Comentario de Éxodo 36:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Bezaleel, Oholiab y todos los sabios de corazón en quienes Jehovah ha puesto sabiduría y entendimiento para saber hacer toda la obra de la construcción del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehovah.
Bezaleel. Éxo 31:1-6; Éxo 35:30-35.
hombre sabio de corazón. Éxo 28:3; Éxo 31:6.
la obra del servicio. Éxo 36:3, Éxo 36:4; Éxo 25:8; Núm 7:9; Heb 8:2.
todas las cosas. Éxo 23:21, Éxo 23:22; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38; Sal 119:6; Mat 28:20; Luc 1:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las ofrendas son entregadas a los obreros, Éxo 36:1-3.
La liberalidad del pueblo es contenida, Éxo 36:4-7.
Las cortinas con querubines, Éxo 36:8-13.
Las cortinas de pelo de cabra, Éxo 36:14-18.
La cubierta de pieles, Éxo 36:19.
Las tablas con sus goznes, Éxo 36:20-30.
Las barras, Éxo 36:31-34.
El velo, Éxo 36:35-36.
La cortina para la puerta, Éxo 36:37-38.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
LAS COSAS QUE JEHOVÁ HA MANDADO. En general, estos capítulos repiten el contenido de los caps. Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18, salvo que aquí se llevan a cabo las instrucciones dadas a Moisés para el tabernáculo. Se incluye esta sección para recalcar cuán importante es que el pueblo de Dios tome sus instrucciones con la mayor seriedad y las siga de manera diligente.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
36. Los Directores de las Obras.
1Besalel, Oliab y todos los hombres hábiles, en cuyo corazón había puesto Yahvé inteligencia y se sentían impulsados en su corazón para trabajar en esta obra, hicieron lo destinado al servicio del santuario como Dios se lo había mandado a Moisés. 2Llamó Moisés a Besalel y a Oliab y a todos los hombres hábiles a quienes había dado Yahvé entendimiento y corazón dispuesto, a ponerse a la obra para realizarla, 3y ellos tomaron de Moisés los dones que los hijos de Israel habían traído para ejecutar las obras destinadas al servicio del santuario, y cada mañana seguía el pueblo trayendo a Moisés sus voluntarias ofrendas. 4Pero un día los que hacían las obras para el santuario dejaron el trabajo, 5y vinieron a decir a Moisés: “El pueblo trae bastante más de lo que se necesita para hacer lo que el Señor ha mandado.” 6Y Moisés hizo publicar en el campamento que ninguno, hombre o mujer, trajera ya más dones para el santuario, y se impidió al pueblo traer más. 7Lo reunido bastaba y sobraba para todo lo que había de hacerse.
Dios había señalado a Moisés los principales ejecutores de sus planes y los que habían de dirigir toda la ejecución de la obra, pero no podían ser ellos los únicos en el trabajo. Moisés invitó por ello a cuantos se creían dotados de habilidad, y aquí de nuevo aparece la devoción popular. Hombres y mujeres, cuantos había en el pueblo capaces de alguna labor, acudieron a ponerse bajo la dirección de los maestros para trabajar a sus órdenes. Cuando Salomón se propuso levantar el templo de su Dios, no encontró maestros en Israel y hubo de acudir a Hiram, rey de Tiro1, como lo había hecho su padre para edificar su casa2. Naturalmente, el tabernáculo del desierto era más sencillo de construcción, y no hacían falta maestros canteros ni otros artífices selectos, sino únicamente carpinteros, herreros, tejedores y joyeros. Entre los que salían de Egipto, algunos debían conocer estos oficios, corrientes en la tierra de los faraones, y, puesto que la obra a realizar no era de grandes dimensiones, con algunos bastaba. Es curiosa la observación del hagiógrafo de que fue tanta la afluencia de materiales entregados, que los artistas pidieron a Moisés que prohibiera al pueblo que llevaran más. No cabe mejor elogio de las buenas disposiciones del pueblo, sin duda impresionado por la matanza de muchos después de la adoración del becerro de oro.
La Fabricación del Tabernáculo (8-38).
