Biblia

Comentario de Éxodo 26:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Éxodo 26:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Harás el tabernáculo de diez tapices de lino torcido, de material azul, de púrpura y de carmesí. Y los decorarás con querubines, obra de fina artesanía.

el tabernáculo de diez cortinas. Éxo 25:8; Éxo 36:8-19; Éxo 40:2, Éxo 40:17-19; 1Cr 17:1; 1Cr 21:29; Jua 1:14; Jua 2:21; Heb 8:2; Heb 9:9, Heb 9:23, Heb 9:24; Apo 21:3.

de lino torcido. Éxo 26:36; Éxo 25:4; Éxo 35:6, Éxo 35:35; Apo 19:8.

y harás querubines. Éxo 25:18.

de obra delicada. Heb. la obra de un artífice, o alguien que borda.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las diez cortinas del tabernáculo, Éxo 26:1-6.

Las once cortinas de pelo de cabra, Éxo 26:7-14.

Las tablas del tabernáculo, con sus bazas y sus barras, Éxo 26:15-30.

El velo del arca, Éxo 26:31-35.

La cortina para la puerta, Éxo 26:36-37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La palabra española tabernáculo procede del latín tabernaculum que significa «tienda». La palabra hebrea (mishkan) quiere decir literalmente «el lugar de la morada». En algunas ocasiones se refiere solamente a la tienda, en otras, implica la tienda con el atrio. La misma palabra hebrea se usa posteriormente en el altar de Silo (Sal 78:60) y para los altares de adoración en Jerusalén antes y después que se construyera el Templo (Sal 26:8Sal 44:4Sal 74:7). En Éxodo, la descripción del tabernáculo comienza por el interior, de acuerdo con la «visión de Dios» y luego sigue con el exterior. De este modo se comienza con las diez cortinas. Estas se dividían en dos grupos. Las cortinas internas se confeccionaron con telas delicadas, colores brillantes y un diseño exquisito. Todo esto estaba prohibido para la gente.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Estas cortinas formaban el techo del tabernáculo

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LINO TORCIDO. Se dieron instrucciones precisas para construir el tabernáculo. Tenía que construirse conforme al modelo de Dios porque era su casa y Él era el diseñador (cf. Éxo 25:9). La salvación y la comunión con Dios son posibles sólo según sus condiciones y conforme a su modelo y revelación (véanse Mat 5:17, nota; Hch 7:44, nota).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

