vida de los demás con nuestras palabras. Podemos ayudarles a crecer hacia la estatura de Cristo (Efe 4:13), lo cual es una necesidad permanente, o bien podemos impedir y dañar su crecimiento con nuestro lenguaje.
Con respecto a la traducción de este versículo debemos apuntar tres elementos que requieren atención especial. El significado de la palabra corrompida; la expresión buena para la necesaria edificación; y el significado de dar gracia.
La idea y verbo principal de este párrafo es salga de vuestra boca. Este enunciado está precedido por la frase ninguna palabra corrompida. Esta expresión sugiere palabras que hacen daño, que trauman, que pervierten y obstaculizan un crecimiento personal y social saludables. La BJ usa «dañosa»; BP usa «ofensiva»; LPD «inconvenientes».
En contraste, Pablo aboga por el uso de palabras buenas para la necesaria edificación. Aquí la idea de buenas nos refiere a la idea de aquello que es saludable y propicia el sano crecimiento y desarrollo de los demás. La idea que necesaria lleva implícita es de algo que es adecuado para ese preciso momento. Es decir lo que se requiere en el momento preciso. Sin duda que aquí se pone de relieve la importancia de las palabras como instrumento para ejercer influencia e incluso modelar la mente de quienes nos rodean.
Es interesante que el autor considera una necesidad el crecimiento de los demás (cf. Efe 2:21, Efe 2:22; Efe 4:12, Efe 4:16). Es la necesidad del otro, lo que debe ser un criterio importante con respecto a mi propia habla y conducta. Así lo vimos en el caso anterior y así es ahora. Ello hace aún más urgente esta parte de la exhortación y a la vez intensifica el carácter negativo del uso de palabras dañinas. Por ello, en la traducción debe buscarse la manera de subrayar este hecho.
Esa expresión se complementa con la cláusula de propósito con la que termina el versículo: a fin de dar gracia a los oyentes. Este es el objetivo con el cual se debe medir y evaluar el uso de nuestras palabras. Nuestras palabras son vehículos que Dios usa para bendecir, fortalecer y capacitar a otros cristianos a fin de que cumplan con su tarea como hacedores del shalom. Por eso nuestra conversación debe ser placentera, agradable y que deja una grata impresión en los demás. En su sentido teológico, se refiere al hecho de que las palabras de los cristianos pueden ser vehículos de Dios para bendecir y beneficiar a otros (cf. Gracia en Efe 1:2 y en el GLOSARIO). La gracia de Dios es no sólo origen y razón de la nueva vida que hemos recibido de Dios (Efe 2:4-10) sino también el poder que diariamente requerimos para hacer su voluntad. Dios nos usa para fortalecernos unos a otros con nuestras palabras (cf. Efe 1:2), como lo hace al usar a su hijo, Jesucristo (Efe 4:32).
Respecto de la traducción correcta del sentido, la BLA ha captado bien la idea del momento preciso de la necesidad y así lo expresa: «No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan». BL expresa la idea del momento de necesidad con la expresión «cuando sea necesario». La NVI le ha dado a la idea de “gracia” un mejor sentido: «que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan». LPD resalta algunos elementos centrales: «No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan». La NBE ha colocado en serie e ingeniosamente el tipo de palabras que debemos usar: « lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno ». La BP ha resaltado dos elementos implícitos en el texto y los comunica con elocuencia: « sino una palabra buena que edifique a quien lo necesite y agrade a quien la escucha».
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Efe 5:4; Col 3:8; Col 4:6.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
ñ 245 Mat 15:11; Stg 3:10
o 246 Col 4:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
29 (1) Lit., podrida; significa lo que es nocivo, ofensivo o indigno.
29 (2) Nuestra conversación no debe corromper a otros, sino edificarlos.
29 (3) La gracia es Cristo como nuestro disfrute y suministro. Nuestras palabras deben trasmitir tal gracia a otros. Las palabras que edifican a otros siempre ministran a Cristo como gracia al oyente.
La exhortación del apóstol en los vs.17-32 requiere la gracia y la realidad (vs.21, 24,29) como sus elementos básicos. El apóstol quiere que vivamos una vida llena de gracia y de realidad ( Jua_1:14 , Jua_1:17) como lo hizo Jesús. La gracia es Dios dado a nosotros para nuestro disfrute, y la realidad es Dios revelado a nosotros como nuestra realidad. Cuando vivimos y hablamos la realidad (vs.21,24), expresamos a Dios como nuestra realidad, y otros reciben a Dios como gracia para su disfrute (v.29).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
edificación… Lit. sino si alguna buena para edificación de la necesidad.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R753 En πᾶς μή, la negación es universal: que ninguna palabra corrompida.
R994 Ἵνα con el subjuntivo se usa aquí en lugar del imperativo. [Editor. La idea imperativa viene del verbo precedente ἐκπορευέσθω, y como resultado significa: ninguna … que pueda.]
T25 Τοῦ στόματος ὑμῶν es el distributivo singular. Algo que pertenece a cada persona de un grupo se coloca en el singular.
T274 Πρός con el acusativo tiene el sentido de propósito-resultado: para edificar.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., corrompida
Lit., de la necesidad
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. Sino si alguna buena para edificación de la necesidad.