8Los hombres hábiles, de los que trabajaron en la obra, hicieron el habitáculo de diez cortinas de hilo torzal, de lino, jacinto, púrpura y carmesí, con querubines, en un artístico tejido. 9El largo de cada cortina era de veintiocho codos, y el ancho, de cuatro, todas de las mismas medidas. 10Uniéronse cinco de estas cortinas en un conjunto, y cinco en otro. 11Se pusieron los lazos del jacinto al borde de la cortina que terminaba el primer conjunto, y lo mismo se hizo al borde de la última cortina del segundo. 12Cincuenta lazos para la primera cortina y otros cincuenta para el borde de la segunda de la última del segundo conjunto, correspondiendo los lazos unos con otros. 13Se hicieron cincuenta garfios de oro, con los que se unían unas a otras las cortinas, de modo que el habitáculo hiciera un solo conjunto. 14 Se hicieron los tapices de pelo de cabra, para servir de tabernáculo sobre el habitáculo; 15cada uno de treinta codos de largo y cuatro de ancho, todos de la misma medida. 16Se unieron estos tapices, cinco en una parte y seis en otra. 17Se pusieron cincuenta lazos en el borde de la cortina que terminaba una parte y cincuenta en el borde de la que terminaba la otra, 18y cincuenta garfios de bronce para unir las cortinas, de modo que formasen un todo. 19Se hizo para el tabernáculo una cubierta de pieles de tejón teñidas de rojo, y encima otra de pieles de carnero, teñidas de jacinto. 20Hiciéronse los tablones para el habitáculo; eran de madera de acacia, para ponerse de pie; 21cada uno de diez codos de largo y codo y medio de ancho. 22Cada tablón tenía dos espigas, cerca una de otra, y así se hicieron todos los tablones del habitáculo. 23Se hicieron veinte tablones para el habitáculo en el costado del mediodía, hacia el sur. 24Se pusieron las cuarenta basas de plata debajo de los veinte tablones, dos para cada una, para sus dos espigas. 25Para el segundo costado, el del norte, se hicieron otros veinte tablones, 26con sus cuarenta basas de plata, dos para debajo de cada uno. 27Se hicieron seis tablones para el fondo del habitáculo, al lado de occidente, 28y dos para los ángulos del habitáculo en el fondo; 29eran dobles desde la basa hasta arriba, junto al primer anillo; así se hicieron estos tablones para los dos ángulos. 30Había, pues, ocho tablones con dieciséis basas, dos bajo cada tablón. 31Se hicieron cinco travesanos de madera de acacia para los tablones de un costado del habitáculo, 32cinco para los del otro costado y cinco para los del fondo del lado de occidente. 33El travesano de en medio se extendía a todo lo largo de los tablones del uno al otro extremo. 34Se revistieron de oro los tablones y se hicieron de oro los anillos por donde pasaban las barras traveseras, y se revistieron éstas de oro. 35Se hizo el velo de jacinco, púrpura, carmesí e hilo de lino torzal, con querubines trazados en un artístico tejido. 36Se hicieron para él cuatro columnas de madera de acacia revestida de oro, con garfios de oro, y se fundieron para ellas cuatro basas de plata. 37Se hizo para la entrada del tabernáculo un velo de jacinto, púrpura, carmesí e hilo torzal, en tejido de vario dibujo. 38Se hicieron para este velo cinco columnas con sus garfios, revistiendo de oro los capiteles y los anillos, siendo de bronce las cinco basas.
Desde que comenzó la obra se podía repetir el fervet opus, porque todos trabajaban con ardor en aquello que les había sido encomendado, de suerte que en nueve meses quedó concluida toda la obra. La descripción de la construcción del tabernáculo y sus diferentes partes está calcada casi literalmente en las órdenes detalladas dadas para su erección que hemos visto antes3, aunque aquí, más lógicamente, se describe primero el habitáculo y después sus utensilios.
