y andad en amor, como Cristo también nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio en olor fragante a Dios.
5:2 — «Y andad en amor, como también Cristo nos amó». El amor debe ser el motivo principal de la vida. Dios es amor (1Jn 4:8). El cristiano debe andar en el amor que se demostró en el Calvario, el amor que sacrifica todo. El amor es la base de toda nuestra conducta, y de nuestro servicio a Dios. «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo» (Luc 10:27). — «y se entregó a sí mismo», (otra vez en el v. 25), la expresión suprema del amor. «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos» (Jua 15:13).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
andad en amor. Efe 3:17; Efe 4:2, Efe 4:15; Jua 13:34; Rom 14:16; 1Co 16:14; Col 3:14; 1Ts 4:9; 1Ti 4:12; 1Pe 4:8; 1Jn 3:11, 1Jn 3:12, 1Jn 3:23; 1Jn 4:20, 1Jn 4:21.
como Cristo nos amó. Efe 5:25; Efe 3:19; Mat 20:28; Jua 15:12, Jua 15:13; 2Co 5:14, 2Co 5:15; 2Co 8:9; Gál 1:4; Gál 2:20; 1Ti 2:6; Tit 2:14; Heb 7:25-27; Heb 9:14, Heb 9:26; Heb 10:10, Heb 10:11; 1Pe 2:21-24; 1Jn 3:16; Apo 1:5; Apo 5:9.
ofrenda y sacrificio a Dios. Rom 8:3; 1Co 5:7; Heb 9:23; Heb 10:12.
en olor fragante. Gén 8:21; Lev 1:9, Lev 1:13, Lev 1:17; Lev 3:16; Amó 5:21; 2Co 2:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros. El Señor es el ejemplo supremo de amor al sacrificarse a sí mismo por los pecadores perdidos (Efe 4:32; Rom 5:8-10). Él puso todo el pecado humano sobre sí y renunció a su propia vida para que los hombres pudieran ser redimidos de su pecado, recibir una naturaleza nueva y santa, y heredar la vida eterna (vea la nota sobre 2Co 5:21). A partir de ese momento, los creyentes deben ser imitadores de su gran amor y vivir en la renovación y el poder del Espíritu Santo, quien los capacita para demostrar el amor divino. en olor fragante. El ofrecimiento que Cristo hizo de sí mismo por el hombre caído agradó y glorificó a su Padre celestial porque demostró de la manera más completa y perfecta la clase de amor soberano, perfecto, incondicional y divino de Dios. En Levítico se describen cinco ofrendas ordenadas por Dios a Israel. Las primeras tres eran: 1) el holocausto u ofrenda quemada (Lev 1:1-17), que corresponde a la perfección de Cristo; 2) la ofrenda de grano o harina (Lev 2:1-16), que simboliza la devoción total de Cristo a Dios al entregar su vida para agradar al Padre, y 3) la ofrenda o el sacrificio de paz (Lev 3:1-17), que ilustra su intervención para establecer la paz entre Dios y el hombre. Todas estas tres ofrendas debían ser «de olor grato para Jehová» (Lev 1:9; Lev 1:13; Lev 1:17; Lev 2:2; Lev 2:9; Lev 2:12; Lev 3:5; Lev 3:16). Las otras dos ofrendas, la ofrenda por el pecado (Lev 4:1-35; Lev 5:1-13) y la ofrenda por las faltas, equivocaciones y demás transgresiones por ignorancia (Lev 5:14-19; Lev 6:1-7), eran repulsivas para Dios porque a pesar de representar a Cristo, simbolizaban su acto de llevar todo el pecado humano (cp. Mat 27:46). Al final de todo, tras quedar completa la obra de redención, esta fue del todo agradable para Dios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:2 — «Y andad en amor, como también Cristo nos amó». El amor debe ser el motivo principal de la vida. Dios es amor (1Jn 4:8). El cristiano debe andar en el amor que se demostró en el Calvario, el amor que sacrifica todo. El amor es la base de toda nuestra conducta, y de nuestro servicio a Dios. «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo» (Luc 10:27).
— «y se entregó a sí mismo», (otra vez en el v. 25), la expresión suprema del amor. «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos» (Jua 15:13).
— «por nosotros». Murió en nuestro lugar. Es nuestro substituto. «Todos nosotros descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros» (Isa 53:6). «Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero» (1Pe 2:24); «para dar su vida en rescate por muchos» (Mat 20:28). Este es el mensaje del evangelio, las buenas nuevas del cielo.
Las palabras «por nosotros» no significan meramente que Cristo nos hizo un favor, sino que El murió en nuestro lugar. El recibió la plena fuerza, todo el golpe terrible de la ira de Dios contra el pecado, El en lugar de nosotros. Lo merecimos nosotros, pero El lo sufrió, «el justo por los injustos, para llevarnos a Dios» (1Pe 3:18).