26. El Tabernáculo.
1“La morada la harás de diez cortinas de hilo torzal de lino teñido de púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí, entretejido y representando querubines en tejido plumario. 2Cada cortina tendrá veintiocho codos de largo y cuatro codos de ancho; todas las cortinas tendrán las mismas dimensiones. 3Las unirás de cinco en cinco, 4y pondrás lazos de púrpura violeta en el borde de la cortina que termina el primer conjunto, y lo mismo en el extremo del segundo. 5Cincuenta lazos en el borde del primero y cincuenta en el borde del segundo, correspondiéndose los lazos los unos con los otros. Pondrás cincuenta anillas en uno de los conjuntos de las cortinas y cincuenta en el otro, contrapuestas entre sí. 6Harás cincuenta garfios de oro, y unirás con ellos una cortina a la otra para que hagan una sola morada. 7Harás también once tapices de pelo de cabra para el tabernáculo que cubrirá la morada. 8Cada tapiz tendrá treinta codos de largo y cuatro de ancho. 9Los unirás en dos grupos, uno de cinco y el otro de seis, de modo que el sexto tapiz del segundo se doble sobre el frente del tabernáculo. 10Harás cincuenta anillos de bronce para el borde de uno de los conjuntos, para que pueda unirse al otro, y cincuenta para el borde del otro, para que pueda unirse al primero. 11Harás también cincuenta garfios de bronce para unir anillos con anillos, de modo que todo haga un solo tabernáculo. 12Lo sobrante de los tapices de la tienda, esto es, la mitad del tapiz sobrante, penderá sobre la parte posterior de la morada; 13un codo de un lado, un codo del otro, que es lo que sobra del largo del tabernáculo, se extenderá sobre los lados de la morada, a uno y a otro, para cubrirlos. 14Harás también para el tabernáculo una cubierta de pieles de carnero teñidas de escarlata, y otra sobre ésta de pieles de tejón. 15Harás también para la morada tablones de madera de acacia, que pondrás de pie, 16y tendrán cada uno diez codos de largo y codo y medio de ancho, 17En cada uno habrá dos espigas paralelas entre sí; así harás para todos los tablones del tabernáculo. 18De estos tablones, veinte estarán en el lado del austro, hacia el mediodía. 19Harás cuarenta basas de plata para debajo de los veinte tablones, dos basas para debajo de cada tablón, para las dos espigas, 20En el otro lado de la morada que mira al aquilón harás otros veinte tablones 21y cuarenta basas de plata, dos basas para debajo de cada tablón. 22Al lado que mira al occidente pondrás seis tablones, 23y otros dos en cada uno de los ángulos posteriores de la morada, 24unidos ambos de abajo arriba, de modo que cada dos vengan a hacer un tablón angular. 25Son, pues, entre todos ocho tablones con sus dieciséis basas de plata. 26Harás también barras traveseras de madera de acacia, cinco para los tablones de un lado, 27cinco para los del otro y cinco para los tablones de la morada del lado que cierra el fondo a occidente. 28La barra travesera de en medio, que pasará por el medio de los tablones, se extenderá a todo lo largo de cada pared, desde el uno al otro extremo. 29Los tablones los recubrirás de oro, y harás de oro los anillos en que han de entrar las barras traveseras, y éstas las recubrirás también de oro. 30Toda la morada la harás conforme al modelo que en la montaña te ha sido mostrado. 31Haz también un velo de lino torzal, de púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí, entretejido en tejido plumario, figurando querubines. 32Le colgarás de cuatro columnas de madera de acacia recubiertas de oro, provistas de corchetes de oro, y sus cuatro basas de plata. 33Colgarás el velo de los corchetes, y allí, detrás del velo, pondrás el arca del testimonio. El velo servirá para separar el lugar santo del lugar santísimo. 34Pondrás sobre el arca del testimonio el propiciatorio, en el lugar santísimo. 35La mesa la pondrás delante del velo, y frente a la mesa, el candelabro. Este, del lado meridional de la morada; la mesa, del lado norte. 36Harás también para la entrada del habitáculo un velo de lino torzal, púrpura violeta, púrpura escarlata, entretejido en tejido plumario. 37Para este velo harás cinco columnas de madera de acacia recubiertas de oro y con corchetes de oro, y fundirás para ellas cinco basas de bronce.”

