Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo;
6:11 — «Vestíos de toda la armadura de Dios, para podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo». Es importante enseñar y predicar sobre el tema de la armadura de Dios, pero lo más importante es que la llevemos. No dice Pablo, «Analice la armadura», sino «Vestíos de la armadura». Recuérdese siempre que Dios ha demostrado su gran poder en resucitar a Cristo, y en resucitarnos a nosotros de la muerte espiritual, para hacernos sentar en lugares celestiales. Cristo derrotó a Satanás, y esto nos asegura que podemos hacer lo mismo. Sin embargo, para hacerlo es indispensable que llevemos la armadura asignada por Dios. La recompensa es para los que puedan vencer (Apo 2:7; Apo 2:11; Apo 2:17, etc.).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Vestíos. Efe 4:24; Rom 13:14; Col 3:10.
de toda la armadura de Dios. Efe 6:13; Rom 13:12; 2Co 6:7; 2Co 10:4; 1Ts 5:8.
podáis estar firmes. Efe 6:13; Luc 14:29-31; 1Co 10:13; Heb 7:25; Jud 1:24.
contra las asechanzas del diablo. Efe 4:14; Mar 13:22; 2Co 2:11; 2Co 4:4; 2Co 11:3, 2Co 11:13-15; 2Ts 2:9-11; 1Pe 5:8; 2Pe 2:1-3; Apo 2:24; Apo 12:9; Apo 13:11-15; Apo 19:20; Apo 20:2, Apo 20:3, Apo 20:7, Apo 20:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
toda la armadura de Dios es la protección del creyente contra el mal y el maligno. Pablo presentó la metáfora ampliada del traje de combate en el orden aproximado en que se visten las diversas partes. Las asechanzas del diablo son las estratagemas sutiles de Satanás para derrotar a los cristianos en la lucha espiritual (2Co 11:3).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ARMADURA DE DIOS. Los creyentes están en conflicto espiritual contra el mal. Se describe ese conflicto como una batalla de fe (2Co 10:4; 1Ti 1:18-19; 1Ti 6:12) que continua hasta que pasen a la vida venidera (2Ti 4:7-8; véase Gál 5:17, nota).
(1) Jesucristo mismo, mediante su muerte en la cruz, aseguro la victoria del creyente. Libro una batalla triunfante contra Satanás, desarmo a los principados y a las potestades del mal (Col 2:15; cf. Mat 12:29; Luc 10:18; Jua 12:31), llevo consigo a los cautivos (Efe 4:8) y redimió al creyente del poder de Satanás (Efe 1:7; Hch 26:18; Hch 3:24; Col 1:13-14).
(2) En la actualidad, los creyentes están en una batalla espiritual que libran por el poder del Espíritu Santo (Rom 8:13) contra:
(a) los deseos pecaminosos en el interior de ellos (1Pe 2:11; véase Gál 5:17, nota),
(b) los placeres impíos del mundo y toda clase de tentaciones (Mat 13:22; Gál 1:4; Stg 1:14-15; 1Jn 2:16), y (c) Satanás y sus fuerzas espirituales (véase la nota que sigue). A los creyentes se les dice que se separen del sistema del mundo actual (véase el ARTÍCULO LA SEPARACION ESPIRITUAL DE LOS CREYENTES, P. 1654. [2Co 6:17-18]), a tal grado que odien la maldad que contiene (Heb 1:9; véase el ARTÍCULO LA RELACION DEL CREYENTE CON EL MUNDO, P. 1830. [1Jn 2:15-16]), venzan las tentaciones que se les presentan y mueran a ellas (Gál 6:14; 1Jn 5:4), y condenen abiertamente el pecado que lo consume (Jua 7:7).
(3) Los soldados cristianos deben luchar contra todo mal, no con su propio poder (2Co 10:3) sino con las armas espirituales (Efe 6:10-18; cf. 2Co 10:4-5).
