Comentario de Éxodo 13:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Jehovah habló a Moisés diciendo:
Los primogénitos son santificados para Dios, Éxo 13:1-2.
El memorial de la pascua es ordenado, Éxo 13:3-10.
Los primogénitos de hombres y bestias son apartados, Éxo 13:11-16.
Los israelitas salen de Egipto y se llevan los huesos de José con ellos, Éxo 13:17-19.
Llegan a Etam, Éxo 13:20.
Dios los guía con una columna de nube y una columna de fuego, Éxo 13:21-22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Antes de la dramática historia del cruce del Mar Rojo hay un registro de instituciones fundacionales que el Señor dio a Israel. Son:
(1) la consagración de los primogénitos (vv. Éxo 13:1, Éxo 13:2);
(2) la fiesta de los panes sin levadura (vv. Éxo 13:3-10); y
(3) la ley acerca de los primogénitos (vv. Éxo 13:11-16). Esto va seguido por el mandato de Dios a los israelitas de viajar en una dirección inesperada (vv. Éxo 13:17-22).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Jehová habló a Moisés: Esto lo hacía con frecuencia, pero la estrecha relación con Dios era especial (Éxo 33:11; Núm 12:8).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
13. Nuevas Prescripciones.
La Ley de los Primogénitos (1-16).
1Habló Yahvé a Moisés y le dijo: 2“Conságrame todo primogénito. Todos los primogénitos de los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, míos son.” 3Moisés dijo al pueblo: “Acordaos siempre del día en que salisteis de Egipto, de la casa de la servidumbre, pues ha sido la poderosa mano de Yahvé la que os ha sacado. No se comerá pan fermentado. 4Salís hoy en el mes de Abib. 5Cuando te introduzca Yahvé en la tierra de los cananeos, de los jéteos, de los amorreos, de los jeveos y de los jebuseos, que a tus padres juró darte, tierra que mana leche y miel, guardarás este rito en este mismo mes. 6Durante siete días comerás pan ázimo, y el día séptimo será fiesta de Yahvé. 7Se comerá pan ázimo durante siete días, y no se verá pan fermentado ni levadura en todo el territorio. 8Dirás entonces a tus hijos: Esto es en memoria de lo que por mí hizo Yahvé al salir de Egipto. 9Esto será para ti como una señal en tu mano, como un recuerdo a tus ojos, para que tengas en tu boca la ley de Yahvé, porque con su poderosa mano te ha sacado Yahvé de Egipto. 10Observarás esto al tiempo fijado, de año en año. 11Cuando te haya introducido Yahvé en la tierra de los cananeos, como lo juró a tus padres, y te la haya dado, 12consagrarás a Yahvé todo cuanto abre la vulva; y de todo primer parto de los animales que tengas, el macho lo consagrarás a Yahvé; 13el del asno lo redimirás por un cordero, y si no lo redimes, lo desnucarás. También redimirás a todo primogénito humano de entre tus hijos. 14Y cuando tu hijo te pregunte mañana: ¿Qué significa esto?, le dirás: Con su poderosa mano nos sacó Yahvé de Egipto, de la casa de la servidumbre. 15Como el faraón se obstinaba en no dejarnos salir, Yahvé mató a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde los primogénitos de los hombres hasta los primogénitos de los animales; por eso yo sacrifico a Yahvé todo primogénito de los animales y redimo todo primogénito de mis hijos.16Esto será como una señal en tu mano, como un recuerdo a tus ojos, porque fue con su poderosa mano como nos sacó Yahvé de Egipto.”
Dos puntos abarca la presente perícopa: la ley sobre los primogénitos (1-2 y 11-16) y la de la Pascua (3-10).
La muerte de los primogénitos, hombres y animales, la postrera plaga con que Yahvé arrancó al faraón la libertad de su pueblo, nos trae una nueva ley, la consagración de los primogénitos a Yahvé. Sin duda que era esta ley más antigua que el éxodo, pero aquí se le da este significado nuevo histórico, a la manera que en Gen 9:12s se pone el arco iris como señal de la alianza de Dios con Noé y con todo el género humano. La consagración a Dios de cuanto abre el seno de las madres es un reconocimiento de que la procreación de la vida, que multiplica las familias y su riqueza, es un don de Dios. Sobre lo mismo se vuelve a hablar en la legislación mosaica1. Y también aquí tenemos una repetición del precepto entre los v.12 y 11-16. Una vez más se repite la ley de la Pascua y el modo de celebrarla en memoria de la libertad de Egipto: “Observarán esto al tiempo prefijado, de año en año” (v.10). Y se insiste en el sentido histórico de la solemnidad, que se ha de celebrar perpetuamente. Esta repetición de la misma ley indica bien claro la forma compleja de la composición literaria del éxodo. Los críticos ven aquí la mano del deuteronomista.
