Comentario de Éxodo 15:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Jehovah, diciendo: “¡Cantaré a Jehovah, pues se ha enaltecido grandemente! ¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!
Entonces cantó Moisés. Jue 5:1-31; 2Sa 22:1-51; Sal 106:12; Sal 107:8, Sal 107:15, Sal 107:21, Sal 107:22; Isa 12:1-6; Isa 51:10, Isa 51:11; Apo 15:3.
porque se ha magnificado grandemente. Éxo 15:21; Éxo 14:17, Éxo 14:18, Éxo 14:27; Éxo 18:11; Col 2:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El cántico de Moisés, María e Israel por su liberación, Éxo 15:1-21.
El pueblo quiere agua en el desierto, Éxo 15:22.
Las aguas de Mara son amargas, ellos murmuran, Moisés ora y Dios endulza las aguas por medio de Moisés, Éxo 15:23-26.
Acampan en Elim, donde hay doce fuentes de aguas y setenta palmeras, Éxo 15:27.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Esta sección contiene el primer salmo de la Biblia. Es un canto a la liberación. Otras secciones poéticas en Génesis (Gén 1:27; Gén 3:14-16, Gén 3:17-19; Gén 4:23-24) son demasiadas cortas para que sean consideradas salmos. Moisés compuso este primer salmo, y la gramática, el vocabulario y la estructura testifican lo antiguo de su origen (lea Deu 32:1-52 y Sal 90:1-17, otros dos salmos de Moisés).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
cantó Moisés y los hijos de Israel para rendir culto todos juntos, como una comunidad de creyentes, no sólo como una nación. Y ellos le cantaron a Jehová; Él era la principal audiencia. La expresión se ha magnificado enormemente es una construcción enfática que expresa el enorme regocijo por la gran victoria de Dios (Éxo 18:18).
caballo y el jinete también pueden entenderse como «los caballos y los carros». Los verbos ha echado en hebreo son inusuales e ilustrativos. Describen a Dios como si alcanzara y lanzara a los miembros de la armada egipcia al agua uno por uno.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ENTONCES CANTÓ MOISÉS… ESTE CÁNTICO. Este cántico celebra la victoria de Dios en el Mar Rojo sobre los poderes egipcios. Es un himno de alabanza y acción de gracias a Dios por su majestad, poderío militar y fidelidad a su pueblo. La liberación de Egipto prefigura y profetiza la victoria del pueblo de Dios sobre Satanás y el anticristo durante los postreros días; por eso a uno de los cantos de los redimidos se le llama «el cántico de Moisés» (Apo 15:3).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
15. Cántico Triunfal de Moisés.
E l paso del mar colocaba a Israel fuera de las fronteras de Egipto, aunque no fuera de las tierras de su influencia; pero la destrucción del ejército egipcio ponía el sello a la liberación israelita. Ningún suceso más merecedor de esta manifestación de alegría para el pueblo y de hacerlo pasar a la historia con un cántico inspirado. En el libro de los Jueces, Débora celebra la victoria de Israel sobre los cananeosl. El cántico de Moisés, conservado en la Sagrada Escritura, sirve para renovar a través de los siglos las victorias que Dios había concedido a los suyos.
En la forma actual del cántico se advierten detalles y alusiones que arguyen una composición posterior al mismo Moisés; v.gr., la mención de Edom, de Moab, de los filisteos, con quienes, andando el tiempo, los israelitas tendrán muchos encuentros, pero que en tiempos del éxodo no les serían conocidos a los hebreos. Se habla, además, del monte de la heredad de Yahvé, en el cual las manos de Yahvé fundaron su santuario, el templo de Jerusalén. Todo esto arguye que el cántico, en su forma actual, es posterior a Moisés. Algo semejante hemos visto en la bendición de Jacob a sus hijos. De todos modos, en su primera parte (v.1-11) hay signos de arcaísmo, y bien puede ser obra del gran libertador israelita. Así, se citan como arcaísmos las designaciones de Yahvé como un guerrero (v-3) y su comparación con los dioses (v.11)2.
