Comentario de Efesios 6:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.

6:18 — «orando en todo tiempo», para tener comunicación continua con nuestro «cuartel general». «En todo tiempo»; «orad sin cesar» (1 Tesal 5:17). La guerra es del Señor; El manda, y es importante que estemos en contacto con El. Muchas campañas militares y muchos soldados se han perdido por falta de buena comunicación entre el ejército y el general. Nuestros recursos son de Dios. El soldado cristiano que lleva toda la armadura de Dios, emplea la espada del Espíritu, y sigue en oración, tendrá una confianza firme de ser vencedor.

— «con toda oración y súplica en el Espíritu», con alabanzas, con peticiones, con acción de gracias, con confesión de pecados, y con intercesión por otros, «en el Espíritu», en completa armonía con las instrucciones del Espíritu.

— «y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos». Velar y orar se conectan en varios textos (Mat 26:41; Hch 20:31; Hch 1:1-26 Tesal 5:1-8; 1Pe 5:8). Velar significa estar alerta, atento. «Con toda perseverancia» (Luc 11:5-10; Luc 18:1-8); no desmayar (2Co 4:16). «Súplica por todos los santos», y no solamente por nuestra propia lucha; todos los santos en están la misma lucha. Somos compañeros de milicia.

Cristo intercede por nosotros (Heb 4:15-16; Heb 7:25; Jua 17:21). Los conversos judíos debían interceder por sus hermanos gentiles, y éstos por aquéllos. Los miembros ancianos y jóvenes deben orar los unos por los otros. Todos somos uno en Cristo, un solo ejército, un solo cuerpo (1Co 12:13-27). Cada soldado tiene necesidad de los demás.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Orando en todo tiempo. Efe 1:16; Job 27:10; Sal 4:1; Sal 6:9; Isa 26:16; Dan 6:10; Luc 3:26, Luc 3:37; Luc 18:1-7; Luc 21:36; Hch 1:14; Hch 6:4; Hch 10:2; Hch 12:5; Rom 12:12; Flp 4:6; Col 4:2; 1Ts 5:17; 2Ti 1:3.

y súplica. 1Re 8:52, 1Re 8:54, 1Re 8:59; 1Re 9:3; Est 4:8; Dan 9:20; Ose 12:4; 1Ti 2:1; Heb 5:7.

en el espíritu. Efe 2:22; Zac 12:10; Rom 8:15, Rom 8:26, Rom 8:27; Gál 4:6; Jud 1:20.

velando en ello. Mat 26:41; Mar 13:33; Mar 14:38; Luc 21:36; Luc 22:46; Col 4:2; 1Pe 4:7.

con toda perseverancia. Gén 32:24-28; Mat 15:25-28; Luc 11:5-8; Luc 18:1-8.

y súplica. Efe 6:19; Efe 1:16; Efe 3:8, Efe 3:18; Flp 1:4; 1Ti 2:1; Col 1:4; Flm 1:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pablo, el hombre de oración (Efe 1:15-23; Efe 3:14-21), finaliza esta sección de su carta a los creyentes en Éfeso con una exhortación a la oración.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Sin oración, todas las armaduras del mundo quedarían sin uso.

orando en todo tiempo: Las oraciones generales y las peticiones específicas deben hacerse por todos los creyentes en toda ocasión. En la oración la perseverancia y la paciencia son esenciales.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ORANDO… EN EL ESPÍRITU. La batalla del creyente contra las fuerzas espirituales de Satanás exige la intensidad en la oración, es decir, orar «en el Espíritu», «en todo tiempo», «con toda oración y suplica», «por todos los santos», «con toda perseverancia». No debe considerarse la oración simplemente como un arma más, sino como parte del conflicto mismo, en el que la victoria se gana para los creyentes en Cristo al trabajar juntos con Dios mismo. Dejar de orar con diligencia, con toda oración en toda situación, es rendirse al enemigo (Luc 18:1; Rom 12:12; Flp 4:6; Col 4:2; 1Ts 5:17).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Este versículo introduce el carácter general de la vida de oración de un creyente: 1) «toda oración y súplica» llama la atención sobre su variedad, 2) «en todo tiempo» se enfoca en la frecuencia necesaria (cp. Rom 12:12; Flp 4:6; 1Ts 5:17), 3) «en el Espíritu» subraya el aspecto de la sumisión necesaria para alinearnos con la voluntad de Dios (cp. Rom 8:26-27), 4) «velando» es una descripción del aspecto práctico (cp. Mat 26:41; Mar 13:33), 5) «toda perseverancia» recalca la actitud correcta de persistencia (cp. Luc 11:9; Luc 18:7-8) y 6) «todos los santos» se enfoca en el objeto adecuado de estas oraciones y súplicas (cp. 1Sa 12:23).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

