Por eso, no seáis partícipes con ellos;
5:7 — «No seáis, pues, partícipes con ellos». Porque ellos no tendrán ninguna herencia en el reino celestial, y si participamos con ellos ahora, tendremos que participar con ellos después, sufriendo el castigo de la ira de Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Efe 5:11; Núm 16:26; Sal 50:18; Pro 1:10-17; Pro 9:6; Pro 13:20; 1Ti 5:22; Apo 18:4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La situación de los creyentes cambió de tinieblas (pecado) a luz (rectitud). El andar de los creyentes debe cambiar para corresponder a su posición en Cristo (Rom 12:2).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
5:7 — «No seáis, pues, partícipes con ellos». Porque ellos no tendrán ninguna herencia en el reino celestial, y si participamos con ellos ahora, tendremos que participar con ellos después, sufriendo el castigo de la ira de Dios.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Antes, en Efe 3:6, Pablo ya mencionó que el misterio con respecto al Mesías que corresponde al designio eterno de Dios (Efe 1:10) es que ahora los gentiles somos coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio. Nuestra co-participación en la promesa debe ser suficiente para desdeñar y abandonar todo intento de ser también partícipes de la inmoralidad de nuestra sociedad. El término usado sugiere una asociación estrecha con otra persona. Ser socio y cómplice en algún negocio. Por ello es que el texto no es un llamado a separarse por completo de las personas no cristianas sino a no participar de su estilo de vida inmoral (cf. 1Co 5:9-11). La BNM ha expresado bien esta idea: No os hagáis por tanto, cómplices de las que las cometen» (muy similar son LPD, NBE, BP).
En el v. Efe 5:8 se ofrece otra razón poderosa para evitar un estilo de vida inmoral. “Antes” éramos tinieblas pero ahora somos luz. Los términos luz y tinieblas son de carácter ético y representan la “bondad” y la “maldad” respectivamente (para tinieblas véase Efe 4:18 y Col 1:13 y para luz véase Efe 1:18). Ambos se refieren al tipo de conducta. Por ello, si el traductor encuentra que tales metáforas no comunican esa idea en el idioma que está usando, entonces las puede traducir directamente y decir: “antes ustedes vivían practicando la maldad, pero ahora, por estar unidos al Señor, viven haciendo el bien. Sigan portándose bien, como hijos de Dios”. Lo que ya somos es la base para comportarnos como Dios manda.
La vida cristiana se ve marcada por un antes y un después. El “antes” es la vida de muerte, bajo la esclavitud y el poder de fuerzas hostiles y contrarias a la vida (Efe 2:1-3, Efe 2:11-12; Efe 4:17-19). El ahora se refiere a la nueva vida, fruto de la gracia de Dios en Cristo (Efe 2:4-10, Efe 2:13, Efe 2:19-22), y que desde el inicio del capítulo Efe 4:1-32 Pablo ha venido describiendo detalladamente.
Sin duda, la imagen de luz viene del sermón del monte (Mat 5:14-16), donde también es una alusión a la conducta de los ciudadanos del reino de justicia (Mat 6:33). Somos luz porque estamos unidos al Señor, porque vivimos en el Señor (ver GLOSARIO). En los rollos del Mar Muerto, los judíos de Qumrán usaban esa expresión, “hijos de luz”, para referirse a sí mismos, en contraste con los “hijos de las tinieblas”, que incluía no sólo al resto del pueblo judío que no era parte de ellos sino también a los gentiles. Sin embargo, nos parece que este sentido no era tan significativo para las personas que vivían en el valle de Licos, como sí era el uso que se le daba en el incipiente gnosticismo a los términos “luz” y “tinieblas” (años después al escribirle a las iglesias de la misma región, ya bajo la fuerte influencia del docetismo, Juan el apóstol usará de manera importante las mismas imágenes para ilustrar verdades centrales del evangelio. Cf. El evangelio de Juan, 1 Juan y Apocalipsis).
Esa realidad de nuestra unión íntima con Jesús el Mesías es la base de la exhortación y llamado a vivir como Dios quiere: andad como hijos de luz. Ya hemos indicado que la metáfora andar (ver Efe 2:2, véase el GLOSARIO) se refiere al estilo de vida y conducta cristianas. Esta debe ser de tal calidad que contraste, como el día de la noche, con el estilo de vida de la sociedad. Además, debe tener un sentido positivo. Debe alumbrar, como la luz en las tinieblas, y mostrar el camino a seguir. La conducta cristiana tiene un sentido evangelizador ya que muestra el estilo de vida que lleva a disfrutarla de manera rica y abundante (cf. Jua 12:34-36). Ese estilo de vida de los hijos de luz se hace explícito en el v. Efe 5:9. A continuación, Pablo describe las cualidades, atributos o valores del reino y de quienes son ciudadanos y súbditos del mismo, de quienes son hijos de luz:
El v. Efe 5:9 se encuentra entre paréntesis porque en realidad es una explicación de lo que significa portarse como hijos de luz. Sin embargo, rompe con la línea de pensamiento, que continua con el v. Efe 5:10.