Primera Parte: la Victoria Sobre los Egipcios (1-11).
1Entonces cantaron Moisés y los hijos de Israel a Yahvé este canto diciendo:
Cantaré a Yahvé, que se ha mostrado sobre modo glorioso; El arrojó al mar el caballo y el caballero.
2Yahvé es mi fortaleza y el objeto de mi canto; El fue mi salvador,
El es mi Dios, y yo le alabaré;
es el Dios de mi padre, yo le exaltaré.
3Yahvé es un fuerte guerrero, Yahvé es su nombre.
4Precipitó en el mar los carros del faraón y su ejército; la flor de sus capitanes se la tragó el mar Rojo.
5Cubriéronlos los abismos,
y cayeron al fondo como una piedra.
6Tu diestra, ¡oh Yahvé!, engrandecida por la fortaleza; tu diestra, ¡oh Yahvé!, detrozó al enemigo.
7En la plenitud de tu poderío derribaste a los adversarios; diste rienda suelta a tu furor, y los devoró como paja.
8Al soplo de tu ira amontonáronse las aguas, se pararon las corrientes olas, como un dique; cuajáronse los abismos en el fondo del mar.
9Díjose el enemigo: “Los perseguiré, los alcanzaré; me repartiré sus despojos, hartaráse mi alma. Desenvainaré mi espada, y los despojará mi mano.”
10Enviaste tu soplo, y los cubrió el mar;
se hundieron como plomo en las poderosas aguas.
11¿Quién como tú, ¡oh Yahvé!, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, obrador de prodigios?
El poeta canta la gloria y poder de Yahvé, que se ha mostrado venciendo a los poderosos egipcios y anegando al caballo y al caballero (v.1)3. Se le llama enfáticamente fuerte guerrero, o mejor lit. “hombre de guerra” (v.3). El texto samaritano considera quizá la palabra irrespetuosa para Dios, y traduce: “poderoso en el combate.” Los LXX: “el Señor que rompe las guerras.” El nombre de Yahvé en boca del poeta es el símbolo del poder y el desafío a los enemigos, como el “¡Santiago y cierra España!” de nuestros caballeros de la Edad Media: ¡Yahvé es su nombre! Ningún Dios egipcio puede medirse con El, como queda demostrado en la terrible derrota de los egipcios, que han caído al fondo como una piedra (v.5). Su furor es como un fuego devorador que devora a sus enemigos como paja (v.7). Es un símil corriente en la literatura profética4. Después el poeta describe las ansias de venganza y de botín de los enemigos que desean caer sobre el indefenso Israel (v.9). Pero de nada les sirvió su fuerza: se hundieron como plomo en las poderosas aguas (v.10). Ante ese milagro insólito, el poeta proclama la grandeza y poder de su Dios frente a la inanidad de los ídolos egipcios: ¿Quién como tú, magnifico en santidad…? (v.11). La santidad de Dios era lo específico y característico de la divinidad según los hebreos, lo que le aislaba y situaba en una atmósfera inaccesible a la criatura. Era una noción algo similar a la nuestra de trascendencia. El poeta, pues, proclama el carácter único de su Dios, que con un soplo anegó a los ejércitos del faraón. Es el soberano del mundo, obrador de prodigios.
Los Pueblos Gentiles, Atemorizados ante las Hazañas de Yahvé (12-21).