(4) En su lucha de fe se les llama a los creyentes a que soporten los sufrimientos como buenos soldados de Cristo (2Ti 2:3), sufran por el evangelio (Mat 5:10-12; Rom 8:17; 2Co 11:23; 2Ti 1:8), peleen la buena batalla de la fe (1Ti 6:12; 2Ti 4:7), libren batallas (2Co 10:3), perseveren (Efe 6:18), venzan (Rom 8:37), sean victoriosos (1Co 15:57; 2Co 2:14), defiendan el evangelio (Flp 1:16), luchen por la fe (Flp 1:27; Jud 1:3), no se atemoricen por sus adversarios (Flp 1:28), se pongan toda la armadura de Dios y se mantengan firmes (Efe 6:13), derriben las fortalezas de Satanás (2Co 10:4), lleven cautivo todo pensamiento (2Co 10:5) y se hagan fuertes en batallas (Heb 11:34).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Vestíos de toda la armadura de Dios. «Vestíos» transmite la idea de permanencia e indica que la armadura debería ser la vestimenta del cristiano durante toda su vida. Pablo utiliza la imagen de la armadura común que usaban los soldados romanos como una analogía para el sistema de defensa espiritual del cristiano, y afirma que es necesaria para que el creyente se mantenga firme en su posición mientras se encuentra bajo ataque. asechanzas. Esta es la palabra griega que también se traduce «maquinaciones» porque alude a una noción de astucia, engaño, tretas y métodos artificiosos. Las asechanzas de Satanás se propagan a lo largo y ancho del sistema de maldad del mundo sobre el cual rige como príncipe de las tinieblas, y son llevadas a cabo por sus huestes de demonios. Con la palabra «asechanzas» se incluyen todos los pecados, prácticas inmorales, teología falsa y religión falsa, así como todas las trampas y atractivos del mundo. Vea la nota sobre 2Co 2:11. diablo. Las Escrituras se refieren a él como el «querubín grande» (Eze 28:14), el «príncipe de los demonios» (Luc 11:15), «el dios de este siglo» (2Co 4:4), y el «príncipe de la potestad del aire» (Efe 2:2). La Biblia enseña que se opone en todo sentido a la obra de Dios (Zac 3:1), pervierte la Palabra de Dios siempre que puede (Mat 4:6), estorba y obstaculiza al siervo de Dios (1Ts 2:18), entorpece la propagación del evangelio (2Co 4:4), tiende trampas a los justos (1Ti 3:7), y mantiene al mundo sometido a su poder (1Jn 5:19).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:11 — «Vestíos de toda la armadura de Dios, para podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo». Es importante enseñar y predicar sobre el tema de la armadura de Dios, pero lo más importante es que la llevemos. No dice Pablo, «Analice la armadura», sino «Vestíos de la armadura».
Recuérdese siempre que Dios ha demostrado su gran poder en resucitar a Cristo, y en resucitarnos a nosotros de la muerte espiritual, para hacernos sentar en lugares celestiales. Cristo derrotó a Satanás, y esto nos asegura que podemos hacer lo mismo. Sin embargo, para hacerlo es indispensable que llevemos la armadura asignada por Dios. La recompensa es para los que puedan vencer (Apo 2:7; Apo 2:11; Apo 2:17, etc.).
— «las asechanzas del diablo». El diablo existe. No es una ilusión. Es una persona, un espíritu maligno que no tiene cuerpo pero sí existe. Es llamado «Satanás» que significa «adversario»; lucha sin cesar en contra de Dios y su pueblo. Tiene un ejército, bien organizado. Tiene sus huestes. El campo de batalla es el corazón humano (2Co 3:4-5). Tanto el diablo, como el Señor, quieren tomar posesión del corazón humano. ¿Qué son las «asechanzas» del diablo? La palabra significa «engaño o artificio que se hace para perjudicar a otro» (Larousse).