El tabernáculo cuyos planes recibió Moisés de Yahvé, en nada se parecía a las tiendas comunes de Israel, las cuales no serían diferentes de las que hoy usan los beduinos del desierto arábigo. Tenía aquel primero un armazón de madera, formado por tablones de acacia recubiertos de oro, sostenidos por basas de plata y unidos entre sí por barras de acacia cubiertas también de oro, que se introducían en unos anillos asimismo de oro. Como el tabernáculo debía estar orientado del este al oeste, tendría por los lados norte y sur veinte tablones, y del lado de occidente sólo seis. El lado de oriente, el de la entrada, estaba formado por cinco columnas, que sostenían un velo, el cual venía a servir de puerta del tabernáculo. Toda esta armazón llevaba encima cuatro cubiertas: la primera, de lino fino teñido de varios colores; la segunda, de otro tejido de pelo de cabra; la tercera era de pieles de carnero teñidas de rojo, y la cuarta, de pieles de tejón. El interior de la tienda estaba dividida por una cortina, que separaba la parte más interior de la tienda, el santísimo, reservada al arca de la alianza, y la anterior, el santo, donde se colocaban la mesa de los panes, el candelabro y el altar de los perfumes. Es muy de notar aquí la suntuosidad de esta tienda, en cuya confección no entran más que materiales preciosos. Las tiendas del pueblo, como las que hoy usan los beduinos, constarían de una cubierta de pelo de cabra sostenida por algunos postes y sujeta con cuerdas o piquetes clavados en el suelo. La que Yahvé manda preparar para sí se distingue no sólo por la materia, sino también por la forma de las comunes del pueblo. La razón era obvia, pues era la tienda de Yahvé, el Dios de Israel, el General en Jefe de sus ejércitos. Por tanto, la tienda en que El habitase debía corresponder, en cuanto fuera posible, a la majestad y gloria de Dios. Investigar el sentido concreto de cada elemento de esta tienda resulta improcedente, pues muchos detalles corresponden a simples juegos estéticos del forjador de la misma, aunque hay otros de carácter simbólico. Se ha objetado contra la verosimilitud de estos requisitos del tabernáculo la imposibilidad de fabricarlos en el desierto por falta de materias primas. Ya hemos dicho antes cómo los israelitas salieron de Egipto con todo lo que pudieron, sobre todo con materiales suntuosos, y éstos pudieron servir para la construcción del santuario. Sin embargo, como en otras ocasiones dijimos, hay que dejar margen en la descripción que relatamos para retoques, ampliaciones y exuberancias imaginativas de redactores posteriores, que idealizaron el primitivo tabernáculo del desierto para presentarlo a los lectores más digno de Dios y más admirable para las futuras generaciones. Como siempre, el hagiógrafo atribuye directamente al mismo Dios el diseño y concreción de los diversos materiales. Pero ya sabemos que los autores sagrados atribuyen fácilmente todo a la Causa primera, llevados de su profundo sentido religioso y teocrático de la vida social y litúrgica de Israel. En realidad, todo viene de Yahvé, que se preocupa de los más mínimos detalles de la organización cultual de su pueblo1. No obstante, tenemos que suponer que Moisés, para excitar el sentimiento de veneración de su pueblo hacia Yahvé, debió destacar lo más posible la tienda, centro de la vida religiosa en el desierto, y, en la medida de sus posibilidades, la enriqueció con todo lo que pudiera atraer la estimación y la admiración del pueblo sencillo hebreo. Estos, sin duda, habían visto la magnificencia de los templos egipcios, y deseaban para su Dios también una morada digna y deslumbrante. Por eso el caudillo, Moisés, procuró hacer lo más digna posible la Casa del Dios nacional, el Yahvé salvador. Profundo conocedor de la psicología infantil de su pueblo, procuró hacer una morada de Dios digna, que llegara a ser punto de atracción y de admiración de los sencillos israelitas. No hay, pues, nada inverosímil en la substancial concepción del tabernáculo tal como se nos describe, y más bien parece exigido por las condiciones especiales de la naciente comunidad hebrea, cuya conciencia nacional y religiosa estaba en período de formación, y, por tanto, era necesario impresionar con manifestaciones grandiosas de culto a gentes que debían penetrarse de la grandeza y majestad de Yahvé. Esto supuesto, hacemos nuestras las consideraciones de un moderno comentarista: “En cuanto a las imposibilidades técnicas de la construcción de una tienda tal como es descrita en el capítulo 26 del éxodo, no habrían de ser mantenidas contra la historicidad del tabernáculo. La península sinaítica no carece de madera de acacia… El cobre tampoco falta en aquellas regiones… (puesto que había minas de este mineral en esta zona)2. El arte de tejedor y el de orfebre estaba muy perfeccionado en Egipto en los tiempos del éxodo, como lo demuestran los descubrimientos recientes; riqueza, elegancia y buen gusto caracterizan los innumerables objetos descubiertos. Cuando se conoce la influencia del arte egipcio, no se puede dudar que se encontraban israelitas hábiles en el arte de tejer y cincelar la plata y el oro. Los metales preciosos necesarios debían ser procurados por ofrendas voluntarias y el impuesto del santuario, aunque las cifras dadas3 no hayan de tomarse a la letra. Estas observaciones sobre el carácter del relato de la construcción y aderezo del tabernáculo no implican su interpretación en sentido estricto, pues a los elementos antiguos como el arca y la tienda, que remontan a los orígenes del culto mosaico, se han añadido, en el curso de la historia de Israel, otros elementos resultantes del desenvolvimiento del culto, y que han encontrado en el relato del éxodo como una prefiguración.”4
Según la Epístola a los Hebreos, este tabernáculo figuraba también la morada de Dios en el cielo, en la cual entró Jesucristo, como el sumo sacerdote entraba a la parte interior del tabernáculo el día de la expiación nacional para cumplir determinados ritos expiatorios5.