Los israelitas deben llevar siempre el recuerdo de los días memorables del éxodo: “será como una señal en tu mano, como un recuerdo en tus ojos…” (v.9). Probablemente el hagiógrafo, al urgir de este modo plástico la necesidad de conservar el recuerdo de los días gloriosos del éxodo, pensaba en la costumbre de los tatuajes en las manos y en la cara que los israelitas habían visto en los egipcios, los cuales pintaban la imagen de su dios preferido en sus miembros más manifiestos para declarar su pertenencia a él2. Naturalmente, la recomendación del autor sagrado es simbólica y no quiere imponerla materialmente. En la época tardía del judaismo se puso de moda llevar este texto, juntamente con el de Deu 6:4-9 y 11:13-21, ligado a las manos y a la frente3.
Algunos autores han querido ver en la consagración de los primogénitos una sustitución de la bárbara costumbre extendida en Canaán de sacrificar a los hijos. En realidad, en el contexto no hay alusión alguna a esta práctica, que es siempre condenada con horror por los autores sagrados. La ofrenda de los primogénitos tiene un carácter de reconocimiento de los dones de Dios, que arranca ya de la época prepatriarcal4, y ahora se le da un nuevo sentido de recuerdo de la liberación de Egipto, sin duda en acción de gracias por haber sido perdonados los primogénitos de los hebreos al pasar el ángel exterminador que mató a los egipcios. Como al rito de la Pascua – sin duda celebrada antes de Moisés como fiesta de primicias entre los nómadas – se le da un nuevo sentido de paso de Yahvé junto a las casas de los israelitas, así a la antigua costumbre de ofrecer los primogénitos de los animales se le da ahora, además del sentido de entrega y de reconocimiento de la propiedad de Dios sobre todos los animales, un sentido de memorial por la libertad de la opresión egipcia y la preservación de los primogénitos.
En el caso de que el primogénito fuera un asno (v.16), como animal impuro5, será reemplazado por un cordero; de lo contrario, se le matará rompiéndole la nuca, pero no sangrándole, para que no haya ningún parecido con la idea de sacrificio o inmolación, que son ofrenda de sangre.
No se especifica aquí cómo se hará el rescate del primogénito de los hombres (v.16), pero en la legislación posterior se concretará6.
El Paso del Mar Rojo (13:17-14:31).
17Cuando el faraón dejó salir al pueblo, no le condujo Yahvé por el camino de la tierra de los filisteos, aunque más corto, pues se dijo: “No se arrepienta el pueblo si se ve atacado, y se vuelva a Egipto.” 18Hízole Yahvé rodear por el camino del desierto, hacia el mar Rojo. Los hijos de Israel subían en buen orden desde Egipto. 19Moisés había recogido los huesos de José, pues había hecho jurar José a los hijos de Israel que, cuando Yahvé los visitara, se llevarían consigo sus huesos lejos de allí. 20Partieron de Sucot, acamparon en Etam, al extremo del desierto. 21Iba Yahvé delante de ellos, de día, en columna de nube, y de noche en columna de fuego, para alumbrarlos y que pudiesen así marchar lo mismo de día que de noche. 22La columna de nube no se apartaba del pueblo de día, ni de noche la de fuego.
1 Exo 22:293; Exo 34:19s; Lev 27:265; Num 3:13; Num 8:16s; Deu 15:195. – 2 Cf. Eze 9:4-6. – 3 Cf. Mat 23:5 : los judíos llevaban las “filacterias” con pie también la Mishna, trat. Bekhorot (primogénitos) V 4. – 4 Cf. Gen 4:4. – 5 Cf. Lev 11:3. – 6 Cf. Num 18:15-17.plegarias de la Ley o tefiUim. Véase
Fuente: Biblia Comentada
Esta sección relata la marcha de los israelitas desde Egipto hasta el monte Sinaí.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
ii. De Egipto al Sinaí (Éxo 12:37-51; Éxo 13:1-22; Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-27; Éxo 16:1-36; Éxo 17:1-16; Éxo 18:1-27)
Análisis de discurso
Esta segunda parte del libro del Éxodo narra el período que va desde la salida de Egipto hasta la llegada al monte Sinaí. Allí se establecerán los israelitas para recibir las tablas de la ley, que, en sentido amplio, incluirán todo el sistema de leyes regulativas de la vida social y religiosa de Israel. La estancia en Sinaí se prolongará más allá de nuestro libro hasta Núm 11:33, donde se narra la partida de ese lugar, camino a Canaán.