Obsérvense algunos ejemplos: (1) mezclar el error con la verdad para que sea más plausible (Gén 3:4-5; Gén 3:22); (2) citar textos bíblicos pero torcerlos para enseñar el error (Mat 4:6; 2Pe 3:16); (3) aparecer como ángel de luz, y presentar a sus ministros como ministros de justicia y aun como apóstoles de Cristo (2Co 11:13-15); (4) tratar de imitar a Dios, haciendo prodigios engañosos (2Ts 2:1-4; 2Ts 2:9); (5) sembrar cizaña entre el trigo (Mat 13:39); (6) convencer y animar a sus seguidores a pintar caricaturas ridículas de él para que la gente crea que en realidad él no existe, sino que «Satanás» es simplemente la invención de la imaginación humana (como le es «Santa Claus»); (7) entrar en lugares (la iglesia) donde no se espera que entre (2Ts 2:4); y (8) prometer que el bien se realiza haciendo el mal (Luc 4:6-7); Rom 3:8).
El diablo empleará, pues, cualquier método que se pueda utilizar para vencer y destruir a los hijos de Dios. Otros ejemplos de sus métodos son: la atracción de placeres mundanos, el amor al dinero, el temor a la persecución, el deseo de agradar a los hombres (mayormente a los familiares y amigos), lo contagioso del mal ejemplo, y lo agradable del mundo.
Uno de los poderes más destructores del diablo es la enseñanza de personas muy «educadas «, que ridiculizan a la Biblia, la iglesia, la existencia de Dios, y a la vez enseñan la evolución, la «educación sexual», y el humanismo (que el hombre depende de sí mismo para todo, y que no depende de Dios para nada). Lo que Pablo dice en 2Co 10:5 se aplica a todas las enseñanzas satánicas.
¿Quién, pues, no puede ver la importancia de vestirse de toda la armadura de Dios? No se debe omitir nada. Es para nuestra defensa, y es para nuestra pelea en la batalla del Señor. Es una locura avanzar contra el enemigo con la armadura de la sabiduría y filosofía humanas y sin la armadura de Dios.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Ahora el apóstol cambia la imagen y usa la de la armadura o panoplia (que es la palabra griega para armadura y que se ha transliterado para su uso en el castellano. Cf. Luc 11:22). Así expresa mejor y de manera más específica lo que acaba de decir en el versículo anterior. Si allí se nos llamó la atención a fortalecernos, aquí se nos dice cómo y donde se encuentra ese poder. Tal parece que ahora Pablo es el general que está mandando a sus tropas a que se pongan la armadura porque la guerra es inminente.
Es posible que en algunas culturas la idea de una armadura sea ajena. En tal caso, el traductor deberá buscar algún equivalente que ayude al lector a entender. Algunas sugerencias son estas: “el equipo y las armas usadas por un soldado”. En algunas lenguas se le llama “equipamiento de guerra” o “armas de pelea” o “uniforme y armas del soldado”. Las cosas que Pablo menciona incluyen artículos que se pueden llevar puestos como cinturón, zapatos y casco. También menciona artículos que se llevan en la mano como el escudo y la espada. Se podría traducir así: “tomen las armas que Dios les ha dado para pelear contra Satanás” (NTE).
A diferencia del verbo imperativo del versículo anterior, que estaba en voz pasiva, éste usa la voz media. Eso significa que es uno mismo debe ponerse la armadura que proviene de Dios. (Lenguaje bélico similar se encuentra en Rom 6:13; Rom 13:12 y 2Co 10:4). Ya hemos visto en Efe 4:24 el mismo verbo y la misma imagen (cf. Col 3:12). En aquel versículo se refiere a un vestido: “Es nuestro deber ponernos la vestidura de la nueva humanidad creada por Dios”. En este versículo es imperativo que nos pongamos la panoplia o armadura de Dios.