1 La descripción detallada de los materiales del santuario es bastante oscura, pues muchas palabras técnicas son de significación incierta. – 2 Cf. F. M. Abel, Géographie de la Palestine I p.202; A. Barrois, Aux mines du Sinaí: RB (1930) p.578-598. – 3 éxo 38:24-25. – 4 A. Clamer, o.c., p.230. – 5 Ya la exégesis antigua judaica dio valor simbólico a cada una de las partes del tabernáculo. Cf. FL.. Jos., Ant. Jud. III 7,7; filón, Vita Mosis II 725. Véanse también las explicaciones de Tomás de Aquino siguiendo a los Padres (1-2 q.102 3; 4 ad 4).

Fuente: Biblia Comentada

diez cortinas. La hermosura de estas cortinas se podía ver solo desde el interior, quedando ocultas a la vista de todos, excepto de los sacerdotes que entraban, por la gruesa cubierta protectora de cortinas de cabello de cabra, y de pieles de carnero y de tejón (v. Éxo 26:14).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección esboza las actividades de Israel durante su estancia de aproximadamente once meses en el Sinaí (cp. Éxo 19:1 con Núm 10:11).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El principal énfasis en los últimos capítulos recae sobre el diseño y la construcción del lugar central de culto para la nación. Como preparación para la ocupación de su tierra, habían recibido un sistema legal para gobernar su vida individual y nacional, para impedir la explotación de los pobres y de los extranjeros, y como salvaguardia frente al politeísmo y la idolatría. La necesidad de estas salvaguardias quedó confirmada por el incidente idolátrico del becerro de oro (Éxo 32:1-35). Las detalladas instrucciones divinas para el tabernáculo permiten desechar toda suposición acerca de si era comparable en absoluto o si se derivaba para nada de los pequeños santuarios portátiles pertenecientes a diversas deidades tribales. El origen del tabernáculo estaba en Dios y fue dado a Moisés mediante una revelación especial (cp. Éxo 25:9; Éxo 25:40; Éxo 26:30; Heb 8:5).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

III. Alianza en el Sinaí (Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33; Éxo 24:1-18; Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35; Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38)

Análisis de discurso

El monte Sinaí es un lugar privilegiado en el itinerario de Israel por el desierto. Allí arribará el pueblo luego de siete etapas y allí recibirá las leyes que regirán su vida como tal. Si observamos la extensión que tiene esta estancia en el desarrollo de la totalidad del Pentateuco ―59 capítulos sobre un total de 187―, comprobaremos hasta qué punto domina esta alianza en el Sinaí el conjunto de textos de la Torá. Sin embargo, esa extensión mayúscula se justifica por el hecho de que en ese lugar Dios revela de manera explícita qué tipo de relación le propone a su pueblo: cuáles han de ser sus responsabilidades religiosas y sociales, y los términos de la alianza que anuncia realizar. Cuando finalice la estancia en el Sinaí y los israelitas lleguen a las estepas de Moab, ya contarán con un cúmulo de leyes e instrucciones que regularán la vida entera del pueblo y de sus líderes.