1 Cf. 1Re 5:6; 1Re 7:13. – 2 2Sa 5:17. – 3 Cf. Exo 26:1-37.
Fuente: Biblia Comentada
El Señor dio también a los artesanos que aquí se nombran la capacidad de enseñar sus oficios a otros. Esto apoya que se trataba muy probablemente de los directores de los equipos de construcción. Vea las notas sobre Éxo 28:3; Éxo 31:1-11.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección esboza las actividades de Israel durante su estancia de aproximadamente once meses en el Sinaí (cp. Éxo 19:1 con Núm 10:11).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El principal énfasis en los últimos capítulos recae sobre el diseño y la construcción del lugar central de culto para la nación. Como preparación para la ocupación de su tierra, habían recibido un sistema legal para gobernar su vida individual y nacional, para impedir la explotación de los pobres y de los extranjeros, y como salvaguardia frente al politeísmo y la idolatría. La necesidad de estas salvaguardias quedó confirmada por el incidente idolátrico del becerro de oro (Éxo 32:1-35). Las detalladas instrucciones divinas para el tabernáculo permiten desechar toda suposición acerca de si era comparable en absoluto o si se derivaba para nada de los pequeños santuarios portátiles pertenecientes a diversas deidades tribales. El origen del tabernáculo estaba en Dios y fue dado a Moisés mediante una revelación especial (cp. Éxo 25:9; Éxo 25:40; Éxo 26:30; Heb 8:5).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En esta sección, los israelitas construyeron el tabernáculo tal como Dios había prescrito en Éxo 25:1 – Éxo 31:18.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
III. Alianza en el Sinaí (Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33; Éxo 24:1-18; Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35; Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38)
Análisis de discurso
El monte Sinaí es un lugar privilegiado en el itinerario de Israel por el desierto. Allí arribará el pueblo luego de siete etapas y allí recibirá las leyes que regirán su vida como tal. Si observamos la extensión que tiene esta estancia en el desarrollo de la totalidad del Pentateuco ―59 capítulos sobre un total de 187―, comprobaremos hasta qué punto domina esta alianza en el Sinaí el conjunto de textos de la Torá. Sin embargo, esa extensión mayúscula se justifica por el hecho de que en ese lugar Dios revela de manera explícita qué tipo de relación le propone a su pueblo: cuáles han de ser sus responsabilidades religiosas y sociales, y los términos de la alianza que anuncia realizar. Cuando finalice la estancia en el Sinaí y los israelitas lleguen a las estepas de Moab, ya contarán con un cúmulo de leyes e instrucciones que regularán la vida entera del pueblo y de sus líderes.
Se ha observado que en esta sección la forma de los textos está emparentada con los pactos de soberanía y vasallaje comunes en el mundo antiguo, especialmente entre los hititas y los asirios. Estos pactos se realizaban entre un rey poderoso y otro más débil, quien recibía protección militar a cambio de impuestos y lealtad política. La versión del pacto del Sinaí comparte algunos elementos de estos pactos, pero matiza otros, lo cual le da al pacto con Israel una fuerza que supera la de las relaciones políticas. En efecto, a partir de este pacto, toda ofensa a la vida será una ofensa dirigida a Dios mismo, y la responsabilidad por la administración de la justicia y por el ejercicio de la solidaridad no será una obligación ante el rey de turno, sino ante la divinidad misma, la cual pedirá cuentas si dicha obligación no se ejerce según lo pactado.
La estadía en el Sinaí se prolonga hasta Núm 10:11, texto que en el que se narra la partida del pueblo en busca de la tierra prometida. Esto indica que la narración sobrepasa los límites del libro del Éxodo, lo cual pone en evidencia la unidad literaria mayor a la que dicho libro pertenece. Sin embargo, el Pentateuco posee cortes literarios que marcan y justifican su división en cinco libros. Para el caso que nos ocupa, la culminación de la construcción de la Tienda del encuentro y la toma de posesión de la misma por Dios indica una bisagra en la narración. A partir de ese momento, Dios hablará desde la tienda, lo cual hace que se lo ubique y, en cierta medida, se lo identifique con ese lugar.
Es necesario observar la estructura literaria de los capítulos Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33; Éxo 24:1-18; Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35; Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38, que consiste en dos bloques de textos con una dinámica interna diferente cada uno:
I. Introducción | a | Éxo 19:1-25 |
Alianza | b | Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33 |
Ratificación de la Alianza | a’ | Éxo 24:1-18 |
II. Prescripciones para la tienda | a | Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18 |
Idolatría | b | Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35 |
Construcción de la Tienda | a’ | Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38 |
El primer grupo (caps. Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33; Éxo 24:1-18) contiene una extensa colección de leyes que abarcan todos los aspectos de la vida, presentadas de manera progresiva. Hay una narración introductora (cap. Éxo 19:1-25), y al final, una ratificación. La alianza misma, que incluye el Decálogo y el llamado “Código de la alianza”, ocupa los capítulos Éxo 20:1-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:1-31; Éxo 23:1-33. El segundo grupo (caps. Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18; Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35; Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38) también es un quiasmo (a, b, a’) que consiste en presentar las instrucciones para la construcción de la morada de Dios, narrar la idolatría y su rechazo por parte de Moisés, para finalizar con la narración de la construcción de la Tienda y su aceptación final por Dios mismo, quien asume la misma como su lugar de residencia. La parte a’ reproduce casi literalmente su contraparte a, ambas relativas a los detalles del santuario, lo cual muestra el celo por cumplir con lo que Dios ha indicado.