6:18 — «orando en todo tiempo», para tener comunicación continua con nuestro «cuartel general». «En todo tiempo»; «orad sin cesar» (1 Tesal 5:17). La guerra es del Señor; El manda, y es importante que estemos en contacto con El. Muchas campañas militares y muchos soldados se han perdido por falta de buena comunicación entre el ejército y el general. Nuestros recursos son de Dios. El soldado cristiano que lleva toda la armadura de Dios, emplea la espada del Espíritu, y sigue en oración, tendrá una confianza firme de ser vencedor.
— «con toda oración y súplica en el Espíritu», con alabanzas, con peticiones, con acción de gracias, con confesión de pecados, y con intercesión por otros, «en el Espíritu», en completa armonía con las instrucciones del Espíritu.
— «y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos». Velar y orar se conectan en varios textos (Mat 26:41; Hch 20:31; Hch 1:1-26 Tesal 5:1-8; 1Pe 5:8). Velar significa estar alerta, atento. «Con toda perseverancia» (Luc 11:5-10; Luc 18:1-8); no desmayar (2Co 4:16). «Súplica por todos los santos», y no solamente por nuestra propia lucha; todos los santos en están la misma lucha. Somos compañeros de milicia.
Cristo intercede por nosotros (Heb 4:15-16; Heb 7:25; Jua 17:21). Los conversos judíos debían interceder por sus hermanos gentiles, y éstos por aquéllos. Los miembros ancianos y jóvenes deben orar los unos por los otros. Todos somos uno en Cristo, un solo ejército, un solo cuerpo (1Co 12:13-27). Cada soldado tiene necesidad de los demás.

Fuente: Notas Reeves-Partain

El gerundio, orando (RV), con el que empieza esta serie de versículos nos indica otra manera por la cual nos podemos mantener firmes (Efe 6:14). A este gerundio lo califican inicialmente tres cláusulas preposicionales que señalan formas en que tal actividad (orar) se ha de efectuar: oración y súplica. Manteniendo el sentido imperativo del pasaje, RV95 ha traducido el participio griego como un imperativo: Orad. La primera frase preposicional es con toda oración y súplica. Ambos términos indican el tipo de oraciones que hemos de presentar a Dios (se usan ambos términos en Flp 4:6 y 1Ti 2:1; 1Ti 5:5). También se repiten y reiteran en la segunda parte del versículo. La repetición y el uso de ambos términos tiene el objetivo de intensificar el pensamiento. El efecto es subrayar la importancia de todo tipo de oración y la intensidad e insistencia con que debemos hacerlo. El tiempo del participio griego (que RV95 traduce como imperativo), como el de los anteriores (vv. Efe 6:14-17), es el presente. Así se indica que es una actividad continua y constante (cf. 1Ts 5:17). Tal actividad o acción se acentúa con la segunda frase preposicional: en todo tiempo, que también se puede traducir como “en toda ocasión/oportunidad”. La idea es que en toda circunstancia, lucha y situación, la oración es imprescindible. En todo momento y etapa de la vida, en las buenas y en las malas, debemos orar: «vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu» (BL).