Se ha observado que en esta sección la forma de los textos está emparentada con los pactos de soberanía y vasallaje comunes en el mundo antiguo, especialmente entre los hititas y los asirios. Estos pactos se realizaban entre un rey poderoso y otro más débil, quien recibía protección militar a cambio de impuestos y lealtad política. La versión del pacto del Sinaí comparte algunos elementos de estos pactos, pero matiza otros, lo cual le da al pacto con Israel una fuerza que supera la de las relaciones políticas. En efecto, a partir de este pacto, toda ofensa a la vida será una ofensa dirigida a Dios mismo, y la responsabilidad por la administración de la justicia y por el ejercicio de la solidaridad no será una obligación ante el rey de turno, sino ante la divinidad misma, la cual pedirá cuentas si dicha obligación no se ejerce según lo pactado.

La estadía en el Sinaí se prolonga hasta Núm 10:11, texto que en el que se narra la partida del pueblo en busca de la tierra prometida. Esto indica que la narración sobrepasa los límites del libro del Éxodo, lo cual pone en evidencia la unidad literaria mayor a la que dicho libro pertenece. Sin embargo, el Pentateuco posee cortes literarios que marcan y justifican su división en cinco libros. Para el caso que nos ocupa, la culminación de la construcción de la Tienda del encuentro y la toma de posesión de la misma por Dios indica una bisagra en la narración. A partir de ese momento, Dios hablará desde la tienda, lo cual hace que se lo ubique y, en cierta medida, se lo identifique con ese lugar.

Es necesario observar la estructura literaria de los capítulos Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33; Éxo 24:1-18; Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35; Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38, que consiste en dos bloques de textos con una dinámica interna diferente cada uno:

I. Introducción

a

Éxo 19:1-25

Alianza

b

Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33

Ratificación de la Alianza

a’

Éxo 24:1-18

II. Prescripciones para la tienda

a

Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18

Idolatría

b

Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35

Construcción de la Tienda

a’

Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38

El primer grupo (caps. Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33; Éxo 24:1-18) contiene una extensa colección de leyes que abarcan todos los aspectos de la vida, presentadas de manera progresiva. Hay una narración introductora (cap. Éxo 19:1-25), y al final, una ratificación. La alianza misma, que incluye el Decálogo y el llamado “Código de la alianza”, ocupa los capítulos Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33. El segundo grupo (caps. Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35; Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38) también es un quiasmo (a, b, a’) que consiste en presentar las instrucciones para la construcción de la morada de Dios, narrar la idolatría y su rechazo por parte de Moisés, para finalizar con la narración de la construcción de la Tienda y su aceptación final por Dios mismo, quien asume la misma como su lugar de residencia. La parte a’ reproduce casi literalmente su contraparte a, ambas relativas a los detalles del santuario, lo cual muestra el celo por cumplir con lo que Dios ha indicado.

A. La alianza (Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-21)

1. De Refidim al Sinaí (Éxo 19:1-2)

TÍTULO: Ambas versiones base proponen para esta sección títulos que abarcan todo el capítulo Éxo 19:1-25. El título de TLA es más claro, pues señala la llegada al Sinaí, evitando la especulación acerca de si ya estaban allí o de si el Sinaí era una roca que acompañaba a Israel en su peregrinar (ver Éxo 17:6).

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

D. Prescripciones para construir el santuario y prescripciones sobre los sacerdotes (Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18)

Análisis de discurso

Esta unidad (Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18) presenta las instrucciones para construir el santuario y confeccionar sus muebles y utensilios, y las vestimentas sacerdotales. Incluye también la descripción del rito de consagración de los sacerdotes y la mención de las habilidades de los artesanos designados para la construcción. Toda esta sección tiene su paralelo en los capítulos Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38, donde se describe la construcción efectiva del santuario. La comparación de ambos pasajes es de provecho, pues revela elementos concordantes y otros que no lo son. Se ha señalado que el orden de la construcción no coincide con el de la instrucción, pero mucho más significativo es que la instrucción sea previa a la idolatría del becerro de oro, y que la construcción del santuario se haga inmediatamente después de dicho episodio. Los elementos teológicos así implicados y la intención del texto de resaltar ciertas características de esta situación no deben estar ausentes en la mente del traductor. Iremos señalando dichos elementos y características en cada subunidad.