12Tendiste tu diestra, y se los tragó la tierra. 13En tu misericordia tú acaudillaste al pueblo que redimiste, y por tu poderío lo condujiste a tu santa morada. 14Supiéronlo los pueblos, y temblaron; el terror se apoderó de los filisteos. 15Los príncipes de Edom se estremecieron, se apoderó la angustia de los fuertes de Moab. Todos los habitantes de Canaán perdieron su valor. 16Cayeron sobre ellos el espanto y la angustia. Por la fuerza de tu brazo se quedaron inmóviles como una hasta que tu pueblo, ¡oh Yahvé!, pasó; piedra, hasta que pasó el pueblo que redimiste. 17Tú le introdujiste y le plantaste en el monte de tu heredad, ¡oh Yahvé!; en el santuario, ¡oh Yahvé!, que fundaron tus manos. 18Yahvé reinará por siempre jamás. 19Entraron en el mar los caballos del faraón, sus carros y sus caballeros, y echó Yahvé sobre ellos las aguas del mar. Mas los hijos de Israel pasaron por en medio del mar a pie enjuto. 20María la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un tímpano, y todas las mujeres seguían en pos de ella con tímpanos y en coros, 21y María les respondía: “Cantad a Yahvé, que ha hecho resplandecer su gloria, precipitando en el mar el caballo y el caballero.”
En esta segunda parte se habla del eco que han tenido entre las gentes los prodigios de Yahvé en favor de su pueblo. Es un canto lírico-épico de redacción posterior en su forma actual, que procura continuar la composición poética anterior, si bien reflejando hechos posteriores.
El v.12 parece aludir al hecho narrado en Num 16:30.32: Coré, Datan y Abirón fueron tragados por la tierra en castigo de su rebelión. Con ello quedaba acreditada la autoridad de Moisés, como lo había sido en el paso del mar Rojo contra los egipcios. Yahvé condujo a su pueblo a la santa morada (v.13), la tierra santa, propiedad de Yahvé, o bien su mismo santuario en Jerusalén. Yahvé había sacado a los israelitas no sólo para librarlos de la servidumbre, sino sobre todo para darles la tierra prometida a los patriarcas5. En su peregrinación hacia la tierra prometida, Yahvé desplegó su poder sobrehumano, sembrando el pavor en todas las poblaciones con las que Israel iba entrando en contacto: Supiéronlo los pueblos, y temblaron; … filisteos, principes de Edom…, fuertes de Moab, habitantes de Canaán perdieron su valor (v.14-15). De este modo se puede decir que Yahvé “ha comprado” a su pueblo a precio de portentos y maravillas. Son todos motivos para agradecerle por parte de los beneficiados, los israelitas: Tú le introdujiste y le plantaste en el monte de tu heredad (v.17), Jerusalén, centro ‘de la teocracia, donde Yahvé moraba en su santuario como en los cielos. Allí permanecerá para siempre como Rey de su pueblo (v.18).
El v.19 es considerado como glosa redaccional para recordar la ocasión del cántico. Por su falta de ritmo no encaja en la composición lírica del contexto.
Las mujeres solían recibir a los vencedores con cánticos y danzas, como aún ocurre en las tribus del desierto6. Así, María, hermana de Moisés y Aarón, les sale al paso y se asocia al cántico general. Se la llama hermana de Aarón, sin mencionar a Moisés, porque aquél era mayor en edad, y quizá porque se iba a aliar con Aarón contra Moisés7. Se la llama profetisa quizá por ser hermana de Moisés, pero sobre todo porque aparece también como portavoz de Yahvé8. El nombre de María puede ser egipcio, como el de Moisés. Quizá haya que relacionarlo con el meri egipcio, que significa amado, que entra en la formación de nombres teóforos. Unido al nombre de Yahvé (Yam: Yaw), tendríamos el nombre teóforo: Meri-Yam (Miryam) : “amada de Yahvé.”9 San Jerónimo, leyendo Mar-yam, traduce stella maris. Probablemente haya que leer stilla en vez de stella, ya que mar significa “gota de agua.”10
Las Aguas de Mara (22-27).