La tercera frase dice escuetamente: en el Espíritu. No quiere decir orar en silencio, o de corazón, sino que debemos orar como el Espíritu nos guíe o nos muestre. Puede incluir la oración en lenguas y la oración ante momentos de intenso sufrimiento cuando no atinamos ni siquiera a saber cómo orar (cf. Rom 8:26-27). Se puede traducir como “en el poder del Espíritu”, “bajo la dirección del Espíritu”, o con expresiones más explicativas como “con la ayuda del Espíritu” o “con la fortaleza que da el Espíritu”.

La siguiente cláusula es muy importante ya que liga lo dicho con lo siguiente; funciona como una bisagra: y velad en ello. Otra traducción literal diría: “y para ello/y con ese objetivo”. Esto es un enlace con la idea siguiente de mantenerse alerta, es decir, para orar así hay que estar alerta (NTE).

El v. Efe 6:18 contiene otro participio en el griego que aquí se ha traducido como un imperativo. La palabra velad literalmente significa “estar despierto”. La NBE dice: «espantad el sueño y pedid constantemente por todos los consagrados». NTE sugiere la traducción “manténganse alerta”, y añade: “Estén alerta, pongan atención, busquen oportunidades para orar”. Esto puede decirse en forma negativa: “no sean perezosos ni relajados”. (Véase el pasaje paralelo en Col 4:2-4 y Mat 12:33; Mar 13:33-36; Luc 21:36; Heb 13:17). La idea viene en el contexto actual con la carga de la batalla y el papel que en ella juegan los vigías o atalayas. Esa vigilancia debe ser constante y atenta. Para orar como Dios manda, debemos mantener una actitud de constante vigilancia. Y esto en el contexto de que somos parte de una comunidad, de un ejército, y en ese sentido somos responsables de la seguridad y bienestar de los demás hermanos y hermanas. El versículo completo en la versión de la BL dice así: «Velen en común y prosigan sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo a favor de todos los hermanos».

Nuevamente se le añaden a este participio griego tres cláusulas preposicionales que lo califican y modifican dándole un sentido más preciso y determinado. La primera es con toda perseverancia y súplica. La vigilancia se ha de realizar con dos ingredientes que nos permiten ver su naturaleza: insistencia tenaz y ruego vehemente (se repite la palabra anterior en Efe 6:18 cf. Col 4:3). NTE sugiere lo siguiente: “Una traducción literal del griego es ‘con toda perseverancia y petición’. Puede ser traducido en forma negativa, por ejemplo, ‘no se rindan, no se cansen de orar’”. La segunda cláusula, por todos los santos, ha sido ilustrada elocuentemente por el mismo autor de la carta. El ha hecho de la oración por los santos una parte sustancial de su vida y de este escrito en particular (Efe 1:15-23; Efe 3:14-21; Efe 6:23-24). La aplicación de estos dos versículos que nos llaman a velar con perseverancia y súplica es un llamado a mantenerse alertas a la guía del Espíritu y a nunca bajar la guardia o dormirse en sus laureles. Al contrario, la comunidad cristiana debe estar siempre vigilante y atenta a las necesidades de todo el cuerpo de Cristo, y sensible a las maneras en que el Espíritu nos las trae a la conciencia. La tercera cláusula, y por mí (v. Efe 6:19), ahora se concentra en el mismo autor de la carta que pide que oren por él (cf. Col 4:3-4). Su petición viene acompañada de un doble propósito (indicado en los vv. Efe 6:19 y Efe 6:20 con las palabras a fin de que/para que).

La petición tiene un contenido claro: que me sea dada palabra. Señala además la circunstancia o tiempo: al abrir mi boca. Y también indica la manera en que se ha de dar ese mensaje: con denuedo (cf. Efe 3:12). La idea es que pueda hablar sin importarle lo que suceda o las consecuencias de su mensaje. Esta expresión se usa regularmente en el libro de los Hechos para describir la predicación de Pablo (cf. Hch 9:27, Hch 9:28; Hch 13:46; Hch 14:3; Hch 19:8; Hch 26:26). Por supuesto, también aclara qué es lo que ha de dar a conocer: el misterio* del evangelio (cf. Efe 1:9). Para el apóstol es de suma importancia dar a conocer el evangelio (cap. Efe 3:1-21) que anuncia el misterio de reconciliación (Efe 3:4-6) y hace posible la paz. Esa es una manera concreta de usar la espada del Espíritu para atacar al enemigo.