La estructura de estos capítulos no es lineal. En la misma se pueden distinguir las siguientes secciones mayores:

Diseño del santuario y de las vestimentas Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43

Rito de consagración de los sacerdotes Éxo 29:1-46

Diseño del altar y elementos rituales Éxo 30:1-38

Epílogo (artesanos, descanso sabático) Éxo 31:1-18

A su vez, hay una estructura que se funda en la fórmula: “Habló Jehová a Moisés y le dijo”. La misma se utiliza para abrir nuevas unidades y debe traducirse siempre del mismo modo. Ya la habíamos visto en Éxo 6:10, Éxo 6:29; Éxo 13:1; Éxo 14:1 y Éxo 16:1. La volvemos a encontrar en Éxo 25:1 y luego en Éxo 30:11. A partir de allí, aparece cuatro veces más (Éxo 30:17, Éxo 30:22; Éxo 31:1 y Éxo 40:1) y en cada caso abre una nueva unidad. Intercalada con esta fórmula encontramos otra: “Y dijo Jehová a Moisés”, en Éxo 30:34 y Éxo 31:12, la cual supone una redacción distinta. El traductor debe cuidar de traducir ambas fórmulas de manera coherente.

Una simple mirada nos revela que los capítulos Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43 son el cuerpo mayor de la unidad. A partir del contenido, no es difícil discernir que los capítulos siguientes fueron incorporados como suplemento al cuerpo principal e incluyen elementos que quedaron olvidados o que fueron agregados al diseño del santuario con posterioridad. La descripción del altar y sus utensilios presente en el capítulo Éxo 30:1-38 debería haber estado en la primera sección, junto a los otros elementos del santuario. El capítulo Éxo 29:1-46 presenta un detallado rito de consagración de los sacerdotes, aunque en el momento de ponerlo en práctica se lo narra muy brevemente y sin exponer sus detalles (Éxo 40:13-15). El epílogo recuerda que todo el trabajo no debe alterar la necesaria observancia del descanso sabático.

Todo el texto pertenece a la fuente llamada “sacerdotal”. Es sabido que se trata de la fuente más reciente, que en este caso retoma información muy antigua y la vuelve a escribir, teniendo en cuenta la situación del Israel establecido en Canaán durante el período posexílico. Sin embargo, la constatación de estas características literarias y su complicado proceso de redacción no debe influir en la traducción misma, dado que según una teoría de traducción, la tarea del traductor es trasladar un texto de una lengua a otra y no reorganizarlo de acuerdo a un orden más acorde a su proceso de redacción o ―en ciertos casos― según una secuencia más lógica y comprensible.

1. Materiales para la construcción (Éxo 25:1-9)

Esta primera unidad se inicia con la descripción de los materiales con los que se construirá el santuario, los cuales se agrupan en siete categorías y deben ser donados por los mismos israelitas: metales, tinturas, telas, madera, aceite, especias y piedras. Es difícil identificar de manera precisa a qué se refieren las palabras utilizadas para designar muchas de las cosas registradas en esta lista, por lo cual la traducción suele ser, en ciertos casos, tentativa. Para definir algunas palabras nos guiaremos por la tradición, que interpreta un giro lingüístico de cierto modo. En otras ocasiones, no queda otra opción que fundarse en testimonios a veces medievales, que si bien no son tan antiguos respecto al texto bíblico, tienen la autoridad limitada, pero real, de haber sido formulados más cerca de los hechos y de la cultura del texto.

Respecto a los nombres de los materiales, es importante optar por una denominación y luego tenerla presente cada vez que en lo sucesivo aparezca la misma palabra hebrea, para que la traducción sea coherente. En general, la repetición de términos ocurre cuando se describe los distintos objetos o cuando se narra su construcción.