El adjetivo toda indica la necesidad de no descuidar ninguna de las partes de la armadura que va a describir en los versículos siguientes. La palabra en el idioma original para armadura, panoplia, es compuesta y en su primera parte, pan, señala la idea de toda. Observa el énfasis en toda la armadura de Dios (Efe 6:11 y se repite en Efe 6:13) descrita en los vv. Efe 6:14-20. No solo una parte, sino toda la panoplia de Dios es necesaria para la batalla cotidiana. Como veremos, una buena parte de esa armadura consiste en las virtudes o fruto que el Espíritu produce en nosotros.
El caso genitivo de señala el origen o procedencia de dicha armadura. No proviene de nosotros. Fue creada por Dios. Es la armadura que Dios nos da o incluso, a la luz de Isa 11:5 y Isa 59:17, la armadura que Dios mismo usa en su batalla contra el mal. Aquello con lo que Dios vence al mal es ahora lo que nos da para nuestra victoria.
Las palabras para que indican el propósito de dicha armadura y así señalan la urgencia y pertinencia de la exhortación. El diablo usa asechanzas o estratagemas para engañarnos (la misma palabra se usa en Efe 4:14 para describir las estrategias militares que los falsos maestros usan para engañarnos). Así que en este pasaje identificamos una de las maneras por medio de las cuales el diablo nos ataca: las falsas enseñanzas para destruir la unidad de la iglesia (Efe 3:14-21; Efe 4:1-16, Efe 4:27) y fomentar la disensión entre la comunidad cristiana (Efe 4:2, Efe 4:21, Efe 4:31, Efe 4:32; Efe 5:6).
Como cristianos somos llamados a vestirnos de toda la armadura para que podáis estar firmes. Este verbo se usa cuatro veces en este pasaje (Efe 6:11, Efe 6:13, Efe 6:14). La repetición nos permite ver su importancia. Además, el verbo también nos describe la naturaleza de nuestra batalla: No debemos dar un paso atrás. Debemos mantener el terreno ganado. Cuando un soldado pelea bien no se echa para atrás ni retrocede. Resiste, se queda donde está o incluso avanza. Esta no es una conquista, es una lucha de resistencia, mantener lo ya ganado. Contra las estratagemas diabólicas (Efe 4:14, Efe 4:27). El término se refiere a estrategias, planes o tácticas militares, y lleva implícitas las ideas tanto de una actitud defensiva, resistir/aguantar/defender/hacer frente, como de una ofensiva, prevalecer/responder. En ambos casos el pensamiento central es de mantenerse firme en el terreno conquistado, sin dar un paso atrás; es mantenerse firme y bien establecido en un lugar o situación. Algunas posibles traducciones: “para que puedan rechazar/resistir la astucia de Satanás” o “para que cuando Satanás trate de engañarlos, se puedan oponer a él y no se rindan” o “para que cuando Satanás los tiente se le puedan oponer y no los venza” (NTE); «Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo» (DHH).
Pablo usa la profecía de Isaías con respecto a la armadura de Yavé y su Mesías (Isa 11:4-5; Isa 59:17; Isa 49:2; Isa 52:7) para describir ahora la armadura del pueblo de Dios. Al recordar el trasfondo del AT volvemos al tema central de la carta a los Efesios expresado elocuentemente en Isa 11:1-9 : “El siervo del Señor ha sido ungido por el Espíritu de sabiduría y conocimiento” (Isa 11:1-3, recuerde Efe 1:17) para obrar justicia en el mundo (Isa 11:3-5) y así establecer su reinado de shalom (Isa 11:6-9; una buena explicación se encuentra en el libro de Sab 5:17-23. cf. Efe 2:11-22).
La iglesia debe vestirse, como su Señor, con la armadura de justicia y verdad para ser artesana de la paz. Aquí descubrimos, a la luz del AT, que la batalla tiene que ver con el establecimiento del reino de Dios, un reino de justicia cuyo fruto es la paz.