El fruto del Espíritu de Dios se resume aquí (a diferencia de Gál 5:22 que menciona nueve) en tres virtudes (en contraste con los tres vicios o pecados mencionados anteriormente (Efe 5:3 y Efe 5:5). Esas virtudes ya se han mencionado en pasajes previos y cruciales. Ellas son fruto y resultado natural de la presencia poderosa del Espíritu del Señor en el cristiano. Bondad se usa junto con el verbo hacer, en Efe 2:10; Efe 4:28, Efe 4:29. Es un término que describe por excelencia el bien, y que, como fruto del Espíritu Santo, es reflejo de la bondad y generosidad de Dios hacia todas sus criaturas (cf. Rom 15:14; Gál 5:22; 2Ti 1:11). Es pues una palabra relacional, que describe la manera de ser y relacionarse con otros, de hacerles bien y colaborar en su desarrollo como personas hacia la estatura de Jesús (Efe 4:15). Justicia (Efe 4:24; Efe 5:9; Efe 6:14) señala las relaciones armoniosas y dignas que producen paz. Verdad (Efe 1:13; Efe 4:15, Efe 4:21, Efe 4:24, Efe 4:25; Efe 5:9 y Efe 6:14) tiene en este contexto el sentido de fidelidad e integridad, es alguien que es genuino y sincero. Además debemos notar que las tres virtudes están calificadas por el adjetivo toda que le añade a las virtudes señaladas su manifestación más amplia posible. Se podría traducir: “Quienes se portan como hijos de luz deben tener una conducta que muestre en todo que es bondadosa, justa y sincera”. El efecto final de los tres conceptos es describir un estilo de vida que no tiene mejor ilustración que el carácter de Jesús como se describe en los evangelios. Por ello, para el autor, El es nuestro modelo y la meta de nuestro crecimiento integral (Efe 4:15-16).
En el v. Efe 5:9 se encuentra una variante de importancia. El llamado Textus Receptus, que es el que sigue nuestra versión base (RV95 y sorprendentemente TLA), apoyado por el papiro 46, tiene la palabra Espíritu y por ello dice: El fruto del Espíritu. Es probable que la palabra “espíritu” se haya puesto en el texto de Efesios como un intento de armonizarlo con Gál 5:22. Los mejores, más diversos y antiguos manuscritos tienen la palabra “luz”, por lo que la mayoría de las versiones leen: «el fruto de la luz» (DHH, NBE, BNM, BP, LPD, BL, BJ). Textualmente ésta última lectura es la que se debe preferir. La lectura del textus receptus refleja ya una interpretación de la luz como referida al Espíritu, lo cual no es erróneo, como se puede apreciar en el comentario, pero su base textual es muy débil.
El gerundio con el que inicia el v. Efe 5:10, comprobando, depende del imperativo del v. Efe 5:8 : andad. En ese sentido expresa la idea adverbial de modo o manera. Es decir, debemos comportarnos como hijos de luz comprobando cuál es el estilo de vida agradable a Dios. La traducción podría ser esta: “Procura saber lo que le agrada al Señor y ¡hazlo!”. También es posible que exprese la idea adverbial de resultado o finalidad y se pueda traducir: “Compórtense como hijos de luz de manera que/a fin de que puedan comprobar lo que le agrada al Señor”. El verbo comprobando tiene el sentido de “poner a prueba algo, examinarlo, experimentar, descubrir para así darlo por bueno o para comprobar que es bueno.” (cf. Rom 12:2 y Col 3:20). La RV traduce «aprobando». El autor nos llama a investigar y descubrir lo que es éticamente correcto en las circunstancias diarias de la vida. Es saber qué hacer en dilemas complejos de tal manera que Dios se agrade de nuestra decisión y del curso tomado. El fruto del Espíritu se manifiesta en tomar las decisiones correctas que le gustan a Dios. De esta manera, esta exhortación se puede traducir así: “Compórtense bien de manera que así puedan experimentar (darse cuenta) que Dios está contento con lo que han hecho”. Esta idea se ampliará poco más adelante en los vv. Efe 5:15-17. La idea de la palabra puede expresarse de las siguientes maneras: DHH: «Examinen siempre qué es lo que agrada al Señor»; TLA: «Traten de hacer lo que le agrada a Dios»; BL: «Sepan hallar lo que agrada al Señor»; BNM: «Discernid por experiencia lo que agrada al Señor».
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
q 273 2Co 6:14
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
M61 n.3 Parece que συμμέτοχος significa: participante (comp. Efe 3:6).