La primera parte del v. Efe 6:1-24 está relacionada con el evangelio. Por anunciar el evangelio el apóstol esta encarcelado, y se identifica a sí mismo como un Embajador. En aquellos días, un embajador era altamente respetado y honrado, por representar al soberano de su país. En el peor de los casos se le podía rechazar pero no encadenar. Es importante reconocer que Pablo está identificando a Jesús como el Señor soberano y a sí mismo como su embajador. De esta manera está socavando la ideología, tan poderosa en sus días, que Cesar es el Señor Augusto.

Además, en estos versículos descubrimos otra estratagema diabólica que se usa contra la comunidad cristiana: la persecución. “Jesús escogió a Pablo para ser su embajador a fin de predicar el evangelio. Pero los que odiaban a Jesús querían impedir que Pablo predicara el evangelio, así que lo arrestaron. Por eso Pablo estaba en prisión cuando escribió esta carta a los efesios. Sabemos esto de la lectura en el libro de los Hechos (Pablo también dice en Efe 3:1 y Efe 4:1 que es un prisionero)” (NTE).

En la segunda parte de este versículo se expresa la segunda idea de propósito: (para que) con denuedo hable de él como debo hablar. Esta es la segunda ocasión en este pasaje que se menciona esta idea. De esta manera se acentúa la importancia que tenía para el autor. Para Pablo es importante no solo hablar del evangelio sino hacerlo de la mejor manera: con insistencia, pasión y fuerza. Así es como siempre debe hacerse. Sin temor de lo que otros piensen o hagan en contra nuestra. Estas palabras cobran especial fuerza y adquieren un nuevo significado y urgencia cuando se hablan en el contexto de un imperio intolerante y represivo.

Reflexión bíblica y pastoral

El llamado a prepararse para la guerra espiritual resume las exhortaciones a vivir, a la altura de nuestro llamado, como artesanos de la paz. Para eso hemos sido elegidos, redimidos y llamados (Efe 1:3-14; Efe 2:1-10; Efe 3:1-13; Efe 4:1-8); para imitar y seguir a Jesús, príncipe y hacedor de la paz (Efe 2:11-22), y para ser agentes de reconciliación, unidad y shalom en un mundo fragmentado, dividido y plagado de violencia y odios fratricidas.

Para hacerlo con eficacia, es necesario ponernos toda la armadura que Dios nos da y así hacer frente a los poderes de maldad que operan en este mundo y se oponen al reino de Dios y su justicia. Se encuentran presentes en la magia y astrología que seducen a las masas; están detrás de la adoración idolátrica a Diana y al Cesar; se manifiestan y obran por medio de los que son desobedientes a Dios (Efe 2:1-3; Efe 5:3-6). Estos, a su vez, atacan a la comunidad de creyentes por medio de divisiones religiosas y étnicas (Efe 2:11-12), las falsas enseñanzas (Efe 4:14), la persecución (Efe 6:20) y la inmoralidad sexual y la codicia materialista que invaden la sociedad e infectan a la iglesia (Efe 4:17-19; Efe 5:3-7).

Nuestras armas consisten en vivir como Jesús vivió en este mundo, siguiendo sus principios, adoptando sus valores y persiguiendo con determinación e insistencia sus metas. Por ello es que la integridad personal, marcada por virtudes como la fidelidad y la justicia, es fundamental para hacer la paz. Además es necesaria una fe plena en la gracia de Dios: el amor de Dios y la seguridad de su presencia incondicional con nosotros son escudos suficientes ante los embates de nuestros múltiples enemigos. La palabra de Dios es nuestra arma principal y debemos usarla todo el tiempo y en toda ocasión. Y en todo ello, nuestra actitud fundamental es de dependencia en la bondad y sostén del Señor. Se expresa por medio de la oración, principal ejercicio de nuestra fe, que se ha de ofrecer profusa y continuamente en el poder del Espíritu, por todo el pueblo de Dios, ante el trono del Señor. Así la iglesia, como una comunidad unida y bien integrada, artesana del shalom, constituye los primeros frutos de la nueva humanidad que Dios ha creado en Jesús, el Mesías, nuestro único Señor.