La expresión con la que inicia el v. Efe 6:12 se puede traducir así: “Es como estar en una guerra. Pero no peleamos contra personas. No, luchamos contra ”. La expresión sangre y carne es una sinécdoque que se refiere a seres humanos, a personas. Se nos ofrece una razón poderosa para la exhortación anterior: “Porque nuestra lucha no es contra sino contra ”. La palabra que usa el apóstol para lucha se refiere no tanto a la guerra sino a la llamada “lucha greco-romana” que se practicaba en los deportes y competencias de aquella época. Aquí deja por un momento la imagen de la guerra para describir una lucha mano a mano, cuerpo a cuerpo, con las fuerzas del mal. Sin embargo, el término se usaba también para describir guerras e incluso problemas de la vida.
Este es un llamado al discernimiento espiritual de un hecho básico: aunque en nuestras luchas cotidianas a menudo solo vemos personas, detrás de ellas hay fuerzas espirituales de gran poderío. Las que se mencionan son del rango más alto posible en un ejército. Su campo de acción es las tinieblas de este mundo, y son de un carácter perverso, de maldad. No debemos olvidar que las palabras que Pablo usa para referirse a las fuerzas espirituales del mal eran usadas con respecto a los gobernantes políticos (cf. Efe 1:21). Esta terminología político militar alude en primera instancia al control que las huestes y legiones del imperio romano mantenían sobre sus provincias. Una de las maneras en que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos describen a los emperadores y a los gobernantes político-militares es refiriéndose a los poderes invisibles que determinan su existencia y ejercicio del poder (Sal 82:1-4; Sal 6:1-10; Sal 7:1-17; Sal 8:1-9; Isa 14:1-32, Eze 28:1-26). Es por ello importante reconocer que el apóstol está refiriéndose con está terminología, entre otras realidades, a los gobernantes del imperio que son instrumentos de las fuerzas demoníacas. Una traducción que sugiere este aspecto es: “sino contra espíritus malignos y sus jefes que gobiernan nuestro mundo de oscuridad ”.
Las dos primeras categorías que Pablo usa aquí, principados y autoridades, son las mismas palabras que usa en Efe 1:21 y en Efe 3:10 y Col 2:15(cf. GLOSARIO). El pensamiento astrológico de aquella época creía que estos dos tipos de seres eran los que gobernaban la vida humana.
Pablo repite cuatro veces la palabra contra en este enunciado; es una manera de poner énfasis y a la vez de especificar las diversas categorías de enemigos: “contra principados, contra potestades, contra gobernadores contra huestes espirituales de maldad ”. Es probable que al mencionar cuatro categorías el autor quiera referirse a la naturaleza cósmica de dicha batalla, por el significado simbólico del número cuatro, que en la literatura de aquellos días se usaba para referirse a toda la creación (p.ej. los cuatro puntos cardinales, los cuatro elementos esenciales del universo, etc.)
¿Cómo puede traducir este enunciado en la lengua del equipo de traducción? Quizá se quiera repetir el verbo, por ejemplo: “Peleamos contra seres invisibles que tienen autoridad y poder. Peleamos contra los jefes de oscuridad que gobiernan en este mundo. Peleamos contra toda clase de espíritus malignos que controlan el cielo”. (NTE). Se debe notar el hecho básico de que estos seres tienen dominio sobre el mundo. No absoluto ni total. Están bajo el señorío de Jesús (Efe 1:20-23). Sin embargo, tiene control sobre los desobedientes (Efe 2:1-3 y Efe 5:3-7).
Los gobernadores de las tinieblas de este mundo: Una traducción literal del griego es “poderes de esta oscuridad”. La oscuridad aquí es una metáfora de la maldad e inmoralidad que se encuentran en la sociedad (Efe 5:3-7); a ellas se alude en Efe 5:8-11. Esta frase significa “los dioses (jefes del mundo o espíritus) que gobiernan este mundo oscuro (malvado)” o “ que gobiernan a las personas que viven en oscuridad”. (NTE). Nuevamente, la íntima conexión entre la inmoralidad social y las fuerzas demoníacas se pone de relieve. Desde el punto de vista de la sintaxis es posible considerar que la última expresión, de las tinieblas de este mundo, califica a las tres categorías de seres mencionados hasta este punto. El mundo no se refiere a la creación sino más bien al sistema de maldad que se opone al proyecto de Dios (Efe 2:1-3).