22Mandó Moisés que los hijos de Israel se partieran del mar Rojo. Avanzaron hacia el desierto del sur y marcharon por él tres días, sin hallar agua. 23Llegaron a Mara, pero no pudieron beber el agua de Mará, por ser amarga; por eso se dio a este lugar el nombre de Mará. 24El pueblo murmuraba contra Moisés: “¿Qué vamos a beber?” 25Moisés clamó a Yahvé, que le indicó un madero que él echó en el agua, y ésta se endulzó. Allí dio al pueblo leyes y le puso a prueba. 26Les dijo: “Si escuchas a Yahvé, tu Dios; si obras lo que es recto a sus ojos, si das oído a sus mandatos y guardas todas sus leyes, no traeré sobre ti ninguna de las plagas con que afligí a Egipto, porque yo soy Yahvé, tu salvador.” 27Llegaron a Elim, donde había doce fuentes y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.
Israel sale de Egipto después de haber vencido la resistencia del faraón, gracias al poder que Dios había depositado en las manos de Moisés. Con diversas imágenes, se nos dijo después que Dios caminaba a la cabeza del pueblo (en forma de “nube” o como “ángel”). Todo esto debía contribuir a enraizar en el corazón de Israel la fe en Dios y en Moisés. Como en los comienzos del Evangelio, abundaban las gracias carismáticas, con que el Espíritu daba testimonio de Jesús, según dice el mismo Salvador11, lo mismo a los comienzos de la historia de Israel, cuando Dios se disponía a ligarse mediante un pacto con el pueblo israelita, abundaban los prodigios acomodados a la condición del pueblo y a sus necesidades. Bien dice San Gregorio que, cuando se planta un árbol, es preciso regarle con frecuencia; pero el riego cesa a medida que el árbol se va enraizando en la tierra.
Estos milagros ofrecen una dificultad cuando se los compara con los evangélicos, y la dificultad está en la forma de su narración, según hemos visto en el paso del mar Rojo. Los doctores posteriores de Israel los han hecho materia de sus meditaciones y objeto de exégesis haggádica, que a veces ha sido consignada en la Sagrada Escritura. Todo esto es necesario tomarlo en cuenta, primero para ver la razón de la abundancia de los prodigios que leemos en el Pentateuco; luego para entender las dificultades de su exégesis y el valor que puedan tener los pasajes paralelos posteriores. A esto hay que unir la parte imaginativa que haya podido haber en la idealización de los mismos hechos prodigiosos, teniendo en cuenta que han sido cantados por la épica popular.
La primera etapa en pleno desierto es la de Mara, llamada así por sus aguas salobres y amargas -filtraciones del mar -, endulzadas taumatúrgicamente por Moisés. Subsisten todavía, y llevan el nombre de Moisés: ‘Ayun Musa (“fuentes de Moisés”)12.
En el v.26 encontramos una invitación al cumplimiento de los preceptos de Yahvé, sin que éstos se especifiquen. Probablemente son una serie de mandatos provisionales para dirigir la vida religiosa y campamental de los fugitivos antes de la legislación del Sinaí. Hemos de suponer que Moisés, al encontrarse con su pueblo en el desierto, tuvo que lanzarse a una obra inmediata de organización, dirigida siempre por ciertos preceptos religiosos recibidos de la época patriarcal o impuestos ahora por la autoridad del libertador, que obraba y legislaba como lugarteniente de su Dios. Estaban recientes las plagas de Egipto, y era fácil amenazarlos con los flagelos que habían sufrido los subditos del faraón. De hecho, por entonces el poder taumatúrgico de Moisés era la gran base de su prestigio político-religioso13.
La segunda estación es Elim, donde había doce fuentes y setenta palmeras (v.27), generalmente identificado con el oasis de Wady Garandel, lugar frecuentado por las caravanas que se cruzaban, camino de Egipto, en la ruta costera del mar Rojo14.