De importancia especial son los pasajes en los que describe la corrupción moral presente y la inmoralidad con realidades detrás de las cuales está el Diablo. En las cosmologías antiguas, como la helenista, todo estaba gobernado por espíritus: las realidades física y social, las naciones, las gentes y las ciudades. Se consideraba que las fuerzas históricas y naturales son instrumentos del Diablo.

De acuerdo con José Comblin (98-101), la lucha espiritual se expresaba en ese tiempo por medio del paganismo, las falsas enseñanzas y las ideologías que bombardeaban a la iglesia. En este pasaje, Pablo está expresando lo que él ya había dicho en las secciones parenéticas anteriores. Dice Comblin: “Este no es un tema nuevo; es la exhortación final que recapitula las exhortaciones previas.” (101).

En 1 Juan los anticristos son falsas enseñanzas. En el Apocalipsis hay dos armas poderosas que el Diablo usa para destruir la iglesia: la persecución (cap. Apo 13:1-18) y la seducción (caps. Apo 17:1-18; Apo 18:1-24).

La batalla espiritual a la que el apóstol se refiere aquí es una lucha ante todos los frentes de lucha del enemigo: falsas enseñanzas, inmoralidad, avaricia, idolatría, divisiones religiosas y étnicas, violencia entre personas y pueblos y persecución. Estos se manifiestan tanto en la sociedad o mundo como también en los cristianos. Reducir la actividad demoníaca a un solo aspecto, como el de la posesión de personas, es perder de vista la amplia gama de actividades y estratagemas que las fuerzas satánicas emplean para resistir a la iglesia.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Luc 18:1; Rom 12:12; Col 4:2; 1Ts 5:17.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

o 360 Col 4:2

p 361 Mat 6:6; Jud 1:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

18 (1) Esta frase modifica al verbo recibir mencionado en el v.17, el cual dice que debemos recibir no sólo el yelmo de la salvación sino también la palabra de Dios. Esto indica que necesitamos recibir la palabra de Dios por medio de toda oración y petición. Necesitamos orar para recibir la palabra de Dios.

Toda la armadura de Dios está compuesta de seis partes. La oración se puede considerar como la séptima; es el medio único, crucial y vital por el cual aplicamos las otras partes, haciendo que la armadura esté a nuestra disposición en forma práctica.

18 (2) La oración es general y la petición es específica; las dos son necesarias para que podamos tener una vida de iglesia apropiada y vencedora.

18 (3) Este es nuestro espíritu regenerado, en el cual mora el Espíritu de Dios, Puede considerarse el espíritu mezclado: el espíritu que es nuestro espíritu mezclado con el Espíritu de Dios. En la oración, la facultad principal que nosotros debemos usar es este espíritu.

18 (4) Necesitamos velar, estar alerta, para mantener esta vida de oración.

18 (5) Para mantener una vida de oración, necesitamos toda perseverancia, es decir, necesitamos atenderla constante y persistentemente.

18 (6) Esto indica que necesitamos orar de una manera específica por todos los santos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

R618 Las preposiciones περί y ὑπέρ difieren muy poco en significado en los vv. 18 y sigs.: por (comp. M63 y T270).

M57 Διά se usa con el genitivo para expresar ambiente y circunstancia acompañante. Διὰ πάσης προσευχῆς καὶ δεήσεως significa: con toda (posible) oración y petición (comp. T267; toda -M94).

M76 La preposición que aparece en ἐν παντὶ καιρῷ se usa con un sentido temporal, y significa: otra vez, constantemente (¿en todo tiempo? -M78).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., orando

O, en vista de esto

Lit., velando

Fuente: La Biblia de las Américas