— «ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante». Dios se agradó del sacrificio de Cristo por nosotros. Fue aceptado para expiar nuestros pecados. Cristo es la propiciación por nuestros pecados, y por los de todo el mundo (1Jn 2:2). La palabra «propiciación» significa «cubierta», como el propiciatorio, la cubierta del arca del pacto donde se rociaba sangre para expiar los pecados del pueblo de Israel.
La expresión empleada por Pablo aquí («ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante» nos recuerda de tales textos como Lev 1:9; Lev 1:13; Lev 2:3; Lev 2:9; Lev 2:12; Lev 2:16; Lev 4:21, etc. También en Gén 8:21 «Y percibió Jehová olor grato» cuando edificó Noé un altar… y ofreció holocausto en el altar».
Los sacrificios y ofrendas espirituales que Dios desea de su pueblo ahora se mencionan en: Flp 4:18, la ayuda que los filipenses dieron a Pablo, «olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios»; Heb 13:15-16, «ofrezcamos… sacrificio de alabanza… fruto de labios… y de hacer bien y de la ayuda mutua… de tales sacrificios se agrada Dios»; y 1Pe 2:5, «ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo».
Fuente: Notas Reeves-Partain
Efe 5:25; Jua 13:34; Jua 15:12; 2Co 5:14; Gál 2:20; 1Jn 3:16; (ver Eze 20:41).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— nos… nosotros: Según variante de algunos importantes mss. habría que leer: los… ustedes.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
b 257 1Co 16:14
c 258 Jua 13:34; 1Jn 3:23
d 259 Gál 2:20; Heb 10:10
e 260 Éxo 29:18; 2Co 2:15
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
como…Cristo os amó. El patrón para la conducta cristiana es el desinteresado sacrificio de Jesús (cp. Fil 2:5– 8), tema que Pablo aplica al amor conyugal en el vers. 25.
Fuente: La Biblia de las Américas
2 (1) Así como la gracia y la realidad (la verdad) son los elementos básicos mencionados en 4:17-32, así también el amor y la luz (vs.8-9, 13) son los elementos básicos de la exhortación del apóstol en 5:1-33. La gracia es la expresión del amor, y el amor es la fuente de la gracia. La verdad es la revelación de la luz, y la luz es el origen de la verdad. Dios es amor y Dios es luz ( 1Jn_4:8 ; 1:5). Cuando Dios es expresado y revelado en el Señor Jesús, Su amor se convierte en gracia, y Su luz se convierte en verdad. Después de recibir en el Señor a Dios como gracia y de conocerle como la verdad, acudimos a El y disfrutamos Su amor y Su luz. El amor y la luz son más profundos que la gracia y la verdad. Por lo tanto, el apóstol primero tomó la gracia y la verdad como los elementos básicos para su exhortación, y luego el amor y la luz. Esto implica que él quería que nuestro andar diario fuera más profundo, y que avanzara desde los elementos exteriores hacia los interiores.
El amor es la substancia interna de Dios, mientras que la luz es el elemento expresado de Dios. El amor de Dios, el cual es interno, se puede sentir, y la luz de Dios, la cual es externa, se puede ver. Nuestro andar en amor debe estar constituido de ambos elementos, la substancia amorosa y el elemento iluminador de Dios. Estos deben ser la fuente interior de nuestro andar. El amor y la luz son más profundos que la gracia y la verdad.
2 (2) En 4:32 el apóstol presentó a Dios como el patrón de nuestro andar diario. Aquí nos presentó a Cristo como ejemplo de nuestro vivir. En 4:32 Dios en Cristo es nuestro patrón, ya que en esa sección la gracia y la realidad (la verdad) de Dios, expresadas en la vida de Jesús, son tomadas como los elementos básicos. Pero aquí Cristo mismo es nuestro ejemplo, porque en esta sección el amor que Cristo nos expresa (vs.2,25) y la luz que Cristo hace resplandecer sobre nosotros (v.14) son tomados como los elementos básicos.
2 (3) Algunos mss. antiguos lo traducen: os amó.
2 (4) Una ofrenda se da para la comunión con Dios, mientras que un sacrificio se ofrece para la redención del pecado. Cristo se entregó a Sí mismo por nosotros como ofrenda, para que pudiéramos tener comunión con Dios, y como sacrificio, para poder redimirnos del pecado.
2 (5) Al amarnos, Cristo se entregó a Sí mismo por nosotros. Lo hizo para nosotros, pero fue un olor fragante a Dios. Al seguir Su ejemplo, nuestro andar en amor no debe ser solamente algo para otros, sino también olor fragante a Dios.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
olor fragante. Las ofrendas de olor suave de Lev 1:1-17; Lev 2:1-16; Lev 3:1-17, prefiguraban el carácter voluntario del sacrificio de Cristo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
olor fragante… Metáfora para olor que apacigua o aplaca la ira divina → Gén 8:21; Éxo 29:18; Lev 26:31; §298.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Algunos mss. antiguos dicen: nos
Lit., para olor de fragancia
Fuente: La Biblia de las Américas
Esto es, en olor que apacigua la ira divina g Éxo_29:18.