1 Jue 0:5. – 2 Cf. Lagrange, Le cantique de Moïse aprés le passage de la mer Rouge: RB (1899) p.540. – 3 En realidad, los egipcios no tenían caballería montada, y el texto hebreo dice literalmente “al caballo y a su conductor,” aludiendo al conductor del carro guerrero. – 4 Cf. Isa 5:24; Isa 47:14; Joe 2:3; Abd 1:18; Mal 3:19. – 5 Cf. Sal 78:54. – 6 Cf. Jue 11:34; 1Re 18:6-7. – 7 Cf. Num 12:1. – 8 Cf. Num 12:2. – 9 Es la opinión de Zorell, entre otros. – 10 Otros prefieren ver una raíz heb.: marah (ser rebelde) o mara’ (ser gorda). Cf. O. bar-denhewer, Der Name María (1895): “Biblische Studien,” citado por A. Clamer, o.c., p.152. – 11 Cf. Jua 15:26. – 12 Cf. Bourdon, La route de l’Exode: RB (1932) p.54Q. Sobre otras identificaciones véase Abel, o.c., I 434. – 13 Algunos autores ven en el v.2ó una adición del deuteronomista. No obstante, la alusión a las “plagas” y el título dado a Yahvé de “sanador” (después de haber purificado las aguas de Mará) parecen reflejar la mentalidad del desierto. – 14 Ehim puede ser un plural de elah (encina, terebinto), relacionado por la tradición popular con el nombre El de Dios. Véase Abel, o.c., II 210.
Fuente: Biblia Comentada
Cantaré. Los israelitas comenzaron a cantar en primera persona, personalizando así el cántico de la comunidad como individualmente significativo, proclamando cada persona la victoria de Jehová y declarando quién y qué era Él para cada uno de ellos (observe los pronombres posesivos en el v. Éxo 15:2).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección relata la marcha de los israelitas desde Egipto hasta el monte Sinaí.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
ii. De Egipto al Sinaí (Éxo 12:37-51; Éxo 13:1-22; Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-27; Éxo 16:1-36; Éxo 17:1-16; Éxo 18:1-27)
Análisis de discurso
Esta segunda parte del libro del Éxodo narra el período que va desde la salida de Egipto hasta la llegada al monte Sinaí. Allí se establecerán los israelitas para recibir las tablas de la ley, que, en sentido amplio, incluirán todo el sistema de leyes regulativas de la vida social y religiosa de Israel. La estancia en Sinaí se prolongará más allá de nuestro libro hasta Núm 11:33, donde se narra la partida de ese lugar, camino a Canaán.
Esta parte está construida sobre el esquema llamado “del itinerario”. Este estilo literario organiza el relato de acuerdo con las etapas del viaje y establece las características de cada estancia. Algunas de estas estancias están más desarrolladas que otras, pero todas tienen su propio sentido. Cada etapa se comienza a narrar con una fórmula del tipo: «Partieron de y acamparon en ». A veces la mención de ambos lugares está en el mismo versículo, mientras que otras veces la mención del lugar de arribo está indicada lejos de la primera parte.
Entre Egipto y el Sinaí hay seis etapas, y el séptimo lugar al que arriban los israelitas es el monte el Dios. Siete es un número simbólico, es el número de lo completo y acabado, de modo que la designación del Sinaí en séptimo término indica la importancia que el texto otorga a ese lugar. En el análisis iremos viendo cada una de las etapas y su significación particular.
A. De Ramsés a Sucot (Éxo 12:37-51; Éxo 13:1-19)
Para comenzar el itinerario, los israelitas se trasladaron de la ciudad de Ramsés hasta Sucot, todavía dentro de Egipto. Es improbable que todos los israelitas de Egipto estuvieran en esa ciudad, aunque quizás, por el contrario, la comunidad se había establecido allí y, efectivamente, partió en su totalidad desde ese lugar únicamente. Es difícil afirmar una u otra posibilidad. En general, pensamos que el texto tiende a simplificar los procesos históricos y que pudo suceder que allí hubiera una concentración mayor de israelitas y que llegaran otros desde diversos puntos del país. En esta narración se incluyen prescripciones acerca de la Pascua y de los primogénitos, así como diversas informaciones relativas al tiempo de estancia en Egipto y detalles de la partida.