Esta parte está construida sobre el esquema llamado “del itinerario”. Este estilo literario organiza el relato de acuerdo con las etapas del viaje y establece las características de cada estancia. Algunas de estas estancias están más desarrolladas que otras, pero todas tienen su propio sentido. Cada etapa se comienza a narrar con una fórmula del tipo: «Partieron de y acamparon en ». A veces la mención de ambos lugares está en el mismo versículo, mientras que otras veces la mención del lugar de arribo está indicada lejos de la primera parte.
Entre Egipto y el Sinaí hay seis etapas, y el séptimo lugar al que arriban los israelitas es el monte el Dios. Siete es un número simbólico, es el número de lo completo y acabado, de modo que la designación del Sinaí en séptimo término indica la importancia que el texto otorga a ese lugar. En el análisis iremos viendo cada una de las etapas y su significación particular.
A. De Ramsés a Sucot (Éxo 12:37-51; Éxo 13:1-19)
Para comenzar el itinerario, los israelitas se trasladaron de la ciudad de Ramsés hasta Sucot, todavía dentro de Egipto. Es improbable que todos los israelitas de Egipto estuvieran en esa ciudad, aunque quizás, por el contrario, la comunidad se había establecido allí y, efectivamente, partió en su totalidad desde ese lugar únicamente. Es difícil afirmar una u otra posibilidad. En general, pensamos que el texto tiende a simplificar los procesos históricos y que pudo suceder que allí hubiera una concentración mayor de israelitas y que llegaran otros desde diversos puntos del país. En esta narración se incluyen prescripciones acerca de la Pascua y de los primogénitos, así como diversas informaciones relativas al tiempo de estancia en Egipto y detalles de la partida.
1. Comienzo de la marcha (Éxo 12:37-42)
TÍTULO: Tanto RV95 como TLA distinguen esta unidad y le dan un título que consideramos correcto y evidente (también DHH). NVI titula «El éxodo». Es para resaltar que no todas las versiones coinciden en que el éxodo comienza en este versículo. BJ coloca el comienzo en Éxo 13:17, aunque el hecho de poner el título allí implica hacer caso omiso de la información previa.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
3. Los primogénitos y los panes sin levadura (Éxo 13:1-10)
Análisis de discurso
Esta sección vuelve sobre el tema de los primogénitos y los panes ázimos. Los versículos Éxo 13:1-2 (sobre los primogénitos) continúan en Éxo 13:11-16, de modo que Éxo 13:3-10 es una inserción dentro de ese discurso. Se repiten datos ya presentados en el capítulo Éxo 12:1-51 y se agregan otras informaciones.