TÍTULO: En esta sección, las dos versiones base ofrecen títulos que enfatizan el carácter de ofrenda que tienen los materiales para la construcción del santuario. En nuestro caso, hemos preferido resaltar el tema de la unidad, y por eso sugerimos como título “Materiales para la construcción”

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

5. Las cortinas (Éxo 26:1-14)

Análisis de discurso

El capítulo Éxo 26:1-37 está totalmente dedicado a la estructura del santuario. Comienza con las cortinas que obraban de límites externos, para luego describir la estructura de madera sobre la cual se colgaban (vv. Éxo 26:15-30), y, finalmente, el velo que hacía de separador interno para distinguir el lugar donde se ubicaba el arca de aquel donde se ubicaban la mesa, la lámpara y el altar (vv. Éxo 26:31-37).

Es necesario señalar que la descripción que se ofrece en este capítulo deja algunas dudas respecto a la forma y el diseño del santuario. La mayoría de estas dudas será presentada caso por caso donde corresponda. No obstante, en lo que hace a la forma general, es de destacar que no se puede estar seguro de si las paredes internas del santuario eran cortinas colgadas de una estructura de madera o eran tablas de madera maciza, forradas por fuera con las telas y los cueros descritos. En caso de ser cierta esta última opción, las cortinas no estarían a la vista, sino que quedarían ocultas entre las maderas y los cueros externos.

TÍTULO: Tanto RV95 como TLA llevan esta sección hasta el versículo Éxo 26:30 y titulan en función de toda esa narración. La palabra tabernáculo (ver traducción en el v. Éxo 26:1) puede reemplazarse por “tienda” o, en este caso en particular, por “santuario”. Si se opta por dividir la sección en el versículo Éxo 26:14, sugerimos titular “Las cortinas” o «Cortinajes y toldos» (BJ).

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Tabernáculo: Esta palabra castellana deriva del latín y significa “tienda”. Sugerimos seguir TLA y traducir «santuario» en todos los casos en que aparece la palabra.

Lino torcido: Era un tipo de paño particular, muy conocido en Egipto desde antaño, cuyas fibras se tejían siguiendo el diseño de las canastas. Era más rústico que otros tejidos, pero más resistente, y por eso se lo utilizaba para confeccionar materiales más expuestos a la intemperie. Fue mencionado en Éxo 25:4 como lino fino, pero es necesario decir que en hebreo es una sola palabra. La palabra torcido no es necesaria. Recomendamos traducir de acuerdo con Éxo 25:4.

Azul, púrpura y carmesí: Traducir de acuerdo con Éxo 25:4.

Querubines: Se refiere a que los mismos estarían estampados o pintados en la cortina. Ver Éxo 25:18.