1. Comienzo de la marcha (Éxo 12:37-42)
TÍTULO: Tanto RV95 como TLA distinguen esta unidad y le dan un título que consideramos correcto y evidente (también DHH). NVI titula «El éxodo». Es para resaltar que no todas las versiones coinciden en que el éxodo comienza en este versículo. BJ coloca el comienzo en Éxo 13:17, aunque el hecho de poner el título allí implica hacer caso omiso de la información previa.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
C. De Etam al mar (Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-21)
Análisis de discurso
Esta unidad se divide en tres partes, las dos primeras, narrativas, y la última, un poema que celebra la victoria de Dios sobre los egipcios. Aquí se narra el hecho milagroso más popular del éxodo, el cruce del Mar de los Juncos (ver comentario de Éxo 13:18, bajo Mar Rojo), el cual se abrió a instancias de una acción de Dios y luego se cerró sobre el ejército del faraón, que venía persiguiendo a los israelitas. La descripción de los hechos consiste en señalar que sopló un viento durante la noche que separó las aguas de modo que Israel pudo cruzar sobre suelo seco, pero cuando sus perseguidores estaban en medio del cruce y comenzaba el amanecer, el agua volvió a su lugar y ahogó a los enemigos.
Se puede constatar que este relato ha sido construido sobre la base de dos tradiciones que ofrecen sendas versiones de lo sucedido. En algunos casos, se puede incluso discernir una tercera fuente de información. De todos modos, el trabajo de redacción ha sido muy bien hecho y se puede leer la narración de corrido sin hallar incoherencias mayores. Es evidente que el redactor contó con más de una versión de los hechos y reunió información tomada de tales versiones para construir una historia que las abarcara y que ofreciera un panorama aceptable para todas. Felizmente, esta dimensión del texto no afecta mayormente la traducción. Para una ampliación de este aspecto, ver la obra de Martin Noth (pp. 102-119).
Las partes que conforman la presente unidad son las siguientes: Persecución de los israelitas (Éxo 14:1-14); Cruce del Mar de los Juncos (Éxo 14:15-31); y Canto triunfal (Éxo 15:1-21), que se subdivide en Canto triunfal de Moisés (vv. Éxo 14:1-18) y Canto triunfal de Miriam (vv. Éxo 14:18-21).
1. Persecución de los israelitas (Éxo 14:1-14)
Este relato cuenta los hechos previos al cruce del mar. Dios instruye a Moisés sobre el lugar donde deben estar y le dice cómo el faraón creerá que están perdidos en el desierto, al punto que arremeterá contra ellos, considerándolos una presa fácil. Luego, los israelitas ven que el faraón ha comenzado a perseguirlos y comienzan las quejas contra Moisés por temor a las represalias egipcias. Moisés infunde aliento a su pueblo y le anuncia a los israelitas que deben esperar para ver cómo actuará Dios en defensa de ellos.
TÍTULO: Ambas versiones ofrecen un título similar y adecuado al hecho de que llevan la sección hasta el final del capítulo. Nosotros sugerimos dividir con el propósito de destacar Éxo 14:1-14 del resto, y proponemos como título: “La persecución de los israelitas”, o “El faraón persigue a los israelitas”.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
3. Canto triunfal (Éxo 15:1-21)
a. Canto triunfal de Moisés (Éxo 15:1-18)
Análisis de discurso
A esta pieza y a la siguiente (Éxo 15:19-22) se las considera, con justicia, ejemplos de la más antigua literatura hebrea. Son poemas escritos en un lenguaje arcaico y anteceden cronológicamente al resto de las narraciones entre las que se encuentran literariamente ubicados. Aunque algunos piensan que fueron escritos por los testigos directos de los hechos, es poco probable que fuera así, principalmente porque los versículos Éxo 14:13-18 suponen la existencia del templo en Jerusalén y un pueblo ya instalado en Canaán. Desde el punto de vista de la forma literaria, estamos ante una pieza de uso litúrgico que se cantaba o recitaba a fin de evocar la victoria de Dios sobre los egipcios.