A. La alianza (Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-21)
1. De Refidim al Sinaí (Éxo 19:1-2)
TÍTULO: Ambas versiones base proponen para esta sección títulos que abarcan todo el capítulo Éxo 19:1-25. El título de TLA es más claro, pues señala la llegada al Sinaí, evitando la especulación acerca de si ya estaban allí o de si el Sinaí era una roca que acompañaba a Israel en su peregrinar (ver Éxo 17:6).
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
F. Construcción del santuario (Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38)
Análisis de discurso
Los capítulos que siguen narran la construcción del santuario y su toma de posesión por parte de Dios. Constituyen la última unidad del libro y su material repite en buena medida ―muchas veces de manera textual― los capítulos Éxo 35:25-31, con los cuales establece un balance literario. Sin embargo, en algunos casos hay diferencias notables que merecen observación y meditación, pues siempre conllevan algún sentido particular. Las variaciones presentes en el texto serán señaladas en cada unidad, pero es importante anotar en esta introducción otro tipo de diferencias que hacen a la lectura comprensiva del texto. La situación en que se produjo la construcción del santuario fue bastante distinta de aquella en que Dios reveló su diseño a Moisés, y esta diferencia también modifica la lectura y la comprensión del texto. A continuación, destacamos los cinco elementos que distinguen o diferencian los cuerpos textuales de la “descripción” (caps. Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18) y de la “construcción” (caps. Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38), aun cuando la mayoría de sus palabras puedan ser las mismas.
1) Ambos cuerpos textuales siguen un orden diferente en la presentación de los elementos involucrados en el santuario. En efecto, los capítulos Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18 comienzan describiendo el tabernáculo y continúan con la mesa, la menoráh, la tienda, el altar, el patio externo, las vestimentas sacerdotales, para luego volver sobre el altar del incienso y la pila de bronce. Este orden de la descripción es lógico en sí mismo, porque parte siempre del objeto más preciado y luego se dirige, en orden decreciente, a los demás elementos del entorno. Sin embargo, cuando se narra la construcción, se utiliza otra lógica, que consiste en seguir el orden natural de toda construcción, de modo que se enfoca primero las partes generales y estructurales para luego encarar los objetos más pequeños e internos. Así, la obra comienza con la tienda y su estructura, y continúa con su mobiliario interior, que incluye el altar del incienso. Luego sigue el patio exterior: se construye el altar de los sacrificios y la pila de bronce, erigiendo entonces los límites del patio. Finalmente, se confecciona las ropas de los sacerdotes. Este orden responde a la secuencia natural del trabajo humano.
2) El lugar físico de cada narración también es distinto. Mientras la descripción del santuario se desarrolla en su totalidad en la cima del monte Sinaí, la construcción del mismo transcurre en el campamento de Israel. La distinción no es poco significativa. Uno es un lugar santo e inaccesible, rodeado sólo por la inmensidad de la presencia de Dios, en el marco de una explícita prohibición de merodear en la zona que afecta a todo ser humano o animal. En contraste, el santuario del campamento está rodeado de las tribus, la gente y el bullicio que supone la vida cotidiana.
3) El tiempo también es diferente. Mientras que la descripción se hace en cuarenta días con sus respectivas noches ―y en dos oportunidades, según Éxodo―, no se nos informa de la duración de la construcción. Sin embargo, hay que notar que mientras los cuarenta días son un período simbólico que alude al perdón y a la expiación de pecados, la construcción transcurre de acuerdo con los tiempos de las habilidades humanas, es decir, de acuerdo con el ritmo de los artesanos.