TÍTULO: Antes del título de esta unidad, TLA coloca un título para toda la sección Éxo 13:1-22; Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-27; Éxo 16:1-36; Éxo 17:1-16; Éxo 18:1-27 : «Peregrinación por el desierto», y luego coloca como subtítulo: «Fiesta de los Panes sin levadura». Si se sigue la costumbre de titular secciones mayores, estos títulos son aceptables y pueden utilizarse con provecho. En cambio, si se divide el texto en subunidades menores, como hacemos aquí, es mejor seguir RV95 o titular esta sección: “Los primogénitos”.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
13.2 Consagrar significa sacrificar o considerar algo como perteneciente a Dios. Esta dedicación descrita en 13.11-16, era para recordar al pueblo su liberación por parte de Dios.13.4 «En el mes de Abib» corresponde a fines de marzo o principios de abril de nuestro calendario.13.6-9 La Fiesta de los Panes sin Levadura marcó a los hebreos como un pueblo único, ya que quedaron señalados con la marca sobre sus manos y sobre sus frentes. ¿Qué hace para ser identificado como un seguidor de Dios? La forma de críar a sus hijos, mostrar amor hacia los demás, mostrar interés por los pobres y vivir en devoción a Dios; acciones como estas dejarán señales visibles que todos podrán ver. Mientras que los grupos nacionales se caracterizan por las tradiciones y las costumbres, los cristianos están marcados por el amor de los unos hacia los otros (Joh 13:34-35).13.12-14 ¿Qué quiso decir Dios cuando expresó: «redimirás al primogénito de tus hijos»? Los israelitas escaparon de Egipto durante la noche, Dios perdonó las vidas de los primogénitos de los hebreos si la casa en la que vivían tenía sangre en los dinteles de las puertas. Y como Dios salvó sus vidas, tenía derecho a reclamarlas. Pero Dios ordenó a los israelitas que volvieran a recuperar a sus hijos. Este ritual tenía tres propósitos: (1) era un recordatorio para el pueblo de cómo Dios salvó del ángel de la muerte las vidas de sus hijos y los liberó de la esclavitud; (2) mostraba el gran respeto que Dios tiene hacia la vida humana al distinguir a su pueblo de las religiones paganas que sacrificaban vidas humanas para hacer las paces con sus dioses; (3) preveía el día en que Jesucristo compraría nuestra salvación pagando el precio del pecado de una vez y para siempre.13.17, 18 Dios no siempre obra en la forma en que a nosotros nos parece mejor. En lugar de guiar a los israelitas por la ruta directa de Egipto a la tierra prometida, los llevó por una larga ruta para evitar que pelearan con los filisteos. Si Dios no lo lleva por la ruta más corta a su meta, no se queje ni se resista. Sígalo de buena gana y confíe en que lo guiará a salvo entre obstáculos invisibles. El puede ver el final de su jornada desde el principio y conoce la ruta mejor y la más segura.13.17, 18 ¿Cuándo dejaron Egipto los hebreos? Hay dos teorías. La anterior dice que el éxodo ocurrió alrededor de 1446-1445 a.C. La posterior sugiere que ocurrió entre 1300 y 1200 a.C. Aquellos que sostienen la fecha primera señalan 1Ki 6:1, donde la Biblia claramente menciona que el rey Salomón comenzó a construir su templo 480 años después que los hebreos salieron de Egipto. Como la mayoría de los eruditos están de acuerdo en que Salomón comenzó la construcción de su templo en 966, esto coloca el éxodo en el año 1446. Pero aquellos que sostienen la fecha posterior sugieren que no se pueden tomar en forma literal los 480 años. Se basan en Exo 1:11, que dice que los hebreos construyeron las ciudades de almacenaje de Pitón y Ramesés, nombradas en honor del faraón Ramesés II, que reinó alrededor del año 1290 a.C. Sea correcta o no, la fecha, el hecho es que Dios sacó a los hebreos de Egipto, tal y como lo prometió. Esto muestra su gran poder y el gran amor por su pueblo.13.21, 22 Dios dio a los hebreos una columna de nube y de fuego para que supieran día y noche que estaba con ellos en su peregrinaje a la tierra prometida. ¿Qué nos ha dado a nosotros para que tengamos la misma seguridad? La Biblia, algo que los israelitas no tenían. Lea la Palabra de Dios para tener la seguridad de su presencia. Aunque los hebreos miraban la columna de nube y fuego, nosotros podemos mirar la Palabra de Dios día y noche para saber que está con nosotros, ayudándonos en nuestro peregrinaje.13.21, 22 La columna de nube y fuego era un ejemplo de teofanía, aparición de Dios en forma física. De esta manera, Dios alumbró el camino de Israel, los protegió de sus enemigos, les proporcionó seguridad, controló sus movimientos y simbolizó el celo ardiente que Israel debía tener por su Dios.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
[2] Ex 34, 19; Lev 27, 26; Num 8, 16; Luc 2, 23.[9] Los hebreos escriben en pedacitos de pergamino algunas palabras de este capítulo del Exodo, se los atan en la frente de una a otra oreja, y en el puño. Mat 23, 5.[12] Ex 22, 29; 34, 19; Ez 44, 30.[19] Gen 50, 24.[21] Era una misma columna, la cual de día hacía sombra y de noche se inflamaba. Sal 105 (104); 1 Cor 10, 12.[22] Num 14, 14; 1 Cor 10, 1.