La estructura litúrgica consiste en tres partes ―cada una con una sucesión similar de confesión, narración y respuesta― enmarcadas por un llamado a la adoración y una alabanza final. No es difícil ver esta estructura cuando organizamos el texto de la siguiente manera (seguimos a James Muilenburg, citado por Osborn-Hatton):
Llamado a la adoración Éxo 15:1
I. Dios venció a los egipcios Éxo 15:2-6
Confesión (Éxo 15:2-3)
Narración (Éxo 15:4-5)
Respuesta (Éxo 15:6)
II. Dios es grande Éxo 15:7-11
Confesión (Éxo 15:7-8)
Narración (Éxo 15:9-10)
Respuesta (Éxo 15:11)
III. Dios conduce su pueblo Éxo 15:12-16
Confesión (Éxo 15:12-14)
Narración (Éxo 15:15-16)
Respuesta (Éxo 15:16-17)
Alabanza Éxo 15:18
TÍTULO: RV95 coloca un solo título para los dos cantos. Es una opción adecuada, si no se desea cortar demasiado el texto. TLA prefiere separar los poemas y colocar un título al comienzo del pasaje, que no especifica quién es el autor del canto, y luego, en el versículo Éxo 15:19, un título para el segundo poema, que sí especifica la autoría. Las alternativas de ambas versiones son correctas y aceptables. Sin embargo, debe cambiarse María por el nombre correcto, que es Miriam.
Análisis textual y morfosintáctico
Este pasaje es de especial dificultad para la traducción. Esto se debe a que conjuga el género poético ―ya de por sí de mayor complejidad sintáctica y estilística― con un vocabulario arcaico o con giros lingüísticos poco utilizados en la Biblia. En vista de que no disponemos del espacio para un estudio detallado, hemos preferido anotar sólo algunos de los problemas planteados. No obstante, debemos decir que tanto RV95 como TLA han logrado traducciones de alta calidad, las cuales pueden seguirse con confianza.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Los hijos de Israel entonaron: La expresión hijos de se refiere a los «israelitas» en su conjunto, y así traduce TLA, lo cual es mejor. Otro problema de este versículo es que mientras esta introducción está en plural, el poema está enunciado en primera persona singular, como si hablara Moisés solo. Esta incoherencia está en el hebreo y debe respetarse, pues no altera el sentido del texto.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
En este canto se vuelven a relatar los hechos mencionados en las capítulos anteriores. Consta de dos partes: Éxo 15:4-12 y Éxo 15:13-17. La primera celebra la victoria del Señor sobre el faraón y su ejército; la segunda evoca hechos posteriores al éxodo en los que el Señor es representado como un pastor que guía al pueblo hacía la tierra prometida, y los pueblos que la habitan huyen asustados ante las manifestaciones de poder del Señor. En Apo 15:3 se alude a este canto.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Celebración israelita del poder de Dios
Como una conclusión apropiada al relato anterior de la liberación divina de los esclavizados israelitas del control egipcio, Moisés y el pueblo celebraron en cántico la majestad y el poder de “Jehovah” (1-18). Es significativo que la narración cambia de prosa a poesía. El exaltado lenguaje de la poesía transmite mejor que la prosa los pensamientos y sentimientos de los israelitas mientras adoran a Aquel que tuvo piedad de ellos y los rescató del poder del tirano. Al leer de nuevo lo que tenemos recogido en prosa, el lector también es estimulado a participar en las celebraciones de los israelitas. Mientras el pueblo respondió en adoración y alabanza por lo que Dios ya había hecho, miraron hacia adelante con confianza hacia el futuro. Así su canción termina al enfocar en lo que Dios aún realizará en favor de ellos (13-18). A la luz de los eventos pasados y las expectativas futuras no es de sorprenderse que al final de esta sección leamos de María y de todas las mujeres tocando panderos y danzando con gozo.