4) También los actores involucrados en ambos momentos son diferentes. En la descripción, Dios y Moisés son partícipes exclusivos de la revelación. A nadie más se le permite siquiera acercarse al lugar donde Dios desciende. En la segunda parte, las escenas están dominadas por Moisés, Bezaleel, Oholiab, y también se menciona la existencia de otros artesanos y personas donantes. Es llamativa la participación de todo el pueblo ―hombres y mujeres― en la confección del santuario, a través de la ofrenda de los materiales y del trabajo directo (Éxo 35:20-29).
5) Ahora bien, la más significativa de las diferencias, a nuestro criterio, es la que se refiere a la situación del pueblo ante Dios. Es cierto que cuando Dios llama a Moisés al monte la primera vez para darle las instrucciones, ya el pueblo había sido rebelde y temeroso ante los desafíos del desierto, y había murmurado contra Moisés. Sin embargo, es preciso destacar que todavía no había dudado profundamente del plan de Dios. Sin embargo, en el momento de la construcción del santuario ya ha sucedido la trágica experiencia de la idolatría, esto es, la construcción y posterior destrucción del becerro de oro y la matanza de aquellos que se habían arrodillado ante el ídolo. El pueblo había sucumbido a la mayor tentación y se había olvidado muy fácilmente del acto liberador de Dios respecto de la esclavitud y opresión de Egipto. Que Dios haya aceptado continuar con este pueblo pecador, luego de tamaña ofensa, es un gesto de su amor y su compromiso en el que no deberíamos dejar de pensar y meditar.
Debido a las frecuentes repeticiones textuales de los capítulos Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18, vamos a remitirnos a ese texto cada vez que sea necesario. Sólo destacaremos y analizaremos las diferencias y los matices en esta parte de nuestro trabajo. Por la misma razón, la mención de traducciones alternativas de las distintas versiones se limitará a los casos que no hayamos citado antes y su trascripción se justifique. TLA ha optado por simplificar la mayor parte de los textos de los capítulos Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43, ofreciendo una versión abreviada que omite las repeticiones, aunque preserva el sentido general del texto. Esta decisión impide, en la mayoría de los casos, comparar dicha versión con RV95 y las demás versiones.
1. Descanso sabático (Éxo 35:1-3)
Del mismo modo que finalizó la descripción del santuario con el recuerdo de la observancia del sábado, así ahora comienza con la misma advertencia la narración de su construcción efectiva. El descanso del sábado no debe postergarse por la construcción del santuario; más bien, su observancia va a hacer posible dicha construcción. Un santuario hecho con trabajo realizado en día sábado no sería apto para la adoración del Dios de Israel.
TÍTULO: En ambas versiones se da un título a esta unidad. RV95 prefiere destacar la santidad del sábado, mientras que TLA ―que a nuestro criterio es mejor opción― detalla el contenido del pasaje.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
5. Los artesanos (Éxo 35:30-35; Éxo 36:1)
Luego de recibir las donaciones, Moisés anuncia que Dios ya ha elegido dos personas que realizarán las tareas: Bezaleel y Oholiab, quienes, a su vez, serán secundados por muchos otros.
TÍTULO: Esta unidad llega hasta Éxo 36:1. Los títulos de ambas versiones base tienen el mismo énfasis, con la diferencia que RV95 menciona a los artesanos por su nombre. El traductor puede elegir el título que considere más adecuado.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Y todo hombre de talento: Es la misma expresión que figura en Éxo 35:25, ahora traducida en RV95 de manera distinta y aceptable. Ver también Éxo 28:3.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
36.8, 9 En los días de Moisés hacer telas (hilar y tejer) tomaba mucho tiempo. Ser dueño de dos o tres mudas de ropa era un signo de riqueza. El esfuerzo que se tenía que realizar para hacer suficiente tela para un edificio como el del tabernáculo era asombroso. Sin el tremendo esfuerzo de la comunidad nunca se hubiera podido construir el tabernáculo. En la actualidad las iglesias y las vecindades a menudo requieren este mismo tipo de esfuerzo comunitario. Sin él, muchos servicios esenciales simplemente no se harían.36.35 Querubines son ángeles poderosos.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1598 Éxo 31:6
b 1599 1Re 4:29; Pro 2:6; 2Pe 3:15
c 1600 Job 32:8
d 1601 Éxo 25:9; Éxo 39:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Bezaleel, Aholiab. Véanse 31:1– 6.
Fuente: La Biblia de las Américas
todo… Se sigue LXX → §194.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., de corazón sabio
O, relacionada con el ministerio; lit., del servicio