Huestes espirituales de maldad o ejércitos espirituales malignos en las regiones celestiales: Ésta es otra forma de referirse a los espíritus malignos o demonios que causan el mal que está en el mundo. Esos espíritus malignos están en las regiones celestiales (cf. Efe 1:3). No se refiere al cielo donde habita Dios, sino al ámbito sobrenatural en el que los cristianos viven también aquí en la tierra (Efe 2:6), y en el cual se libran las batallas cotidianas. Allí se manifiesta la gracia de Dios y allí también moran los poderes diabólicos de las tinieblas (Efe 3:10 y Efe 6:12). Más que un lugar especifico es una dimensión que es parte de la realidad creada pero que solo es discernible para los ojos de la fe. La material y lo espiritual están íntimamente conectados e interactúan entre sí todo el tiempo. Con toda esta enumeración de seres malignos descubrimos todo un ejército bien organizado, un sistema estratégico y táctico de maldad que se opone al propósito reconciliador de Dios
En el v. Efe 6:13, la idea de ponerse la armadura nos recuerda Efe 4:22-24. Aquí las partes de la armadura se mencionan según el orden en que se ponían. Pablo aquí repite casi las misma palabras que usa en Efe 6:11. (En Efe 6:11 Pablo usa un verbo griego que significa “ponerse”, pero el verbo que usa en Efe 6:13 quiere decir “levantar, tomar”. Ambos verbos significan casi lo mismo). DHH traduce Efe 6:13 así: «Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado».
El verbo resistir alude a la misma metáfora usada en Efe 6:11. Un soldado debe resistir al enemigo, mantenerse firme. Puede traducirse así: “ustedes no huirán, no caerán, el enemigo no los vencerá, no retrocederán” (NTE). Comunica la idea de usar fuerza para resistir activamente un ataque. Digno de considerarse son los siguientes ejemplos: « podrán resistir los ataques del enemigo. Y cuando hayan peleado hasta el fin, seguirán estando firmes» (TLA); « para poder hacerles frente en el momento difícil y acabar el combate sin perder terreno» (NBE).
Día malo (cf. Efe 5:16): Expresión que indica la presencia y actividad de las fuerzas del mal en el mundo y sus consecuencias tales como la inmoralidad, la avaricia, el sufrimiento, los problemas, la confusión y engaño debidos a las falsas enseñanzas. Es una alusión a cualquier día en que el cristiano tiene que luchar contra el mal. No es la batalla final entre Dios y las fuerzas del mal (NTE). Es posible también que en el contexto de pasajes como Efe 2:1-3; Efe 4:17-24; Efe 5:3-14 día malo se refiera al ambiente de maldad que invade a la sociedad entera. Un ambiente en el que diablo, carne y mundo representan una realidad integrada de maldad que opera en el mundo. Se puede traducir: “el día en que se nos presentan malas situaciones” o “el día en que nos enfrentamos al mal” o “en el día de las tentaciones”. Hay quienes ven en la expresión el día malo una alusión a las ideas comunes en la astrología de que hay días malos en la vida de las personas, indicados por los astros. En tales casos, la gente se veía paralizada y con profunda incertidumbre ante la perspectiva de males que le sobrevendrían. Nuestro texto sería una respuesta ante tal mentalidad y temor. Puede ser también una alusión al sentido escatológico de los últimos tiempos y en especial de los días malos que precederán la llegada del Señor (Mat 24:1-14). La carta misma (Efe 5:16) considera el tiempo presente como días malos. Lo cual, por el contexto en que aparece (Efe 5:3-7), se refiere a la inmoralidad y predominio de la maldad en la sociedad.