Nota. 21 Probablemente este versículo registra sólo la parte inicial del canto de María, el cual repite casi palabra por palabra el comienzo de la canción de Moisés en el v. 1; juntos estos versículos enmarcan esta sección, destacando su principio y conclusión.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
15.1ss La música jugaba un papel importante en la adoración y celebración del pueblo de Israel. El canto era una expresión de amor y agradecimiento, y era una manera creativa de transmitir las tradiciones orales. Algunos dicen que este cántico de Moisés es el registro más antiguo que existe de una canción en todo el mundo. Era un poema épico festivo que celebraba la victoria de Dios, levantaba los corazones y las voces del pueblo por dentro y por fuera. ¡Después de haber sido liberados de gran peligro, cantaron con gran gozo! Los Salmos y los himnos pueden ser formas extraordinarias para expresar consuelo, adoración y agradecimiento cuando usted ha estado en pruebas.15.8 La frase «Los abismos se cuajaron en medio del mar» significa que las aguas se volvieron como duros muros entre los cuales caminaron.15.20 María fue llamada profetisa no sólo porque recibió la revelación de Dios (Num 12:1-2; Mic 6:4), sino también por su habilidad musical. Por lo general la música y la profecía estaban íntimamente relacionadas en la Biblia (1Sa 10:5; 1Ch 25:1).15.23, 27 Las aguas de Mara se contrastan con las fuentes de agua de Elim. Mara representaba la incrédula y quejosa actitud del pueblo que no confiaba en Dios. Elim representa la abundante provisión de Dios. ¡Cuán fácil es murmurar y quejarse demasiado seguido, sólo para ser avergonzados por la ayuda de Dios!15.26 Dios prometió que si el pueblo lo obedecía estarían libres de las enfermedades que infestaban a los egipcios. Muy pocos supieron que muchas de las leyes morales que les dio posteriormente los mantendrían libres de enfermedades. Por ejemplo, la ley de Dios respecto a la prostitución los mantendría libres de enfermedades venéreas. Las leyes de Dios para nosotros a menudo están diseñadas para mantenernos lejos del peligro. El hombre y la mujer son seres complejos. Nuestros físicos, emociones y vidas espirituales se encuentran entrelazadas. La medicina moderna está reconociendo ahora lo que suponía estas leyes daban por sentado. Si queremos que Dios nos cuide, debemos someternos a sus instrucciones.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 623 Jue 5:1; 2Sa 22:1; Rev 15:3
b 624 Éxo 9:16; Éxo 18:11; Sal 106:12
c 625 Éxo 15:21; Sal 136:15
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Moisés y los hijos de Israel…Canto al S eñor . Manera común de empezar un himno de alabanza a Dios (v. Jue 5:3; Sal 89:1; 101:1; 108:1).
Fuente: La Biblia de las Américas
Este hermoso cántico de Moisés y del pueblo exalta la grandeza de Dios hecha patente en Su victoria sobre los egipcios.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
cántico… → Apo 15:3.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., y dijeron, diciendo
O, es exaltado en gran manera
Fuente: La Biblia de las Américas
g Rev 15:3.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[=] *Is 43:16 *Sal 106:12 *Ap 15:3
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[1] Sab 10, 20.[2] Sal 118 (117), 14; Is 12, 2.[13] Es una profecía de lo que hará Dios conduciendo a su pueblo hasta la tierra de promisión.[25] Los padres han considerado este leño como figura del madero de la cruz de Cristo.[25] Jdt 5, 15; Eclo 38, 5.[27] Num 33, 9.