Obra primorosa: Esta expresión traduce un término hebreo cuyo significado es complicado. Algunos piensan que se refiere a que el diseño de los querubines debe ser bien elaborado y hecho por un artista. Otros piensan que se refiere a una técnica de tejido por la cual el dibujo se incorporaba a la tela de tal modo que se podía ver de ambos lados del tejido. Una tercera posibilidad es que refiera a una técnica de pintura con tintas, tal como se la utilizaba en Egipto. La mejor solución la ofrece DHH: «Borda en ellas artísticamente dos seres alados». En esta misma línea traduce NVI: «Con dos querubines artísticamente bordados en ellas».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— la Morada: Es el nombre que recibe la “Tienda del encuentro” en la tradición sacerdotal. Se ha traducido con frecuencia por “tabernáculo”. Era un lugar sagrado donde el Señor se manifestaba a su pueblo y donde Moisés podía consultarlo (ver Éxo 40:34-38). La descripción de este recinto es difícilmente inteligible en sus detalles pues emplea términos técnicos arquitectónicos de la época cuyos significados no se conocen con precisión. Por la descripción que aquí se da sabemos que estaba diseñado para ser desmontable y poder así desplazarse con el pueblo durante su época de peregrinación por el desierto. Además, se asemeja a lo que después será el Templo de Jerusalén del período salomónico (ver 1Re 6:1-38). Según las medidas indicadas en los v. Éxo 26:15-30, la armazón de madera de esta tienda-santuario tenía aproximadamente trece metros y medio de largo por cuatro y medio de ancho y de alto. El velo o cortina interior (Éxo 26:31) lo dividía en dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo (Éxo 26:33), cuya longitud era de nueve metros y cuatro metros y medio respectivamente, de manera que el último tenía forma cúbica. En el lugar santo estaban la mesa del pan de la ofrenda (Éxo 25:23-30; Éxo 37:10-16), el candelabro (Éxo 25:31-40; Éxo 37:17-24) y el altar del incienso (Éxo 30:1-10; Éxo 37:25-28). En el lugar santísimo estaba únicamente el Arca del testimonio o de la alianza (Éxo 25:10-22; Éxo 37:1-9).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Instrucciones para el tabernáculo. A continuación se proveen instrucciones detalladas para la construcción de la tienda o tabernáculo verdadero. Existe algo de incertidumbre acerca de cómo encajaban las diferentes cortinas y los marcos de madera. Ya que la estructura estaba diseñada para ser portátil, probablemente su construcción era similar a la de las otras carpas. Las telas azuladas y los accesorios de oro eran símbolos de realeza. La estructura rectangular sería dividida por una cortina en dos cuartos, probablemente una siendo el doble en tamaño que la otra (31-33). En la más pequeña de las piezas (la parte occidental del tabernáculo) sería puesta el arca del testimonio. Porque se imaginaban a Dios sentado ahí, entronizado entre los querubines, esta parte se llamaba lugar santísimo (34). La sala más grande (la del este) se designaba como lugar santo; estaría amueblada con la mesa de oro y el candelabro (35). La cortina que separaba a las dos piezas tenía figuras tejidas de querubines como un recordatorio de que el camino a la inmediata presencia de Dios estaba vedado para al pecador (cf. Gén. 3:24). (Para más información, véase “Tabernáculo” en el Diccionario Bíblico Mundo Hispano, pp. 701-703.)

Notas. 11 Mientras que en la cortina interior se usaron ganchos de oro, en la cortina externa fueron suficientes ganchos de bronce. 33 Aquel velo os servirá de separación entre el lugar santo y el lugar santísimo: era la última barrera entre los israelitas y Dios. En Mat. 27:51 se registra que cuando Jesús murió una cortina similar en el templo se rasgó de arriba abajo. Por su muerte en la cruz Cristo removió la barrera espiritual que existe entre Dios y la humanidad.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

26.31-33 Este velo separaba los dos lugares sagrados en el tabernáculo: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El sacerdote entraba al Lugar Santo para tener comunión con Dios y vigilar el altar del incienso, el candelabro y la mesa con el pan de la proposición. El Lugar Santísimo era donde Dios mismo moraba, su presencia descansaba en el propiciatorio que cubría el arca del pacto. Sólo el sumo sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo y aun así podía hacerlo una sola vez al año (en el Día de la Expiación) para hacer expiación por los pecados de la nación entera. Cuando Jesucristo murió en la cruz, el velo del templo (que había reemplazado al tabernáculo) se rasgó en dos de arriba a abajo (Mar 15:38), simbolizando nuestro libre acceso a Dios debido a la muerte de Jesús. La gente ya no tenía que acercarse a Dios a través de sacerdotes ni de sacrificios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) O: “lugar de residencia”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1112 Heb 8:5; Heb 9:11

b 1113 Éxo 36:8

c 1114 Gén 3:24; Sal 99:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

diez cortinas. La primera envoltura del tabernáculo (vers. 1– 6) eran diez cortinas tejidas de las cosas mencionadas en 25:4. Diez cortinas en dos grupos de cinco cada uno, unidos con lazos y broches (vers. 5, 6) permitía que fácilmente se fabricaran las cortinas y cuando se desarmara el tabernáculo permitía que pudiera envolverse y llevarse cada cortina.

Fuente: La Biblia de las Américas

cortinas. Las cortinas interiores que cubrían la estructura de madera del mismo tabernáculo.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

O, la morada, y así en el resto del cap.

O, violeta, y así en el resto del cap.

Fuente: La Biblia de las Américas

[=] *Heb 9:11

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[1] Hebr 5, 4.

Fuente: Notas Torres Amat