Existe la urgencia de cumplir con la misión encomendada. Por ello el apóstol añade: habiendo acabado todo. La expresión puede tener los siguientes significados: (1) “después de pelear hasta el final”, es decir, mientras el enemigo los ataque, o (2) cuando se hayan preparado por completo para la batalla (NTE). La expresión puede aludir a una situación en la que el cristiano debe mantenerse en pie de lucha a pesar de que se enfrenta a muchas y sucesivas batallas.
Estar firmes: Si en Efe 6:13 ya usó una expresión negativa, aquí puede usar una positiva o viceversa. “Seguirán victoriosos”, “No serán vencidos”, “Permanecerán firmes” (NTE). La manera en que podemos mantenernos firmes se indica en este pasaje (Efe 6:14-16) por medio de cuatro participios de modo. Ellos señalan la forma en que podemos mantenernos firmes.
“Pablo usa seis metáforas para describir cómo debe prepararse el cristiano para pelear contra Satanás. Antes de traducir debe pensarse en la mejor manera de hacer clara la comparación. Se puede usar comparaciones en lugar de metáforas, pero primero se debe verificar si las metáforas serán entendidas en la lengua receptora. En muchas partes del mundo la gente no sabe qué son los pectorales (coraza), yelmos (casco), escudos y demás armamento de los soldados romanos. Cuando se imprima la nueva traducción valdrá la pena poner en esta parte un dibujo de un soldado romano” (NTE).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— del diablo: Ver nota a Efe 4:27.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Rom 13:12; 2Co 2:7; 2Co 10:4; 1Ts 5:8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “artimañas”. Gr.: me·tho·dí·as; lat.: in·sí·di·as.
REFERENCIAS CRUZADAS
v 340 Rom 13:12
w 341 Luc 4:13; 2Co 10:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
11 super (1) En los primeros cinco capítulos la iglesia es mostrada de muchas maneras en relación con el cumplimiento del propósito eterno de Dios. Pero aquí la iglesia es vista como un guerrero en relación con la derrota del enemigo de Dios, el diablo. Para derrotar al enemigo de Dios, necesitamos vestirnos de toda la armadura de Dios. «Vestios» está en imperativo, es decir, es un mandato. Dios ha provisto la armadura para nosotros, pero El no nos la pone, sino que nosotros mismos debemos ponérnosla, ejercitando nuestra voluntad para cooperar con El.
11 super (2) Para pelear la batalla espiritual, no sólo necesitamos el poder del Señor, sino también la armadura de Dios. Nuestras armas no sirven; lo que sí nos sirve es toda la armadura de Dios.
Toda la armadura de Dios es dada al Cuerpo de Cristo, y no a ningún miembro individual del Cuerpo. La iglesia es un guerrero corporativo, y los creyentes son parte de este guerrero único. Solamente el guerrero corporativo, y no los creyentes individuales, puede vestirse con toda la armadura de Dios. Debemos pelear la batalla espiritual en el. Cuerpo, no como individuos.
11 super (3) En el cap.2 estamos sentados con Cristo en los lugares celestiales (2:6), y en los caps.4 y 5 andamos (4:1,17; 5:2,8,15) en Su Cuerpo en la tierra. Luego en el cap.6 estamos firmes en Su poder en los lugares celestiales. Sentarnos con Cristo es participar dé todos Sus logros; andar en Su Cuerpo es cumplir el propósito eterno de Dios; y estar firmes en Su poder es luchar en contra del enemigo de Dios.
11 super (4) El plan maligno del diablo.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
asechanzas. i.e., artimañas astutas.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R991 Πρὸς τὸ δύνασθαι es sólo una cláusula de propósito (comp. R1003, T144 y B414).
T28 Los plurales que aparecen con nombres abstractos pueden implicar ejemplos. Así que μεθοδεῖαι significa: astucia.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, de